Programa de Licenciatura para Profesores sin Título Pedagógico en Lengua Extranjera
especial, pues a ellas sí sin dificultad las podemos calificar de verdaderas o de falsas debido a que todas afirman o describen «algo». Cuando ese «algo» es el caso, entonces decimos que son verdaderas y cuando ese «algo» no es el caso, entonces decimos que son falsas. Por esta razón estas oraciones se llaman gramaticalmente aseverativas y podemos decir que toda oración aseverativa es una proposición. Sin embargo, no podemos sostener que toda proposición es una oración aseverativa, pues la proposición e, que está escrita en lenguaje formalizado, no es exactamente una oración aseverativa sino es más propiamente un tipo de fórmula matemática.
1.3. Proposiciones elípticas y descripciones definidas Hay expresiones exclamativas como ¡Agua!, ¡Oro!, o ¡Fuego!, por citar sólo tres ejemplos, que podrían ser interpretadas como proposiciones en el sentido de que ellas pueden traducirse por ‘Me muero de sed’ ‘En mi mina hay oro’ y ‘Allí hay fuego’, respectivamente. De esta suerte, las anteriores exclamaciones resultan proposiciones abreviadas o elípticas. La interpretación anterior en general es correcta y podemos decir que cuando una exclamación puede ser expresada de modo más detallado, mediante una oración aseverativa, entonces tal exclamación puede ser considerada una proposición elíptica o abreviada. De otra parte, es importante advertir que hay un cierto tipo de frases que a menudo originan dificultades en los estudiantes que tienden a confundirlas con proposiciones. Por ejemplo, las frases ‘El autor de la Ilíada’, ‘La esposa del rey de España’, ‘La raíz cuadrada de cuatro’, y las de su tipo, no son proposiciones porque no aseveran nada. Estas frases se reducen a ser meros artificios para sustituir nombres, pues la primera puede ser sustituida por ‘Homero’, la segunda por ‘Sofía ’, y la tercera por ‘2’. En efecto, un nombre no es una proposición sino sólo un componente de ella. Consecuentemente, cuando nos encontramos ante una secuencia finita de signos que puede ser sustituida por un nombre, con toda seguridad tal secuencia no es una proposición y la llamaremos descripción definida. El uso de la palabra ‘proposición’ es muy difundido entre los especialistas, pero algunos prefieren usar palabras como ‘enunciado’, ‘sentencia’,’ oración’, etc. para referirse a lo que, en este texto, denotamos con ‘proposición’.
1.4. Metalenguaje y lenguaje objeto En la sección 1 hemos dicho que a, b, c, etc. son nombres de proposiciones. Así el nombre de la proposición ‘2+5=5+2’ es e. Esto significa que e no es nombre de lo que se llama un objeto material, por ejemplo, una mesa, sino el nombre de una proposición que es una secuencia de signos que denominamos objeto lingüístico. Por esta razón e es un nombre metalingüístico y forma parte de un metalenguaje que se define como
20