A comienzos de la dictadura no sabía que cambios nos traería el golpe de estado solo veía que era algo brutal y de gran impacto, las explosiones de los bombardeos a la moneda se escuchaban desde lejos en ese momento vivía en el paradero 9 de Gran Avenida los bandos emitidos por la radio en esos tonos de esa forma era algo muy inusual solo traía susto a todos por la violencia que conllevaba, las restricciones en cuanto a poder caminar por la calle, los primeros días no se podía salir más que hasta las 3 de la tarde a esa hora ya nadie podía andar fuera porque se exponía a que le disparan si ese era el deseo de los militares en los autos en que andaban o tanquetas. Al poco tiempo empecé a ver los cambios que trajo a mi vida. Hacía algunos meses yo había entrado a trabajar a un departamento del Ministerio de Vivienda como mecanógrafa y ya no estaba trabajando después del golpe esa fue la primera consecuencia para mí, ya no era posible volver ahí, empezaron a despedir a personas que habían sido contratadas con anterioridad y yo no tenía contrato, eso era lo peor que podía pasarme pues necesitaba trabajar y ese para era un buen trabajo, los compañeros de trabajo que eran muchos ahí en ese departamento así buscando la forma de volver, uno de los compañeros me dijo que fuera a hablar al Ministerio de Educación pues necesitaba sacar una licencia secundaria de forma libre pues no la tenía y fui a inscribirme, di los exámenes y luego iba a preguntar cada cierto tiempo y fui varias veces para saber si ya estaba mi licencia entonces el encargado un día me dijo que debería ir el día sábado a reunirme con él para entregarme la licencia secundaria pues como esto era en el centro yo fui pero luego dijo que la licencia estaba en su casa que no la pudo traer no recuerdo porque él vivía en San Bernardo yo sabía que era tarde y que había toque de queda y la licencia era muy importante así que fui, tenía 18 años, íbamos en micro al llegar a San Bernardo nos bajamos frente a un hotel y él me dijo que fuéramos allá de inmediato me di cuenta que lo de la licencia era un engaño y me tomó de una mano y me empujaba con su cuerpo para la entrada del hotel su cara amable había cambiado y se comportaba como un animal ya oscurecía sentía temor por la hora y por lo que me estaba sucediendo me solté fuertemente y me fui corriendo, todo era un desorden para mí nada parecía andar bien a pesar de que en la vida social parecía todo ordenado, yo miraba a mi alrededor y no había nadie en la calle excepto algunos autos que pasaban