Manifiesto Litoral N6

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EN PRIMERA PERSONA

Marta Samatán. Vicuña, Chile (1901) / Santa Fe (1981) Llegó al país en 1905 para formarse como maestra y en 1918 recibió su primer título. En 1921 quedó cesante con motivo de la huelga de docentes primarios. En 1927 se recibió de abogada en la Facultad de Derecho de la unl. En 1928 fue promotora del gremialismo docente en la ciudad de Santa Fe, en la creación la Asociación del Magisterio de Santa Fe. Ese mismo año escribió su primer libro Cantos de la vida diaria. En 1936 fue la primera presidenta de la Unión Argentina de Mujeres Filial Santa Fe, en 1938 ingresó, por concurso, como traductora a

la Biblioteca de la fcjs. Fue detenida en la cárcel de mujeres en 1943, señal de una época difícil para el gremialismo. En 1955 volvió a la unl designada delegada de la intervención (interina) en el Instituto Social. Formó parte del equipo de trabajo del Departamento de Pedagogía Universitaria hasta 1966. Entre 1969 y 1975 fue presidenta de la Asociación Santafesina de Escritores, en 1975 recibió el Premio a la labor literaria entregado por asde por su destacada y vasta obra. Falleció el 27 de julio de 1981.

MANIFIESTO CAMINO AL CENTENARIO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA 1918-2018

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DISTRIBUCIÓN GRATUITA. FASCÍCULOS MENSUALES DE DIVULGACIÓN HISTÓRICA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL.

DICIEMBRE DE 2017.

DEBATES

EL PROTAGONISMO DE LA MUJER EN EL REFORMISMO La Reforma Universitaria sintetiza el espíritu democratizador, de modernización, libertad y pensamiento crítico que modeló la Educación Superior en Argentina. Y para forjar estos ideales, numerosas mujeres realizaron sus aportes y contribuyeron a sentar los cimientos de la Universidad que estaba naciendo.

M Arriba: Caricatura de Marta Samatán en Nuestra Idea, órgano de prensa del Magisterio Santafesino. Fondo: Carta de Marta Samatán a Gabriela Mistral en la que le pide su apoyo para el proyecto de colección editorial La Educación en América. Santa Fe, 13-11-1945. Abajo: Unión Argentina de Mujeres, 1937. Aparecen sentados (de izq. a der.) María Luisa Bignon, Marta Samatán, Victoria Ocampo, Pio Pandolfo (Min. de Educación), Susana Larguia y Rosa Babini. Detrás en el centro, Ing. Babini.

Marta Samatán, Rosa Diner, Ángela Romera Vera, Letizia y Olga Cosettini fueron incansables trabajadoras en una Universidad que estaba forjando su carácter reformista. La Innovación pedagógica, la lucha gremial, la educación para todos y la extensión fueron los ámbitos en que se destacaron, como numerosas mujeres comprometidas con las ideas de universidad libre y abierta, políticamente autónoma y aseguradora del carácter estatal de la enseñanza. «Sus nombres sobresalen, da la casualidad que eran parte de un grupo intelectual muy activo y muy crítico, debaten las ideas de la época, apoyan las reformas, rechazan el fascismo. Seguramente hubo muchas mujeres comprometidas. Lo que las distingue dentro de la historia de la unl es haber formado parte de la institución en sus orígenes, profundizando con sus aportes el proyecto reformista», indica Stella Scarciófolo, directora del Museo Histórico de la unl.


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En la Santa Fe Reformista...

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• En las primeras décadas del siglo XX, en un marco de bonanza económica y especulación, una tarea por realizar se impuso: fortalecer, construir y redimensionar las distancias sociales. • Las casas del patriciado no permanecieron como único lugar donde entablar relaciones sociales; la tertulia, al igual que en el

contexto europeo se expandió a los lugares públicos, plazas, parques, almacenes de ramos generales, calles, cafés y confiterías. • En la familia, ámbito sagrado de la intimidad, comenzaban a definirse nuevas experiencias, donde se transformaban las pautas de la privacidad. Su reducto presentaba una notoria diversidad: por una parte, étnica; por otra, entre familias rurales y urbanas; por último, entre élites y sectores populares.

MUJERES DESTACADAS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA

INNOVACIÓN Y COMPROMISO

«Inspirados en principios de solidaridad humana, con el propósito de despertar en la mujer la conciencia de sí misma y el sentido de su responsabilidad y convencidas de que su alejamiento en nuestro país de los problemas sociales que lo agitan no tienen justificación alguna, resolvemos construir la Unión Argentina de Mujeres que, ajena a toda tendencia política, se propone realizar el siguiente programa» Declaración fundacional de la Unión Argentina de Mujeres Filial Santa Fe.

En la historia de las universidades argentinas, las mujeres estuvieron presentes desde 1880, y su rol había sido decisivo en las luchas por la Independencia. Al llegar la hora de la Reforma Universitaria, ocuparon lugares claves para sentar las bases de la universidad libre, abierta, autónoma, cogobernada y en estrecho contacto con la región de la que es parte.

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LAS PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX FUERON de transformaciones cruciales para el país, tanto políticas como económicas, sociales y demográficas, la Reforma Universitaria sintetiza el espíritu democratizador, de modernización, libertad y pensamiento crítico que modeló la Educación Superior en Argentina. Estos ideales reformistas también fueron sostenidos y construidos por mujeres que se destacaron en roles claves en la Universidad. Sus nombres están vinculados a la historia de la unl y del reformismo en general. Marta Samatán, Rosa Diner, Ángela Romera Vera, Letizia y Olga Cosettini fueron incansables trabajadoras en una Universidad que estaba forjando su destino. La Innovación pedagógica, la lucha gremial, la educación para todos y la extensión fueron los ámbitos en que se destacaron, como numerosas mujeres comprometidas con las ideas de universidad libre y abierta, políticamente autónoma y aseguradora del carácter estatal de la enseñanza. Y estuvieron presentes como estudiantes y más tarde como docentes en las aulas universitarias desde su creación. «Sus nombres sobresalen, da la casualidad que eran parte de un grupo intelectual muy activo y muy crítico, debaten las ideas de la época, apoyan las reformas, rechazan el fascismo, y se reunían periódicamente en lo de José Babini. Pero seguramente hubo muchas mujeres comprometidas», asegura Stela Scarciófolo, directora del Museo Histórico de la unl y agrega: «Lo que las distingue dentro de la historia de la unl es haber formado parte de la institución en sus orígenes, profundizando con sus aportes el proyecto reformista».

La formación de la mujer Si bien sólo la educación primaria era obligatoria en la Argentina de principios del siglo XX, el período se caracteriza por la creación de escuelas normales en todo el país y Santa Fe no es la excepción. También desde 1910 funcionaba en la ciudad la Escuela de Obstetricia. Instituciones que permiten inferir la importancia social y cultural que se otorgaba a la formación de las mujeres como maestras y obstetras, a tono con los tendencias que a nivel mundial que priorizaban la educación y la salud –que se conocerá como el higienismo– y tendrá su impacto en la organización de la esfera pública.

Así daba cuenta el diario El Litoral: «La entidad local, ya en marcha, trata de atraer la mayor cantidad de mujeres sin distinción de clases, religión o razas; el éxito ha empezado a sonreírle, en vista de lo cual el domingo próximo se llevará a cabo una asamblea para ver el modo de establecer una universidad femenina destinada a formar visitadoras de higiene y de asistencia social; también servirá de escuelas para adultas analfabetas, y preparará especialmente a las mujeres que quieran colaborar en el estudio de los importantes problemas que afectan principalmente a las mujeres», se publicó el 4 de agosto de 1936. En Latinoamérica, el acceso de las mujeres a los estudios universitarios se produjo a partir de la década de 1880 y también la carrera de medicina tuvo un rol protagónico. Fueron cinco los países latinoamericanos que incorporaron mujeres a la universidad en el siglo XIX: Brasil, México, Chile, Cuba y Argentina. El interés de formarse de la mujer estaba muy presente y eso se evidencia en los estudios y en el especialmente importante número de mujeres que asisten a los cursos que se brindaban desde el Instituto Social de la unl. Protagonistas Los nombres que han quedado marcados en la historia de la UNL dan cuenta de mujeres comprometidas con ideales de educación pública y reformista que repercuten aun hoy en esta Universidad que piensa su centenario. Marta Samatán nació en Chile pero llegó de pequeña junto a sus padres a Santa Fe. Se recibió de maestra en el nivel primario, luego de abogada en la unl, y dejó su sello como gremialista pues trascendió como impulsora de la fundación de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), de la que fue su primera presidenta. Ese compromiso político sería el motivo de su detención en 1943, cuando la unl fue intervenida. Su tarea en la unl se vería condicionada por los avatares de la política nacional: había ingresado como traductora de la Biblioteca de la Facultad de Derecho en 1938, pero el cargo le fue vedado hasta que pudo regresar luego de 1955, año en que fue nombrada Delegada en el Instituto Social. Formó parte del Departamento de Pedagogía Universitaria, donde formó una biblioteca especializada que sería desmantelada en 1966.


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• La familia del pasado evoca una imagen bien definida de la autoridad patriarcal y a una subordinación a la misma de los demás miembros, en particular de las mujeres. • Caracterizada por una rígida moral, especialmente la moral sexual femenina, concentraba la actividad de las mujeres en tareas domésticas. El varón era quien debía trabajar fuera del hogar y proveer de los recursos para afrontar las necesidades económicas.

• Una severa crianza de los hijos hasta su independencia –para el niño hasta la adolescencia, para la niña cuando contrajera matrimonio– establecía que la inserción de la mujer en la vida familiar implicaba una subordinación a la autoridad del varón: su padre, su hermano mayor o su esposo. • Desde la esfera pública se consideraba a la familia como la célula básica para la formación del niño y del ciudadano.

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1. Master copia del acta de la Asociación de Magisterio de Santa Fe con 85 firmas de adhesión, junio de 1935. 2. Olga Cossettini y la alumna Antonia, sin fecha . 3. Título provincial de Mastra expedido a Olga Cossettini por la Escuela Normal de Maestros Rurales de Coronda, 1914. 4. Visita de Victoria Ocampo a la Unión Argentina de Mujeres, Filial Santa Fe, 1937: a) Marta Samatán; b) Victoria Ocampo; c) Rosa Dinner; d) Ángela Romera Vera.

bibliografía consultada: • lux indeficiens. crónica para la historia de la universidad nacional del litoral, jorge conti, ediciones unl. • acta de nacimiento. camino a la reforma universitaria en el litoral 1916- 2016, museo histórico unl. • lo íntimo y lo público. sociabilidad y familia, analía garcía, en sociabilidad, corporaciones, instituciones (1860-1930), sandra fernández, ed la capital, rosario. • el acceso de las mujeres a la educación universitaria, alicia itatí palermo, universidad nacional de luján y unsam.

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Escribió novelas en las que abordó historias de mujeres que sobreviven en ámbitos opresivos, y textos académicos que rescatan la figura de educadoras valorables, y reflexiona sobre las condiciones necesarias para que el género femenino pueda hacerse a sí mismo. Además dictó conferencias para la Sección Extensión Universitaria del Instituto Social, entre las que se destacó una referida a los derechos civiles de la mujer argentina. Al igual que Ángela Romera Vera militó en la Unión Cívica Radical; fue la primera presidenta de la sede local de la Unión de Mujeres Argentinas, y el mismo rol cumplió en la Asociación de Escritores Santafesinos (Asde). «Marta Samatán tenía un ideal de educación para todos los niveles muy fuerte, un ideal de educación global y no formal, aunque todavía no llevara ese nombre, jerarquizó esos ejes: el cuidado del libro, la traducción, la publicación, las charlas y conferencias, seminarios, asistir a los congresos para debatir y discutir, y para que el conocimiento estuviera al alcance de todos, de estudiantes, docentes, investigadores y todo aquel que se acerca a la Universidad. Su tarea en la traducción de obras de cinco idiomas fue muy importante», opina Stella Scarciófolo. La importancia de la Extensión Ángela Romera Vera fue doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales por la unl, donde ejerció como profesora titular de la cátedra de Sociología, adjunta interina en Filosofía del Derecho; docente en la Facultad de Ciencias de la Educación de Paraná; y en la de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, de Rosario. Llegó a integrar el Consejo Directivo de Derecho, y el Consejo Superior de la unl; y cumplió un rol importante en la reforma del Estatuto Universitario de 1958, donde por primera vez las mujeres participaron activamente. En ese contexto defendió fervientemente que la extensión fuera considerada en el mis-

mo nivel que la docencia y la investigación como actividades propias de la institución. Como docente trascendió con su labor el espacio del aula, continuando la enseñanza en reuniones que se prolongaban en los pasillos de la Facultad y los cafés. Además, condujo el área de Extensión del Instituto Social de la unl, y dirigió el Departamento de Sociología a través del cual innovó en metodología de la investigación haciendo uso de una Encuesta Social, que incorporaba un registro fotográfico al estudio de la realidad de Santa Fe y la región. De esa experiencia surgiría la invitación a Fernando Birri para coordinar una jornada de Introducción al fotodocumental, que sentó las bases para la creación del Instituto de Cine de la unl. Junto a Rosa Diner integraron las comitivas que promovieron las actividades de la unl en todo su radio de influencia a través de conferencias en bibliotecas públicas y de la producción editorial. Ambas convergieron en esas iniciativas que ponían en circulación las ideas y pretendían barrer con las fronteras sociales, económicas y políticas que limitan el acceso al conocimiento. En la trayectoria profesional de Rosa Diner como profesora de Historia, y a través de su militancia política, la mujer fue un tema central sobre el que trabajó bajo el auspicio del Instituto Social de la unl y asociaciones intermedias de la ciudad. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Diner participó en organizaciones Pro Aliados; y se afilió al Partido Socialista en tiempos de alianzas antifascistas y frentes populares. Por fuera del ámbito universitario, formó parte de entidades como la Asociación Amigos de la Infancia (desde 1928), con un claro perfil educativo y social que se ocupaba de niños en situación de riesgo social. Además contribuyó a la organización de la Biblioteca Pedagógica Domingo Faustino Sarmiento, y ad honorem ejerció como docente del Bachillerato Nocturno del Colegio Nacional.

Innovación pedagógica Olga y Letizia Cossettini fueron dos hermanas que dejaron su impronta en el campo pedagógico. Llegaron a ser reconocidas internacionalmente por su adaptación de la propuesta italiana de Gentile y Lombardo Radice a la experiencia rupturista de la Escuela Serena, que puso en cuestión la relación de los alumnos con el conocimiento, de la escuela con la sociedad, y la diferenciación tradicional entre juego y aprendizaje. Los resultados de su práctica innovadora y la fundamentación teórica de esa propuesta fueron difundidos en la segunda mitad de la década de 1930 en conferencias regionales del Instituto Social de la unl, que integrarían a Olga luego como asesora. Con excepción de los períodos en los que fue cesanteada, Olga se desempeñó en diferentes instituciones. En 1957 asumió como directora de la Escuela Superior de Danzas de la unl, mientras continuaba asesorando al Instituto Social. «El temperamento, formación y fuerte opinión de estas cuatro mujeres les permitió sobreponerse a las adversidades que les planteaba el contexto. En los períodos de dictadura o de gestiones que contrariaban los principios reformistas debieron renunciar a sus cargos, y tal como ocurrió con Marta Samatán durante la intervención de Bruno Genta, ese compromiso implicó que fuera detenida», señala Scarciófolo. Y aclara: «No fueron las únicas mujeres que formaron parte de la Universidad de una manera destacada. Lo que las distingue dentro de la historia de la unl es haber formado parte de la institución en sus orígenes, profundizando con sus aportes el proyecto reformista». Compartieron la pasión por la educación pública –fueron fervientes defensoras de la Ley de Educación Nº1420– y confluyeron en las actividades de extensión del Instituto Social de la unl.

«Por la elevación cultural y espiritual de la mujer apoyará toda obra tendiente a despertar en la mujer la noción exacta de sus posibilidades individuales y sociales, con el fin de desarrollar hasta el máximo sus facultades productivas y creadoras en aquellos dos sentidos» «Por los derechos de la mujer; por la protección de la madre; por la defensa de la niñez; por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de la obrera, la empleada y la campesina; por la regeneración moral de la mujer y contra el comercio carnal y por la paz universal» Declaración fundacional de la Unión Argentina de Mujeres Filial Santa Fe.


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Los Principios

REFORMISTAS Según los ideales de los reformistas, la Universidad debe ser laica, es decir desvinculada de cualquier credo religioso, para que pueda cumplir con sus funciones en un campo de amplia libertad espiritual, diversidad de opiniones y saberes. Sin dudas, a principios del siglo XX el movimiento reformista latinoamericano se opuso fuertemente al clericalismo y la concepción medieval-colonial de la universidad heredada de modelos europeos. En la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX, relacionado con la generalización de la democracia por medio de la conquista del sufragio universal, emergió una corriente educativa que replanteaba las tradicionales relaciones de autoridad en la educa-

La Doctora Ángela Romera Vera expresó en la Asamblea compromiso de la UNL con la Extensión Universitaria.

Fragmento de las ideas reformistas de Ángela Romera Vera

ción y la enseñanza, para poner el acento en el protagonismo del estudiante. Los estudiantes reformistas sembraron el sólido principio del acceso de todo hombre y mujer a la Educación Superior, pues la enseñanza no puede quedar restringida a determinados grupos. Sembraron la semilla de la lucha y defensa por la educación gratuita y el ingreso irrestricto que daría frutos dos décadas después. Hoy, en marcha el siglo XXI, la Universidad reformista continúa trabajando por una mayor inclusión en sus aulas y porque la educación superior esté al alcance de todos. Pues el mayor desafío para nuestras instituciones consiste en romper las barreras de la exclusión a la educación de calidad para los argentinos.

DISCURSO, EN EL MARCO DE LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA PARA MODIFICACIÓN DEL ESTATUTO, 1958.

EDUCACIÓN LAICA ACCESO PARA TODOS

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5. Quirófano de pequeños animales, FAVE. 6. Prácticas en la Facultad de Ciencias Veterinarias.

La Universidad Nacional del Litoral nació bajo el signo de la Reforma. Es conocida su azarosa existencia. Intervenida unas veces para despolitizarla, otras para aristotelizarla, se la ha tachado de revolucionaria y de antirrevolucionaria, nunca de anquilosada o muerta. Si quisiéramos encontrar los elementos esenciales de su personalidad, tendríamos que buscarlos en su aguda sensibilidad para los problemas nacionales. Nada argentino me es extraño, podría ser su lema. Esta inquietud por lo nuestro no es la simple curiosidad del científico que desde afuera de la realidad procura comprenderla, es participación activa, con todas las ventajas e inconvenientes implícitos en ello. La posición espiritual de nuestra Universidad ha sido el fermento de muchas iniciativas, mejor a peor logradas, pero que tienen todas, el mérito de la autenticidad. Así nació en 1928 el Instituto Social como vehículo de unión de la Universidad con el pueblo. Todavía no se hablaba entonces de contorno social, de medios de comunicación de masa y muy poco de extensión universitaria. Sin embargo, con esa intuición que da la participación vital, los fundadores del Instituto Social, sin haber estudiado Sociología ni Ciencias Políticas, supieron crear los organismos necesarios para que se realizase la perfecta convivencia entre el pueblo y la universidad. No se entendió la Extensión Universitaria como simple educación de las clases inferiores por una élite, sino como intercambio. La Universidad y sus miembros, no se estimaron como algo distinto y mejor sino como parte del todo nacional del que precedían y al que volvían con adquisiciones que necesitaban ser contrastadas por la realidad para reconocerlas como válidas. No podía admitirse un contorno social de la Universidad porque entre ella y su mundo no había delimitaciones diferenciadoras sino diversas formas de vida en permanente intercambio. Las Universidades Populares tuvieron las mismas características que las Facultades con una población distinta porque sus horarios nocturnos y sus planes de estudio eran más favorables para la concurrencia de los obreros. Las clases magistrales se convirtieron en charlas, diálogos, cursillos, dirigidos o dictados por quienes tenían algo que decir a los demás; para dictar una lección en la Sección Extensión Universitaria no se necesitaban títulos doctorales. Una radio, una revista, una sección de folletos, fueron medios de comunicación, así como los teatros infantil y juvenil, los títeres, los conciertos, las exposiciones y la exhibición de películas.

FASCÍCULOS MENSUALES DE DIVULGACIÓN HISTÓRICA DE LA UNL. REALIZACIÓN DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL. REDACCIÓN ANDREA VITTORI. DISEÑO FRANCO SCARAFIA. ASESORA DE CONTENIDOS STELLA SCARCIÓFOLO, ARCHIVO HISTÓRICO “MARTA SAMATÁN”, PROGRAMA HISTORIA Y MEMORIA


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