ASTURIAS CANTABRIA
ANTONIO OROZCO FOTO: EL REY LAGARTÓN
DICIEMBRE 2018 Nº151 mondosonoro.com
2018: Negro, par y falta Como cada año en esta época, toca hacer balance de lo vivido y proyectar nuevas ideas hacia el futuro. La costumbre en esta revista es bucear en nuestra memoria reciente para sacar a flote aquello que nos queda como lo mejor y lo peor del año que acaba. Aquí va un pequeño resumen.
C
ada persona puede intentar elegir con libertad con qué recuerdos se queda y cuáles intenta borrar de su memoria. Qué enfoque le da a cada situación en la vida. Y, aun así, a veces es imposible no quedarse con un mal recuerdo. Este año será recordado por algunas cuestiones negativas y muy mejorables. El concurso público que el Ayuntamiento de Santander puso en marcha en la primera parte del año para
la explotación musical de la Campa de la Magdalena, trajo consigo un movimiento, casi sísmico, que aún no ha dejado de sentirse. La UTE La Campa, formada por las empresas Delfuego Booking y Heart of Gold fueron las encargadas de diseñar la programación de conciertos, que finalmente no resultaron lo exitosos que se prometían y que han desembocado en un conflicto legal al recibir una demanda colectiva por más de mil afectados que
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reclaman la devolución del dinero de las entradas del concierto no celebrado de David Guetta. Destaca también en lo negativo el Certamen de Música Joven que organiza la Dirección General de Juventud del Gobierno de Cantabria. Este, ha celebrado, en opinión de los músicos participantes y el escaso público asistente, las dos peores ediciones de su historia. Celebradas las dos con solo seis meses de diferencia. En lo positivo, destacar Santander Music Festival, que logró celebrar su décima edición tras una serie de dificultades añadidas por las circunstancias institucionales; su compañero de viaje en nueve ediciones previas, el evento Música en Grande, hizo las maletas para emigrar a To-
rrelavega y conseguir celebrar también su décima edición; en la capital del Besaya también se celebró una nueva edición del Torrelavega Soundcity; y otro que suma un año más es el Minuscule Festival. Destacar también la apuesta aperturista en su programación del Palacio de Festivales, al igual que las interesantes propuestas a la que nos empieza a acostumbrar el Centro Botín. Por otro lado, sigue siendo destacable el trabajo de los promotores privados, de las salas de conciertos y de todos aquellos que arriesgan su dinero para generar cultura en Cantabria. Seguro que se nos olvidan unos cuantos, pero aquí van algunos ejemplos: Mojo Club, Campamento Base (y sus recién estrenadas
Nyan Nights), Nuevo Pulso, Cajas de Música, Sol Cultural, Dopingos, Roots, Rvbicón, Blackbeard Psych Fest, Infest celebrando su quinta edición, Black Bird, Discos Cucos, Sala Summum, Sala Niágara, Rock Beer The New, La Viga en Liencres, Blue Moon en Loredo, La Lambiona en Torrelavega. Pero todo esto no tendría sentido sin el verdadero motor, que no es otro que las personas que invierten tiempo y energía en crear música. Sin músicos nada de lo anterior sería posible. Sois tantos y haciendo tantas cosas interesantes, que no tenemos papel suficiente para nombraros a todos y todas. ¡Recibid desde aquí nuestro más sincero agradecimiento! Adiós 2018. —ronaldo caballero
diciembre 2018 #1