El-Libro-Del-Ego-Osho

Page 102

mente y dirá mañana, mañana. Morirás y no habrás hecho nada; solo pensar. Y tanto pensar te ayuda a aguantar: no te sientes perezoso porque piensas tanto en las grandes cosas que vas a hacer, sueñas con grandes cosas y no haces las pequeñas cosas que tendrías que hacer ahora mismo. Trabajar con ahínco significa estar presente y hacer lo que te plantea como reto el presente. «El otro día dijo que el esfuerzo es peligroso, pero que hay que trabajar con ahínco en las meditaciones.» Sí, trabajar con ahínco... porque tendrás que ir en contra de la mente. La dificultad del trabajo no radica en el trabajo mismo —el trabajo es extraordinariamente sencillo, muy simple—; la dificultad estriba en que, como la mente te nubla la visión, tienes que salir de ella. «Para mi mentalidad alemana, esforzarse equivale a trabajar con ahínco.» Eso lo comprendo, pero todas las mentes son alemanas. Por eso todo el mundo tiene tales dificultades, por eso todo el mundo encuentra su propio fascismo, su propio nazismo, su propio Hitler, Todo el mundo. La mente es fascista y busca continuamente líderes, alguien que dirija. El mundo entero se sorprendió cuando Alemania cayó en la trampa de Adolf Hitler. Nadie daba crédito; era casi ilógico. Un pueblo tan hermoso, con tal tradición de conocimientos, de hombres cultos, de grandes filósofos, Kant, Hegel, Feuerbach, Marx... Semejante cultura, con intelectos tan refinados, una cultura de grandes científicos, de grandes músicos, novelistas y poetas, el país de los filósofos y los profesores... En ningún otro país se ha respetado más que en Alemania la palabra «profesor». ¿Qué ocurrió para que un pueblo tan inteligente cayera en manos de un ser estúpido, casi subnormal, como Hitler? Pero hay que comprender lo siguiente: que el saber, si es superficial, si se limita a la mente, no sirve de ayuda. El saber se mantiene en la superficie, mientras que en lo más profundo sigue siendo infantil. Esos intelectuales, incluso un hombre como Martin Heidegger, un gran filósofo, quizá el más importante del siglo XX, también era partidario de Adolf Hitler. ¿Qué les ocurrió a esos gigantes para que apoyaran a un hombre que estaba medio loco? Hay que comprenderlo; puede ocurrir y siempre ha ocurrido. Esas grandes mentes solo son grandes en la superficie; en el fondo, su vida es infantil. Lo único que ha crecido es su intelecto, pero ellos no han crecido como personas. La mente de Heidegger era muy madura, pero su ser muy infantil. El ser, si es infantil, espera a alguien que lo dirija. Una persona realmente madura no carga sus responsabilidades a nadie; se hace responsable de su propio ser. Pero resulta que este país de científicos, filósofos, profesores, poetas e intelectuales fue víctima de un hombre vulgar, mediocre, y ese hombre dominó el país. Este hecho debería contribuir a que todos comprendieran la estupidez del intelecto. El intelecto es superficial. Habría que avanzar en el desarrollo del ser, porque en otro caso siempre tenderemos, siempre estaremos dispuestos a convertirnos en víctimas de semejantes personas. La mente está condicionada desdé el exterior, puede ser gobernada desde el exterior. Hay que madurar hacia la no-mente, y solo entonces no os dominarán desde el exterior. Solo la persona de no-mente es libre, independiente. No es ni alemana, ni india, ni inglesa, ni estadounidense... es sencillamente libre. Estadounidense, indio, alemán... no son sino nombres de las prisiones, no de los cielos de libertad. No son los cielos para volar, sino las prisiones en las que vivir. Nadie es dueño de la persona libre; la persona libre es dueña de sí misma. La

102


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.