EDUCACIÓN Y CIENCIA l
Profesiones y colegios (y II)
¿Qué quiero ser de mayor? Araceli M. Villegas La formación académica de los niños y jóvenes es esencial en su futuro desarrollo como profesionales de calidad. Precisamente, es durante el proceso educativo y de formación tanto en colegios como institutos donde los alumnos y alumnas, a través de sus docentes, adquieren actitudes y aptitudes que repercutirán en sus proyectos profesionales. Pero, ¿qué características deben tener estos profesionales?. Docentes y orientadores Desde el Consejo General de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias aseguran que si se preguntase a los niños y jóvenes, destinatarios directos del servicio que prestan los profesionales de la docencia, cuáles son las características indispensable de dichos profesionales, «citarían la competencia científica y la habilidad didáctica». Aunque seguramente no lo expresarían con estas palabras, «sin duda nos dirían que el correcto ejercicio de la profesión docente exige tratar justa y equitativamente al alumnado, sin aceptar ni permitir prácticas discriminatorias de ningún tipo. También pondrían el acento en la necesidad de no adoctrinar el alumnado, fomentando el desarrollo del juicio crítico. O también, se referirían a la necesidad de adoptar todas la medidas necesarias para salvaguardar la libertad, la dignidad y la seguridad física, psicológica y emocional del alumno». Para la formación de un menor es fundamental tener una sólida orientación en su etapa educativa para que los problemas propios de esos años esenciales en el desarrollo de la persona puedan canalizarse satisfactoriamente. Ayuda a Pixabay ello, la figura del orientador — pueden ser de distintas titulaciones— , «pero cuando un orientador es titulado en psicología como experto en comportamiento humano que es, tiene una formación en evaluación e intervención psicológica que le permite dar respuestas a las necesidades de crecimiento integral y a las problemáticas complejas que se viven en los centros educativos, como son los desajustes emocionales, las disfunciones cognitivas-sensoriales-motoras, los trastornos del comportamiento, la violencia y el acoso escolar, la adicción a las nuevas tecnologías, las conductas de riesgo en general, los momentos críticos, la atención a la diver40 g Profesiones
sidad, y el fracaso y abandono escolar», aseguran desde el Consejo General de la Psicología. «Mens sana in corpore sano» Junto al desarrollo intelectual y personal de los alumnos y alumnas, es muy importante fomentar unos hábitos de vida saludables en los que se incluya el ejercicio físico como parte del equilibrio en el crecimiento de los menores. Mónica Aznar, interventora del Consejo General de Profesionales de la Educación Física y el Deporte y coordinadora del grupo de expertos de Enseñanza en Educación Física, señala que los profesionales de esta materia tienen una presencia muy relevante en los centros escolares ya que «impartimos charlas sobre el papel del profesorado de Educación Física en la educación integral del alumno, realizamos campañas sobre hábitos de vida saludables, colaboramos con investigaciones científicas sobre técnicos deportivos y motivos de práctica deportiva, a través del observatorio de deporte escolar estamos presentes en la ONG Deporte para la educación y salud, etc».
Equipos multidisciplinares Para que exista una atención integral a los niños y jóvenes es necesario que los equipos de profesionales de los centros escolares sean multiprofesionales, de este modo puede darse un enfoque real y multidisciplinar tanto a los problemas como a las soluciones del día a día, ya que en muchas ocasiones estos conflictos van más allá de las aulas. La presidenta del colegio de Trabajadores/as Sociales de Cantabria, Raquel López Martínez, incide en los distintos nº 168 g julio-agosto 2017