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Sin novedad en el frente: un relato brutal

SONIA HERNÁNDEZ

Caracas. Sin novedad en el frente logró alzarse con cuatro premios Óscar el pasado domingo en Los Ángeles; una producción de Netflix que se impuso como mejor película internacional, cinematografía, diseño de producción, así como maquillaje y estilismo.

El largometraje del alemán Edward Berger es, en líneas generales, un documento antiguerra. Basado en la novela homónima de 1929 de Erich Maria Remarque, esta es la tercera adaptación cinematográfica del relato y es la primera que se filma en alemán.

La primera se estrenó en 1930 y fue dirigida por el estadounidense Lewis Milestone. La segunda fue una película para televisión, estrenada en 1979, dirigida por el también estadounidense Delbert Mann, ganador del Golden Globe y el Emmy.

La nueva versión de Berger ofrece aproximación más espectacular, brutal y sangrienta que las anteriores. Algunos críticos señalan, eso sí, que le falta la profundidad del filme de Milestone.

La cinta debutó en el Festival Internacional de Cine de Toronto en septiembre de 2022. Un mes después fue lanzado en la plataforma de streaming Netflix.

La historia. La película narra los hechos a través de los ojos de Paul Bäumer (Felix Kammerer), un joven estudiante alemán de 17 años que se alista, junto con un grupo de amigos y sin el apoyo familiar para hacerlo, con el fin de combatir en la Primera Guerra Mundial. Todos terminan seducidos por los discursos efectistas de un importante militar.

Pero todo su entusiasmo, marcado de patriotismo y camaradería, se acaba cuando llegan a las trincheras en las líneas de combate en el norte de Francia. Contrario a lo que les dijeron, que tomarían París en seis semanas, a Paul y sus amigos Albert (Aaron Hilmer), Ludwig (Adrian Grunewald) y Katczinsky (Albrecht Schuch) les toca enfrentar la brutal realidad de la guerra, con la muerte acechando a cada minuto.

La primera secuencia del filme de Netflix no deja dudas de sus intenciones de sumergir al espectador en todo el horror, destrucción y confusión que viven los jóvenes protagonistas. La primera secuencia, de hecho, se abre con un paisaje: un bosque tranquilo y montaña aparentemente al amanecer. Un zorro se alimenta de su madre. Un tiro, la cámara se mueve hacia arriba, a las cimas de los árboles, altas y pacíficas. Berger luego corta a una vista aérea de humo a la deriva, que se despeja para revelar una serie de cadáveres. Un aluvión de balas perfora repentinamente la composición casi inmóvil, y la cámara gira para mostrar toda la extensión de la carnicería y el estiércol. Ese es sólo el comienzo. La cinta cuenta con una trama paralela que destaca las posturas encontradas del político Matthias Erzberger (Daniel Brühl), quien busca un acercamiento para terminar la guerra y evitar más muertes, y el general Friedrich (Devid Striesow), que pretende continuar los combates en nombre de su orgullo herido. l

De niño siempre tuve una inquietud bastante peculiar: intentaba mezclar chucherías para crear un sabor similar al de otras. Una vez con chocolate de leche, maní y galletas Sorbeticos intenté dar con la fórmula secreta de la Samba de maní. El esfuerzo fue en vano pero la aventura resultó muy divertida, sobre todo porque le preguntaba a mis jueces (hermanos) si notaban la similitud. Obvio que, sólo por comerse aquel atracón de dulces, asentían con la cabeza aunque aquello sabía a cualquier cosa menos a Samba.

Un montón de años después Netflix estrenó Snack vs Chef, un reality en el que sus concursantes hacen precisamente esto: echar mano a su experiencia en las cocinas para emular el sabor, textura y forma de ciertas chucherías populares en el mercado.

Cada capítulo es una adicción, sobre todo por el hecho de ver cómo estos artistas hacen malabares para dar con un bastón de Cheetos, una papa Pringle, una galleta Oreo o un chocolate Kit Kat. La serie cuenta con una temporada estrenada en 2022. Según la sinopsis oficial: “12 chefs se conectan con sus científicos interiores para recrear bocadillos clásicos y presentar sus propias creaciones. El premio: 50.000 dólares”. Son ocho capítulos en los que no todos los participantes compiten al mismo tiempo.

Una máquina expendedora de chucherías determina cuáles son los tres que entran al reto y también anuncia al ganador. l

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