La “inclusión educativa” forma parte sustancial de
todos los niveles en educación y se proyecta para
desarrollar una educación de calidad; esto lleva a todos los involucrados en el sistema educativo, a responder a las necesidades de cada uno de los niños, niñas y jóvenes, sin exclusión de ninguna clase. Por lo tanto, es competencia de todos los actores de la sociedad autocapacitarse en temas inclusivos, ya sea en los aspectos educativos, tecnológicos, empresariales o científicos.