pablo cancio reichard Ciudad, caos, bolero y personajes en Sólo cenizas hallarás de Pedro Vergés
En la siguiente cita, Vergés describe la inestabilidad y el desorden que genera en las masas las ansias de libertad, como consecuencia la caída de Trujillo: […] la gente del país le había perdido respeto al fantasma de la dictadura, que ya no era más que eso; un fantasma, y se subía a los tejados para esperar la hora convenida y romper o golpear cacerolas, bateas, cubos de hojalata, pitos y timbales sin que la viera. […] Por la mañana humeaban las hogueras ficticias y rebeldes de los neumáticos, y las alcantarillas y los contadores de agua desprovistos de tapas, se convertían en trampas más bien torpes e inútiles. Doña Josefa su madre, se preguntaba si había necesidad de todo aquello, de llenar las paredes de letreros, de romper los bombillos del alumbrado público, de pisotear las gramas de los parques, de meter colillas encendidas por las hendiduras de los buzones, de voltear zafacones hasta el punto de taponear el alcantarillado de basura…(p.73). Nos dice Víctor A. Peña Rivera, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), en la región norte durante el régimen de Trujillo, lo siguiente acerca de los eventos acontecidos en noviembre de 1961: La salida de los Trujillo fue el comienzo de una serie de asaltos, robos y saqueos. Las residencias de los Trujillo, y de todos los colaboradores fueron arrasadas y prácticamente destruidas.9 De forma similar señalan los profesores Valentina Peguero y Danilo de los Santos, sobre hechos ocurridos para julio de ese mismo año: Durante esos días se desató una ola de destrucción de pertenencias y símbolos del trujillato, se
agredieron y eliminaron algunos representantes del régimen. (p.398) La violencia y sus formas Luego de la caída del régimen, vino la violencia del estado en la figura de los paleros. Vergés hace referencia a los llamados “paleros” (stick men) que todavía respondían a los intereses de la familia de Trujillo y saqueban las residencias, así como a los “antipaleros” integrados mayormente por elementos de la juventud: Yo al oírlo casi me meo de miedo, se lo juro, porque entonces ya habían comenzado a funcionar los paleros, bandas de gobernistas que acababan con cuanta gente honrada se les pusiera en medio, y yo decía este tipo me los manda, este tipo es capaz de mandarlos para que me destruyan la casa (p.332). Lo mandaban al interior en comisiones, todo el día lo pasaba metido en la casa central del partido y por ahi mismo, por el barrio organizó un grupo antipaleros y a cada rato se aparecía en secreto, saltando empalizadas y cruzando patios a pedirte que le permitieras esconderse, que lo andaban buscando (p.332). Valentina Peguero y Danilo de los Santos aluden a los llamados paleros de la siguiente manera: “EL 3 de Julio regresó Rafael Trujillo hijo, (Ramfis), y asumió la dirección de las Fuerzas Armadas. Para el día 5 de ese mismo mes, grupos de hombres armados llamados paleros, asolaron la ciudad.”10 El asunto de los paleros fue denunciado e investigado por la Comisión Inter-Americana de Derechos Civiles, y la respuesta de gobierno dominicano de Balaguer fue, hábilmente, responsabilizar a miembros y elementos del gobierno anterior que habían salido fuera del país.11 En varias ocasiones Vergés se refiere, despectivamente, al estado de miseria, de
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