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Venezuela y Ucrania
from UN 090323
Roberto Hernández Montoya
Estaríamos ahora como Ucrania si no hubiéramos derrotado las guarimbas. Como vemos en Ucrania, ese era el plan imperial: meter a la humanidad en un peo a través de Venezuela. Basta examinar los hechos posteriores al golpe ucraniano de 2013, el llamado Euromaidán, para ver cuál era el proyecto con Venezuela. Con el perdón, pero es una trama depravada. Viendo la vida sexual del hijo de Biden nos damos cuenta de que es un complejo de pederastia, laboratorios de guerra biológica y corrupción monda y lironda. Por ejemplo, el cucutazo fue una orgía de excesos carnales que terminó con la muerte de un orgiasta por exceso de drogas, en compañía de unas prostitutas. O sea, el viejo cariz del poder, que vierte su energía sobre toda clase de depravaciones. Una buena parte de la élite financiera, farandulera y política gringa estuvo involucrada con el multimillonario pederasta Jeffrey Epstein, a quien terminaron suicidando en una cárcel de Nueva York. Comparado con esta gente, el marqués de Sade no era más que un chico algo travieso.
Lo que está pasando en Ucrania es lo que los griegos llamaban hibris, la desmesura. Ahí hay toda clase de desenfrenos. Tráfico de armas, nazismo bastante descarado él, con cifras financieras astronómicas y quién sabe si de esos laboratorios de baby Biden salió el covid. En todo caso no sorprendería porque por ahí van literalmente los tiros.
Aquí todavía el uribismo no ha instalado laboratorios biológicos, que se sepa, pero sí ha instalado co- cinas de drogas y los desastres de paramilitares,las llamadas bacrim, abreviación de “bandas criminales”, que la fuerza armada venezolana ha tenido que enfrentar. Se dice y se repite que el imperio gringo está en decadencia, pero mientras termina de caer es mucho el daño que está haciendo por todo el mundo. Ya le quedan pocas naciones a quienes sancionar. Supongo que sancionarán también a los ovnis porque se la pasan ahora asediando el territorio de los Estados Unidos. A menos que sea un parapeto montado para ocultar los trenes venenosos descarrilados, el consumo de fentanilo, el sabotaje al gasoducto Nord Stream y demás desaguisados de la decadencia. Para allá nos llevaban las guarimbas y lo peor es que todavía están pendientes de eso, si no de algo peor. @rhm1947