ANTI-OQUIA

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A propósito de un retazo que se le extravió al maestro Manjarrés Aquí se vuelve y no por la hendija, como quisieran algunos, sino por la puerta grande, la puerta abierta que se quedó así por culpa de la patada del burro, atrapado en su felonía y tan desleal con la mula del sacristán por echarle el ojo a un potranca del obispo, le dio por corcovear para no verse atrapado y dejó ese boquete inmenso en el paisaje que tan bien supieron maltratar a punta de hacha esa caterva de negociantes que se hicieron ricos casando a sus hijas con sus sobrinos para que el carriel se quedara en casa. ¡Ya ven por eso no hemos podido echar a andar al gran Mulato, la codicia no deja! Si aguzan la vista -aunque aquí ya se tomó la costumbre de hacerse los ciegos: nada han visto, nada de nada y nada pasa y las estadísticas desenterrando cadáveres-; y si alguno al menos hace de tuerto, verá que esto es un potrero inmenso que añora a los mayordomos, sobre todo si están investidos. Por eso es que cualquiera entra y sale de Antioquia y le echa mano a lo ajeno y a lo que no es ajeno. Y entre esa ensoñación intemporal me dio por desempolvar esos papeles amarillos de la revista Antioquia, me picó la nostalgia y la curiosidad -que tan mal siempre me aconseja: esa curiosidad que me llevaba a “rastrojiar” los calzoncitos de la Tony- por ver quien se rascaba la cabeza si aparecía otra vez Anti-oquia. No estamos hablando de resurrección- arrastrar velas mortuorias da mal aliento-, sino de retrospección, el método de mirar con retrovisor para que no se nos olvide y avizorar, que no es nada difícil, porque quien bien ve, tiene dos caras como Jano y así no se viene nadie por la espalda o a mansalva que aquí mucho se practica. Damos a luz, como diría el Hidalgo, a una nueva hazaña que ya tiene sus amanuenses y digo hazaña, porque pensar es el ejercicio más subido y denigrado en estos lomos montañosos y lo ha sido desde siempre. Desde que se nos quitó el antojo de andar tirando el anzuelo -una casi desaparición súbita- nos metimos en una inanición vergonzante, que todo lo aprueba y todo lo perdona. Condenado estoy por haberme sellado la boca, pero quedamos en aparecer cada que el redactor tuviera algo digno de leerse y, creo que, hay sobreabundancia de hechos que merecen pellizcarse y arrancar un pedazo de la torta antes de volarnos de esta fiesta a la que


nunca nos invitaron, pero nos colamos para ejercer de inoportunos y eso causa escozor. Nos seguimos riendo ¡ SI SEÑOR! ante el estupor mojigato que todavía se escandaliza con quien pega el grito. Salimos en estado original, sin taparrabos porque no hay nada que ocultar, tan desnudos como el pecaminoso de Adán que se dejó embaucar por una serpiente lengüilarga, como esas señoras encopetadas que lucen su lengua cuando comulgan y les sobra el largor para maltratar al prójimo y aunque no ejercemos la censura, aquí ellas no caben, ni sus maritales compañeros que viven a expensas del Congreso, de la Asamblea y del Concejo y si las y los menciono es porque les vamos a olvidar, porque esto es para muchachos atrevidos que le saquen filo a la imaginación y le den cabida a lo imposible. Pero aquí estamos para NO cumplir la promesa, y más bien que el santo caído se pare si es del caso, pero las ideas que no se nos queden quietas y den vueltas por la cabeza- yo ya no tengo: le echaron mano para tomar aguardiente en su coco debajo de la Ceiba, pero ya no hay Ceiba y no han devuelto la calavera- y a decir verdad, ni falta me hace, en este estado de sopor eterno mientras menos tenga uno, menos comezón le produce la eternidad, con liviandad uno cosecha tiempo. Y lo que sigue es un milagro del tiempo, una aparición a pleno mediodía para que todos vean, pues eso de vivir a la enemiga nos sirve para perjudicar el éxito y auguro que esa irrefrenable búsqueda de causas perdidas nos llevará a graduarnos, una vez más, en el fracaso. Lucas Ochoa p.d Estas palabras son verdaderamente de Fernando González, lo de Manjarrés es puro embaucamiento, el pobre no le da el seso, ni el sexo; pero firmo yo Lucas Ochoa, por lo de la comisión, el de Otraparte anda sin cabeza y no le importan las ganancias, a mí sí, tengo una inmensa prole de colombianos brutos que tengo que mandar a la escuela a ver si aprenden.




De por qué no queremos hablar El no sé. Al parecer ya se nos olvido pronunciar estas palabras. Cuando estamos hablando (si por hablar se entiende compartir ideas concretas por medio de palabras) y no entendemos o no tenemos algún punto de vista claro, nos inventamos algo para desviar la atención de nuestra falta de contenido. Somos creativos los antioqueños, siempre lo hemos sido. Como culebreros que dicen, cantan y pregonan: “vuelve que se revuelve, como el corruco en la arena, el hombre enamorado de la mujer ajena, los dolores, los males de amores, la falta de sueño o de capital…”, así escriben los entendidos del arte y la cultura. Pura parafrasearía suelta, que “copia” y “pega” un poquito de aquí y de allá, pero que al final no dice nada. Basta ir a una conferencia o conversatorio sobre arte, para ver la gran capacidad de inventiva sofistica-da, de discursos imperceptibles. Simples pintores que buscan a sus amigos “que saben escribir” para que digan algo sobre su trabajo. Y salen a relucir palabras como: territorios-metaforicos-de-las-identidades-espaciales-dadasen-el-ser-por-la-relación-cuerpo-espacio-para-generar-nuevos-contenidos-sobre-el-habitar Otras de las palabras que pueden quedar por fuera de esta serie de palabras pueden ser: urbano, transeúntes, devenir, social, recorridos, fragmentos, etc. Y por qué usamos tantas palabras tan mal conectadas. Pues porque le tenemos pánico a decir simplemente: “no sé” o “lo hago porque me gusta”. Le tenemos tanto miedo a nuestra ignorancia, y la ocultamos de cualquier manera. Debajo de un velo de “inteligencia-confunde-y-vencerás” para luego exhibirlo con orgullo. Bajo el pretexto del “si-no-entiende-es-inculto” excluimos un montón de posibilidades y nos sentamos en la comodidad de nuestros prejuicios. Entonces uno se sienta a escuchar el conversatorio con la esperanza de oír alguna palabra sensata y sin querer se ríe por dentro. De pronto hasta codea a la persona que está al lado, pero por lo general esta lo mira a uno con cara de “¿qué le pasa a este inculto?”. Por lo que toca reírse solito de tanta palabra bonita. Lo más particular del caso


es que las personas que están hablando ponen caras de serias, como si estuvieran hablando algo serio (como me lo dijo alguna vez un profesor: tomarse en serio el arte es una pendejada, si uno se equivoca nadie se va a morir o a perder algo, como sí le puede pasar a un médico o a un abogado; uno lo único que tiene que hacer es disfrutar haciendo). Pero hablan con mayúsculas y con un determinismo de enciclopedia. Definen con propiedad la cultura, como aquello culto, pero cuando viene una artista extranjera y pone a las Hermanitas Calle a cantar, ahí mismo quedan en jaque. Porque las personas que creen saber de arte en Anti-oquia, todavía creen que son de mejor familia y cualquier muestra de arte popular no les puede agradar si no es pop norteamericano o si no está validado por algún entendido como “pop colombiano”. Pero tragan saliva, mientras escuchan: “en una cantina lo encontré, en una cantina lo perdí. Hoy voy de cantina en cantina, buscando al ingrato que me abandono”, porque les recuerda que sus padres y abuelos crecieron escuchando esta muestra real de sentimiento montañero y que esa sangre montañera les corre por las venas. Y siguen tragando saliva, dándoselas de “open-minded”, tolerantes, pluriculturales, interdisciplinarios (palabras que también pueden ingresar al repertorio de uso regular del culebrero cultural) pero siempre marcando una raya en el suelo que divida: nosotros/ellos. Porque para eso utilizamos el arte en Antioquia, para diferenciarnos, para excluir, para sentirnos mejores (no mejores que nosotros mismos, sino mejores que los demás). El arte puede ser cualquier cosa: herramienta, arma, juguete o adorno. Y nosotros lo utilizamos como muro, como límite que agrupa a unos cuantos y separa a otros tantos. Luego, vienen los mismos personajes a preguntarse sobre la razón de la falta de público para la producción artística de la capital de la montaña. Se preguntan ¿por qué el arte no le interesa a la persona común? Y la respuesta puede parecer muy simple, y es solo porque el Arte, con mayúsculas, no le dice nada. No le habla sobre aquello que le preocupa o lo conmueve. Pero en este punto parece haber algo de paradójico, porque aquellas personas que tienen el poder adquisitivo para invertir en arte buscan solo piezas que no le digan nada. Basta mirar el tipo de obras que se comercian actualmente, para ver cómo sus estrategias se basan en dos simples cosas: primero, el afán de realidad y segundo, el silencio, la vacuidad. Porque existe el miedo a ver arte que hable, porque al hacerlo se corre el riesgo de reconocer nuestras propias vidas en esas obras y quizá lo que veamos no nos guste mucho.


Así recurrimos Así recurrimos a un a surtido un surtido vocabulario vocabulario visualvisual de imágenes de imágenes que no que tocan, no tocan, solo muestran. solo muestran. SeríaSería bueno bueno que las quepersonas las personas que están que están leyendo leyendo esto hagan esto hagan una simple una simple revisión revisión de lasde las “obras “obras de arte de local” arte local” que les quegustan. les gustan. QuizáQuizá puedan puedan encontrar encontrar muchos muchos lugares lugares comunes comunes entreentre la gran la gran cantidad cantidad de obras de obras y el poco y el poco variado variado repertorio repertorio de motivos. de motivos. Podrán Podrán hallar,hallar, siempre siempre en unen realismo un realismo exquisito, exquisito, dibujos dibujos de personajes de personajes borrándose, borrándose, desmaterializándesmaterializándose,dose, mirando mirando la nada, la nada, con sombrillas, con sombrillas, barcas, barcas, corbatas corbatas y trajes y trajes negros, negros, animales animales tales tales comocomo siervos, siervos, venados venados y rinocerontes. y rinocerontes. Todo Todo un repertorio un repertorio de “La depoética “La poética del silencio”. del silencio”. Suena Suena gracioso gracioso o hasta o hasta culto:culto: “La poética “La poética del silencio”. del silencio”. No sería No sería raro que raroen que poco en poco tiempo tiempo algúnalgún entendido entendido vuelva vuelva a escribir a escribir algúnalgún texto texto en el en cual el se cual señale se señale la mejor la mejor línea línea de de producción producción artista artista para para invertir invertir su dinero su dinero a futuro, a futuro, con este con título. este título. Porque Porque para para eso eso utilizamos utilizamos las palabras, las palabras, para para vender, vender, habiendo habiendo tantos tantos usos.usos. Y el arte Y el lo arte utilizamos lo utilizamos para para lo lo mismo. mismo. Seguimos Seguimos siendo siendo lo mismo, lo mismo, arrieros arrieros que traen que traen mercancía mercancía al pueblo, al pueblo, purospuros comerciantes. comerciantes. Néstor Néstor García García Canclini Canclini escribía escribía en suen libro su La libro producción La producción simbólica, simbólica, refiriéndose refiriéndose al arte al yarte y la forma la forma comocomo debedebe ser en ser tendido, en tendido, las siguientes las siguientes palabras: palabras: “Hay que “Hayentender que entender el arteelcomo arte como un hecho un hecho socialsocial (…): como (…): como un instrumento un instrumento para constituir para constituir la la hegemonía hegemonía de lasde clases las clases dominantes dominantes y desarrollar y desarrollar la impugnación la impugnación de lasde clases las clases subalternas, subalternas, legitimar legitimar la opresión la opresión o movilizar o movilizar críticamente críticamente a los oprimidos, a los oprimidos, para conocer para conocer y comunicar y comunicar pero también pero también para enmascarar para enmascarar y dividir”. y dividir”.

No quisiera No quisiera parecer parecer un libertador un libertador de clases de clases al referenciar al referenciar está cita, está solo cita, quiero solo quiero mostrar mostrar que el que arte el puede arte puede funcionar funcionar de muchas de muchas maneras, maneras, conectándose conectándose con lacon vida la real, vida real, el aquí el aquí y y el ahora, el ahora, con relación con relación al dinero al dinero y a los y amensajes los mensajes que queremos que queremos comunicar. comunicar. Y meYhago me hago variasvarias preguntas preguntas sobresobre comocomo entendemos entendemos el arte el en arte Anti-oquia. en Anti-oquia. ¿A qué ¿Arazón qué razón se debe se debe la la falta de falta contenidos de contenidos en el en arte? el arte? ¿Por ¿Por qué tanto qué tanto silencio? silencio? ¿Qué¿Qué creamos creamos y cómo y cómo creamos? creamos? ¿Para ¿Para qué creamos? qué creamos? Y, más Y, importante, más importante, aún: aún: ¿por ¿por qué no qué nos nohacemos nos hacemos estasestas preguntas? preguntas? El arte El es arte unes instrumento un instrumento de reconocimiento de reconocimiento del hombre del hombre con elcon mundo, el mundo, una forma una forma de de relacionarnos relacionarnos con él. con Citando él. Citando a Gadamer: a Gadamer: “la obra “la obra de arte de que artedice que algo dice nos algoconfronta nos confronta con con nosotros nosotros mismos”, mismos”, pero pero si esasiconfrontación esa confrontación es lo es que loevitamos, que evitamos, seguiremos seguiremos usando usando parafrasearías parafrasearías vacías vacías para para hablar hablar de lo de que lohacemos, que hacemos, somos somos y pensamos… y pensamos… Oh, gloria Oh, gloria inaccesible, inaccesible, oh, júbilo oh, júbilo inmoral. inmoral.










Observaciones Un país que ha querido aparentar lo que por definición no es ahora quiere aparentar que le importa su cuna, Latinoamérica, su comida, sus colores y hasta su gente. No nos digamos mentiras, lo que huela a gringo o a extranjero nos sigue seduciendo y el resto, con ignorancia envanecida, lo tildamos de "indios", "criollos" y quién sabe qué otros bichos. Sin embargo, el héroe del asunto viene desde Puerto Rico a rescatar a los pobres de las garras de la maquinaria del consumismo y la música basura. Medellín es moda y, como tal, hay que desfilar por la treceava calle ¡Pero qué coincidencia! Un discurso a manera de izquierda, una apología a las raíces, a la comida de la abuela y al olor del barrio, recitado por unos sujetos que no se miden al despotricar de un supuesto sistema que les permite recibir como mínimo, por una entrada a su concierto, el equivalente a una semana de pasajes en bus de un obrero colombiano y, aun así, incitan a alzarse contra el patrón que explota a tu mamá en una fábrica. Sí, lo acepto, pagué una entrada y los vi. También es cierto que no me comí el cuento de la abuelita meciéndose en el sillón y de no poder comprar el viento. Al final, más que ataque, y a mi parecer, esas líricas rayan en lo publicitario o como dice por ahí "too mainstream" para ser verdad. Algunas almas en Medellín se podrán sentir identificadas con sus raíces y es que las letras podrían lograrlo totalmente, si no fueran fruto de un montaje de titiritero que no representa la parte de la cultura latina que se ondea como bandera en sus letras. Así y todo, son unos latinos agringados; es decir, no están cambiando estructuras, solo las formas.


Medellín, julio de 2012 Estimado maestro Arjona: Te escribo hoy desde una tierra donde, como en tantas otras, tu imagen y tu obra son también sinónimo de subversión cultural; una región donde tu nombre es impronunciable y tu música es condenada, sin importar que cada habitante cante mentalmente tus letras y tararee tus melodías; una ciudad que se escandaliza con tu existencia sin tener muy claro por qué. Y te escribo para contarte que este lugar, hace más de 100 años, vio nacer a alguien que entendió tu pensamiento, incluso, mucho antes de que hubieras nacido. Te hablo del maestro Fernando González, un viejo y gran pensador que, como tu figura lo hace hoy día, vivió y amó a la enemiga:“¿Qué le importa, amada, a quien tiene una gran pasión, el que los otros digan: ¡bien! O digan: ¡mal!? ¡Nada! Porque el que tiene una gran pasión se ha libertado de los pequeños lazos que lo esclavizaban a los otros hombres”. Un hombre sabio que se liberaba del qué dirán, de la esclavitud, tal como lo hiciste tú, apasionado, en Tu reputación, al decirle a tu experimentada amada: “ven y abrázame sin miedos y dame un beso a la salud de los chismosos”. Me encuentro en Medellín, mi apreciado Richard –si es que te puedo llamar así; a él no le diría Fercho, me matarían por rolo confianzudo¬–, ciudad de emprendedores, negociantes y refraneros, estigmatizada por su verraquera, donde la sugerencia prácticamente no existe. Lo sé, amigo, así es complicado. Pero ya el maestro te había entendido eso de “ir despacio y sin quitarte la ropa”, y nos había enseñado que “casi nunca que se comienza acariciando se falla”. Fue otro enamorado del seducir, de invitar a jugar y, como si se hubiera dejado llevar alguna vez por las notas de tu sublime Dime que no, escribió: “De ahí que yo dé a las mujeres este consejo: si queréis ser amadas siempre por vuestro amante, no lo atristéis con un no, ni os entreguéis con un sí rotundo. Que siempre vuestra alma sea para él una posibilidad; que siempre vuestro ser tenga para él, el significado de un tal vez…”. Fue también un provocador, un animal nocturno, un devoto del humor y un observador. Alguien que encontró la belleza en la rareza, donde nadie más la veía, admirador de frases como “There is no exquisite beauty without some strangeness in the proportion”. Tal como tú, capaz de reconocer la hermosura de la grasa abdominal en una dama de cuarenta años, o con la sensibilidad suficiente para encontrar la poesía detrás de una gota de menstruación y hacernos entender que se trata, nada menos, de una sábana convertida en lienzo. Y ahora, mi querido Ricardo, si bien lamento la actual condición de tu imagen en esta tierra sorda e irreflexiva –no por ti sino por el devenir de este hermoso pueblo–, utilizo tus palabras para despedirme y decirte que, en el mismo municipio donde algún día te presentaste, “otros que han pensado como tú hoy están bocarriba”. Y en lo que podríamos considerar un juego arjonesco, me pregunto ¿no será que el maestro González tuvo acceso a alguna de tus obras?


Desazón en el corazón El acto de vivir en Medellín

Medellín es una ciudad extraña. Una ciudad hundida en el placer y, a la vez, en el dolor. En la nobleza heredada del campesino y en los cruentos habitantes que ha

llegado a tener. Es una ciudad particular que se ufana a viva voz sobre: su clima, la amabilidad de su gente, la belleza de sus mujeres y su actitud arrolladora y verraca.

Luego de muchos años viviendo en esta Ciudad de Dios, puedo decir que disfruto de todos esos rasgos sociales. Aun así, para mí, más que alicientes, Medellín tiene un marcado y palpable sabor a muerto. Un sabor que el paisa se ha empeñado en disimular, lamentablemente con éxito.

La geografía de esta capital antioqueña no es muy vasta y, sin embargo, es difícil

conocerla a cabalidad. La calle y la noche se han vuelto escenarios… complicados,

diría yo. No estamos en una urbe que permita ser caminada fácilmente. Llevo más o menos 20 años en esta ciudad y, prácticamente, si la conozco. Podría decir, como muchos, que he visto algunos lugares de esparcimiento, pero el concreto está

vedado para mí y por mí. La razón: el miedo. Miedo a la calle. Miedo a sus gentes. Miedo a las múltiples maneras en las que puedo sufrir. Perecer. Fallecer. Desaparecer. Morir. Le temo a Medellín; aunque la ame profundamente.

Podría especular que el miedo ha formado parte de nosotros desde mucho tiempo atrás. Tenemos una tradición bélica desencadenada en el siglo XIX y XX con las

luchas partidistas: liberales y conservadoras; la época de La Violencia (1948-58), los

movimientos insurgentes y hace tres décadas la lucha contra el narcotráfico. Quienes nacimos a finales de los 80, en su punto más neurálgico, nacimos también con su miedo; una sensación que surgió de mezclar pobreza, violencia y drogadicción. Nosotros somos hijos de esa desazón.

Ahora, las fobias de otros años revisten caras similares. Rostros de jóvenes inmersos en las drogas, en la muerte, en el no-futuro de Rodrigo D y en el irrespeto por la vida.

Sentimos que la calle tiene dueños; que el poder y la violencia son el discurso; que la ira, el lenguaje; que la sangre, solo manchas en la acera. El miedo nos motiva

muchas cosas o, mejor, nos desmotiva. Nos impulsa a una lógica evasiva: una actitud egoísta y sin memoria.


El acto de morir en Medellín Al parecer, morir en esta ciudad ya no tiene ningún mérito. En el mejor de los casos se forma parte de análisis demográficos o estadísticos sobre la mortandad y el

recuerdo de uno se va extinguiendo como una vela, aplastado por el mar de nuevos muertos y memorias perdidas. El resto permanece en los álbumes familiares, en el

imaginario de los seres queridos en vida, que año a año se desdibuja y ensombrece. Eso, en el mejor de los casos.

En el peor, diría, que mueres porque alguien lo quiso así. Alguien decidió que tu vida

no valía. Arbitraria o causalmente, tomó la decisión de ponerle “una cita a tu muerte”. Y entonces, entras en la gran boca de un problema, en el que no se sabe si eres el causante, si realmente lo merecías, o si sencillamente estabas en el lugar y el

momento equivocado. Lo triste es que la mayoría opta por evitar pensar lo último

para así también evadir el deseo de justicia; porque en este país exigir justicia implica –muchas veces– no encontrarla o, aun, perecer en el intento. Así que al final solo evitamos el hecho y que el tiempo se encargue del resto(s).

Y cuando en una ciudad sucede con tanta frecuencia una muerte como la anterior, pues, empezamos a naturalizar lo no natural. Aceptamos como algo cotidiano los

homicidios, los crímenes y las masacres, porque como colombianos asumimos que la violencia es inherente a nosotros, que es un rasgo cultural. No tiene solución. Es parte nuestra y nada que hagamos (si es que lo hacemos) podrá solucionarla.

Con el tiempo nos hemos vuelto indolentes y es posible que la apatía continúe.

Expresiones cotidianas como: “fijo, algo debía” o “andaba en cuentos raros” muestran lo mucho que nos importa la justicia, esa actitud que es una de tantas alegorías a la creencia cristiana de que solo “Dios proveerá”. Ojalá fuese así, pero evidentemente no lo es. Yo, por lo menos, espero a que este semblante despreocupado por el

devenir o morir del “prójimo” no me tiña por completo y que, ojalá, tampoco llegue el día en que yo no pueda sentir un poco de esta desazón en el corazón.




Tratando de encontrar de dónde han salido estas panaderías de luz blanca que se han extendido, igual que los casinos, por toda la ciudad, empecé a recordar las llamadas Todo a 250 que hace unos diez años vendían, como su nombre lo indica, todo a 250 pesos. Buñuelos, palitos de queso, pasteles, pandequesos, pandebonos y hasta tajadas de salchichón frito con arepa.

A pesar de que su aspecto no tenía nada de llamativo (eran pequeñísimos locales con sillas y mesas de plástico, con luz amarilla, donde el traquetear de un ventilador casero lograba aminorar la densidad del ambiente), fue todo un fenómeno la forma como se expandieron y se acogieron estas panaderías. Si uno hiciera, como suele hacer un buen amigo mío, un top ten que se llamara “Negocios exitosos del nuevo milenio en el centro de Medellín”, sin duda, las Todo a 250 ocuparían los primeros 5 lugares. Es más, me atrevo a decir que el segundo o el primero, dependiendo de la tipología del público. Por ejemplo, para mí, en ese entonces estudiante de artes, con una fascinación no fácil de explicar por el centro de la ciudad, ocupaban el puesto número uno. No sólo por su precio, sino también porque todo era fresco, recién salido del horno a toda hora. Con decirles que yo me inventaba cualquier ida al centro sólo para comer croissant de queso con Chocolisto por 500 pesos. Resulta que al año de haberme dado cuenta de la existencia de las Todo a 250, la parva ya no era a 250, sino a 350, luego subió a 500 y cada vez más rápido iban subiendo los precios, al mismo tiempo que iban cambiando de nombre. Llegaron al punto de llamarse Todo a 900 y ahí les perdí la pista. No, mentiras, no les perdí la pista, ellas perdieron el gancho, no tenía ninguna gracia comprar un pastel por 900 pesos.


Después de eso no se volvieron a ver las filas donde se apeñuscaban sin reparo, con ansias de llegar al mostrador, estudiantes, vendedores ambulantes, habitantes de la calle y jubilados, entre otros ociosos. Vamos a especular. Como se quedaron sin gancho, estas panaderías, empezaron a buscar estrategias para volverse llamativas. Hasta que un día a un propietario con mentalidad de empresario exitoso se le ocurrió una idea muy brillante: la de iluminar el pan con luz de almacén de tenis importados. En adelante, todas las panaderías de Medellín aplicarían el mismo mensaje subliminal: “el pan más iluminado sabe mejor”. Es importante decir que la luz no llegó sola; llegó acompañada por el aluminio (mesas y sillas de plástico fueron reemplazadas por unas de aluminio), el baldosín blanco (téngase en cuenta la diferencia entre baldosa y baldosín, el último se utiliza para cubrir las paredes y el piso de los baños) y empleados muy malgeniados. Aunque suene cliché, luz, aluminio y baldosín blanco eran la estrategia perfecta para hacer visible, muy visible el pan. Lo único que no encajaba eran los empleados malgeniados.

Tuve muy malas experiencias en estos lugares. Siempre me atendían de mala gana, la parva se mantenía tiesa, y una vez me salió un pelo en un pandebono. Juré que no iba a volver a pisar una de estas “Paisapanaderías”, hasta que un día, hace menos de un mes, acosada por la sed que me provocó un miniguayabo y porque iba a llegar tarde a una conferencia en el Museo de Antioquia, entré a una por la Estación Parque de Berrío y pedí una botellita de agua. La cajera, que me vio con afán, aprovechó para meterme un billete de diez mil falso. Ante tantas experiencias malas, no entendía el porqué del “éxito” de las “Paisapanaderías” ni el porqué de su omnipresencia. Además del mensaje subliminal, por cierto muy flojo, me preguntaba: ¿qué es lo que oculta el pan iluminado? Leve malestar físico o emocional producido, entre otras cosas, por ingerir licor la noche anterior.


Llegué a la conclusión de que el pan iluminado es producto de una combinación muy paisa, por no decir peligrosa: la combinación de los negocios con la devoción religiosa. Para nadie es un secreto que en esta tierra negocios y fe van de la mano. No importa el tipo de negocio. En los negocios se le huye al fracaso, porque el fracaso está relacionado con la ausencia o con la escasez, es decir, con no tener o con tener muy poco. La luz, en un sentido religioso, es la expresión por excelencia de la presencia. En la incertidumbre, en la sospecha, la luz cumple la función de afirmar la presencia de las cosas, mientras que, por el contrario, la medialuz da pie para la duda (sobre eso se habla en un libro chiquitico muy famoso que se llama El elogio de la sombra). Le tememos tanto a la escasez como a la ambigüedad. Esa obsesión por iluminar el pan con una luz que duele en los ojos no es más que la necesidad de reafirmarlo, de que no quede ninguna duda sobre su existencia. No importa si sabe a pan o a cartón con esencia de mantequilla, de banano o de anís. Creo que el pan que brilla bajo la luz blanca oculta apatía y conformidad, pero también malicia y aprovechamiento. No sé qué es peor.





¿Por qué me tratas así? ¿Por qué lo haces así, si tan bien hablo de ti? ¿Por de mí qué sacas lo peor si de ti solo busco lo mejor? Dime qué te he hecho para que te portes así ¿Será que te gusta sacarme la piedra? ¿Te diviertes dañándome la mañana y complicándome la tarde? Si amanecí bien, si la vitalidad aflora al momento de salir de casa, si eso es cada vez menos frecuente y, por lo tanto, debo aprovecharlo como nunca, ¿por qué te empecinas en echarlo por la borda? Si supieras cuánto te quiero en el fondo y todo lo que me afecta lo que me muestras lo pensarías dos veces. Pero no. Tú no piensas y pareciera que no vives: solo sobrevives. Eres de todos y no eres de nadie. Por eso no te cuidas: esperas que te cuiden y te consientan. Aunque nadie lo hace porque nadie te siente como suya. Aunque yo sí y por eso me duele. No te sorprendas si al final del día a pesar de lo mucho que les das a todos, varios decidan abandonarte. Ya muchos me lo han dicho y, sinceramente, los entiendo. Sí, váyanse. Den la vuelta a la página que esto, por ahora, no se compone. Ella se desconfiguró. Ya no existe. Se volvió de todos pero nadie la quiere. ¿Por qué tú sí lo has de hacer?


…O algo así. Esa fue la última letra que esribí. Mi último proyecto de canción. Dedicada a la ingrata que, cual mujer cuando sabe ser mala, me da en donde debe darme cuando debe darme. A quien amo y odio precisamente por amar: mi fea, mi querida bogotá: hermoso desastre. Los vestigios de lo que debió ser y no se concretó. El proyecto que se desvaneció. Pienso constantemente en ti. En ella. Pienso por qué me hicieron así: cuestionándolo todo y a todos. Sería todo tan fácil si dejara las cosas por hechas: “porque así es; porque así somos; porque es el deber ser y así está”. Y ahora, ¿por qué terminé aquí al filo del abismo? Recapitulemos. Todo comenzó viendo a Criptón. Bombas aquí, bombas allá. Candidatos asesinados, líderes secuestrados. Promesas hechas, promesas incumplidas. Un mea culpa nacional y mis viejos desesperanzados. Cuando aparecía el siguiente, aquel que iba a acabar con las viejas mañas de la política y devolverle la dignidad a lo público, a este país, ese firmaba su acta de defunción. Mis viejos, de nuevo, al desayuno, desanimados me lo trataban de explicar. Y yo algo entendía. Me cambio de ciudad y los cambios se hacen tan aprubtos que muchas de las cosas que antes no entendía ahora sí que peor. A la capital. Huecos y más huecos; trancones y madrazos y los buses, madre mía, los infaltables buses para recordarle a uno que la especie humana puede caer todavía más bajo. Y ahí transcurrió el colegio. Ahí empezaron a aparecer los amigos, los cuentos, las risas y los primeros vestigios del amor. Ahí entendí que el corazón tenía otra función fuera de la de palpitar para bombear sangre. Tenía 11 al igual que ella. Me le acerco, estimulado por mi mejor amigo. “Sí, hágale que ella se muere por usted. Dígale todo, fresco que eso le sale bien”. Y ahí me fui, cual bestia tras su presa: confiado en sus sabias palabras. Y tome. “¿Qué?, ¿de qué estás hablando? ¿Estás loco?” Y, efectivamente, tome: primer golpe a aquel. Qué iba a saber yo que eso era solo el comienzo: que iba a sufrir muchas más derrotas que lo debilitarían hasta llegar a donde estoy hoy. Noticias Uno nos mostraba la desgarradora realidad de un país que se ponía a merced del capo más peligroso y dañado de todos los tiempos. Aquel envigadeño seguía haciendo y deshaciendo al tiempo que los padres nos pedían prudencia a la hora de salir a la calle. “Nada de centros comerciales y, ojo, si ve en la calle un carro mal parqueado”. Por fin “cogieron” (realmente se entregó) al hampón. Todos felices y yo, con mi saludable ingenuidad, convencido de que mañana sería mejor: que los días se compondrían y saldríamos todos a las calles a celebrar de aquí al fin de nuestros días. Ay, la ingenuidad. ¿Será por eso que los europeos son más felices y se muestran más


maduros que nosotros? ¿Vivirán en la eterna ingenuidad –en un contexto mucho más favorable, claro está–, porque en el fondo saben que ahí se encuentra la clave de la felicidad y el éxito? Ahora que lo pienso, caigo en cuenta de que, de hecho, sí son más inteligentes que nosotros: descubrieron hace tiempo la fórmula mágica para vivir bien. El gana-gana que tanto atrae a nuestras mujeres y las hace saltar el charco buscando contagiarse de su ambiente y paz interior. Al tiempo lo consiguen. O, al menos, eso piensan. Porque no es sino que lo cojan a uno un cualquier momento de debilidad y le suelten el veneno que por años tienen represado, después de vivir por años con el europeo. Al final del día saben que aquél, aunque lo tiene todo, no les da ese todo que buscan. Y lo buscan a uno. ¿Para dejarlo e irse con uno bajo la conclusión de que la verdadera completud proviene de uno, el sencillo latino que, aunque lleno de contradicciones e inconfiable a morir, las puede entender y darles lo que ellas quieren? No: simplemente para votar su venenito y volver a los brazos del francés, alemán, holandés o gringo y sentirse de nuevo en la comodidad de lo práctico: de lo obvio y lo fácil. Ellas también la tienen muy clara. ¿En qué iba? Sí, después llegaron los convulsionados 90. Los huecos, las bombas, los micos, la cultura ciudadana bogotana, el transmilenio, las obras y el loco ese traqueto al que pudieron, por fin, dar de baja. Esa pobre alma que creó este mismo país. Víctima y victimario. Al rato empieza uno a esperanzarse con la posibilidad de que se empiece a calmar la cosa con la caída de los carteles en Medellín y luego en Bogotá para venir a despertarse con la realidad de este país: si es que los carteles no tocaba buscarlos tan lejos ni con la ayuda de los gringos. Estaban allá adentro en el centro de Bogotá. Sale a la luz pública el escándalo del 8.000 y yo que me empiezo a despertar políticamente. Había algo que entendía, algunos chistes de ese buen y sensato hombre Garzón que, con la ayuda de mis padres lograba medio entender. “Así es este país”, me decía el viejo ya con algo de cansancio en sus ojos. “Aquí no pasa nada sumercé: aquí nadie renuncia, aquí todo se olvida”. En su momento no entendía bien a qué se refería. La mezcla de la inocencia, la ignorancia y, un poco, de la esperanza de la juventud hacía que no le prestara mucha atención a aquellas frases lapidarías pero, a la larga, ciertas. Y ciertas sí que lo son. Con escasos treinta y punta, ya me voy dando cuenta de que era así. Aquí tapamos un escándalo con otro; una mentira con otra peor. Y, en las siguientes elecciones, siguen saliendo los mismos con las mismas. Adornado todo este


panorama, claro está, con alguna que otra figura novedosa, renovadora y optimista. En mi época, esa de la segunda mitad de los 90 para acá, también se han visto Galanes, Pizarros y Jaramillos. La diferencia es que el país ya no los mata físicamente sino que políticamente se van muriendo solitos. Terminan arrinconados, confundidos y, en últimas, también desesperanzados. ¿Cuál será el siguiente? ¿Le seguiré apostando a la izquierda cuando, bajo sus gobiernos también se destapan escándalos, se cometen irresponsabilidades, se actúa lento? ¿De dónde provendra entonces “el cambio”? Vinieron entonces, con bombos y platillos, las conversaciones en el Caguán. Tirofijo, Cano, Jojoy y sus secuaces robando cámara, dando discursos y dictando cátedra a sus compañeros y al resto de colombianos que se encontraban en el lugar. Parecía un desfile, un carnaval. Casi como un reinado de belleza. Más de un año, si mal no recuerdo, duró ese montaje. Y, al final, como empezamos: o peor. De nuevo, no se llegó a ningún acuerdo; al día de hoy ni sé qué fue lo que hablaron. Creo que duraron meses discutiendo la famosísima “hoja de ruta”. Pero, de lo otro, de lo sustancial, de los cambios, nada. Y los malos, ellos. Y los buenos, burlados e incomprendidos, el gobierno. Y entonces a volver a echar bala. Es que con esa gente, definitivamente, “no se puede”. De nuevo entonces convencidos en aniquilar al enemigo a punta de plomo. Y así seguimos. Y así siguen ellos. Sí: siguen. En esas me topé, sin yo saberlo, con el amor. El amor juvenil, el amor adolescente. Amor sin misterios y sin precauciones. Amor que gusta; amor que duele. Tres años mal contados montado en esa montaña rusa emocional. ¿Qué sabía yo de la vida antes de pasar por eso? Ni mierda. Bella, qué bella era. Qué bella es. Nos juramos el cielo y demás. Pasamos por el infierno y se terminó soltando la pita. Porque así pasa. Se suelta y, sin saberlo, ya está lejos. Cuánto me dolió. Lloré y lloré como nunca. Como cuando uno, de veras, llora por amor. De la misma forma como se ama: sin misterios, sin tapujos, soltándolo todo. Por esa época tuve una lesión de rodilla. “Eso nunca termina quedando bien. Tiene que usar venda de ahora en adelante. Caliente bien antes de volver a jugar, pero ya no puede entrar a la cancha como un carroloco”. Así era como me lo decían y tenían razón. Lo mismo se le debe decir a uno después de ese primer despecho amoroso, con respecto al estado del corazón: “Eso nunca termina quedando bien. Tiene que usar venda de ahora en adelante. Caliente bien antes de volver a jugar, pero ya no puede entrar a la cancha como un carroloco”. Y sí, ya después de eso uno entra a la cancha con venda, calentando antes y no se la puede meter toda como anteriormente lo hacía. Ya uno es más precavido. Eso afecta el misterio: eso termina acabando con el romanticismo.


esosenodebe se debe acabar, ¿porque, entonces, ¿para quéhace se hace lo se que se PeroPero eso no acabar, ¿porque, entonces, qué?qué? ¿para qué se lo que se escribe lo se queescribe, se escribe, se trabaja lo se quetrabaja, se trabaja, es para terminar hace,hace, se escribe lo que se trabaja lo que sino sino es para terminar enbrazos los brazos de otra (¿otro?), dejándose querer, mientras se detiene el tiempo en los de otra (¿otro?), dejándose querer, mientras se detiene el tiempo por por minutos? se hace por eso, ¿entonces por se quéhace? se hace? el amor, unosunos minutos? Si noSisenohace por eso, ¿entonces por qué Es elEs amor, querido, el amor. querido, es eles amor. Y después se vino nos vino Uribe, primero el no quequiere no quiere la cosa y, luego, Y después se nos Uribe, primero comocomo el que la cosa y, luego, comocomo el el que la quiso y le quedó gustando. El finquero, el camorrero, el frentero: del pueblo. que la quiso y le quedó gustando. El finquero, el camorrero, el frentero: el delelpueblo. “Porque es este que este lo necesita que necesita un hombre de verdad “Porque es que país país lo que es uneshombre de verdad comocomo él”. Yél”. ahíY ahí mesías, a imponer orden. Se fue nosacomodando fue acomodando el capataz ponerle llegó,llegó, cual cual mesías, a imponer orden. Se nos el capataz parapara ponerle orden a la finca. Y todos, encantados. Bueno, no todos. Mi padre yo siempre lo vimos orden a la finca. Y todos, encantados. Bueno, no todos. Mi padre y yo ysiempre lo vimos con recelo, la verdad: nunca nos terminó de convencer. “Es es quemuy es muy godo”, con recelo, la verdad: nunca nos terminó de convencer. “Es que godo”, me me decía. es. Impresionante ese señor lo godo que salió. ¿Yque no venía que venía decía. Y sí,Ylosí, es.loImpresionante ese señor lo godo que salió. ¿Y no del del Partido Liberal? Asombroso también lo impúdico, lo descarado. Aquél quemostró se mostró Partido Liberal? Asombroso también lo impúdico, lo descarado. Aquél que se el abanderado la lucha contra la politiquería y la corrupción al menos, comocomo el abanderado de lade lucha contra la politiquería y la corrupción –así,–así, al menos, el eslogan su primera campaña– su partida de amigotes sinvergüenzas decíadecía el eslogan de sudeprimera campaña– y su ypartida de amigotes sinvergüenzas terminaron siendo los más politiqueros y corruptos. terminaron siendo los más politiqueros y corruptos. Lo triste del asunto fue nosotros, que nosotros, los colombianos, tuvimos que demorarnos Lo triste del asunto fue que los colombianos, tuvimos que demorarnos ochoocho darnos cuenta. Es estábamos que estábamos tan embelezados por éxitos sus éxitos contra añosaños parapara darnos cuenta. Es que tan embelezados por sus contra los guerrillos. Estábamos encantados de hubiera que hubiera capaz de desmovilizar los guerrillos. Estábamos encantados de que sido sido capaz de desmovilizar a losa los de paracos quehabían se habían tomado escazos milesmiles de paracos que se tomado este este país,país, hacíahacía escazos años,años, comocomo su su campo de concentración. al rato fue nos que terminamos nos terminamos dando cuenta de que campo de concentración. SoloSolo al rato fue que dando cuenta de que sus amigos y cómplices de batalla. los paracos habían adoptado también eraneran sus amigos y cómplices de batalla. Que Que los paracos habían adoptado también la la romántica que tanto con tanto orgullo pregonan los revolucionarios acerca idea idea romántica que con orgullo pregonan los revolucionarios acerca de lade la “combinación de todas las formas de lucha”. fue cual ahí, cual proceso 8.000 renovado, “combinación de todas las formas de lucha”. Y fueYahí, proceso 8.000 renovado, cuando el nuevo escándalo: la parapolítica. Un golpe una nueva desilusión. cuando saliósalió el nuevo escándalo: la parapolítica. Un golpe más,más, una nueva desilusión. Y lo pasa que pasa es las quecosas las cosas que pasan son serias, es nosotros que nosotros Y lo que es que que pasan aquí aquí son serias, “pero“pero es que no no somos serios”. Empecé a darme cuenta, tras ocho largos y tortuosos somos serios”. Empecé a darme cuenta, tras ocho largos y tortuosos añosaños de de furibismo, quepadre mi padre de razón tenía. no pasa nada.” furibismo, que mi algo algo de razón tenía. “Aquí“Aquí no pasa nada.” ahíque fue llegó que llegó el descalabro. de andar loquiando, de andar Y ahíYfue el descalabro. Tras Tras unosunos añosaños de andar loquiando, de andar buscando lo no quesenome sehabía me había perdido y disfrutar segundo del momento, buscando lo que perdido y disfrutar cadacada segundo del momento, llegaste. el momento había terminado ennoviado con otra. llegaste. Y yoYenyoelen momento había terminado hastahasta ennoviado con otra. En laEn la comodidad la vida en pareja. Pensaba en momento ese momento que estaba comodidad de lade vida en pareja. Pensaba en ese que estaba bien,bien, que que estaba tranquilo, que era eseel era el amor, no. Llegaste lo mostraste estaba tranquilo, que ese amor, peropero no. Llegaste y meylome mostraste todo.todo. Lo Lo bueno y lo malo: sobre lo último. Me montaste de nuevo la montaña bueno y lo malo: sobre todo,todo, lo último. Me montaste de nuevo en laen montaña rusa:rusa: yo yo que pensaba queestaba ya estaba andar en esas. al final, no me que pensaba que ya muy muy viejoviejo parapara andar en esas. Pero,Pero, al final, no me


arrepiento arrepiento de nada. de nada. TodoTodo pasópasó porque porque teníatenía que pasar que pasar y ahora, y ahora, viéndolo viéndolo de lejos, de lejos, hastahasta divertido divertido fue. Me fue.río: Mequé río: sería qué sería de lade vida la vida sin elsin humor, el humor, si essique es todo, que todo, todo todo está está cargado cargado de él.de él. Y asíYterminó así terminó aquello aquello que, que, siendo siendo francos, francos, nunca nunca debiódebió haber haber comenzado. comenzado. Yo, con Yo, mi con mi corazón corazón en elen suelo. el suelo. Se salió Se salió del cuerpo. del cuerpo. Lo viste: Lo viste: lo vimos lo vimos los dos. los dos. Al final, Al final, ¿todavía ¿todavía palpitaba? palpitaba? Me loMe secaste, lo secaste, mujer. mujer. Mi pobre Mi pobre corazón: corazón: mi manguito. mi manguito. ¿Qué ¿Qué te digo? te digo? Ganaste: Ganaste: distediste en elen clavo. el clavo. EresEres buena. buena. Al final, Al final, los noticieros los noticieros anuncian anuncian el final el final de lade polarización. la polarización. Tras Tras esosesos ochoocho añosaños (que(que espero espero poder poder olvidar), olvidar), todostodos jalaríamos jalaríamos haciahacia el mismo el mismo lado lado con la con Unidad la Unidad Nacional. Nacional. ¿Hacia ¿Hacia cuál cuál lado?lado? Quién Quién putasputas lo sabe. lo sabe. ¿Ellos? ¿Ellos? Qué Qué va. Hablan va. Hablan de una de llave, una llave, peropero no no tienen tienen ni idea ni idea dónde dónde está está la chapa. la chapa. Nos Nos prometen prometen y nosy prometen. nos prometen. Nos Nos incumplen incumplen y y pidenpiden perdón perdón y, al y, final, al final, una sonrisa una sonrisa parapara las cámaras. las cámaras. Y heme Y heme aquí aquí sentado sentado en elen pasillo. el pasillo. Veo Veo al final al final una luz. una El luz. final El final de todo: de todo: el balcón. el balcón. TodoTodo lo que lo critiqué que critiqué de mideviejo, mi viejo, y terminé y terminé más más desesperanzado desesperanzado que él. que¿Por él. ¿Por qué tanto qué tanto pesimismo? pesimismo? ¿Por¿Por qué tanto qué tanto veneno? veneno? ¿Por¿Por qué me quégusta me gusta tantotanto si tanto si tanto dañodaño me hace? me hace? La prueba La prueba está está aquí:aquí: en esta en esta decisión decisión que estoy que estoy a punto a punto de tomar. de tomar. Terminé Terminé encerrado encerrado en mienpropia mi propia cárcel. cárcel. PeroPero ¿no ¿no estarán estarán así todos? así todos? O esOque es no quesenodan se cuenta dan cuenta y poryeso por eso son tan sontranquilos: tan tranquilos: tan felices. tan felices. Pero,Pero, querida, querida, créeme créeme que te que busqué. te busqué. Viajé,Viajé, toqué, toqué, estudié, estudié, trabajé, trabajé, y amé y amé torpemente torpemente parapara encontrarte. encontrarte. PeroPero siempre siempre fuistefuiste esquiva. esquiva. Te Te mostrabas mostrabas unosunos minutos, minutos, unosunos segundos segundos (horas (horas antes) antes) y después y después te ibas te ibas sin decir sin decir por por qué, qué, querida querida felicidad. felicidad. Y ahora Y ahora me pregunto: me pregunto: ¿por¿por qué te qué venden te venden tanto, tanto, por qué por te qué te muestran muestran tan asequible tan asequible si realmente si realmente no existes? no existes? Y así, Y seguimos así, seguimos buscándote, buscándote, cual cual perroperro que se quequiere se quiere mordisquear mordisquear la cola la cola parapara terminar terminar acostado, acostado, rendido rendido del del cansancio. cansancio. PasaPasa que a que lo mejor a lo mejor me cansé me cansé antesantes de tiempo. de tiempo. ¿Será ¿Será que me quequeda me queda otra otra oportunidad? oportunidad? ¿Será ¿Será que la que ventana la ventana se abre, se abre, salessales y mey me enamoras enamoras de nuevo? de nuevo? ¿Será ¿Será que aún que tengo aún tengo lo necesario lo necesario parapara llegarle llegarle a alguien? a alguien? ¿A ti? ¿A ti? La esperanza La esperanza es loes último lo último que se quepierde, se pierde, dicen. dicen. PeroPero es que es yo, quecon yo, tantos con tantos golpes, golpes, con con este este país país hecho hecho pedazos pedazos y sinypoder sin poder arreglarlo arreglarlo a punta a punta de un depinche un pinche voto,voto, con el con el corazón corazón hecho hecho una lija unaylija el genio y el genio volado, volado, ¿a dónde ¿a dónde voy avoy parar? a parar? ¿Quién ¿Quién me va mea va a aguantar? aguantar? ¿Será ¿Será que lo que intento lo intento o será o será que salto? que salto? Es un Essalto un salto no más: no más: 12 pisos, 12 pisos, escasos escasos segundos segundos que me queseparan me separan del otro del otro lado.lado. Dicen Dicen que con que la con adrenalina la adrenalina en las en las nubes nubes uno no unotermina no termina sintiendo sintiendo nada. nada. ¿Será? ¿Será? ¿Me¿Me le mediré? le mediré? Pero,Pero, ¿la esperanza? ¿la esperanza? ¿habrá ¿habrá todavía todavía otra otra chance chance de amar? de amar? Juepucha. Juepucha. Bueno, Bueno, si al si finallofin hago, lo hago, al menos al menos les les dejo dejo una última una última letra letra parapara que de queella de hagan ella hagan una bella una bella canción. canción. Y enamoren. Y enamoren.


regalo de dios / gift from god 1 moneda de 500 4 fĂłsforos manĂ­ suelto 2 almendras 1 bareto 1 cigarrillo 1 felpa de cocaĂ­na 1 sobre de azucar 1 menta 2 cuadros de chocolatina jet



16 Febrero 1937 ¡Lo más ridículo es la verdad en las ideas! ¡Creer que la vida está comprendida en una cabecilla de un animal que apenas ayer se paró en dos patas! Lo más agradable —recuerdo o imagen que debe recomendarse a los propensos al suicidio— que ha sucedido fue cuando el hombre sonrió por vez primera. Fue en un amanecer; salió el sol; él estaba apoyado en un tronco de árbol, parado en dos patas y sonrió: si no de sí mismo, fue el primer desdoblamiento; se vio a sí mismo; se vio admirable y digno de compasión; admirable como ser que deviene y digno de compasión por pretensioso. ¿Cómo se llamaría ese sonriente? En todo caso, no era Alfonso López. *** Todo lo perteneciente al animal bruto es muy serio, trabajoso y sudoroso, verbi gratia, el modo de gobernar los primitivos: se creen que están fabricando el mundo; el modo como trabaja un bruto: suda y gesticula; el amor bruto; las riñas, las disputas. Aquí, esta de liberales y conservadores es una brega sudorosa: huelen a sobaquiña estos políticos pedantes. Cuando el hombre llega a la inteligencia, sonríe, y el pueblo asistente se admira de las cosas que hace y exclama: ¿Cómo fue eso? ¿Cómo sacó ese hombre un tigre de un sombrero de copa, así, sin sudar? ¿Cómo gobernó este hombre a su pueblo, así, sin dolor, inocentemente, sin gesticular? Por ejemplo, Sócrates... Sócrates metía al mar de la vida su anzuelillo, una pregunta y halaba y se venía pegada y chapaleando una idea madre. Conclusión: La contemplación de la inteligencia nos hace sonreír. El cielo es una perpetua sonrisa. Allá no hay brega, no se suda, nada pesa; allá no vive Alfonso López. Es el país de la in-te-li-gen-cia.


Acerca Acerca de Olaya de Olaya Comienzan Comienzan a llegar a llegar detalles detalles de la de agonía: la agonía: que murió que murió arrepentido, arrepentido, desdiciéndose, desdiciéndose, renegando renegando de sude vida, su vida, refregándose refregándose cordones cordones de franciscanos, de franciscanos, así, loasí, mismo lo mismo que elque el mayor mayor Santander. Santander. Es unEs cadáver un cadáver meado. meado. ¡Ya cesó ¡Ya mi cesó tristeza! mi tristeza! Agonizante Agonizante y cadáver y cadáver que que consuenan consuenan con esta conColombia esta Colombia humana. humana. ¡Tan ¡Tan ladrones ladrones que con queun con arrepentimiento un arrepentimiento final final pretenden pretenden robarse robarse el cielo! el cielo! FueraFuera de vender de vender la patria la patria ¿consiguen ¿consiguen el cielo? el cielo? Y recordó Y recordó a a Laureano Laureano y dijoyestas dijo estas frasesfrases beatas: beatas: “¡Cómo “¡Cómo sufriósufrió Laureano Laureano cuando cuando padeció padeció esta esta embolia embolia que padezco!”. que padezco!”. Colombia Colombia es tierra es tierra de muertos de muertos arrepentidos, arrepentidos, pues pues vivenviven tan mal tanque malmueren que mueren llorando. llorando. ****** No enterraron No enterraron su cadáver; su cadáver; lo embalsamaron lo embalsamaron para para sembrarlo sembrarlo aquí yaquí queyproduzca que produzca opimos opimos frutos. frutos. Allá está Alláen está New en New York York el cadáver, el cadáver, es decir, es decir, Colombia Colombia petrolera, petrolera, minera, minera, bananera, bananera, toda toda Colombia, Colombia, hediendo... hediendo... ... Van ...con Vanelcon cadáver el cadáver lentamente lentamente de Buenaventura de Buenaventura a Bogotá. a Bogotá. Hiede. Hiede. A pesar A pesar del embaldel embalsamamiento, samamiento, se pudrió se pudrió y se sale y sede sale lasde tres lascajas. tres cajas. TodaToda Colombia, Colombia, hastahasta la Iglesia la Iglesia colombiana, colombiana, se exhibe se exhibe con su con cadáver. su cadáver. Consuenan. Consuenan. Ya está Yaen está Bogotá. en Bogotá. Huelen Huelen lo mismo lo mismo el cadáver el cadáver y la ciudad y la ciudad sin agua: sin agua: huelen huelen a un olor a un que olor que tapa un tapa hedor. un hedor. Fue un Fue arrepentido, un arrepentido, un salteador un salteador del cielo. del cielo. Es el Es cuerpo el cuerpo de Colombia, de Colombia, pueblo pueblo muerto. muerto. ****** Lo anterior Lo anterior no esno bello. es bello. Carece Carece de mesura. de mesura. Hay malas Hay malas pasiones pasiones



Apertura de la exposición "Arte Degenerado", Talleres Robledo, Medellín.

El expresionismo como síntoma de pereza e inhabilidad en el arte es el título de un texto escrito por el político Laureano Gómez y publicado en 1937 en Bogotá en la Revista Colombiana. En ese mismo año en Alemania se inauguraba Arte Degenerado, una muestra que le daba forma de exposición al "Entartete Kunst", un término creado por los nazis para clasificar todas las piezas de arte que se apartaban de los lineamientos estéticos del "Arte Alemán" y el "Arte heroico" establecidos por el Ministerio de Propaganda. La muestra que viajó varias ciudades de Alemania exponía una serie de piezas de arte acompañadas de frases garabateadas que hacían mofa de lo expuesto. El montaje se caracterizaba por un descuido calculado que enfatizaba el desdén por ese "arte degenerado". La exposición iba acompañada de un catálogo pedagógico y de discursos aleccionadores, además contaba con visitas guiadas. Entartete Kunst fue el hito cultural del momento y su influencia, al menos en el aspecto funcional, se extiende hasta el día de hoy en salones y bienales que perpetúan el modelo fundacional de producción de exposiciones de la Alemania nazi.


Los lineamientos propuestos por Laureano Gómez en su texto y por el Partido Nacional Socialista en el catálogo de la exposición Entartete Kunst coinciden en tiempo y en su postura ideológica: —Gómez: "Cabe ahora preguntar: ¿la época que nos ha tocado vivir es uno de esos momentos felices de claridad, pleno de dominio y de armonía, que señalan las cumbres alcansadas en la realización estética por la inteligencia del hombre? O por el contrario, ¿bajamos el declive de una pendiente de decadencia hacia un trágico abismo de inhabilidad y de ordinariez, descenso del que no podemos darnos cabal cuenta, perturbados por la algarabía de las trescientas ocas de que hablara el poeta?" —Entartete Kunst: "pretendemos mostrar cómo estos revoltosos esparcieron síntomas de degeneramiento, infectando a gente de bien, gente incauta que, pese a tener talento artístico, no tuvo el buen juicio ni el carácter o sentido común necesarios para resistir unirse a la algarabía de los judíos y los comunistas."

Vista de la sala con público.


En 1938, en Medellín, un grupo de empresarios en sincronía con el espíritu progresista del momento decidió contactar al Gobierno Alemán para replicar la iniciativa en Colombia. A comienzos de 1939, en las oficinas de Talleres Robledo, se organizó una exposición de "Arte Degenerado". De esta muestra solo se conservan tres fotos: dos corresponden a la exposición y otra a la cena de gala que tuvo lugar luego de la inauguración. Las fotos de la exposición fueron tomadas por Joseph Stein, el curador alemán que viajó a Colombia para traer algunas de las obras expuestas. En una de las imágenes se ve una multitud agolpada a la entrada de Talleres Robledo, en la otra se ve una masa variada de personas que atesta una improvisada sala de exposiciones. La hidalguía de dos damas con sombrero a la moda contrasta con la presencia de un hombre de atuendo rústico que se toma una cerveza, al fondo se ve a un hombre trajeado y de tez clara que se muestra algo desconcertado por la situación. La foto de la cena de gala fue tomada por Jorge Obando en un club social de Medellín.

Cena de gala con motivo de la inauguración.


La versión criolla del Entartete Kunst incluía también un contrapunto entre las obras expuestas y frases que depreciaban lo expuesto. No se sabe si hubo discursos aleccionadores pero sí en varios recuentos se menciona la existencia de una gacetilla que se entregaba a la salida y que reproducía apartes del texto en mención de Laureano Gómez y del discurso dado por Adolfo Hitler en la inauguración de la Casa de Arte Alemán en Berlín en 1937: —Gómez: "Un pintor colombiano ha embadurnado los muros de un edificio público de Medellín con una copia y servil imitación de la manera y los procedimientos del muralismo mejicano. Igual falta de composición. Igual carencia de perspectiva y proporcionalidad de las figuras. Sin duda, mayor desconocimiento del dibujo y más garrafales adefesios en la pintura de los miembros humanos. Una ignorancia casi total de las leyes fundamentales del diseño y una gran vulgaridad en los temas, que ni por un momento intentan producir en el espectador una impresión noble y delicada. Naturalmente, el coro sofista y seudo-literario elogia aquellos fantoches a rabiar. Ay del que no reconozca el número y la marca de la bestia divina. Es un atrasado, un reaccionario del arte, un intonso, un deplorable provinciano." —Hitler: "Y, ¿qué crean ustedes? Seres lisiados, deformes y cretinos, mujeres que solo pueden despertar repulsión, hombres más cercanos a bestias que a seres humanos, niños que si viviesen en tal estado caerían bajo la maldición de Dios. Y esto es lo que estos crueles chapuceros se atreven a ofrecer como arte de nuestro tiempo, esto es, como la expresión de todo lo que moldea e imprime su sello en nuestro tiempo presente […] Las "obras de arte" que no son capaces de ser entendidas por sí mismas y necesitan de un manual de instrucción pretenciosa para justificar su existencia —hasta que por fin encuentren a alguien lo suficientemente intimida para soportar con paciencia semejante habladuría estúpida y obscena— jamás encontraran la manera de llegarle al pueblo Alemán."







LEVÁNTESE Y SIGA RELATO DE UN EVENTO CON APLICACIÓN GENERAL

Muere un ser querido, el ser querido de alguien… un extraño mío. Tendido en la calle, como si cualquier cosa, con un trapo rojo sobre su inexistente cabeza que yace por pedazos indefinidos e irreconocibles sobre La Regional. Muere dando un estrepitoso y rojizo espectáculo sobre la calle, abrazando con un brazo mal dispuesto lo único que pudo en su último y fugaz momento: una moto azul, amiga, vehículo y último aposento. Así, dándose cuenta solo por un infinitesimal momento, dejó este plano de “biomáquinas” conscientes y ofreció al público rodante y bípedo un espectáculo de horror, sorpresa, silencio, morbo, repugnancia y lamentación. A mí me recordó lo frágiles que son nuestros cuerpos, cálices blandos, rojos, fluidos, nervados y vertebrados de nuestra consciencia. A los motorizados les quedó una imagen “viva” de los riesgos que se corren cuando se vuela confiándole la vida a una máquina. A los transeúntes curiosos se les revolvió el estomago por retar su capacidad mental de tolerar estímulos tan intensos asociados al asco. A los pasajeros del bus rojo de Caldas, en el cual viajaba yo, se les volteó la cabeza ante la radiación insoportable de un cuerpo decapitado, esquivando así el estimulo vermífugo y emético. Otros se atrevieron a mirar y, entre esos, yo, que si no fuera por eso no estuviera ni reflexionando ni escribiendo esto. Al bajarme un poco más adelante en Botero Soto, pagué mi pasaje al conductor, y este me devolvió mal. Doscientos pesos le faltaron, pero su mano y su voz temblorosa me dejaron en claro que no se encontraba muy estable como para pensar en doscientos miserables pesos, y así se esfumó cualquier impulso de reclamo. Y es que a todos nos aturde encontrarnos de choque con la volatilidad de nuestra existencia, materializada en la tragedia de la muerte, tanto más cuando es espantosa y carente de la forma que concebimos como digna. Una vez sobre la calle, debí dirigirme hacia mi lugar de trabajo, sin tiempo para detenerme a digerir lo sucedido y regalarme un momento para sentarme pensativo y solidarizarme con el fallecido por lo menos a través de una tristeza o una depresión amiga. De seguro no solo yo, sino todos los pasajeros que viajaban en pro de una responsabilidad, debieron haberse sentido de manera semejante. Un poco de indiferencia obligada bajo la presión de cada realidad individual, invadida por los deberes y necesidades propias que, ante el funesto evento observado, debieron parecer ridículas y falaces. Esta maquinaria imponente de la existencia emana con fuerza sobrehumana vientos ineludibles y no respeta muertes, enfermedades, divorcios, crímenes, abandonos, corazones rotos o tragedias de cualquier tipo, sin importar la intensidad que tengan. Nuestras necesidades biológicas no entienden de eventos y tarde que temprano cuando mínimo nos da hambre. Y nuestra realidad individual ataviada de compromisos a penas nos permite respirar, porque al fin y al cabo hay que cumplir, hay que responder, hay que producir o simplemente satisfacer a los otros que todavía respiran y que esperan siempre algo de nosotros (jefes, madres, padres, novias, novios, esposas, esposos, hijos, amigos, mascotas, etc.). Y, al final, claro está, con cierta vergüenza y resignación muda, se cumple en nosotros el frívolo adagio popular que dice: “el muerto al hoyo y el vivo al baile”. Y el muerto no necesariamente entendido como una persona; también las ilusiones o ideas, como el amor por ejemplo, pueden morir. Y, a la final, después del debido duelo que se haga a nuestros “muertos”, solo queda una cosa por hacer: levántese y siga.



“…Uribe viaja a Carmen del Darién, hace el show: interroga a sus empleados, los ridiculiza, y toma medidas trascendentales: 1) nombra gerente del Chocó a Juan Guillermo Ángel, el virrey de San Andrés y Providencia. ¿Será que el doctor Ángel también tiene propiedades en la región, como las tiene en el archipiélago? ¡Espectacular! 2) monta un “hospital militar” de campaña en las instalaciones del liquidado Instituto de Seguros Sociales. ¡Una metáfora! 3) El Tiempo informa que “el Ejército colombiano lleva caldo con huevos a varias familias de comunidades indígenas en Chocó”. ¡Una proeza! Mientras tanto, el general Montoya manda a sus soldados a poner pasacalles en la Comuna Trece de Medellín para ser recibido como héroe por una manifestación de invitados llevados al sitio en vehículos de ‘Don Berna’, uno de los jefes paramilitares sospechosos, según la denuncia recibida por The Angeles Times, de haber pactado con el general la Operación Orión que dejó a la Comuna sembrada de cadáveres. Porque, para utilizar el conjuntivo oficial, el primer gran problema que hay que mirar en el país es el trágico desbalance del presupuesto nacional a favor de la guerra en detrimento de la salud y la educación de los colombianos”. Alfredo Molano, Ni que niño muerto, Marzo 31 del 2007 El Espectador.



Esto no me lo invente y es un mal inventario, casi incompleto.

Bloque A Campo dos fue el primero, mil quinientos hombres armados hasta los dientes. En una carpa adaptada sobre un pequeño montículo de tierra, se instalo una oficina. Pasan uno a uno. Descargan sus fusiles y empiezo a contar. Hay muchos moscos pequeños sobre y dentro del techo de la carpa. Veinte granadas envueltas en cinta aislante color verde. Seis morteros con cinta aislante roja. Un cuchillo, una bandana, dos cananas cruzadas y llenas. Una botella de gaseosa dos litros llena de aceite de cocina con un pedazo de carne en su interior que mas parece parte de un alguien. Un mono titi sobre un hombro. Huele cada hombre igual, a mala o buena vida, no lo sé aun, es sudor. Un hombre llega en una camioneta, grande, bien vestido, camuflado, todo del mismo color y muy perfumado. Una pistola pulcra aparentemente linda, pero no en su cinto, si no atada a su pierna derecha. Un teléfono grande. Una persona no se separa de él. Los hombres paran y no pasan más. El hombre pulcro da una orden: hasta que no traigan el aire acondicionado y una lavadora no siguen pasando. La lavadora llega al otro día.


Bloque A1 Galicia esta muerto, no hay casi nadie, es casi fantasma. La iglesia sola, cerrada, con huecos. En la plaza poca gente, huele a miedo. Cuatro tiendas y la estación abierta. Música guasca, seis caballos, dos sin silla. Una señora junto a la estación vende chorizos y arepas, dice que la nada es como un chorizo sin cuero y sin carne. Una escuela se convierte en oficina. Los hombres bajan de una montaña cercana, con pocas armas o quizá camufladas como su ropa. Algunos, casi todos tienen tenis de marca, limpios, el pantalón no. También camisetas de equipos de básquet. Esqueletos. Cadenas de oro. A todos hay que inventariarles rápidamente sus vidas. Un hombre de tez blanca, rubio, botas mágnum, sombrero vueltiado, camisa azul celeste, jean levis, su único documento es una tarjeta american express del mismo tono de su camisa. Lleva un carriel que parece lleno de muchas cosas. Se siente una seguridad de mierda. Llueve.


Bloque A2 Esto no es santa fe. El santa fe que conozco es grande. Este no. Llegando hay un poste y sobre el un cartel que dice: cuidado con los niños, tigre suelto. Todo esta dispuesto, muy ordenado, es una oficina. La gente fluye, es rápido, como ellos quieren. Se siente el peso. No hay armas, o pocas, es raro. Huele muy limpio, pero a muerte. La tienda es muy grande, se consigue de todo, todas las marcas, todos los sabores, no es caro. Hombres a caballo. Tres ciegos, uno tiene la cabeza partida en dos. Fue un hacha dijo, corrió y ya. La jaula existe, en el piso, muchas orejas de cerdo. El tigre esta acostado, es un jaguar, parece camuflado como ellos. Con una cadena lo sacan a pasear por santa fe. Todo es aparentemente inofensivo, todo es mentira. Un nombre, mas un número. Carga una mochila que tiene su número tejido más veces que el mismo numero. Hace calor afuera, es húmedo, muy húmedo. Adentro hay aire frió Hay mucha agua en bolsa.




Dana dice: qué es lo que está pasando con los indígienas sabes? Juan dice: Que salieron unos videos de la guardia indigena del cauca sacando a unos soldados a piedra y madrazo de un monte ahí. Salió un soldado de la patria llorando Por semejante humillación Y ahora todos los colombianos de bien estamos alistándonos para ir a matar a esos indios Dana dice: jajaja ok jajaj Dana dice: jevi Juan dice: Menos mal tenemos a systema solar sound system stereo quibtown para reivindicar los valores folkloricos de nuestros ancestros empericados en invitro Dana dice: la gente está muy mal que pesar todo eso pero malpalpitando igual es un hit


Me han tratado de máquina y de insensible. "Cambiá esa cara". O "¿Estás vivo? ¿Sentís?". También, y del otro extremo, de oveja. "Te haces el fuerte para que no te toquen, para que no te hablen, para que te dejen quietecito, porque, y lo sabes, todo te mueve, todo te duele, todo te destruye". Y una máxima "¿Le enviaste cartas? Sos un amor". Entonces, ¿De qué lado estoy? Una solución, sería tomar estadísticas y tablas de equivalencia sobre las opiniones, ponderar basado en la importancia de la persona, en el criterio y en el momento, y concluir. Muy complejo. Después. Mejor uso, ahora mismo, estas herramientas con otro fin: Contra la política y la situación del país, tengo algo. No me duele, ni me indigna, ni me emputa. Igual con los políticos y los polis y el ejército y los paracos y los guerrillos y los banqueros. Y Jota Mario y Jessica Cediel. Sé que existen, claro. Que nos rodean y que de ellos depende, si no todo, gran parte del funcionamiento de este cuento llamado país, obvio. Pero me duermo de sólo pensar. Hasta un lío. - Imagínate que éste mató veinticinco –dijo S. - Ajá –respondí. - ¿'Ajá'? –preguntó. - Sí –contesté. - ¿Mató veinticinco personas, VEINTICINCO, en nombre del fascismo-derechismo-de-mierda, y tú sólo dices 'Ajá'? –me cuestionó - Yep –dije y sonreí. S. se fue. Entonces, partido en tres por su ausencia y como búsqueda de un incremento en mi sensibilidad, hice esta gráfica. Una tabla de equivalencias entre los asesinatos de los Jefes Paras y referentes, si no comunes, simples o rápidamente googleables.







Déjame quererte hasta que nos duela/Me gusta más Escobar porque hay más eliminaciones/Los domingos se me olvida que ya te olvidé/Y entonces, cuando descubrieron que confundían el amor con el temor a estar solos, fueron libres/A veces para decir las cosas me hace falta un poco de valor, con valor me refiero a aguardiente/Odio que me despierten cuando estoy estudiando/Porque es que ignorar premeditadamente no es precisamente "ignorar"/Lo que tiene Colombia es cáncer en el gusto/Quiero sexo y no tengo plata ni credibilidad/En mi próxima vida quiero ser el espermatozoide más lento/A veces que me embolan los zapatos yo digo que tan brillantes no, que se imaginan que soy de ultraderecha/Si eres expresidente de un banco y los empleados robaron, no dices que no te enteraste. Si eres expresidente de la república, sí/¿Cómo es que se llama el senador ese que es una rata hijueputa?/Mírame a las tetas cuando te estoy hablando, cabrón/Señor, revélame dos números del chance y yo trato de adivinar el otro/Lo malo de la gente que no tiene nada que escribir es que lo escribe/Fútbol y realities... Yo no esperaría que el próximo Nobel llegara pronto/Autodenominarse "Políticamente incorrecto" es políticamente correcto/El Estado es un poquito escuelero/Ironía es desnudarte para quitarte el frío/Otro eufemismo "vender el cuerpo". Pues eso, todos. ¿O cada uno manda el alma sola a trabajar?/Uno lo que necesita es a alguien que le rasque la espalda donde la mano no alcanza, el amor vendrá después/En Colombia es más fácil publicar un libro que acceder al sistema de salud/Si eres linda, a la gente no le importa si eres inteligente, chistosa o simpática, si eres fea no importa que seas todo lo anterior/Deberían sacar aguardiente con corcho para los poetas que nos da sueño el vino/¿A las cuántas semanas deja uno de eructar chorizo?/Si nos quitan a San Andrés habrá que incluirlo en el escudo de Colombia/Cuando despertó, Kraken todavía estaba allí/Protagonistas de Nuestra Tele también se le salió de las manos al presidente Santos/Odio a esa gente que en lugar de responder "bien" sí le cuentan a uno cómo están/El director de arte de mis sueños es un putas/No veo la hora de abrir los ojos/No hay nada más colombiano que sacar el culo/Yo quiero que los pájaros le tiren a las escopetarras.


A mí me queda una duda Me da una interrogación De pronto iba en silla O lo llevaba algún bastón

Aquí estamos muy felices Hoy lo leo a la distancia Pero me queda la duda Si es gracias a la ignorancia

Si llegó solito al metro Eso era lo que él quería Mas qué tal si lo llevaban Cinco u ocho policías

Entonces haga la cuenta La gente que aquí está enfrente A ver si es más ignorante El que cree o el que es creyente

Si llegó solito al metro Si al metro solo llegó O iba con la familia Y allá adentro lo dejó

Como lo dice Samuel Nos va a tocar hacer cuentas ¿Por qué las gentes de aquí Se mantienen tan contentas?

Si llegó solito al metro No lo sigan criticando El pobre llegó cansado Porque es que venía gateando

Pero es que si son felices De pronto con su ignorancia La excelencia siempre existe O existe la extravagancia

Pa’ mí que Paula Cañete Lo tomó hoy como pretexto Porque vio un viejo parado Y no quiso darle el puesto

Debe ser ser por la ignorancia Que inclusive día a día Olvidamos los problemas Y que viva la alegría

#tuitrova




PUTAS Reine aquel del zar en el cabrón de los cabrones y eternas vidas a las mismas que se montan de pierna en lóbulo derecho, sintiendo la sensación cogiente de las vulvas en sazón. Cada humedad destiende la multiplicidad en concordancia con los labios del vecino y siente con desdén la ebriedad somnolienta de los diálogos que no parió por la razón culposa de la posesión de su bigote. Ahí aparecen las firmas correctoras; en cada puñetazo mansalvero, en cada gente de tiempos bajos que recurre a las flácidas nalgas de las tías perfumadas de alcanfor, esa parienta mal parienta que se elonga enjuta con las risas de entre mes, disfraces de tamales y no me enteré jamás de que un verde podía salir de un rojo por las magias húngaras de las semillas de sabrá el putas... Putas, siempre putas, la gasolina del mundo, la más noble profesión jamás concebida por un ente social o impartidario (dudamos de la procedencia de la palabra), la apología de las costumbres adquiridas que crean dependencia, bah. Un buen culo y un coqueto lóbulo derecho, la humedad creciente y las bardas puertas que se abren a las malas para partir en cinco a un par de inusitados que se palpan por mirar. De lejos en lo que al rezongar se refiere, la mística cercanía de esos ladridos lejanos y una suave rigidez en los ojos del casero. Cada mutismo hipnótico, teorías disidentes, bragas que se mojan y pupilas que se siguen dilatando, en una interacción pasmosa, reducida a la amplitud del químico personal o impersonal de las gargantas del deseo. Todos somos putas o violadas, por más varón o más verraco, por más decente o majadero. Se nos mira con apremio y nos degluten los ajenos en un ritual más que catequético, más que canónico, más que propio; uno tan simple que es de hecho un ser en imperativo. Haciendo entonces énfasis en el reclamo de fraternidad entre los ellos, apelo pues a la reivindicación, al nombramiento de las putas como eje magno de esta estructura sexocial intoxicada, a una identificación fehaciente de lo que ha de haber estando, en los bramidos impetuosos de los canes suplicantes y la sed que nos confiere las ganas de una botella con algo fino, unos sendos cigarrillos y una puta suplicante en el reflejo de mi espejo que tu espejo, que eso soy a lo que somos. La excitación es sinónimo de dilatación, que a su vez no es otra cosa que metáfora a la creación de espacios, a la creación de huecos que de hiancia y sopas instantáneas como el mal de coprografía y qué sé yo... ¡sírveme otro!


¿Cuánto cobras y qué incluye? Todo siempre a lo mismo, agujeros en sitios que denomina el común de los comunes como agujeros, creación de espacios y toda la mierda que se ha dicho... consecuencias de humedad y esa metáfora del respeto, como amor hacia lo estático; estar parado como un marica en el sitio que no es ni adentro ni afuera. El abrupto romancero con su credo más que sincero: ¡me vale verga! Otro símil de la aporía del irrespeto y por eso es que el hombre triunfa, que el hombre es el lobo del hombre y al final todo es la misma mierda. Aún no me callo, no he pagado el rato y no me he comido ninguna concha como para que lo echen de esa manera: − − −

Musak y a la mierda (Benedetti) Ahí pero dónde, cómo (Cortázar) Primero se acabará la aguamasa que los marranos (Papá).

Soy un agujero, en un sentido no convencional, uno que habla, uno con un alto fondo... presa de una mística que azota con locura esa puta dualidad... una exégesis de la vanidad. Estas luces me sofocan, quisiera irme afuera para luego estar adentro, sacarla con su risita socarrona y hacer deleites deliberados; no solo es la existencia de los agujeros, sino la interacción entre los mismos lo que llena tras vacíos, con esa piel morena y ese pelo indio que me llama... gané de cerca por un pelo que me encanta ¿y será que el man me paga o me toca llamar a los impropios? Ratos, agujeros interactuados, aromas filtrosos en los cuartos de lo que no se llama hogar, el apelativo de la casa no le llega a los talones, genial entre todo y sentido pésame a las víctimas de los siderales que emergieron de la nada con frases rudas y una actitud más que maricona. El remedio y conclusión de cada trazo en un espacio siendo lo debido por lo pago, las risas y los ratos por las ratas entre dientes. Se podría decir entonces que la satisfacción de un agujero reside en estar vacío, así como las vergas de los hombres y los clítoris de las mujeres, así como la necedad del mundo y las maravillas de los precios bajos. Y por más irrespeto que pueda llegar a proferirse, simplemente, se pretende un culmen más que evidente, un sentido de preservación agujerística, la ciliclidad de las cosas descosadas.




“ — ¿Señora, me puede prestar fuego? — ¿Que le haga el favor y qué?” Típica conversación que los colombianos desacolombianados hemos sufrido. Con ella se hace visible esa constante necesidad de ampuloso protocolo que toca tener con los compatriotas. Con estos sencillos 4 pasos explicaré la ceremonia de hablar una frase como la anterior en Colombia para que surta los efectos deseados: 1. Saludar con un “hola” simple, amigable y reconocido en todos los lugares del mundo y en todos los continentes, y no con un “buenos días”, o lo que corresponda, es en este país la excusa perfecta para generar una mala cara, un gesto indeseado o un no por respuesta. Es de personas arrogantes, altaneras y maleducadas no decir buenos días, o buenas tardes o buenas noches; es de sacrílegos no repetirlo la mayor cantidad de veces que se pueda y de psicópatas suicidas no saludar. 2. El excesivo uso del diminutivo es un método utilizado para rebajar la seriedad a las cosas, así un “desfalco” siempre será más grave que un “desfalquito”. 3. La expresión “regáleme”, gramáticamente incorrecta si se va a pagar por el objeto “regalado”, es aún más necesaria si se va a pagar por el objeto. 4. El “por favor” tiene que ir atado a cuanta frase usted vaya a hablar en Colombia: “por favor, diosito” o “¡máteme a este hijueputa, por favor!”. Ahora, para quienes no conozcan de la cultura de la ultra-adulación colombiana, aquí les va el ejemplo, con la frase anterior arreglada: “— ¿Buenos días, mi*señora, por favor me puede regalar fueguito?” ¿Quién se resiste a semejante servilismo?

*El “mi” es un detalle de fina coquetería parlanchina colombiana que le asegura más opciones de ganar.



PANDEMIA HIPERREALISTA (La enfermedad del artista emergente) Se entiende el hiperrealismo, en términos del arte, como una tendencia radical que deriva de la pintura realista surgida en Estados Unidos a finales de los años 60. Esta tendencia propone reproducir la realidad con más fidelidad y objetividad que la fotografía. A veces, es confundida con el fotorrealismo que es menos radical. Esta modalidad de dibujo y pintura (porque aquí no hay escultura y menos hiperrealista) ha venido adoptando, para los artistas emergentes de nuestra ciudad, un comodín tan eficaz y rápido a la hora de justificar sus propuestas que no nos queda la menor duda de que en realidad la fórmula funciona. Basta con visitar las exposiciones de pequeños formatos, las subastas de “arte” o decoración, las galerías que cobijan nuevos artistas, los concursos y demás, para enfrentarse a la notable presencia técnicamente correcta pero carente en absoluto de contenido de un sinnúmero de dibujos y pinturas que revelan además del virtuosismo y el ta-lento, la carencia de pensamiento, la falta de fondo y de reflexión que plantea el trabajo de algunos nuevos creadores, donde todo o nada nos parece aceptable siempre y cuando siga siendo agradable a la vista. La pobreza de pensamiento trae como consecuencia divisar a todos estos dibujantes y pintores apoyar sus discursos en la nada porque la técnica lo es todo; así aparecen entonces retratos de amigos, de rostros, de gente con gente, gente en espacios imaginarios, mímesis de hojas, mímesis de animales, mímesis de tubos, puertas o texturas o lo que sea que se pueda representar. Esta actitud desprovista de reflexión y enfocada en los aspectos técnicos se bautizará en la modernidad como “el arte por el arte”, es decir la forma es el contenido, no el contenido precede a la forma. Ya Danto lo advirtió cuando afirmaba que «moderno» no es simplemente un concepto tem¬poral que significa «lo más reciente», tampoco «contemporáneo» es meramen¬te un término temporal que significa cualquier cosa que tenga lugar en el presente”; el arte contemporáneo no es simplemente el arte moderno que se está haciendo ahora… existen también artistas modernos en nuestra


época época que que apenas apenas emergen. emergen. En este En este sentido sentido los artistas los artistas modernos modernos que que emergen emergen apenas apenas justificarán justificarán que que cualquier cualquier cosacosa servirá servirá de de excusa excusa parapara hacer hacer una una “buena” “buena” pintura pintura o enootros en otros casos casos un buen un buen dibujo. dibujo. De esta De esta ideología ideología no son no son ni culpables ni culpables los artistas, los artistas, ni elni el hiperrealismo hiperrealismo o realismo o realismo fotográfico fotográfico por existir por existir como como tendencia; tendencia; puespues debodebo recordar recordar nombres nombres que que se disciplinaron se disciplinaron en este en este propósito: propósito: RonRon Mueck Mueck indiscutiblemente, indiscutiblemente, magnifico magnifico con con sus sus hipérboles hipérboles humanas humanas en en escultura; escultura; Richard Richard Este,Este, con con sus sus magnificencias magnificencias citadinas, citadinas, recordándome recordándome un poco un poco al ejercicio al ejercicio que que comienza comienza el artista el artista locallocal Nadir Nadir Figueroa, Figueroa, quien quien ha demostrado ha demostrado disciplina disciplina y constancia; y constancia; y más y más cercano cercano a nosotros a nosotros fue el fueartista el artista Santiago Santiago Cárdenas Cárdenas con con sus sus tableros tableros y ganchos. y ganchos. Sin embargo, Sin embargo, el problema el problema radica radica en laenfácil la fácil aprobación aprobación por parte por parte de de maestros, maestros, asesores asesores y jurados y jurados a trabajos a trabajos sin fundamentos sin fundamentos y unytanto un tanto banales banales que que no harán no harán en elenpanorama el panorama del arte del arte otra otra cosacosa que que servir servir de decorado de decorado a apartamentos a apartamentos o lofts, o lofts, galerías galerías y algún y algún museo museo que que desee desee algoalgo “nuevo “nuevo y refrescante” y refrescante” parapara su colección. su colección. El autoengaño El autoengaño es más es más peligroso peligroso que que el fracaso, el fracaso, el autoengaño el autoengaño en laen la mayoría mayoría de estos de estos artistas artistas radica radica en elenpensamiento el pensamiento pocopoco profundo profundo de de creercreer que que las ventas las ventas son son termómetro termómetro del artista del artista exitoso, exitoso, cayendo cayendo en en la trampa la trampa de ladebanalidad. la banalidad. Si juzgáramos Si juzgáramos el mercado el mercado del arte del arte (inexistente) (inexistente) en nuestro en nuestro paíspaís y dey de acuerdo acuerdo a esto a esto determinamos determinamos qué qué es elesmedio el medio artístico artístico y quiénes y quiénes son son los agentes los agentes interesados interesados en “buen en “buen arte”, arte”, llegamos llegamos a la aconclusión la conclusión de de que que aquíaquí no hay no hay arte arte y noyhay no hay nada. nada. AquíAquí hay hay dibujantes dibujantes o pintores, o pintores, masmas no artistas. no artistas. QueQue en Colombia en Colombia la gente la gente tienetiene muymuy mal mal gusto gusto y noy no hay hay ni unnigramo un gramo de educación de educación sobre sobre lo que lo que es arte es arte y pory ende por ende sí y sí y solosolo sí compran sí compran hiperrealismo hiperrealismo o lo oque lo que se leseparezca le parezca (esto(esto porque porque hay hay unosunos másmás virtuosos virtuosos que que otrosotros y cuando y cuando los aglomeran los aglomeran en una en una exhibición exhibición se pueden se pueden diferenciar diferenciar los buenos los buenos de los demejores). los mejores). Finalmente, Finalmente, cabecabe preguntarse preguntarse entonces: entonces: ¿qué¿qué hacehace un artista un artista que que enfoca enfoca su obra su obra en laendinámica la dinámica hiperrealista hiperrealista además además de ser de un serbuen un buen hiperrealista? hiperrealista? DejoDejo estaesta pregunta pregunta abierta abierta y cada y cada artista artista que que defienda defienda su talento su talento hagahaga y piense y piense lo que lo que quiera. quiera. Si laSirespuesta la respuesta es: hago es: hago hiperrealismo, hiperrealismo, ¡diste ¡diste en elenclavo, el clavo, es correcto! es correcto!








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