La vegetación natural es la cubierta vegetal que crece espontáneamente sobre la
superficie terrestre. La presencia o ausencia de vegetación y sus diferentes características es
el rasgo principal que distingue los diversos paisajes naturales.
Existen cuatro factores ambientales que son necesarios para que la vegetación pueda
adoptar sus variedades y formas, ellos son: factores climatológicos, geomorfológicos
(relacionados con el modelado del relieve), edafológicos (relacionados con el suelo) y
bióticos (relacionados con los organismos vivientes). La vegetación natural puede agruparse
en cuatro grandes formaciones estructurales: la sabana, el bosque, la pradera y el desierto.