Salí a la vereda con miedo en la mano la tapa y un cuchillo mucho miedo nadie afuera la calle era silencio y oscuridad ese día parada afuera de mi casa protesté por la horrible vida que se vivía por las muertes horripilantes, por los temores, las desconfianzas, por la rabia provocada,
y por la incertidumbre comencé a golpear sin mirar la tapa y nada pasaba y el miedo seguía pero me sobreponía golpeaba fuerte y rápido posiblemente aparecería