CULTURA K
La etnomusicología, un saber multidisciplinar Teresa Fraile Prieto Presidenta de la Sociedad de Etnomusicología Probablemente la etnomusicología, como profesión, resulte un ámbito poco conocido para gran parte de la sociedad. Así pues, no está de más aclarar que la persona que se dedica a la etnomusicología es aquella que contempla la música como una forma de cultura y analiza el papel, los usos y las funciones que cumple la música en una sociedad, así como los procesos de creación y transmisión de las músicas presentes en un contexto determinado. Literalmente podría hablarse de etnomusicología como de «el estudio de las músicas del pueblo», por lo tanto, se trata de un campo de estudios que abarca muy diversos tipos de música. Si bien de un modo general esta ciencia se interesa por todas las culturas musicales, de forma más precisa se ocupa, fundamentalmente, del estudio, recuperación y tratamiento de las músicas de tradición oral, músicas folklóricas, las músicas populares urbanas (incluyendo géneros desde el jazz al rock) y las músicas populares de culturas no occidentales, en contraposición con la conocida por el gran público como música clásica o música culta. La música es, sin lugar a dudas, uno de los factores que con mayor fuerza contribuye a construir la identidad de las personas y que de forma más certera define a los individuos y a los pueblos: la música ha acompañado la vida del ser humano en sus ritos y sus fiestas, en su trabajo y su ocio, en su vida espiritual y en sus momentos cotidianos. Por ello, más allá del repertorio musical al que se consagra, podría afirmarse que la etnomusicología viene definida por su particular forma de acercamiento al fenómeno musical, pues esta perspectiva observa el hecho musical como parte determinante de una cultura. Son varias las asociaciones que existen en España con una clara vocación etnomusicológica. La SIBE, Sociedad de Etnomusicología, es, desde hace veinticinco años, una sociedad científica que aglutina a cerca de trescientos investigadores y estudiantes al tiempo que es también la cabeza visible de dos asociaciones de carácter internacional: por un lado, es la representante española del Internacional Council for Tradicional Music, la organización internacional más relevante dedicada a las tradiciones musicales y, por otro, también representa a la rama española de la Internacional Association for the Study of Popular Music, que desde hace cuarenta años estudia las músicas urbanas. A estas se le suman otras asociaciones como Instrumenta, consagrada al estudio de los instrumentos musicales y sus colecciones, o las innumerables asociaciones de folklore que proliferan en todos los rincones de España Educación y gestión patrimonial Todos estos factores convierten a la etnomusicología en un ámbito multidisciplinar por definición y, aunque la etnomusicología es una ciencia, son varios sus perfiles profesionales. En nuestro país es un pequeño colectivo el que se dedica profesionalmente a ella, pero el panorama se ensancha si pensamos en todas aquellas personas que se dedican a reco44 g Profesiones
ger instrumentos o canciones en los pueblos donde aún se cantan, a interpretar músicas de tradición oral, a enseñarlas y a difundirlas. Aparte del evidente oficio de intérprete, cabe señalar otros usos, como el potencial de la música popular como resorte de conexión con la emocionalidad y con vivencias personales, por eso la utilizan musicoterapeutas o psicólogos en determinadas terapias. No obstante, son dos los ejes fundamentales en los que participan los etnomusicólogos: la educación y la gestión patrimonial.
La música es, sin lugar a dudas, uno de los factores que con mayor fuerza contribuye a construir la identidad de las personas y que de forma más certera define a los individuos y a los pueblos Dado que es una disciplina muy bien asentada en otros países, especialmente en los contextos anglosajones y germánicos, su presencia en la educación superior española ha alcanzado ya un cierto grado de madurez. De hecho, ocupa un lugar en los ciclos superiores de los conservatorios y en los grados universitarios especializados en música, con un profesorado experto, además de estar presente indirectamente en la docencia de escuelas de música y en la educación oficial de primaria y secundaria. En este sentido, debido al valor educativo de las músicas populares, una gran parte de las personas vinculadas con la etnomusicología son docentes, por lo que se encuentran emparentadas con pedagogos, orientadores y personal de la educación. En su vertiente profesional de conservación patrimonial, esta profesión está relacionada con trabajadores de la historia del Arte y con los museos etnográficos, algunos de los cuales destacan por la conservación de instrumentos, como la Fundación Joaquín Díaz. Además, puede afirmarse que la etnomusicología es antropología de la música, por lo que es una disciplina a la que frecuentemente acceden los profesionales de la antropología y los estudios culturales. Por otro lado, la transformación, la hibridación y la evolución siempre han sido rasgos propios de toda expresión musical, por eso también es importante atender a los procesos que experimenta la música en cada contexto, incluyendo las diversas maneras de vivenciar, su difusión a través de las tecnologías y las formas en las que actualmente la industria convierte esas músicas en mercancía. En este sentido, el ámbito etnomusicológico está estrechamente relacionado con las profesiones del mercado discográfico, la producción y la gestión cultural, ya sea con quien realiza una labor técnica en instituciones o quien se dedica a la organización de conciertos y festivales. De esta manera, hoy más que nunca, la etnomusicología demuestra su total pertinencia en la realidad actual. nº 165 g enero-febrero 2017