+ San Andrés # 5

Page 19

procesar o abandonar una demanda no factible o contradictoria con otra de mayor relevancia. La consecuencia de esta dinámica es la proyección de una imagen de homogeneidad de intereses sólo quebrada por las acciones de amenazas externas. En este tipo de dinámica organizacional, la unidad depende en gran medida de poder “mostrar” a los miembros que la línea divisoria entre los objetivos alcanzados y los frustrados, fue marcada por la imposición “autoritaria” de un actor externo (el Estado, los sindicatos u otros grupos empresariales). Es, consecuentemente, dudoso que el mayor aporte empresarial a estrategias de desarrollo (asumiendo la necesidad de que estas sean mínimamente consensuadas y, por tanto, que demandan sistemáticas negociaciones e intercambios entre actores socio-económicos) surja en la actualidad de sus asociaciones

corporativas. Éstas todavía tienen un largo camino que recorrer en términos de maduración y fortalecimiento organizacional. Experiencias alternativas a las Cámaras o Uniones empresarias, como las de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que apuntan en su accionar colectivo a articular diversos sectores y ramas económicas, así como distintos tipos de capital (local, multinacional), en base al poder económico (amalgamando a los principales inversores privados de la Argentina), tienen antecedentes y naturalezas diversas en nuestro país. Por ejemplo, el Consejo Empresario Argentino de los ‘60 a los ‘90 aglutinó a poderosos empresarios en apoyo a regímenes autoritarios y políticas conservadoras, o el grupo de los Capitanes de Industria que estructuró el accionar de las principales empresas manufactureras nacionales con el explícito objeti-

vo de apoyar al naciente régimen democrático en los ‘80 y políticas industrialistas (confrontando con el CEA). Más allá de las enseñanzas históricas que muestran estos antecedentes, en la actualidad todavía es una incógnita si la dinámica colectiva de la AEA, por un lado podrá reproducir su unidad y, por el otro, podrá desplegar el papel de liderazgo económico y flexibilidad estratégica frente al Estado, los trabajadores y otros intereses empresarios, necesarios para constituir un recurso de valía para un desarrollo inclusivo, democrático y sustentable en la Argentina. El empresariado es un actor clave para el diseño e implementación de una estrategia de desarrollo. Sin embargo, como gran parte de la elite argentina, todavía no ha mostrado la capacidad u organización para cumplir el papel que el conjunto social necesita. •

UNIVERSIDAD DE SAN ANDRÉS

19


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.