Los ojos en La Moneda
se reparten de manera similar al resto de los electores, a la hora de inclinarse por una ideología u otra. La razón de esto -afirma el académico- “es que no tienen una agenda propia muy clara y tampoco existen partidos que se dediquen a identificar sus intereses por sobre los del resto”.
Una mirada más focalizada “Las Municipales son por esencia elecciones locales, marcadas por agendas y liderazgos propios de cada comuna”, sentencia Müller. Por ende, en municipios que históricamente habían sido de la Concertación como Estación Central, Recoleta y Santiago, según los estudios de la Facultad de Gobierno, los candidatos de la Alianza se encuentran mejor posicionados para ganar al tratarse de alcaldes en ejercicio que buscan su reelección. Por esta razón, para el investigador de la UDD, “es difícil encontrar explicaciones generales al tratarse de 345 elecciones tan distintas, aunque sus resultados agregados a nivel país -por supuesto- generan efectos políticos importantes, sobre todo pensando en la próxima votación presidencial”. Haciendo una revisión de lo que fue el 2011 -un año complejo tanto para el Gobierno como la Oposición por el descrédito de la política-, Müller sentencia que “las elecciones municipales son una gran oportunidad de recuperar esa legitimidad, ya que finalmente serán los electores, y no sólo los grupos de presión, quienes harán valer su voz y voto, asignando representatividad a cada pacto de acuerdo a sus preferencias. En mi opinión, si los dos bloques vuelven a concentrar más del 80% del apoyo ciudadano, ambos recuperarían la fuerza que el año pasado fue tan cuestionada”. En consecuencia, incentivar a los nuevos inscritos a votar adquiere importancia, pues “el nivel de participación electoral es un termómetro de la salud de nuestra democracia”, explica Müller. Sin embargo, agrega que “debemos acostumbrarnos a que el no votar es una conducta política válida, que demuestra el interés o evaluación que esos sectores hacen de dicha actividad. Es un error tratar de avanzar hacia la obligatoriedad, sería como romper el termómetro y no atacar las verdaderas razones de la enfermedad”.
En relación a los dos primeros años de Sebastián Piñera, desde el punto de vista de cómo es percibido por la ciudadanía, Gonzalo Müller cree que “este Gobierno ha sido exitoso en varias áreas de su gestión desde lo económico hasta lo social, pero sigue pendiente el establecer una buena relación de confianza y credibilidad con la ciudadanía”. Este fenómeno tiene motivos, a su juicio, como el malestar manifestado en las movilizaciones sociales que relativizo los éxitos económicos e hizo más difícil comunicarlos, así como entorpeció que los sectores más vulnerables los percibieran por el IPC de los alimentos y las constantes alzas de precio, lo que golpeó fuertemente sus bolsillos. En este sentido, el bono solidario de los alimentos y los esfuerzos por contener la inflación, debieran tender a revertir estos problemas. Para aumentar su aprobación con miras a las elecciones municipales, el investigador de la UDD sostiene que le conviene, “seguir concentrado en cumplir con su agenda, aquella por la que fue elegido, sin olvidar las razones que lo llevaron a contar con el apoyo de una mayoría de los chilenos, potenciar el crecimiento y el empleo y corregir los errores en el combate de la delincuencia. Esa debería ser su brújula para evitar las distracciones propias de la coyuntura. Que lo urgente no opaque a lo importante”.
13.REDES