D O M I N G O 22
14 JUSTICIA
DE AGOST
Caso: Masa Jefe Gaytán
E
n el tenebroso y pavoroso mundo del narcotráfico han existido delincuentes verdaderamente sanguinarios y negros de alma que no se miden para sacrificar a sus víctimas, los ha habido que utilizan los más crueles y diferentes métodos para acabar con sus enemigos, esos multiasesinos despiadados como por ejemplo Santiago Meza López “El Pozolero del Teo”, que desaparecía los cuerpos de los asesinados metiéndolos en tambos llenos de ácidos para después tirar en las coladeras del drenaje los “licuados” mortales, palidecía ante otro monstruoso criminal que se regocijaba al matar a sus víctimas principalmente policías a los que estacaba estilo indio y después les pasaba una aplanadora sobre sus cuerpos para hacerlos “tortillas”, desde luego nos referimos a Manuel Salcido Azueta “El Cochiloco”, del cártel de Jalisco muy cercano colaborador de Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca “Don Neto”. A “El Cochiloco” le encantaba matar, era muy maldito, elegante, y rengo a causa de un plomazo que le metieron en una pierna, su ejecución sucedió en la ciudad de Guadalajara, Jalisco el día 9 de octubre de 1991, fue también sanguinaria y prácticamente lo masacraron a balazos de grueso calibre igualmente a su chofer y una dama, sus cuerpos quedaron horriblemente desechos, la mujer alcanzó a ser
llevada al hospital donde al poco tiempo también murió al no poder superar las graves heridas que sufrió a manos de los despiadados sicarios que les dispararon más de ciento cincuenta balazos. Pero remontémonos a la historia tenebrosa de “El Cochiloco” de quien se dijo su ejecución se debió ha que hacia algunos años atrás de su horrible muerte se había robado cuatro toneladas de cocaína de ocho que venían a bordo de un barco en el estado de Colima, en compañía de “El Chapo” Caro (primo de Rafael Caro Quintero), que también fue ejecutado en Culiacán, Sinaloa por miembros de la clica colombiana dueños del mencionado cargamento de droga. Así, aquella leyenda viviente ¡“El Cochiloco”! dedicado al delito el superhampón de alta peligrosidad e irredento consagrado al enviciamiento de sus semejantes fue materialmente reducido a pulpa, bajo las ráfagas de fusiles de guerra M-60, metralletas AK-47 “cuernos de chivo” y pistolas también de grueso calibre. Su ejecución no tuvo ni el más elemental tinte de piedad humana, se le quiso exterminar, borra de la faz de la Tierra, arrancarlo de este planeta, como a la hierba mala y ponzoñosa. También su asesinato no solo fue una clara venganza del narcotráfico sino igualmente un auténtico “escarmiento” para el mundo de la mafia mexicana de los narcóticos. Su humanidad recibió
Armas que traían en la camioneta cuando fueron sorprendidos por los sicarios y sus dos acompañantes.
-Manuel Salcido Azueta, uno de los más famosos y temidos - Sacrificaba a policías al estilo indio (estacados) y d
La camioneta de la muerte, donde viajaba el temido narcotraficante más de 60 impactos de bala al igual que sus acompañantes Mónica Marcela Gárate Ureña de 21 años de edad y el lotero automovilístico Luis Lázaro Saucedo que conducía la camioneta pick up color blanco placas de circulación KG-0727, fueron también mascarados, la fémina todavía alcanzó a llegar con vida al hospital donde minutos después también murió dadas las graves heridas que presentaba, en tanto que el cadáver del lotero fue identificado por su esposa Martha Quiroz, con domicilio
en Río Tecaltepec, número 1804, colonia Las Aguilas de Zapopan, Jalisco. La espantosa agresión fue ejecutada por los verdugos de “El Cochiloco” y acompañantes en la esquina de Lapistázuli y Obsidiana, colonia residencial Victoria, donde aparecieron de pronto ocho sujetos que descendieron de rufos que estacionaron a las puertas de una tienda OXXO, armados de fusiles automáticos con gran rapidez y sin darles oportunidad de reaccionar a sus víctimas rodearon la camioneta y a una
El vendedor de automóviles y chofer de Manuel Salcido Azueta, corrió la misma suerte que el terrible narcotraficante.
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