Capítulo 1: Emoción, Fisiología, Razón y Comportamiento Definimos la IE como la capacidad de: Reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones.
Reconocer, entender e influir en las emociones de los demás.
En términos prácticos, esto significa ser consciente de las emociones que se hallan tras nuestro comportamiento, así como el impacto que ejercen en las demás personas (positiva y negativamente), además de aprender cómo manejar esas emociones, tanto las nuestras como la de los otros, especialmente cuando estamos bajo presión. La capacidad de expresar y controlar nuestras emociones es esencial, pero también lo es nuestra capacidad para comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás. Imaginemos un mundo en el que no se pudiera entender cuando un amigo se siente triste o cuando un compañero de trabajo está enojado. Los psicólogos se refieren a esta capacidad como la Inteligencia Emocional, y algunos expertos sugieren incluso que puede ser más importante que el coeficiente intelectual, a tal punto que el 77% de nuestro éxito depende de ella. En los 90`s tras la inconformidad de que solo se le veía a la inteligencia como algo meramente cognitivo, gracias a las nuevas tecnologías y a la investigación en este campo, tenemos más información de cómo es el “cerebro emocional”, con imágenes de cómo operan las redes neuronales. La idea del cerebro triple de Paul MacLean se fundamenta en la idea de que en el encéfalo humano habitan 3 sistemas cerebrales distintos, con sus propias lógicas de funcionamiento, y que cada uno de ellos ha ido apareciendo en nuestra línea evolutiva de manera secuencial, el uno sobre el otro. Eso significa, entre otras cosas, que estos tres cerebros serían relativamente independientes y que se relacionarían entre sí siguiendo una jerarquía, dependiendo de su antigüedad y lo importante de sus funciones de cara a nuestra supervivencia. El complejo reptiliano, por ejemplo, al ser el primero en aparecer sería la estructura que lleva a cabo las funciones más básicas y más importantes para sobrevivir en el aquí y el ahora, mientras que el neocórtex, al ser la estructura de aparición más reciente en la línea evolutiva que lleva hasta el Homo sapiens, sería el que se encarga de las funciones más refinadas y complejas. La lógica que sigue esta concepción del cerebro humano recuerda mucho a una forma de entender la evolución como un proceso en el que lo nuevo se va jose.mora@uth.hn inteligenciaemocionahn@gmail.com
1