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Sanciones contra la salud: una estrategia de genocidio
from UN 190323
el lingüista, politólogo, filósofo y activista estadounidense Noam Chomsky se refirió en enero de 2020 a las medidas coercitivas unilaterales contra el país y afirmó que “las sanciones impuestas a Venezuela por los Estados Unidos recortaron los medios por los cuales el Gobierno venezolano podría haber escapado de la recesión económica, causando una dramática caída en la producción de petróleo y una grave crisis económica. El bloqueo causó la muerte de muchas personas que no pudieron acceder a medicamentos que hubieran podido salvar sus vidas”.
Según el Observatorio Venezolano Antibloqueo, el Decreto Obama y las posteriores sanciones producen una grave perturbación en la vida nacional, específicamente en el campo económico, al obstaculizar el comercio internacional, lo que priva al país del acceso a alimentos, medicinas y bienes esenciales.
“El objetivo general de las sanciones es golpear la economía venezolana, propiciar un colapso del comercio internacional, bloqueando y obstaculizando las operaciones financieras de Venezuela, impedirle al país acceder a fuentes de financiamiento, y sabotear la compra de alimentos, medicinas y bienes esenciales; todo ello con el fin de propiciar una crisis económica interna, que pueda ser utilizada como excusa para acciones desestabilizadoras en el campo político”, enuncia el Observatorio en su página web.
La investigación realizada por Jeffrey Sachs, economista y director del Centro de Investigación de Economía y Política, donde manejó cifras utilizadas por la Organización de las Naciones Unidas, sugiere que se hizo evidente un deterioro en los indicadores de salud.
En 2018, refiere el estudio, la Federación Farmacéutica de Venezuela informó que la esca- largas colas y desesperación para conseguir medicamentos. sez de medicamentos esenciales era de 85% en el país. brindaban accesibilidad a los medicamentos y tratamientos a bajo costo, cuando no en total gratuidad.
Otras cifras dadas por diferentes organismos a la Organización de las Naciones Unidas arrojaron que en Venezuela para el último trimestre de ese mismo año más de 300.000 personas ponían en riesgo su salud, y hasta la vida, al no tener acceso a los medicamentos y a sus tratamientos.
33% de los médicos del país migraron en 2018 por el deterioro en la calidad de vida y servicios de salud
Estas cifras incluían a pacientes de diferentes patologías que en su gran mayoría eran asistidos por programas del Gobierno venezolano que
Así, 80.000 pacientes que recibían los retrovirales desde el Estado venezolano dejaron de hacerlo, al no poder adquirirlos por tener los recursos bloqueados en instituciones financieras y por haber quedado fuera del sistema de mensajería interbancaria, lo que cortó todo enlace con el comercio de medicinas y otros insumos de salud. También más de 16.000 médicos habían abandonado el país en 2018, un tercio de los galenos de Venezuela, sin contar a otros profesionales de la salud que también migraron.
Bloqueo de los recursos dejó a enfermos sin medicinas
que protege contra difteria, tos convulsa, tétanos, haemofilus influenzae tipo b y hepatitis B en el año 2018. Antes, la vacunación contra la polio alcanzó 90% de cobertura en el país
a 30% cayó pentavalente a 45% bajó vacunas polio a 40% cayó vacunas fiebre
amarilla en el año 2018, cuando la cobertura histórica sobrepasaba 80% pacientes oncológicos fueron afectados directamente por las sanciones, y, se desconocen las cifras de fallecidos por no tener acceso a los tratamientos.
La cifras y los riesgos se dispararon cuando un número superior a los 4 millones de hipertensos y diabéticos no pudieron adquirir, ni recibir gratuitamente, sus dosis de control de la enfermedad.
Para completar el desolador panorama, unos 22.000 médicos abandonaron el país, cifra que se incrementaba a medida que arreciaban las sanciones. A este tercio de los galenos criollos se les sumó otros profesionales del sector.
Esto generó un impacto muy negativo en la salud y el aumento de las muertes. l
Caracas. Las sanciones, que también bloquearon las operaciones financieras de la república para la compra de medicamentos e insumos médicos, generaron un profundo daño a la población con afectaciones de salud.
Por el sobrecumplimiento de las sanciones y cediendo a la extorsión del Gobierno de Washington, Novo Banco de Brasil bloqueó 12, 7 millones de dólares para que Venezuela cancelara a la Organización Panamericana de Salud la compra de insumos médicos y vacunas.
Según denunció la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, el bloqueo de los recursos paralizó la compra de “30 millones de jeringas; 6 millones de vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola; 5,5 millones de vacunas.
La compra de las vacunas anticovid-19, a través del sistema Covax, de la OMS, se retrasó por el bloqueo de 10 millones de dólares del banco UBS por estar, supuestamente, “en investigación”.
En otro caso, el gobierno de Juan Manuel Santos ordenó al laboratorio BSN Medical no vender medicamentos contra la malaria y el paludismo a Venezuela, a pesar que el país había cancelado la compra en su totalidad.