Edición Nº 20 "El Cincel"

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¿Por qué nos duele tanto HidroAysén?

parte en diferentes esfuerzos organizativos. El rechazo inicial al proyecto, justificado en el impacto medioambiental provocado, aumentó en sus grados de Por Paulo Valdés M. indignación ciudadana, al vernos expuestos durante el La aprobación de proyectos como el de HidroAysén, que último tiempo a una campaña comunicacional cargada dañan el medio ambiente de forma irreversible en de mentiras y tergiversaciones, conducentes a justificar nuestro país, no es algo nuevo en nuestra historia. Ya lo la necesidad de este megaproyecto. Por todos los medios vimos con toda su crudeza cuando la empresa nos dijeron que de no aprobar HidroAysén “Chile se canadiense Barrick Gold instalara su proyecto minero quedaría a oscuras”, ocultando con ello los verdaderos Pascua Lama. También la represa en Ralco sobre beneficiarios del proyecto: las grandes empresas territorio Mapuche fue aprobada a pesar del impacto nacionales y extranjeras. medioambiental y social provocado. Tanto en éstos Al observar quiénes son los que realmente necesitan de como en otros proyectos emblemáticos han primado los este “refuerzo energético”, no surge ninguna simpatía intereses económicos por sobre los intereses sociales y con dichas empresas, pues cotidianamente se llevan medioambientales. nuestros recursos naturales, evaden impuestos, y dejan a En la aprobación de dichos proyectos se repitieron en cambio territorios desérticos, pueblos inundados, variadas formas las siguientes características: t ra b a j a d o re s p re c a r i za d o s , a g u a s y s u e l o s Un gobierno indiferente al clamor de los grupos contaminados, entre otras nefastas consecuencias. sociales; un sistema legislativo que permite dicha A la campaña mediática promovida por HidroAysén, se aprobación con nula participación de la ciudadanía; sumó el complemento perfecto de un gobierno campañas comunicacionales cargadas de mentiras que empresarial especialista en mentir a la ciudadanía, con son llevadas a cabo por las empresas y el gobierno; ministros que presentan un chantaje mediático, población local directa y profundamente afectada por el colocando como alternativa única, la inclinación impacto de dichos proyectos; intereses transnacionales favorable a este proyecto. con un fuerte lobby internacional presionando al Sin embargo, todas las características antes descritas son parlamento, cobertura mediática tendenciosa, comunes a todos los proyectos de gran envergadura claramente inclinada hacia las grandes corporaciones. llevados a cabo por los gobiernos en nuestro país. El resultado de todo ello: la imposición de intereses económicos particulares, por sobre el cuidado medioambiental y el impacto sociocultural. Cada uno de esos proyectos salió airoso en las diferentes etapas y trámites legislativos, y a la fecha cada uno se desarrolla en su máximo grado de funcionamiento. Todo esto ha estado presente en el emblemático proyecto “HidroAysén”. La respuesta de nuestro pueblo, contraria al impacto generado por éste, ha sido particularmente masiva, rechazando categóricamente los postulados que justifican su construcción. ¿Las razones de ello? El impacto medioambiental directo que provocará la instalación de este megaproyecto es innegable, pues se levantará sobre territorios de una riqueza natural incomparable, con paisajes y ecosistemas difícilmente reproducibles en otro escenario geográfico. A ello se agrega el impacto provocado por la instalación de 3800 torres de alta tensión a lo largo del territorio nacional para trasladar la energía generada por la central. Estas razones por sí solas han provocado la oposición de gran parte de los chilenos, articulada desde un tiempo a esta

Cabe preguntarnos entonces ¿Qué es lo diferente del proyecto HidroAysén? ¿Por qué nos duele tanto este proyecto? La aprobación de este proyecto el pasado 9 de mayo, ha sido considerada por muchos sectores de la sociedad como “la gota que derrama el vaso”. A un año y medio de iniciado el gobierno de Piñera, los serios problemas relacionados con la reconstrucción; los innegables casos de corrupción en el Bío-bío y otras zonas; el sostenido incremento en los precios de los productos de primera necesidad, la construcción de termoeléctricas en caimanes, punta de choros, puchuncaví, y tantas otros que vienen en camino; la contaminación en la planta de ventanas; leyes en contra de los profesores, las mujeres trabajadoras; la evidente crisis del sistema de educación superior; los bajos salarios y la cesantía estructural; la brutal represión policial en contra de toda manifestación pacífica; montajes judiciales contra jóvenes chilenos; ensañamiento policial y judicial contra el pueblo mapuche que lucha; promesas de campaña incumplidas en Magallanes y otros lugares; y un largo etcétera.La soberbia demostrada por un gobierno empresarial que es ciego y sordo al clamor de las masas populares, presente en cada uno de los problemas anunciados, se evidencia con toda su brutalidad en la aprobación del proyecto de HidroAysén. Es esta soberbia la que nos hace reaccionar con tanta indignación, y es ésta la que empuja a miles de chilenos y chilenas a manifestar en las calles de nuestro país nuestro hastío generacional frente a esta verdadera dictadura empresarial que ha gobernado Chile durante los últimos treinta años. Si alguna lección nos han entregado los diferentes movimientos sociales y políticos desatados en América Latina y en el Medio Oriente, es que a un pueblo cansado de abusos y humillaciones históricas, consciente de su fuerza intrínseca, y convencido de que es capaz de transformar sus condiciones reales de existencia, no lo paran ni la mentira, ni el terrorismo de Estado, ni la traición. Si la gente común y corriente con una tenaz lucha fue capaz de recuperar el agua privatizada en Bolivia, si el pueblo egipcio reunido en el Cairo decidió poner término a una dictadura de más de treinta años, podemos hacer lo propio en nuestro país. Universidad Popular de Valparaíso ¡Por una Patagonia libre y sin represas, por el fin de la dictadura empresarial!

ACTIVIDADES

UNIVERSIDAD POPULAR DE VALPARAÍSO


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