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COMUNICADO: LÍNEAS ATICORRUPCIÓN Y DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS UNISIMÓN

En la mayoría de las infecciones virales el sistema inmune tiene la oportunidad de enfrentarse a la partícula viral durante algún momento de la infección antes de penetrar la célula o salir de ella tras la replicación, así como de enfrentarse a las células infectadas.

Desde el punto de vista inmunológico las infecciones víricas pueden combatirse una vez que atraviesan las barreras fisicoquímicas, es decir, cuando entran al sistema sanguíneo, cuando atraviesan los ácidos del estómago o por la piel, entre otros. En este momento el sistema Inmune empieza a luchar contra la partícula o contra las células infectadas o contra ambas mediante diferentes mecanismos de respuesta inmune natural o adquirida.

La respuesta inmune natural ante el coronavirus se da una vez que el virus accede al interior de la célula, el sistema inmunológico del huésped reconoce el virus completo o el epítopo, que son pedazos de ese virus que por lo general son esas proteínas y son esas secuencias de las proteínas que se encuentran más hacia la parte externa. Esto provoca una respuesta inmune innata o adaptativa.

La función de las células inmunitarias innatas del hospedador se alteran durante la infección por SARS-Cov por sus proteínas no estructurales, lo que afecta la producción general de citocinas o citoquinas. Gracias a esto se ha descubierto que la respuesta humoral contra el Sars-Cov-2 es similar a la de otras infecciones por coronavirus que implica la producción característica de inmunoglobulina.

Lo que se requiere básicamente para el diseño de esta vacuna son partes de la vacuna que el sistema inmune reconozca y que preferiblemente sean de la proteína N o S. En ese orden de ideas, el equipo de investigadores colaboradores y pertenecientes a la Universidad, se dieron a la tarea de buscar dentro del proteoma vigente hasta noviembre del año pasado, epítopos de la proteína que sean muy conservados y que permitan diseñar una que sea reconocida por el sistema inmune, que genera anticuerpos neutralizantes y que además genere memoria, lo que la hace específica para este virus.

Existe un fenómeno que se conoce como pecado original antigénico y es aquel que cuando el virus cambia en su secuencia el sistema inmune solamente reconoce aquellos virus iniciales o las infecciones iniciales, no las nuevas infecciones. Esto ocurre, por ejemplo, en las gripas. Las vacunaciones contra gripe son cada año, y eso precisamente porque hay nuevas variantes del virus.

Entonces, pensando en que el virus llegó para quedarse, tal como lo han mencionado ya muchos expertos en el tema, se requiere nuevas formas vacunales, nuevas proteínas o cualquier otra tecnología que pueda generar anticuerpos neutralizantes específicos contra el SARS Cov-2.

El problema de la situación mundial actual es que hay un proceso de vacunación lento, lo que permite que el virus se transmita de una persona a otra y cada vez que eso sucede es una probabilidad potencial de que el virus cambie a una variante que pueda ver comprometida la protección, debido a las vacunas o una infección previa. Eso quiere decir que para esta nueva variante de virus se requeriría otra vacuna o actualizar las vacunas que ya se encuentran.

Dicho de una forma más sencilla, la intención con esta vacuna por parte del equipo de expertos y de muchos otros grupos, casi 200 proyectos vacunales se desarrollan actualmente en el mundo en diferentes etapas, es la de generar muchas vacunas que funcionen de esa forma para descentralizar el proceso de vacunación y en un corto tiempo vacunar a todo el mundo.

Antes de culminar su intervención, el Dr. Yosa dedicó tiempo a responder muchas de las preguntas e inquietudes compartidas por los asistentes al En Vivo y que colgaron sus comentarios en tiempo real a través de la plataforma de Facebook.

El experto terminó agradeciendo a la Universidad Simón Bolívar por apoyar proyectos científicos tan pertinentes como el de la nueva potencial vacuna contra el Covid-19 y advirtió a la audiencia de la participación de Unisimón en proyectos de alto impacto científico que al igual que este se vienen trabajando desde algún tiempo y que tendrán beneficios prácticos para la comunidad local y nacional.

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