Recordando el miedo

En esos tiempos no había espacio para pensar todo era complicado para situar la experiencia, había zafado y ese era un alivio pero al llegar se vendrían una serie de preocupaciones, apenas podías recordar la experiencia pasada de la desilusión de lo tonta que te sentiste en ese momento, el engaño, en que no había certificado para recobrar el trabajo de lo que se vino en ese momento atroz una sensación en el cuerpo cuando miras esa puerta de hotel en la penumbra el intento de llevarte hacia allá, la hora absurda, la soledad, la desilusión de la persona, lo poca cosa en que se transformó, la incertidumbre porque no sabías si vendría micro para regresar pues ya casi no andaban vehículos por la avenida porque habría de ir alguna micro hacía el centro a esa hora habías ido hasta San Bernardo no andaba nadie y ya se oscurecía de repente y pensando en posibles balas sin preguntar ni como te llamas, luego viene una micro me vuelve un poco el alma al cuerpo, subo, solo deseaba que se apurara el chofer y volara porque ya estaba al filo del toque de queda y faltaba más de media hora para llegar al paradero 19 donde estaba viviendo con la tía, hermana del abuelo, y vecina del colegio donde estudié y aún debía llegar a la casa que estaba a dos cuadras de la bajada.

Porque se daba esa horrible situación en el país? Por el poder, se decidió o se eligió dar muerte a miles existiendo otra solución en curso, era un quiebre total y ese era el peor momento que se vivía al salir de casa.

Escuchar y ver en Tv el bombardeo de la moneda y las horas de indefinición de espera de la rendición en la moneda, bandos con voces siniestras, días y días de francotiradores, helicópteros volando bajo y sus luces buscando a personas, sentir balazos por diferentes lugares de día y de noche, saber que se allanaban las poblaciones en las horas más inverosímiles, buscando hasta el cansancio también en la población donde la tía vivía, todo era tensión y yo que quería ir a ver o gestionar la continuidad de m i trabajo , perder el trabajo era la perdida consciente más grande de donde sentía pertenecer. Y luego años de terribles hechos.

Quizás de ahí viene mi gran temor a perder lo bien encontrado.

Luego de darme cuenta que el trabajo ya no era posible recuperarlo entre a trabajar en una fábrica

de shampoo muy lejos de donde vivía, me levantaba a las 5 y caminaba cinco cuadras a oscuras, sola hacia el paradero de la micro, no tenía otra experiencia similar me atemorizaba andar sola a esa hora estuve cinco meses viajando a la fábrica.

Me asaltaron una noche que fuimos a la casa de un compañero estaba estudiando en el año 76 en un vespertino, todo el curso fue, de vuelta a casa recién bajada de la micro me fui por la calle estaba oscuro luego me fui por la vereda y de repente un tipo que venía en sentido contrario se agachó y se sacó un cuchillo del calcetín me amenaza con el y me dice algo, de inmediato yo salgo corriendo hacía la vereda contraria había un grupo cantando y tocando guitarra y les dije que el tipo que estaba en frente me quiso asaltar y ellos me dijeron que me quedara ahí con ellos, luego el tipo cruzo, llegó al grupo y yo nombre a uno de los chicos por el nombre de Jorge le dije que tocara algo, el tipo amenazo a los muchachos y muchachas por meterse y luego alguien le dijo a una chica que me llevara para adentro, entre a una habitación y le conté lo que pasó al padre de uno de ellos y les dijo a los chicos que me fueran a dejar y eso hicieron después que este se hubo ido. Los días siguientes iba al liceo salía cerca de las 11:00 sentí mucho temor por muchos días porque pensaba que este tipo podría aparecer y hacerme algo, yo volvía sola del liceo.

Más adelante me pasó algo parecido fui a vivir a San Bernardo a casa de una tía, hermana de mi madre viajaba al vespertino todas las tardes y volvía tarde también, una noche en la micro subió un chico, fue mi error, lo confundí con el hijo de una amiga de mi tía y le hable una vez bajamos porque iba hacia donde iba yo pues vivía según yo muy cerca al bajar caminamos conversando una cuadra yo le preguntaba por su madre y me decía que estaba bien y de repente me tomó de un brazo y me dijo unos garabatos y amenazaba con que tenía un cuchillo en el bolsillo de su chaqueta pues yo me solté con fuerza tanto que mi chaqueta se rompió, grité y a pesar de que estaba todo desierto y no se veían más que casas por un lado de la calle y por el otro solo zarzamora porque era un sitio

donde no se veían casas lo cual hacía más solitaria la noche, la mala suerte es que él se fue corriendo por donde yo debía ir quedé tiritando, pero ahora venía lo peor pues la calle anterior a la que vivía estaba a oscuras del todo, no veía prácticamente nada y pensaba que si él se había quedado esperándome en la oscuridad yo no podría verlo toda esa cuadra estaba así aunque era corta, el miedo sentido allí fue en otra no sé cómo crucé esa cuadra y luego entrar a la casa la llave no la podía meter, tiritando y creyendo que él aparecería, fueron momentos de una vulnerabilidad y espanto no era capaz de pensar bien pues no iba a asaltarme en la puerta de mi casa si no me había asaltado en la oscuridad.

Estas experiencias relativamente cercanas entre sí, son claramente resultado del cambio de vida que se vino luego de la involución.