Revista Acedemia Nº19

Page 3

FACULTAD DE MEDICINA CLINICA ALEMANA

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO

EDITORIAL

1

Dibujar el mundo Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, De reinos, de montañas, de bahías, de naves, de peces, de habitaciones, De instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas, Traza la imagen de su cara. Jorge Luis Borges

Dr. Pablo Vial Claro

Director ICIM Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo

L

a presente edición de la revista Academia está dedicada al envejecimiento y la longevidad. Desde la perspectiva de la historia del universo, la duración de la vida parece ser un plazo insignificante, sin embargo, social e individualmente la expectativa de vida es una preocupación significativa. Tenemos esa esperanza: “que el calendario no venga con prisas” (Joaquín Sabina). En la naturaleza conviven especies que viven algunos días y otras que viven miles de años. Intuitivamente asociamos estos plazos con renovación, dar paso a nuevas vidas, a nuevas generaciones. Reconocemos que en cada individuo existen ciclos naturales de la vida y que cada una tiene su propósito y su encanto. El revelar los misterios de la juventud y del envejecimiento son temas importantes para la biología, la medicina, las ciencias sociales, el arte y todas las esferas de la vida. El tiempo va produciendo un desgaste de los organismos vivos. Existen mecanismos genéticos que actúan como relojes celulares (telómeros que se van acortando hasta que la célula ya no se puede reproducir), factores externos que dañan el ADN y un progresivo deterioro de la capacidad de reparar esos daños. El envejecimiento también está asociado a una lenta oxidación: el mismo oxígeno que nos da la vida, produce radicales libres tóxicos que dañan las células; y nuestros propios antioxidantes se van deteriorando. Las mitocondrias acumulan daños estructurales y mutaciones en su ADN que afectan la producción de energía. También lentamente nos vamos deshidratando, y el agua pasa de

ser un 90% de la composición corporal cuando niños, a un 50% en los adultos mayores. Además de estos factores genéticos y químicos, la esperanza de vida depende del sexo (las mujeres viven más que los hombres), la exposición a riesgos (que pueden variar entre individuos o por razones sociológicas), y del medio ambiente social y la capacidad de adaptación. El ser humano ha generado condiciones que extienden el plazo biológico de su vida progresivamente. Este proceso varía según la región del mundo, tanto en la velocidad con que se ha producido como su período histórico. Los cambios en la organización social, el aumento del nivel educacional, el mejoramiento de la sanidad e higiene, los avances de la medicina y el desarrollo económico, han resultado en un aumento importante de la longevidad de la especie. Desde el punto de vista demográfico, se evoluciona progresivamente a menores tasas de fecundidad y menores tasas de mortalidad, con un incremento progresivo de adultos mayores, en poblaciones que alcanzan estabilidad en su crecimiento. Y, en paralelo, se observa una transición epidemiológica, es decir las principales causas por las que se enferman o se mueren las personas. Esta transición se mueve, desde un predominio de las enfermedades infecciosas, a enfermedades no transmisibles, como cáncer, enfermedades cardio y cerebro vasculares, condiciones nutricionales y metabólicas, patologías degenerativas del sistema osteo-articular y del sistema nervioso central. Este cambio social, demográfico y epidemiológico requiere adaptar las políticas sociales, la infraestructura urbana, los servicios, los cuidados de salud, y la educación médica, a las necesidades de las personas en sus distintas etapas del ciclo vital, con un claro aumento de la demanda de bienes y servicios para la población envejecida. Por esto, es uno de nuestros principales desafíos el desarrollar políticas públicas y una cultura que responda a estos cambios, entendiendo que de ellas depende el bienestar y el rol de las personas mayores. También requiere de una actitud individual y como sociedad: (re)conocer al ser humano en todas sus etapas de la vida y valorar las experiencias que la van dibujando. Es necesario que seamos capaces de atender, de poner atención a los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos, sin poner límites odiosos ni discriminatorios. El poema con que comienza esta editorial reconoce cómo se va poblando en cada uno el camino de la vida. Tal como como los mapuches reconocen la imagen y la dignidad del alerce (lawal) como el rey y el abuelo del bosque araucano, muchas comunidades y culturas valoran la misión sagrada, el testimonio de valores y la memoria histórica de sus mayores. En nuestra sociedad actual el premio para las familias, es que los abuelos contribuyan al desarrollo y cuidado de la descendencia. El espíritu del ser humano no tiene edad. Como nos dice Dante Minniti del Universo: no envejece, evoluciona.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.