Historia Miguelturra 7

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El Albanil

CUADERNOS DE HISTORIA LOCAL (Oficios tradicionales) UNIVERSIDAD POPULAR DE MIGUELTURRA

Nยบ 7


Cuadernos de historia local: Número 7 (vol II) Edita: Universidad Popular. (Área de Cultura. Excmo. Ayuntamiento de Miguelturra) Realizado por: Mª del Castillo González Garrido. Monitora del Aula de Estudios de la U.P. Colaboran: Carmen Corral Ocaña Alberto Martín Castellanos. Lucio Punzón Nieto. Mª José Sánchez Rodrigo. José Antonio Mondéjar Rodrigo. José Manuel García Pardo Muñoz. Isabel Gómez Rodrigo. Manuel Palmero Rodrigo. Fidela Asensio Martín de Lucía. Estrella Martín Sánchez. Amalio Segura González. Teresa Sánchez Serrano. Foto portada: Cuadrilla de Darío González Bautista, ganadores del Concurso Provincial de Albañilería 1958. Diseño y maquetación: Marcial González Rivero Imprime: Asociación Mancha, Diciembre 2007 I.S.B.N. Fascículo: 84-934322-7-X I.S.B.N. Genérico: 84-934322-0-2 Depósito Legal: CR. 187/2001

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Índice 1. Introducción. 2. La arquitectura popular. 3. Técnicas constructivas. 4. Materiales y herramientas. 5. Oficios relacionados. 6. Otras construcciones. 7. Los albañiles de Miguelturra. 8. Coplas, dichos y refranes. 9. Glosario. 10. Documentación.

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1. Introducción

chos de la obra y se coloca en la parte superior y más alta de la edificación.

La palabra albañil (del árabe al-banní, el que construye o edifica) se refiere a la persona que realiza indistintamente trabajos básicos de construcción, como alzado de muros, paredes y tapias, colocación de cubiertas y canalizaciones de fluidos sin presión, apertura de zanjas, llenado y nivelado de encofrados con hormigón, preparación de cemento y otras tareas de obra no especializadas. También se refiere a aquel que se dedica a trabajos de reparación o reforma con materiales de obra.

Tradicionalmente la albañilería ha sido relacionada con la masonería. El término masón proviene del inglés «mason» y del francés «maçon», ambos vocablos significan «albañil». Los orígenes de la masonería se pierden en el tiempo y pueden ser tan lejanos como los del oficio. Históricamente podemos destacar la existencia de los «collegia», antiguos gremios de constructores durante el imperio romano. Estos gremios tomaron mucha fuerza durante la Edad Media y se desarrollaron independientemente en varios países. Se dividían en «logias» y, en su época de mayor influencia, trabajaron para la Iglesia construyendo las catedrales de Europa, desarrollando el estilo gótico que caracterizó la arquitectura desde el siglo XI al XVI.

Antiguamente, al menos hasta el S. XIX, el oficio de albañilería era un oficio gremial. Para pertenecer a él, el candidato debía ser presentado por un miembro y ser aceptado formalmente como aprendiz. Una vez dentro del gremio podía conseguir distintos grados hasta llegar a maestro, que ya tenía una consideración social importante. El maestro de albañilería era el responsable de la ejecución de las obras, supervisado únicamente por el arquitecto.

Como es natural a todo gremio, los masones defendían sus intereses corporativos. Por ello no daban a conocer los «secretos del Arte» a nadie que no fuera iniciado en alguna logia, para así mantener el monopolio de su actividad.

La albañilería se considera uno de los oficios de mayor riesgo laboral.

Sus reuniones eran secretas, utilizaban un ritual para realzar dichas reuniones, usaban un lenguaje simbólico no asequible ni siquiera a los más ilustrados de su época y junto con esto desarrollaron una hermosa alegoría ética donde primaban conceptos como la rectitud, la fraterni-

El 3 de mayo se celebra «el día del albañil», coincidiendo con la misma fecha en que se celebra el día de la Santa Cruz, por tal motivo, se solía construir una cruz a partir de los mismos dese-

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2. La arquitectura popular.

dad, la tolerancia, la universalidad, etc. Cada concepto era simbolizado por una herramienta de albañilería.

La arquitectura tradicional, es la arquitectura de las clases populares, realizada por los propios usuarios o por artesanos con escasa instrucción en autoconstrucción, los cuales edifican diversos tipos de inmuebles, básicamente los alojamientos de las áreas rurales, así como otras edificaciones auxiliares destinadas a fines propios o secundarios, relacionados con la vida y el trabajo como pueden ser las de uso agrícola y ganadero. Las construcciones y edificios de la arquitectura popular son funcionales adecuándose siempre a la finalidad prevista y a los materiales disponibles en cada lugar. Se caracterizan por una gran economía de medios, volumen y obra, ya que sus constructores buscan el ahorro de trabajo y materiales, ello conlleva que dichos materiales son siempre locales o próximos y se emplean con técnicas sencillas cuyo origen se remonta a épocas anteriores que se han transmitido de una a otra generación mediante la tradición oral.

Internamente su organización consistía en grados. Estaban los aprendices, quienes pasaban años sólo desbastando piedras brutas, el «desbaste» de piedras con mazo y cincel dio pie a la metáfora del perfeccionamiento del espíritu profano lleno de aristas, con ayuda de la inteligencia (cincel) para identificar y apuntar el defecto, y con fuerza (mazo) para eliminar ese vicio del carácter. El siguiente grado consistía en el de Compañero que era el verdadero masón. Cada logia contaba con un Maestro, que era un Compañero elegido por sus iguales, y que dirigía los trabajos. Los masones consideraban su oficio como sagrado pues contribuían a la obra constructora de Dios.

La relación económica del hombre con la tierra, será pues imprescindible para interpretar las características de la residencia del campesino. De tal manera que la actividad agraria, establecerá fundamentalmente la configuración de -161-


la vivienda rural como espacio íntimamente ligado a una producción de autoabastecimiento y una economía de subsistencia, capaz de albergar en el mismo recinto la morada donde vive la familia y, espacios donde guarda y almacena el producto de esa economía (grano, paja, leña...), además de otros para la tenencia y explotación de animales domésticos. En Miguelturra, como en la mayoría de los pueblos de la comarca, la estructura principal de la casa responde a la planta cuadrangular 1 , con una orientación, más o menos regulada, con los puntos cardinales (norte-sur y este-oeste). Las casas se adaptan normalmente al entorno en el que se asientan, formando parte del paisaje en consonancia con las formas naturales que las rodean, pueden ser de una o varias plantas, con alturas irregulares y techumbres de leve inclinación. Tradicionalmente construidas con muros de tapial o de mampostería y, otras veces combinando ambas técnicas, que una vez terminadas eran blanqueadas tanto al interior como al exterior. Para el enlucido de las paredes se empleaba la cal que protege las tapias de las adversidades del clima, debido a sus propiedades desinfectantes e impermeables, a la vez que oculta la humildad de los materiales de construcción.

Ejemplo muros encalados.

1 La cuadratura lleva en sí un principio de orden que parece innato al hombre, oponiéndose al círculo, que representa potencias celestiales. El cuadrado se interpreta como una figura antidinámica, anclada a sus cuatro lados, que representa lo finito, lo definido. Según H. Biederman (1984) el cuadrado es un símbolo geométrico que expresa la orientación del ser humano en el espacio, la organización del ámbito de la vida según las regiones del mundo.

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A partir de mediados del siglo XX se generaliza el uso del ladrillo para la realización de muros, paredes y tabiques y, para el enlucido se utiliza el yeso al interior y cemento al exterior.

rior la estructura de vigas podía quedar vista (en las estancias de menor entidad) o cerradas mediante el techo de la habitación, que podía ser de «cielo raso», realizado con una superficie de carrizo revestido con yeso, o mediante cubierta de bovedillas, consistente en un sistema adintelado que se consigue por la disposición de vigas horizontales colocadas en paralelo apoyadas en las jácenas o en los muros de carga uniéndose con paramentos curvos que forman las bovedillas.

Muro de ladrillo con enlucido de cemento.

Las cubiertas, normalmente de teja árabe, con vertientes a dos o cuatro aguas sobre viguería de madera, aunque se pueden encontrar tejados de una sola vertiente en construcciones auxiliares, cuadras, graneros, porches, etc. Más recientemente se introdujo la teja plana, de gancho o alicantina.

Techo de bovedillas.

Las vigas de madera, estaban apoyadas directamente en la parte superior de los muros y clavadas a los soleros, originando las cerchas que formaban el soporte de la techumbre, por encima de las vigas se disponía un entramado, bien de tablones de madera, o de haces de carrizo «puñao» atados con sogas que soportaba el recubrimiento exterior de teja curva asentadas con barro. Al inte-

Techo de entramado de tablones. -163-


La pavimentación, tradicionalmente, estaba realizada de tierra apisonada y endurecida. También era frecuente el uso del empedrado, sobre todo en patios y corrales, así como en las entradas de las casas. Con el paso del tiempo se fueron incorporando los suelos enlosados, bien con baldosas de barro, losetas decoradas o terrazo.

Plaza del Cristo.

Suelo de baldosas de barro.

Calle El Ramo.

Suelo empedrado.

Respecto a los vanos, «éstos se cerraban con puertas y ventanas de madera, por lo general de líneas muy simples. Las -164-


puertas de una o dos hojas, según las dimensiones del espacio a cerrar. En ocasiones decorados con clavos, herrajes y llamadores. Las ventanas, de diferente tamaño entre sí, suelen orientarse hacia el mediodía. Algunas llevan rejas de hierro, normalmente de forja y composición muy simple» (O. Jerez García, 2004: 141). Otro elemento a destacar es la portada o puerta falsa, generalmente situada en un lateral, cuando estaba en la fachada principal, o en la parte trasera de la casa cuando está daba a dos calles, es un gran portón de dos hojas lo suficientemente grande para dar cabida a carruajes y animales de tiro, que da acceso directamente al corral donde estaban ubicadas las construcciones auxiliares. Interior de un típico corral manchego.

Varios ejemplos de puertas falsas. -165-


3. Técnicas constructivas.

A partir de éstos materiales, el albañil desarrollará las diferentes técnicas constructivas, que básicamente son las siguientes:

Tradicionalmente el medio físico ha influido de manera decisiva en las construcciones rurales, ya que el constructor se abastecía frecuentemente de los materiales de su entorno más cercano, lo que se convertirá en una característica determinante de la arquitectura popular. Entre éstos materiales, los más utilizados en la zona del Campo de Calatrava son: tierra, piedra, cal, arena, yeso y madera.

• tapial • mampostería y sillería • argamasa (mezcla de cal y arena) • adobe y ladrillo.

Se denomina construcción de tapial a aquélla que utiliza encofrados o cajones de madera, para la hechura del muro. Este tipo de construcción es a su vez divisible en dos apartados: 1- De tierra apisonada.

• La tierra se empleaba para construir

2- De mortero de cal y arena.

tapias.

El tapial constituye sin duda el tipo de fábrica más antiguo empleado en la construcción de muros.

• La piedra para la mampostería. • La cal, obtenida de las piedras calizas,

tras ser expuesta al fuego y reducida después a polvo, se utilizaba tanto para encalar fachadas e interiores como para ser mezclada con arena formando una pasta o mortero capaz de unir otros materiales creando un solo cuerpo, que al endurecerse adquiere una gran consistencia, además de proporcionar impermeabilidad a la construcción.

El muro de tapial se fabrica superponiendo una especie de cajón desmontable de madera (encofrado u horma), y rellenándolo de una mezcla (tierra, o calicanto), que se va compactando capa a capa con el pisón, machacando la tierra hasta quedar bien prensada. Cuando la mezcla se ha solidificado suficientemente se retira el encofrado y queda sobre el muro una especie de sillar arcilloso que es la tapia.

• La arena se utilizaba para argamasas. • El yeso para enlucido de paredes. • La madera era empleada para vigas,

cerchas, pies derechos, zapatas, puertas, ventanas... -166-


Básicamente consiste en formar cajones prismáticos de encofrado con varias tablas dispuestas en horizontal y unidas por traviesas verticales de madera llamadas costales o costeros. En sentido horizontal y perpendicularmente a las tablas se disponían estacas, llamadas agujas que podían, o no atravesar el cajón de lado a lado y servían para darle rigidez al encofrado en unos casos, o simplemente para sujetarlo a la obra, también se utilizan cuerdas de esparto para dar rigidez y evitar que el cajón se abra al verter el material. Las cuerdas pueden atravesar todo el ancho del cajón y atarse de costal a costal, o puede atarse al clavo o la cuña que sujeta la aguja, cuya función entonces es solo la de sostener el encofrado. Los lados menores de encofrado quedan también cerrados en el primer cajón, bien con un machón de piedra en un extremo y con una tabla, llamada frontera, en el otro, o bien con tablas en ambos extremos. En el resto de los cajones, utilizando el lateral del anterior como cierre por lo que podrá incluso distinguirse cual de los dos ha sido construido primero.

En su composición se emplean cal o yeso, tierra, grava, piedra y material reutilizado como fragmentos cerámicos, escoria, etc. Las agujas y mechinales para el andamiaje se parten y quedan embutidos en la tapia, siendo posteriormente tapados con mortero y enlucido todo el conjunto para evitar el deterioro de la obra. El encofrado es una de las características básicas de una obra de tapia, que nos revela su proceso constructivo. Se caracteriza por sus medidas basadas en las del hombre y por su manejabilidad, al mismo tiempo permite levantar un edificio sin andamiaje. El módulo de la tapia basado, como se ha dicho, en medidas humanas proporciona las siguientes aplicaciones fundamentales:

Queda abierta la parte superior del encofrado por la que se vierte el mortero en capas sucesivas llamadas tongadas que son apisonadas antes de verter la siguiente.

• una tapia se corresponde con la altura

de un antepecho, -167-


que utilizar preferentemente tierra caliza o tierra roja, con un grado de humedad suficiente para que no se abriera.

• dos tapias con la del dintel de una

puerta o ventana, • tres tapias con la de un techo.

• Tapial hormigonado:

Realizado con hormigón, es decir mortero rico en cal, con abundante grava de mediano tamaño y gran dureza. El material se reparte igualmente de forma homogénea en el cajón. Normalmente es el usado en los aljibes, pero aquí con una variante técnica: sin cajones, realizando el encofrado en una sola vez para evitar las filtraciones de agua a través de los huecos de las agujas y las juntas. Es el más duro y complejo de los tapiales por la cantidad de cal y trabajo invertido en la preparación de la grava.

Clasificación de Tápiales: En función de los componentes o de la disposición de éstos, el tapial puede adoptar diversas variantes, agrupadas en: • Tapial de tierra:

La construcción de tapial de tierra es propia en núcleos humanos pobres en recursos pero ricos en mano de obra. Para que el tapial fuese efectivo había

• Tapial de cal y canto o calicanto:

Es un mortero con proporción variable de cal, cuya principal característica es la presencia significativa de mampuestos de gran tamaño formando tongadas. En este caso, las grandes piedras lanzadas desde cierta altura realizan la labor de apisonado.

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• Tapial encerado o de cal y costra:

necesario para que la horizontalidad no se altere.

En él las peyas de cal o ricas en cal se colocan siguiendo las tongadas en la parte exterior del cajón, junto al encofrado, de manera que se forme una dura corteza capa a capa que se va adelgazando hacia el interior del cajón hasta desaparecer, dejando paso a un relleno muy pobre en cal, casi imposible de distinguir en la mayoría de las ocasiones de los rellenos de la mampostería. Este relleno puede emplear material reutilizado, grava y algunos mampuestos de gran tamaño.

Para organizarla en el conjunto de la mampostería se debe atender a una disposición: horizontal, vertical, diagonal y en espiga, aunque también aparecen de forma irregular.

• Tapia real:

Se dan en él una alternancia de capas de cal y tierra de grosor más o menos igual, aunque las partes inferior y superior las forma una tongada más gruesa de cal. Construcción en piedras: Las construcciones que utilizan como elemento básico la piedra pueden ser de dos tipos:

Muro de mampostería.

• Mampostería: Los mampuestos son

• Sillería: Los sillares son piedras

piedras irregulares, pedernales o calizas, unidas con o sin mezcla de barro o calicanto. Los espacios vacíos que quedan entre estos mampuestos se rellenaban con ripios o piedras de pequeño tamaño. Lo más normal es que se disponga en hiladas regulares, ripiando en los puntos en que es

Argamasa: es un tipo de mortero empleado como material de construc-

labradas en forma de paralelepípedo que encajan perfectamente entre ellas. El sillar y, en menor medida, el sillarejo, se usa en edificios de gran porte, sobretodo en las grandes construcciones.

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4. Materiales y herramientas.

ción en albañilería, formado de cal, que actúa como conglomerante, arena o carbonilla y agua, que al secarse adquiere una constitución muy dura, pero menor que la del hormigón. Antiguamente fue muy empleada en la construcción de murallas y casas como mortero que unía piedras o ladrillos.

La existencia de materiales naturales está estrechamente relacionada con la invención de las herramientas para su explotación y determina las formas constructivas. Las culturas primitivas utilizaron los productos de su entorno e inventaron utensilios, técnicas de explotación y tecnologías constructivas para poderlos utilizar como materiales de edificación. Su legado sirvió de base para desarrollar los modernos métodos industriales. En las regiones donde escaseaban la piedra y la madera se usó la tierra como material de construcción. Aparecen así el tapial y el adobe.

Adobe y ladrillo: el adobe es un bloque constructivo hecho de barro y paja, y secado al sol. Posteriormente aparecen el ladrillo y otros productos cerámicos, basados en la cocción de piezas de arcilla en un horno, con más resistencia que el adobe.

Elementos como la piedra, el ladrillo y otros materiales, se pueden trabar sólo con el efecto de la gravedad (a hueso), o mediante juntas de mortero, pasta compuesta por arena y cal (u otro aglutinante). Los romanos descubrieron un cemento natural que, combinado con algunas sustancias inertes (arena y piedras de pequeño tamaño), se conoce como argamasa. Las obras construidas con este material se cubrían posteriormente con mármoles o estucos para obtener un acabado más aparente. En el siglo XIX se inventó el cemento «Portland», que es completamente impermeable y constituye la base para el moderno hormigón. -170-


Otro de los inventos del siglo XIX fue la producción industrial de acero; los hornos de laminación producían vigas de hierro mucho más resistentes que las tradicionales de madera. Es más, los redondos o varillas de hierro se podían introducir en la masa fresca de hormigón, aumentando al fraguar la capacidad de este material. Aparece así el hormigón armado, que ha revolucionado la construcción del siglo XX por dos razones: la rapidez y comodidad de su puesta en obra y las posibilidades formales que ofrece, dado que es un material plástico. Por otra parte, la aparición del aluminio y sus tratamientos superficiales, especialmente el anodizado, han popularizado el uso de un material extremadamente ligero que no necesita mantenimiento. El vidrio se conoce desde la antigüedad, sin embargo, su calidad y transparencia se han acrecentado gracias a los procesos industriales, que han permitido la fabricación de vidrio plano en grandes dimensiones capaces de iluminar amplios espacios con luz natural.

deros, pala, batidera, carretilla, andamios, borriqueta, parihuelas, palancas, tiros o sogas, carruchas o poleas, trócolas, tirantes, tornapuntas, clavos, carrizo, trenza de esparto o pleita, escuadra, puntales, cuñas o tasquiles, etc.

Los utensilios y herramientas más utilizados por los albañiles para el desempeño de su trabajo son los siguientes: llana, paleta, palustre, fratás, criba, piqueta o alcotana, piquetilla, martillos, plomada, nivel, reglas o listones, escuadra, tablones, azada, azadilla, azadón, espuertas, cubos, cal-171-


5. Oficios relacionados.

Nos centraremos, exclusivamente, en algunos de los tejeros que aún están en la memoria de nuestros informantes, debido a que al oficio de calero ya dedicamos un monográfico, publicado en el tomo anterior de ésta colección.

En el Catastro de Ensenada, del año 1752, se mencionan algunos oficios y actividades relacionados con la construcción de la arquitectura popular:

Según fuentes orales, tenemos constancia de la existencia de varias familias de tejeros dedicadas a esta actividad desde, aproximadamente mediados del siglo XIX (1845-1850) hasta mitad del XX (1950), (las fechas son aproximadas debido a la falta de datos en los archivos). Estos artesanos, además de Miguelturra, hicieron mercado en pueblos vecinos donde también vendían su producción. Se dedicaron principalmente a la fabricación de teja, ladrillo y tubos de riego, aunque ocasionalmente pudieron fabricar algunas piezas cerámicas de uso doméstico que les demandaban de forma particular, no destinadas a abrir mercado.

• Alarife

(nombre dado a los arquitectos o maestros de obra y especialmente a los albañiles).

• Albañil (maestro y oficial de

albañilería). • Cantero (persona que extrae piedras

de las canteras o las labra para la construcción). • Yesero (persona que fabrica, vende

o realiza guarnecidos de yeso). • Calero (hombre que saca la piedra y

la calcina en la calera). • Tejero (persona que fabrica tejas y

ladrillos).

Al menos sabemos de cuatro tejares, que aún recuerdan nuestros informantes:

• Alfarero (persona dedicada a la

fabricación de objetos de barro).

1. Alejo «el tejero»,con tejar en c/ San Antón que después, pasó a manos de Nolásco Jurado, quien una vez retirado, la dejo a su hijo Cristóbal «Tobas».

• Tapiador (oficial que hace tapias).

Entre ellos, algunos se desarrollaron especialmente en Miguelturra, con una actividad que se prolongó durante varios años y que actualmente han desaparecido, concretamente caben destacar: tejeros y caleros2.

2. Alejandro Matas «Alejandrillo», con tejar/alfarería en c/ el Pardillo, también fabricaba tubos para riego. Trabajaba con su yerno Ambrosio.

2 Más información en: Cuadernos de Historia Local-Miguelturra. Calerines: los hornos de cal en Miguelturra. Fascículos de historia local de Miguelturra, Nº 3. Universidad Popular.

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3. Hilario y Enrique Céspedes, dos hermanos conocidos como « Los Maragatos», con tejar en c/ Toledo (hoy José mora), cocían tejas y ladrillos.

En la misma era se hacían unas balsas o zanjas en las que se revolvían agua y tierra, normalmente cubriéndolas de agua hasta una altura adecuada para que al ir echando la tierra poco a poco quedasen llenas hasta que, la mezcla, adquiría un grado de humedad y compactación adecuado. El barro resultante, después de un día de reposo, se amasaba con los pies, y al llegar al punto apropiado, se le echaba encima un poco de paja (tamo) que ejercía un efecto aglutinante que impedía que la masa pudiera secarse o agrietarse.

4. Atilano Jurado Nieto, comenzó con un tejar en c/ Ciudad Real a principios del siglo XX, en 1915, marchó a Ciudad real donde también se dedicó al oficio, en su tejar se fabricaba teja plana. Realización de tejas y ladrillos: La materia prima con que se realizaban ladrillos y tejas solía ser tierra o barro que se extraía, con pico y pala del Jabalón y de la Sierra de san Isidro, (en este caso solo para mezclarla). Una vez picada se dejaba en reposo para que las inclemencias del tiempo sol, aire y lluvia colaborasen en su descomposición. Esta operación se solía hacer en invierno y la tierra removida se dejaba en el mismo sitio varios meses hasta su recogida posterior. Después de esta primera labor se volvía a picar de nuevo sobre el terreno y se trasladaba a la era del tejar. En principio, tal como llegaba la tierra ya podía emplearse en el proceso de amasado.

En la era, el barro se introducía en el molde (gradilla). Esta operación se realizaba en el suelo al aire libre, la cantidad de barro, correspondía a un equivalente de entre 3 ó 4 ladrillos, que era la cantidad de piezas que se moldeaban de una vez. El molde de los ladrillos (gradilla) era rectangular, de madera con dos o cuatro huecos. Una práctica habitual, era la de disponer de un recipiente con agua en el que remojar el molde cada vez que se utilizaba para que el barro de los ladrillos, todavía crudos, no se quedase adherido en sus paredes, con este mismo fin, también era frecuente rociarlo con ceniza o arena fina.

El siguiente paso consistía en mezclar la tierra con agua para lograr una masa uniforme en un punto adecuado de humedad que facilitara el empleo del molde de tejas y ladrillos y que garantizara una buena calidad final del material una vez cocido.

En el caso de las tejas, se repetía la misma tarea de adaptar el barro a la forma del molde, éste no era rectangular como el de los ladrillos, sino ligeramente trapezoidal, un poco más estrecho de -173-


una punta que de la otra, de menor altura y podía estar fabricado en metal . Con las manos se rellenaban bien todos los huecos del molde y luego se enrasaba pasándole un rodillo o un palo de madera por encima.

Una vez había quedado definido el contorno de la futura teja había que proporcionarle su característico perfil curvo. Para ello era necesario que el barro presentara un grado de consistencia suficiente para que al ser depositado en la era se sostuviera por si mismo. Esta operación se realizaba mediante el galápago, una horma o molde de metal (hierro u hojalata) curvado de forma convexa y adaptado a la forma de la teja que contaba además con un mango que sobresalía desde su extremo más ancho y que facilitaba su manejo. Cada vez que se usaba solía pasarse asimismo por agua o espolvorearse con ceniza o arena fina. Así, la teja, permanecía en el suelo de la era donde se le pasaban las manos por encima y, tirando del galápago, la teja quedaba apoyada para su posterior secado. Una vez seca la producción, el cargado del horno se realizaba con cuidado, disponiendo las tejas o los ladrillos en capas, aprovechando al máximo el espacio disponible pero colocando las piezas de tal manera que quedasen huecos verticales entre ellas, a modo de tiro, para facilitaran el paso del fuego y el calor por todo el espacio interior. Con los ladrillos, esto se conseguía poniéndolos derechos y dejando algunas aberturas entre ellos. Al mismo tiempo, esta distribución del peso de las piezas debía de ser tal que no se echase a perder la hor-

Diferentes moldes para ladrillos y tejas -174-


6. Otras construcciones.

nada entera por un posible desplome interior durante la cocción. Como remate superior, las piezas se tapaban completamente con una capa de cascotes que trataba de impedir en gran medida la pérdida de calor del interior.

Arquitectura popular o arquitectura vernácula, son términos que se aplican indistintamente a las construcciones o a los edificios que presentan rasgos o características tipológicas comunes en determinados ámbitos geográficos de diversa extensión.

La leña (habitualmente masiega), se iba introduciendo por la boca inferior del horno mediante una especie de horca, acabada en dos puntas, con el mango muy largo. Desde el momento en el que se prendía fuego hasta que se dejaba de echar leña transcurrían en torno a las 36 ó 40 horas.

El predominio de la actividad agrícola y ganadera en la comarca del Campo de Calatrava proporcionará un complicado y amplio muestrario de manifestaciones socioculturales que se materializarán en una arquitectura anónima, propia de la zona, como son: las quinterías, cuartos, corrucas, etc.

El tejero debía vigilar para que el fuego se distribuyera de manera uniforme por todo el horno, para ello, si veía que en la parte superior unas zonas habían tomado un color rojo antes que otras, echaba encima de ellas un poco de tierra para impedir la entrada de oxígeno por ese lado y, de esa manera, correr el fuego hacia los lados del horno que todavía no estaban suficientemente cocidos. Cuando el humo salía de color negro se tapaba con tierra tanto el remate superior como la entrada inferior del horno, para detener la cocción y que se fuera enfriando poco a poco. Una semana después ya se podían sacar las tejas o ladrillos bien cocidos y listos para su utilización, así como limpiar de ceniza la cámara y dejarla lista para la próxima hornada.

Quinterías: Las quinterías son unas de las construcciones más comunes del campo manchego. Surgen como pequeños asentamientos de población, justificados por la gran distancia que hay entre pueblos, lo que no permitía que los labradores pudieran regresar a casa todas las noches desde los lugares de trabajo, hecho que motivo la construcción de éstos habitáculos en el campo, para que los trabajadores pasar la semana. Son casas de labor, realizadas siempre, con materiales del entorno, de planta rectangular, sobre un zócalo de mampostería y muros de tapial jalbegados de cal, sin a penas huecos de ventilación, que se cierran con un tejado a dos aguas -175-


de teja curva. Pueden ser de varios tamaños, siendo las más pequeñas con capacidad para una o dos yuntas, en este caso son conocidas como cuartos o casillas. Junto a ellas es habitual una alberca, cuadrada o circular, la noria y algunos árboles frutales o de sombra y, ocasionalmente, una era. Al exterior presentan una gran portada para facilitar el paso de los carros. El interior es un patio de grandes dimensiones que suele estar empedrado, con pozo central junto al que puede haber un pilón, que sirve de abrevadero para las bestias. En el patio se aprecian dos zonas diferenciadas: • una para los animales compuesta por

una cuadra con pesebres, hechos de obra, sobre los que se disponen unas estacas de madera para colgar los arreos de las mulas después de desuncirlas, • y otra para los gañanes, que consta

de un hogar bajo (elevándose del suelo tan solo un palmo) con amplia campana y poyos adosados a ambos lados de la chimenea, que hace la función de cocina dormitorio. Normalmente, también a ambos lados de la campana, puede haber unos huecos en la pared llamados vasares o «cañizo», donde los gañanes colocaban sus enseres: colodra para la sal y alcuza para el aceite, y un clavo para colgar el candil (posteriormente cargura). El mobiliario es escaso, tan -176-


solo unos serijos de anea trenzada, para sentarse alrededor del fuego y unas trébedes y trancos, para sujetar pucheros y sartenes cuando se cocina. Corrucas: La corruca (también denominada redondo o bombo) es otra de las construcciones rurales concebida especialmente para alojar en ella a los temporeros, junto con sus animales de labor y sus aperos. Servía como refugio en el campo durante la época de las faenas agrícolas. En muchos casos era vivienda para todo el año ya que algunas de estas faenas no tenían fin a lo largo de las cuatro estaciones. En otras ocasiones la permanencia era solo de semanas.

Ruinas de un cuarto cercano a Miguelturra

Se trata de una edificación de planta circular o elíptica, pueden ser de diferentes tamaños, realizada con mampostería de piedra, enlucida de cal, tanto al interior como al exterior. La cubierta, también de piedra, construida como una falsa cúpula por aproximación de hiladas de lajas sin utilizar argamasa, o bien utilizando bloques irregulares, que se colocaban inclinados aplicándoles pequeñas piedras a modo de cuñas en la cara exterior del muro, y otras veces se utilizaba la cubierta de tipo vegetal. Su interior es amplio; disponían de chimenea y camastros o poyos con base de piedra, cubiertos con esteras de anea alrededor de toda la construcción, que hacían las veces de asiento y cama. En

Quintería. -177-


cativos y recordados, los cuales ejercieron la profesión entre los años 19091970 más o menos y, otros que todavía siguen en acivo. También se mencionan costumbres y anecdotas, que a nuestro modo de ver, parecen curiosas y dignas de ser recogidas en esta publicación.

el centro de la habitación, se ubicaba un palo de madera (rollizo) que servía para atar a los animales, en torno al cual estaban los pesebres. Se levantaba en los baldíos y dehesas de los campos, y era utilizada como vivienda habitual, principalmente por pastores y cabreros, ya que en esos tiempos se exigía vivir junto al lugar donde pasaba las noches el ganado.

Algunos de estos albañiles son los siguientes: 1. Pepe Matas y su hijo Santiago, desde 1909 fecha en que Pepe comenzó en el oficio, hicieron varias obras por las que hoy son recordados, entre ellas el edificio del Sindicato Agrícola Católico, años más tarde sede del casino.

Interior de la cubierta de un redondo (actualmente restaurado).

7. Los albañiles de Miguelturra. En este capítulo se mencionarán una serie de albañiles naturales de Miguelturra, no todos, ya que la memoria de nuestros informantes y habituales colaboradores, aún siendo prodigiosa en muchos casos no abarca para enumerar la totalidad de las personas dedicadas al oficio, pero sí varios de los más signifi-178-


Hacia 1920, Santiago trabajo en la torre de la iglesia que hubo que rehacerla porque se caída debido a su mal estado de conservación y, algunas casas particulares como la de Vitoriano Corral (detrás de la iglesia).

2. Román Segura y su hijo Manuel, este último construyó la casa de Castellanos y la vaquería que ésta en la calle Carretas, aproximadamente hacia 1928.

Fachada Casa de Castellanos en c/ Carretas.

3. Jesús Aranda, hacia 1915 se retira del oficio dejando como maestro albañil a su yerno Lorenzo Asensio, con él trabajaron de oficiales su hemano Candelas y los «Viseos», otros tres hermanos llamados Gregorio, José y Manolo. También tuvo de oficial a Eugenio Arévalo «el Pelao». Aunque tuvo varios asalariados no llegó a constituir una empresa, sino que le pasaba la Seguridad Social a Bruno Molina, quien hacia 1950 contrató como oficial a Manuel Cañizares Tercero. 4. Socorro Asensio, entre 1915-20, mantuvo una pequeña empresa de albañilería con tres o cuatro oficiales.

Fachada de la casa de Vitoriano Corral -179-


5. Ramón Muñoz Casas, trabajó con Manuel Segura donde aprendió el oficio. Después de la muerte de éste en 1931, comenzó a trabajar por su cuenta junto con Rigoberto Rodrigo, ambos montaron una empresa en la que tenían de oficiales a: • Eufemio Casas Palmero. • Alberto Martín Castellanos. • Isaías Martín Bustamante. • Ramón

Nolasco Sánchez Asensio y otros compañeros tejando.

y Francisco González

Soriano. • Primitivo Sánchez. • Gonzalo León.

Normalmente las labores de albañilería se realizaban de abril a noviembre, el resto del año lo empleaban trabajando en otras actividades relacionadas con tareas agrícolas y de pastoreo, o en las prensas o almazaras que comenzaban su labor a partir de éstas fechas hasta que acababa la temporada, después de la recogida y molturación de la aceituna. En verano era cuando más trabajo había ya que todas las «casas grandes», solían preparse y arreglarse para la siguiente temporada. En cada una de ellas, acostumbraba a trabajar siempre el mismo albañil o cuadrilla, que anualmente jalbegaban, repellaban, echaban tapias, trastejaban y repasaban los tejados, tarea que consistía en recorrer y barrer los mismos.

Pared medianil y detalle del puchero, indicando la propiedad de la misma.

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Como curiosidad, comentaremos la costumbre muy extendida en Miguelturra, de incorporar un puchero en los muros de tapia que eran medianiles para indicar la propiedad del mismo. Según la orientación del puchero, es decir, hacia donde señalaba la boca de éste testificaba la pertenencia de la pared.

Un año después esto no hubiera sido posible, ya que entró en vigor la Ley de Términos3, incluída entre las reformas sociales de la Segunda República. A iniciativa de los socialistas, mediante la labor de Largo Caballero en el Ministerio de Trabajo, destacó la Ley de Términos Municipales: para asegurar el trabajo de los obreros en el municipio y terminar con los abusos de los patronos, pero fue protestada al no tener en cuenta la diversidad de los municipios españoles.

6. Francisco Rodrigo, en 1923-24, construyó la Fábrica de harinas «la Estrella», teniendo como oficiales a Rosario «el Madrileño « y Pavón.

Por éstos años se realizó la obra del Matadero Municipal, con albañiles del pueblo, precisamente aplicando la mencionada Ley. 8. Macario Casado y su hijo Eustaquio, el padre también trabajó en la obra del Cristo, tenían como oficiales a los Moya y con ellos trabajo Antonio Sobrino. 9. Ambrosio Rodrigo Matas, empresario constructor entre 1945-55, con él trabajaron de oficiales:

Fábrica de harinas «La Estrella»

7. Bruno y Diego Molina, dos hermanos conocidos por «Los Brunos», sus hijos Florencio, Jesús y Bruno también se dedicaron al oficio y como oficial trabajo con ellos Angel Hervas. Entre otras obras, hicieron la sacristía en la ermita del Cristo. Anteriormente, el contratista Areu de Madrid había realizado la nueva cúpula, que se inauguró en 1931.

• Manuel Cruz. • Rosario Sánchez. • Heladio Rivero. • Millán Gómez López. • Carmelo Sobrino. • Estelio Arévalo. • Francisco Hervás.

3 «En 1931 se publico el Decreto de Términos Municipales que obligaba a los propietarios a contratar a jornaleros locales antes que a los forasteros. El mismo año se promulgó también el Decreto sobre Laboreo Forzoso, que obligaba a los propietarios a realizar tareas imprescindibles que mejorasen los cultivos. Se crearon los Jurados Mixtos de Trabajo Rural, Propiedad Rustica e Industrias Agrícolas. Se generalizó también el Seguro de Accidentes de Trabajo y se reguló la jornada laboral de 8 horas»

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el arreglo del tejado, tarea en la que invirtieron más de un año de trabajo. Como oficiales en ésta reforma estuvieron: Alberto Martín Castellanos, Primitivo Sánchez y Zacarías León «el Ronquillo». Tres años después, en 1950 se pusieron las campanas, que habían sido expoliadas durante la guerra (1936-39). 10. Ángel Hervás, empezó de aprendiz con Bruno Molina y años más tarde montó su propia empresa, uno de sus oficiales fue Primitivo Sánchez (que después trabajaría con Tomás Mora), ambos hicieron la reforma del cine Barcena en 1959.

En 1947, se hizo una gran reforma en el convento de las Madres Mercedarias «las Monjas», el contratista de obra fue Cándido Solís León, de Ciudad Real y consistió principalmente en

Convento de Las Mercedarias «Las Monjas» y detalle de la espadaña. -182-


Dionisio, José Antonio (el niño) y «el Mellizo», durante la construcción de los servicios del cine Barcena, finales de los 50 (S,XX).

11. Tomás Mora Sánchez, empresario y constructor, dejó la empresa en 1978 con el trabajaron: • Primitivo Sánchez Yébenes. • Antonio Sobrino.

Primitivo Sánchez Yébenes y Manolo garcía, en una obra de la c/ Calixto Royo.

• Julián León. • Félix León. • Conrado y Francisco Rodrigo.

12. Darío González Bautista «Tanganilla», comenzó con Tomás mora Sánchez, después estuvo trabajando varios meses en Puertollano, donde se desplazaba en bicicleta los

• Alberto Martín Castellanos. • Darío González Bautista. • Candelario León.

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lunes para regresar el sábado de nuevo al pueblo. También trabajó con Bruno Molina, y posteriormente, para los empresarios García del Castillo conocidos como «los malagoneros», hasta que montó su propia empresa, allá por el año 1955, trabajaban con él dos de sus hermanos: Juan y Alfonso, entre muchos otros ayudantes y oficiales como Efrén Ruiz, Jesús Sánchez Rivero...

ticales, representaciones corporativas de los trabajadores, controladas por el Gobierno), en los que él y otros albañiles del pueblo participaron en varias ocasiones consiguiendo, en algunas de ellas diferentes premios. Primero se celebraba el concurso provincial, normalmente por el mes de mayo, en el que participaban albañiles de diversos pueblos por cada una de las provincias de España. Los ganadores de éste, participaban en el nacional, que cada año se celebraba en una capital diferente, aunque hubo años en los que no se convocaron. Desde 1958 hasta que se dejaron de celebrar los concursos de albañilería en 1978, hubo algunos albañiles de Miguelturra que fueron los ganadores en la categoría provincial: • 1958. Ganadores de Concurso

Darío González alicatando

Provincial de Albañilería: Darío González Bautista, como oficial y su hermano Juan Antonio González Sánchez, como ayudante. Empresa patrocinadora «Hermanos García del Castillo». El desarrollo del concurso se realizó en Ciudad Real, en el estadio de la Puerta de Santa María, conocido

Darío guarda en el recuerdo, la celebración de los Concursos Provincial y Nacional de Albañilería que promocionaban los Sindicatos Verticales4 (durante el régimen anterior, en España existían los llamados sindicatos ver-

4 (....) Un gran poder del Estado fueron los Sindicatos Verticales, que posteriormente pasaron a denominarse Organización Sindical, que dependían de un secretario general con rango de ministro. http://www.fuenterrebollo.com/Gobiernos/general-franco.html (....) Las condiciones en las que trabaja el proletariado se definen en una de las principales leyes del franquismo: Fuero del Trabajo, de 1938. Esas condiciones son miserables, pero el Estado asume la protección paternalista del trabajador, claro que condena la huelga, con lo que se le priva de cualquier posibilidad de reivindicación ante situaciones injustas. Las quejas deben encauzarse a través del partido, que está controlado por los patronos. Su lema es: Pan, Patria y Justicia. El proletariado se enmarca dentro de los sindicatos verticales, típicos del fascismo, donde no tiene posibilidades defender sus derechos. El mundo del trabajo se organiza por ramas de producción, y en cada rama están representados los trabajadores, los patronos y el partido único, con lo que no se representan los intereses de los trabajadores, cuya situación se irá deteriorando rápidamente. Cae estrepitosamente el precio de la mano de obra. Con el desarrollismo (años 60) aumenta la preparación técnica del proletariado, para el que se hacen planes de estudio de formación profesional, pero la mayoría del proletariado rural, que no encuentra trabajo, emigra al extranjero. Dos millones de emigrantes evitan que las cifras del paro se disparen y pongan a España en una situación insostenible (...). http://club.telepolis.com/pastranec/interesantes/franprole.htm

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ayudante. Empresa patrocinadora Dragados y Construcciones. Este año el Nacional se celebro en Cáceres. • 1968. Ganadores del Concurso Pro-

vincial de Albañilería: Juan Antonio González Sánchez oficial y ayudante Jesús Sánchez Rivero. Empresa patrocinadora: Darío González Bautista. • 1975. Ganadores del Concurso Pro-

vincial de Albañilería celebrado en Manzanares: Julián Díaz Domínguez como oficial y Jesús Sánchez Rivero como ayudante. Empresa patrocinadora: Darío González. Este mismo año el Nacional se celebró en Valladolid.

como «Educación y Descanso». El premio consistió en una remuneración en metálico de 3000 pesetas, que se repartieron 60% para el oficial y 40% para el ayudante, y un trofeo consistente en una copa, copia en miniatura de la que se otorgaba al ganador del concurso nacional, quien la disfrutaba hasta la celebración de la siguiente convocatoria. Este mismo año el Concurso Nacional se desarrolló en Barcelona, donde se desplazaron nuestros ganadores provinciales para competir con los de las demás provincias participantes. La prueba consistió en la realización de un arco semicircular, para la hechura del mismo, les proporcionaron un cemento rápido al que una vez amasado no se le podía añadir agua, fallo que tuvieron todos los concursantes, excepto los catalanes, que fueron los ganadores del concurso. • 1963. Ganadores del Concurso

Provincial de Albañilería: Juan Antonio González Sánchez como oficial y Santiago García Tercero, como -185-


Referencias de la prensa provincial «Diario Lanza» a los citados concursos provinciales de albañilería.

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Otros ganadores, que recuerda Darío, pero sin poder precisar fecha ni empresa patrocinadora son: • Julián Moreno Mohíno (oficial). • Leonardo Moreno Mohíno (oficial). • Rafael Arenas López (oficial). • Teodomiro Ruiz Ocaña (oficial). 13. Pablo Gómez Tercero, en la actualidad su hija es la que regenta la empresa que fundó su padre, con el trabajaron como oficiales: • Prudencio Tercero. • Mariano y Victor Peco García • Fernando. • Sagrario Nieto Rubio. • Tomás Delgado. En la actualidad siguen siendo muchas las personas que aún se dedican a este oficio en nuestro pueblo trabajando, tanto en el municipio, como fuera de él. La lista es tan extensa que nos sería casi imposible mencionarlos a todos; entre ellos citaremos a José Antonio Mondejar Molina por ser uno de los participantes del Aula de Estudios. Aunque sabemos que muchos han quedado en el tintero, esperamos que con esta pequeña muestra halla quedado bien representada la profesión que tanto ha contribuido al desarrollo económico de la localidad. A continuación incluimos una pequeña nuestra fotográfica de las personas que nos han hecho llegar sus imágenes para ilustrar esta publicación. -187-


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8. Coplas, dichos y refranes.

* Un albañil se cayó de la torre de la iglesia no se hizo nada en los pies porque cayó de cabeza.

Coplas:

* De la torre de San Miguel,

* Albañil no me mires desde lo alto que no quiero yo,

un albañil se cayó

amores de sobresalto.

hizo un milagro el Santo, se rompió la cabeza con un canto.

* Cuando te vi de venir

* Albañil, yo no lo quiero

con las alpargatas blancas, yo dije para mi,

porque anda por lo alto

tu serás buen albañil

no sea caso que se caiga

pero a mi no me trabajas.

y me pille a mi debajo.

* Qué tendrá, chiquilla mía

Dichos:

que cuando digo tu nombre

* Mira que «abujerico» en el techo, tápalo tú, que yo no lo he hecho.

me emborracho de alegría

* Piropos de albañil, groseros y peligrosos.

y me cunden las paredes de adobe. * Desde que te vi de venir

* Cobras menos que un albañil.

te conocí las ventajas

* Dar en el clavo (cuando se acierta en algo).

tu serás buen albañil pero a mi no me trabajas.

* Estar la pelota en el tejado (estar fuera de lugar).

* Debajo de un limonero donde el agua no corría

* Poner pies en la pared (andar o hacer algo que no se debe).

le entregué mi corazón

* Nadie tira piedras a su tejado (nadie se perjudica a sí mismo).

al albañil que quería. * Hazme una casita mozo

* Romper la teja (cuando cortaba una pareja de novios, los amigos le tiraban una teja a los pies para que se rompiese).

para casarme contigo y si no la acabas pronto te juro que me desdigo. -189-


* Un clavo saca otro clavo (todo es sustituible, nadie imprescindible).

9. Glosario.

* Eres tozudo como un adobe (eres terco).

- Agujas: Barras de hierro o madera, con agujeros o pasadores, que sirven para mantener paralelos los tableros de un tapial.

* Hecho de cal y canto (eres muy duro). * A golpe de azada (con trabajo se consigue todo).

- Alcuza: Vasija, generalmente de hoja de lata y forma cónica, para el aceite de uso diario.

Refranes:

- Anodización o anodizado es una técnica utilizada para modificar la superficie de un material. Se conoce como anodizado a la capa de protección artificial que se genera sobre el aluminio mediante el óxido protector del aluminio, conocido como alúmina. Esta capa se consigue por medio de procedimientos electroquímicos, de manera que se consigue una mayor resistencia y durabilidad del aluminio.

* Albañil chapucero, tapa pronto el agujero. * Eres como el albañil, que no ve más allá de su nariz. * Ladrillo sobre ladrillo, se construye una casa. * Albañil seas y en el cierre de un tejado te veas. * Polvo de ladrillo, malo para el bolsillo. * No le pongas mesa al albañil, hasta que lo veas venir.

- Carbonilla ó puzolana: Toba volcánica de composición traquítica, utilizada en la fabricación de cemento hidráulico.

* El yeso y la cal, cubren mucho mal. * El que nace para martillo, del cielo le caen clavos.

- Cerchas: son estructuras reticuladas (tipos especiales de armazón), usadas en cubiertas que soportan grandes cargas o que cubren vanos extensos.

* El ladrillo, mal regado y bien barrido y el empedrado, mal barrido y bien regado. * Entre día y noche, no hay pared. * Si quieres vender losetas, invita a los albañiles a comer chuletas.

- Colodra: Vaso de cuerna, para guardar en él sal, pimienta u otras especias.

* El diablo no quiso ser albañil, por no verse en el remate de un tejado.

- Costales o costeros: Cada uno de los listones de madera que sirven para -190-


mantener en posición vertical las fronteras de los tapiales.

- Masonería: Es una institución de carácter iniciatico, filantrópico y filosófico, fundada en el sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social.

- Encofrado: Bastidor, generalmente de madera o metal, que se usa para modelar el hormigón, o las tierras de un tapial, y contenerlo durante la fase de fraguado.

- Mechinales: Agujeros resultantes en una pared, durante su construcción con las agujas del andamio. En las construcciones antiguas eran habituales los mechinales, que servían para la colocación del andamiaje.

- Frontera: Tablero fortificado con barrotes, que sirve para sostener los tapiales. - Galápago: Molde en el que se hace la teja. - Gradilla: Marco para fabricar ladrillos.

- Medianil o medianero: Que está en medio de dos cosa: pared medianera.

- Gremio: Corporación formada por maestros, oficiales y aprendices de una misma profesión u oficio.

- Pisón: maza o compresor de madera. Instrumento de madera pesado y grueso, de figura por lo común de cono truncado y con mango, que sirve para apretar la tierra.

- Jácenas: Vigas principales en las que se apoyan las vigas secundarias. - Logias: Del griego logos, Ciencia, Estudio, Equipo, Tratado. Logia se relaciona con «Logos» que significa verbo, palabra. De allí que se le denomine así al lugar de reunión donde se habla o se transmite enseñanza a través de la palabra. También proviene del sánscrito «loka» que significa mundo o lugar, haciendo alusión a que la Logia representa al mundo.

- Portland: El cemento Portland es el tipo de cemento más utilizado como aglomerante para la preparación del hormigón o concreto. Fue inventado en 1824 en Inglaterra por el constructor Joseph Aspdin. El nombre se debe a la semejanza en su aspecto con las rocas encontradas en Portland, una isla del condado de Dorset. La fabricación del cemento Portland se da en tres fases: 1. Preparación de la mezcla de las materias primas; 2. Producción del clinker; y, 3. Preparación del cemento.

- Masiega: Planta con un tallo de sección triangular que puede medir entre 0,80 y 2,00 m. Las hojas de color verde grisáceo y aserradas en el borde miden de 7 a 15 mm de ancho. -191-


- Tamo: Polvo o paja muy menuda de varias semillas trilladas, como el trigo, el lino, etc.

• Hervás y Buendía, I.: «Diccionario

histórico, geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real», 3ª edición, tomo I, talleres tipográficos de Mendoza, 1918.

- Tongadas: Cada una de las capas que se van superponiendo para la realización de los tapiales. Cosa o material extendido encima de otro.

• Jerez García, O.: «Arquitectura popular

Manchega». Biblioteca de Autores Manchegos. Diputación de Ciudad Real, 2004.

- Trastejar: Reponer o poner bien las tejas de un edificio. - Trébedes: Triángulo de hierro con tres pies que sir ve para poner recipientes al fuego.

Fuentes orales: • Alberto Martín Castellanos, 84 años,

- Yunta: Par de bueyes, mulas u otros animales que sirven en la labor del campo o en los acarreos.

albañil. • Darío González Bautista, 81 años,

albañil.

10. Documentación.

Internet: http://html.rincondelvago.com/restauracion_sistemacanovista.html

Bibliografía:

http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_popular

• Almarcha, E y Herrera, E.: «La casa-

http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761578082/ Arquitectura.html

patio en La Mancha», en la casa meridional. Sevilla. ajunta de Andalucía, 2001.

http://arqueologiamedieval.com/articulos/ articulos.asp?ref=82 http://blogs.larioja.com/masoneria/2005/5/18/lamasoneria-origenes-y-significado

• Corchado Soriano, M.: «El Campo de

http://es.wikipedia.org/wiki/Alba%C3%B1il

Calatrava. Los pueblos», Ciudad Real. Instituto de Estudios Manchegos, 1982.

http://www.sispain.org/spanish/politics/unions/ uniintro.html http://www.fuenterrebollo.com/Gobiernos/generalfranco.html

• Fisac Serna, M.: «Arquitectura Popular

http://club.telepolis.com/pastranec/interesantes/ franprole.htm

Manchega», en Cuadernos de Estudios Manchegos, nº 16. Ciudad Real. Instituto de Estudios Manchegos, 1985. -192-


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