COMUNICADO: UNISIMÓN GESTIONA VACUNACIÓN PARA SUS DOCENTES Y ADMINISTRATIVOS

PARTICIPACIÓN DE LA DRA. ORNELLA RUÍZ, MÉDICO PEDIATRA MGTR. EN EPIDEMIOLOGÍA CLÍNICA

PONENCIA: DESNUTRICIÓN INFANTIL, ABORDAJE EN URGENCIAS

El manejo de la desnutrición en el mundo realmente ha transitado por muchos escenarios y abordajes. Hasta los años 60, el manejo de la desnutrición era totalmente hospitalario, todavía no se incluían algunas fórmulas importantes como la F-75 o la FTLC, la cual es un fórmula que ha elevado el manejo de la desnutrición, en el sentido que permite que muchos de los pacientes con desnutrición puedan ser tratados de forma domiciliaria o ambulatoria. Sin duda alguna, pese a que el manejo de la desnutrición ha cambiado mucho, esta sigue siendo un reto para los profesionales que tienen cobertura en esta área de atención médica.

Cuando se habla de desnutrición su definición se comprende desde tres perspectivas. En este mismo sentido, es importante comprender que la alimentación es mucho más que una necesidad exclusivamente fisiológica o nutricional y tiene efectos, no solo en esta área, sino en general en todo el contexto biopsicosocial del paciente.

Epidemiológicamente, se entiende que un gran porcentaje de niños en los países, principalmente en vía de desarrollo, presentan desnutrición; 52 millones de niños menores de 5 años presentan desnutrición al año en su fase aguda, y alrededor del 45% de las muestras en este grupo etario se asocia a desnutrición; la mayoría de casos se presentan en países de bajos y medianos ingresos.

Un aspecto muy importante es que la desnutrición aguda severa que amerita un ingreso hospitalario y que se asocia a una comorbilidad, puede tener una tasa de mortalidad que se eleve hasta el 30% y 50%. Es decir, de cada 10 pacientes que presenten estas condiciones 5, en el peor de los casos, no lograrían sobrevivir. Con el tratamiento adecuado y una intervención oportuna, se espera que la letalidad de la desnutrición se reduzca a menos del 5%.

Cuando se habla de clasificar la DNT o desnutrición, se hace referencia a una DNT primaria y a una secundaria. Se clasifica como primaria cuando el niño o niña mantiene una baja ingesta de los alimentos necesarios para su desarrollo, lo que normalmente tiene relación con situaciones culturales, sociales y económicas. Por otro lado, cuando se habla de DNT secundaria se hace referencia a defectos en la utilización de los alimentos como resultado de algún proceso patológico.