Agenda Cultural Alma Máter: Febrero de 2020

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Editorial En la Red (atrapados)

1 Caín Press. Colombia. 2019

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a comunicación es prueba fehaciente de la capacidad que posee un cuerpo de hacer de otro similar una extensión de sí mismo. Al entrar en diálogo, el cual puede o no tener intercambio verbal, o, mantener una relación horizontal o jerárquica, dos o más cuerpos forman una unión común: comunión. De aquí la fascinante idea de la “comunicación”, una potencia que nos mantiene unidos en una red escalar tan grande como imaginable, e incluso quizás más allá de lo evidente. Se puede afirmar que están comunicados los que tienen y mantienen una unión común a partir de intereses cruzados, los mismos que convienen a cada uno de los involucrados en una relación. Ahora: ¿qué fluye por los canales de comunicación establecidos por una multitud de cuerpos? Esta es la cuestión primordial para entender las dinámicas de los poderes y las búsquedas con-

temporáneas. Información, esta es la respuesta. Cantidades inusitadas de información de todo tipo que, al circular e irradiar las terminales que intervienen en la operación, hacen que este sistema complejo tenga sentido. El mundo es, y ha sido posible, gracias a su capacidad de conectar los cuerpos diminutos que lo constituyen, y de esta manera de mantener fluyendo información necesaria en la operación de la vida. El escritor anarquista neoyorkino Hakim Bay –seudónimo de Peter Lamborn Wilson–, en su célebre texto Temporarily Autonomous Zone (TAZ), comienza poniendo en escena las prácticas piratas del siglo xviii y su más connotada creación: una delicada “red de información” que cobijó el globo terráqueo, zurcida de tal manera que la efectividad de su accionar logró perfilar el poder de las naciones y proyectó la composición política que hoy conocemos. 2020 | Febrero


Francisco Toquica. Custodia. Impresión sobre papel fotógráfico. 2011

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Este cuerpo de tamaño planetario, compuesto por cantones encallados en pequeñas islas en todas latitudes, a su vez integrados por comunidades internacionales navíos flotantes con otro tanto de sujetos igualmente deseantes y desenfrenados, así mismo como de contactos e infiltrados en las sociedades políticamente establecidas en tierra firme, y sin más ley que la propia mesura de su codicia colectiva, burló por años el control de cualquier pacto social continental. Una suerte de estado de naturaleza se impuso y gracias a esto el desarrollo de este cuerpo tentacular en expansión que, a la vez, era la propia red, más parecía el de una intrincada composición de relaciones de una selva tropical, que la de una ciudad trazada con patrones cartesianos. Razón versus deseo; mente y cuerpo. ¿Quién manda a quién? Con seguridad, la vida de estos corsarios no contó con las garantías de estabilidad propias de los ciudadanos de su misma época, pero, ¡ah si vivieron emociones desbordantes!. Alegrías “humanas” sin límite (en el flujo embriagante del poder que otorga manejar la información) preludio de profundas tristezas que no daban tregua a los excesos, en un vaivén interminable. Febrero | 2020

En la tapa de esta primera edición de nuestra Agenda Cultural Alma Máter, que es obertura de la actividad cultural de este 2020 y, que cuenta con la colaboración de los escritores Alberto Pacheco Benites, María Eugenia Villa Sepúlveda, Diógenes Elí Casas Samper y Byul Chul Han con reflexiones sobre las redes digitales, Francisco Toquica artista plástico, diseñador y editor de @Cainpress, nos presenta una pequeña tórtola abatida por la resaca, en una escena que recuerda la mañana que sucede a una “memorable fiesta”. Claramente, la humanización de este animalito nos pone frente a un terreno incierto donde el futuro no resulta halagüeño; por el contrario, su mensaje parece el sino de una terrible desventura. Los pájaros que otrora sirvieran a la humanidad para movilizar mensajes, ahora vuelan escapando de nuestra voraz codicia. Nosotros, en tanto, dueños y señores de la tecnología, creemos ilusamente que estamos comunicados, mientras sostenemos en las manos un teléfono inteligente, seguramente perdidos en algún lugar de la red, incluso siguiendo la silueta de un pajarito (Twitter), el mismo que nos imposibilita siquiera mirar al prójimo cercano. No podemos perder de vista que la información que nos llega nos sobrepasa; es como el agua, se desvanece en nuestras manos y a lo sumo asimilamos una pequeña porción de su torrente. La comunicación es atributo inalienable de cada cuerpo, todos tenemos y debemos procurar comunicarnos para subsistir. Todos, sin excepción, necesitamos señales, indicios y, a la vez, tenemos algo que decir. Incluso sin hablar enviamos mensajes a nuestros congéneres. Empero, ¿qué tanto nos estamos entendiendo? No deja de ser paradójico que el poder que nació de nuestra unión común, comunión, y en su devenir comunicación, sea el mismo que atomice la re-unión social. Oscar Roldán-Alzate


Sin respeto Byul Chul Han la que la intimidad es expuesta públicamente y lo privado se hace público. Sin distancia tampoco es posible ningún decoro. También el entendimiento presupone una mirada distanciada. La comunicación digital deshace, en general, las distancias. La destrucción de las distancias espaciales va de la mano con la erosión de las distancias mentales. La medialidad de lo digital es perjudicial para el respeto. Es precisamente la técnica del aislamiento y de la separación, como en el Ádyton1 la que genera veneración y admiración. Francisco Toquica. Guayabo negro. Acrílico sobre lienzo. 2013

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“ espeto” significa, literalmente, “mirar hacia atrás”. Es un mirar de nuevo. En el contacto respetuoso con los otros nos guardamos del mirar curioso. El respeto presupone una mirada distanciada, un pathos de la distancia. Hoy esa actitud deja paso a una mirada sin distancias, que es típica del espectáculo. El verbo latino spectare, del que toma su raíz la palabra “espectáculo”, es un alargar la vista a la manera de un mirón, actitud a la que le falta la consideración distanciada, el respeto (respectare). La distancia distingue el respectare del spectare. Una sociedad sin respeto, sin pathos de la distancia, conduce a la sociedad del escándalo. El respeto constituye la pieza fundamental para lo público. Donde desaparece el respeto, decae lo público. La decadencia de lo público y la creciente falta de respeto se condicionan recíprocamente. Lo público presupone, entre otras cosas, apartar la vista de lo privado bajo la dirección del respeto. El distanciamiento es constitutivo para el espacio público. Hoy, en cambio, reina una total falta de distancia, en

La falta de distancia conduce a que lo público y lo privado se mezclen. La comunicación digital fomenta esta exposición pornográfica de la intimidad y de la esfera privada. También las redes sociales se muestran como espacios de exposición de lo privado. El medio digital, como tal, privatiza la comunicación, por cuanto desplaza de lo público a lo privado la producción de información. Roland Barthes define la esfera privada como “esa zona del espacio, del tiempo, en la que no soy una imagen, un objeto”.2 Visto así, habríamos de decir que no tenemos hoy ninguna esfera privada, pues no hay ninguna esfera donde yo no sea ninguna imagen, donde no haya ninguna cámara. Las Google Glass transforman el ojo humano en una cámara. El ojo mismo hace imágenes. Así, ya no es posible ninguna esfera privada. La dominante coacción icónico-pornográfica la elimina por completo. El respeto va unido al nombre. Anonimato y respeto se excluyen entre sí. La comunicación anónima, que es fomentada por el medio digital, destruye masivamente el respeto. Es, en parte, responsable de la creciente cultura de la indiscreción y de la falta de respeto. Tam2020 | Febrero

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bién la shitstorm3 es anónima. Ahí está su fuerza. Nombre y respeto están ligados entre sí. El nombre es la base del reconocimiento, que siempre se produce nominalmente. Al carácter nominal van unidas prácticas como la responsabilidad, la confianza o la promesa. La confianza puede definirse como una fe en el nombre. Responsabilidad y promesa son también un acto nominal. El medio digital, que separa el mensaje del mensajero, la noticia del emisor, destruye el nombre.

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La shitstorm tiene múltiples causas. Es posible en una cultura de la falta de respeto y la indiscreción. Es, sobre todo, un fenómeno genuino de la comunicación digital. De este modo se distingue fundamentalmente de las cartas del lector, que están ligadas al medio analógico de la escritura y se envían a la prensa con un nombre explícito. Las cartas anónimas de los lectores terminan con rapidez en las papeleras de las redacciones de los periódicos. Y la carta del lector está caracterizada también por otra temporalidad. Mientras la redactamos, de manera laboriosa, a mano o a máquina, la excitación inmediata se ha evaporado ya. En cambio, la comunicación digital hace posible un transporte inmediato del afecto. En virtud de su temporalidad, transporta más afectos que la comunicación analógica. En este aspecto el medio digital es un medio del afecto. El tejido digital favorece la comunicación simétrica. Hoy en día los participantes en la comunicación no consumen las informaciones de modo pasivo sin más, sino que ellos mismos las engendran de forma activa. Ninguna jerarquía inequívoca separa al emisor del receptor. Cada uno es emisor y receptor, consumidor y productor a la vez. Pero esa simetría es perjudicial al poder. La comunicación del poder transcurre en una sola dirección, a saber, desde arriba hacia abajo. El reflujo comunicativo destruye el orden del poder. La shitstorm es una especie de reflujo, con todos sus efectos destructivos. Febrero | 2020

Francisco Toquica. Torre Norte y Torre Sur. Madrea y acrílico. Dimensiones variables. 2019

La shitstorm guarda relación con los desplazamientos de la economía del poder en la comunicación política. Crece en el espacio que está débilmente ocupado por el poder y la autoridad. Precisamente en jerarquías allanadas es posible atreverse con la shitstorm. El poder como medio de comunicación se cuida de que esta fluya veloz en una dirección. La selección de la acción hecha por los detentadores del poder es seguida por los sometidos, en cierto modo, sin barullo. El barullo o el ruido es una referencia acústica a la incipiente descomposición del poder. También la shitstorm es un ruido comunicativo. El carisma como expresión aurática del poder sería el mejor escudo protector contra shitstorms. No puede hincharse en absoluto. La presencia del poder reduce la improbabilidad de la aceptación de mi selección de la acción, de mi decisión de la voluntad por parte de otros. El poder como medio de comunicación consiste en elevar la probabilidad del sí ante la


posibilidad del no. El sí es por esencia más carente de ruido que el no. El no es siempre alto. La comunicación del poder reduce considerablemente el barullo y el ruido; es decir, la entropía comunicativa. Así, la palabra del poder elimina de golpe el ruido en aumento. Engendra un silencio, a saber, el espacio de juego para acciones. El respeto como medio de comunicación ejerce un efecto semejante al del poder. El punto de vista de la persona respetable, o su selección de la acción, es con frecuencia aceptado y asumido sin contradicción ni réplica. La persona respetable incluso es imitada como modelo. La imitación corresponde a la obediencia, pronta a ejercitarse ante el poder. Justo allí donde desaparece el respeto surge la shitstorm ruidosa. A una persona de respeto no la cubrimos con una shitstorm. El respeto se forma por la atribución de valores personales y morales. La decadencia general de los valores erosiona la cultura del respeto. Los modelos actuales carecen de valores interiores. Se distinguen sobre todo por cualidades externas. El poder es una relación asimétrica. Funda una relación jerárquica. La comunicación del poder no es dialogística. El respeto, en contraposición al poder, no es por definición una relación asimétrica. Es cierto que el respeto se otorga con frecuencia a modelos o superiores, pero en principio es posible un respeto recíproco, que se basa en una relación simétrica de reconocimiento. Así, incluso una persona investida de poder puede tener respeto a los subordinados. La shitstorm, que hoy crece por doquier, indica que vivimos en una sociedad sin respeto recíproco. El respeto impone distancia. Tanto el poder como el respeto son medios de comunicación que producen distancia, que ejercen un efecto de distanciamiento. Ante el fenómeno de la shitstorm también habrá que definir de nuevo la soberanía. Según Carl Schmitt, es soberano el que decide sobre el estado de excepción. Esta frase sobre la soberanía

puede traducirse a lo acústico. Es soberano el que tiene la capacidad de engendrar un silencio absoluto, de eliminar todo ruido, de hacer callar a todos de golpe. Schmitt no pudo tener ninguna experiencia con las redes digitales. Una experiencia de este tipo lo habría arrojado, sin duda, a una crisis total. Es sabido que durante toda su vida Schmitt tuvo miedo a las ondas electromagnéticas. Las shitstorms son también una especie de onda, que escapa a todo control. Se cuenta que, por miedo a las ondas, el anciano Schmitt alejó de su casa la radio y la televisión. E incluso, a la vista de las ondas electromagnéticas, se vio incitado a redactar de nuevo su famosa frase sobre la soberanía: Después de la Primera Guerra Mundial dije: ‘es soberano el que decide sobre el estado de excepción’. Después de la Segunda Guerra Mundial, con la vista puesta en mi muerte, digo ahora: ‘Es soberano el que dispone sobre las ondas del espacio’.4

Después de la revolución digital, habremos de redactar de nuevo la frase de Schmitt sobre la soberanía: “Es soberano el que dispone sobre las shitstorms de la red”.

Notas 1 Ádyton es el espacio completamente cerrado hacia fuera en el templo griego. 2 Barthes, R. (1990). La cámara lúcida, Barcelona, Paidós, p. 48. 3 Shitstorm significa, literalmente, “tormenta de mierda”. Se usa en el sentido de “tormenta de indignación en un medio de Internet” (N. del T.) 4 Linder, C. (2008). Der Bahnhof von Finnentrop. Eine Reise ins Carl Schmitt Land, Berlín, Verlag Matthes & Seitz, p. 422 s.

Byung-Chul Han, profesor en la Universidad de las Artes en Berlín, es filósofo y autor de libros como La sociedad del cansancio, La expulsión de lo distinto, La sociedad de la transparencia, Psicopolítica y En el enjambre, de donde extraemos este breve ensayo (Barcelona, Herder, 2014, pp. 7-12).

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Informativización y mercantilización con respecto al paradigma social de Internet Alberto Pacheco Benites

Hemos transformado nuestra vida cotidiana

en información y, con ello, hemos mercantilizado cada vez más parcelas de nuestra existencia. Y es que en el momento en que algo se convierte en información digital se convierte también en materia registrable, medible y cuantificable obteniendo un gran uso y valor económico para el mercado.

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Desde la aparición del paradigma social de Internet, hace alrededor de quince años (es decir, con el surgimiento del social media y la casi paralela consolidación de la conectividad móvil), no hemos hecho más que integrar nuestras rutinas a diversas plataformas. Así, se han informativizado incluso las derivas más nimias de nuestros hábitos digitales, que hemos donado al mercado, casi sin oponer ninguna resistencia.1 Esto ocurre, por un lado, debido a un giro importante respecto al lugar y al valor de la información en nuestra sociedad.2 Por otro lado, se trata de algo que acontece mediante una escalada en la que se pueden reconocer, al menos, tres etapas o explosiones. El paradigma social constituye la segunda, que aún habitamos y que demanda renovadas preguntas y puntos de análisis. La tercera, que está apunto de consolidarse, llevará esta lógica de informativización y mercantilización de la vida misma a un extremo, otrora casi ficcional. Primera explosión. Se corresponde con el surgimiento de los primeros soportes y plataformas online de uso masivo y generalizado (blogs, video blogs, bitácoras, diarios digitales, etc.). Supone una primera transformación Febrero | 2020

Caín Press. La plusvalía. 2019

de la intimidad a partir de una espectacularización de la misma y de un pase de lo íntimo a lo “éxtimo” como valor de la cultura. Lo característico de este momento es que los sujetos elaboran una narrativa sobre sí mismos, pero ello se entiende como una suerte de “puesta en escena” en el no-lugar digital. Se trata de un momento en el que prima una lógica de términos casi confesionales.3 Segunda explosión. Es la que nos atañe principalmente en este texto y refiere a la aparición de dos contextos que transforman por completo la deriva de los usuarios en el mundo digital (por un lado, el paradigma social –o social media– y,


por otro, la conectividad móvil generalizada).4 Ambos generan el aumento considerable de la informativización del quehacer cotidiano, permitiendo el ingreso de las lógicas del mercado a casi la totalidad de prácticas de consumo, hábitos e intercambios sociales de los usuarios. Estos, pues, quedan explicitados, registrados y convertidos en material económico (cuando no literalmente en propiedad) para las empresas que poseen las principales plataformas y soportes del entorno digital.5 En este contexto, los perfiles de los usuarios ya no (sólo) dan cuenta de las narrativas o construcciones que estos realizan de sí, sino que los propios consumos y hábitos digitales pasan a constituir una parte medular (si no la más importante) de los mismos: qué busca el usuario, qué mira, qué (y cómo) gasta, cómo se relaciona, dónde (y desde dónde) se conecta, con quién, por cuánto tiempo, cuáles son sus redes, sus vínculos, su potencial, cuáles son las tendencias con las que se condice su consumo, entre un largo etcétera. Toda esa clase de información pasa a constituir parte del perfil de los usuarios. Así, con esta explosión se va a consolidar una suerte de “tiranía de los algoritmos” (que evalúan, registran y dan cuenta de los hábitos de consumo), que termina por delinear las dinámicas de acceso para los usuarios, estableciendo filtros y encauzando la distribución de la información de diversas maneras.6 En esa línea, desde hace ya varios años, las discusiones y preocupaciones más comunes en torno a los efectos del paradigma social recaen, por un lado, sobre la disolución de la privacidad (hoy prácticamente desdibujada de lo que fue su sentido moderno). Por otro, sobre una serie de miradas más bien entusiastas –y a veces naif– en relación con la posible inserción de las redes en otras instituciones (principalmente en la educativa).7 Este mismo tufo entusiasta ha trascendido a los planos de lo político. En dichos fueros, se suele rescatar el lado “más democrático” de las redes, en

cuanto abren espacios de expresión y representación que no están dados en los circuitos institucionales oficiales más tradicionales (o analógicos, podríamos decir). Finalmente, dichas miradas en torno a las redes también han sido correlato de todos los discursos sobre la importancia del big-data como herramienta de marketing, así como de todo ese aluvión de técnicas, herramientas y expertos en consumo digital que siempre buscan formas de optimizar (de rentabilizar) estas vidas convertidas en data mercadológica. Pero tales puntos de entrada (y sus interrogantes, sobre todo desde los fueros académicos) parecieran quedar algo desfasados en tiempos más recientes. O, en todo caso, aún muy centrados en el cariz más utilitario (y por tanto “optimista”) del asunto. Tendrían que perfilarse otros cuestionamientos, en tiempos posteriores a escándalos como el de Cambridge Analytica y la relación entre fake news y manipulación política. Tiempos, además, en los que los sujetos ya no somos ni siquiera alienados por alguna forma de producción digital, sino que nos hemos convertido propiamente en objetos de intercambio, en bancos de datos rentables. Y es que esta segunda explosión no sólo supone una erosión de la privacidad, sino que brinda los soportes para consolidar una subjetividad que se corresponde con la precariedad emocional e institucional del contexto económico actual. Allí, cuando el capitalismo en su fase actual pareciera desterrar al Estado, las plataformas y las empresas hegemónicas de esta segunda explosión poco a poco van influyendo en sus funciones. Allí donde el sistema económico actual pone al sujeto como “echado a su suerte individual” en la producción económica –lo cual ya afecta su subjetividad–, están las redes donde aquel se vacía de todo lo que lo acosa o, en todo caso, donde se calma gracias al éxtasis por la viralidad. Y es que, a través de vistos, likes o sharing, el sujeto se desconecta por hiper-conexión. Si bien ya se 2020 | Febrero

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habla desde hace buen tiempo de los efectos de las redes sociales en la salud mental (sobre todo desde la adicción, la soledad, etc.), menos popular es aún el punto de encuentro entre la ansiedad generalizada de un entorno económico incierto e inestable y las redes como plataforma correlativa a esa forma de subjetividad.8

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De modo similar, en el nivel de las dinámicas educativas, quizá deberíamos estar ya alejados de la discusión centrada únicamente en el plano de las herramientas que nos brindan los soportes y las redes. Preguntarnos por las lógicas, y no por el cariz instrumental, es algo urgente. Y, desde allí, cuestionar si en buena medida el sistema educativo en crisis no se corresponde con el hecho de que la estructura y los procesos en los que aún insistimos en la educación refieren a otro valor de la información, otra concepción de lo que era conocimiento y otra forma de pensamiento del alumno.9

Francisco Toquica. Guayabo negro. Acrílico sobre lienzo. 2013

De manera parecida ocurre en el plano político donde, si bien las redes han sido efectivamente un espacio para el surgimiento y la organización de iniciativas de manifestación política importante (desde la primavera árabe entre 2010 y 2012 hasta las manifestaciones en América Latina de fines de 2019), también dan cuenta de multitudes –para decirlo con Hardt y Negri (cfr. 2004)– cuya expresión tiene dueño. Al final, todas esas revueltas se desarrollan atravesadas y acosadas por los algoritmos de GAFA y similares, además de estar cobijadas en sus servidores donde probablemente constituyen más data sobre algunos particulares nichos de mercado. Se trata, pues, de la línea que deberíamos empezar a explorar desde el plano académico con Febrero | 2020

más énfasis; sobre todo, para tratar de redibujar las lógicas relacionadas con las formas de entender nuestras instituciones, así como los nexos entre esta etapa de la informativización de la vida y el orden económico. En términos más amplios, además, cabe resaltar que (incluso en un momento tan crítico como este) el paradigma social supone mecanismos en los que el usuario se ha insertado de forma voluntaria y entusiasta, en los que participa y a los que alimenta con una suerte de auto-monitoreo constante y abierto. De allí que sea un orden que consolida la “sociedad de control” propuesta hacia inicios de los noventas por el filósofo francés Gilles Deleuze (cfr. 2006), en la que las máquinas informáticas toman el lugar prepon-


derante para el despliegue de mecanismos de control totales, pero en apariencia más soft. Tercera explosión. Corresponde a un presente que aún se percibe como futuro y que probablemente nos tome por asalto con la rapidez típica de las mutaciones de este tiempo. Se trata de las implicaciones que supone el Internet de las cosas (IOT, por sus siglas en inglés: Internet of Things), en cuanto se consolide su uso masivo en el nivel de usuarios/sujetos. El IOT, que supone un paradigma por el cual prácticamente todos los objetos que nos rodean en el entorno cotidiano estarán produciendo información a partir de nuestros usos, llevará la informativización/mercantilización a extremos inusitados. Todos nuestros objetos, por vía de una dirección IP, se volverán smart, por decirlo de otra manera, produciendo y circulando nuestra información. Cabe considerar que, hasta hoy, el sujeto tiene esferas de lo comunicacional (incluidas las del paradigma social de la “explosión” anterior), desde donde produce datos que circulan (sus plataformas, sus soportes). Pues bien, vale preguntarse qué supondrá, entonces, el hecho de que nuestra experiencia física y presencia en el entorno, nuestro estar-en-el-mundo, también se someta a las mismas dinámicas de informativización/mercantilización. Qué supondrá el hecho de que, así como hoy el mercado puede apropiarse de nuestra data –vía lo que “posteamos” en redes o los datos que se pueden desprender de nuestro móvil–, en un futuro pueda también apropiarse de información relacionada con nuestro funcionamiento físico (y fisiológico) en el mundo, con esos últimos rincones que, hoy –todavía–, son “terrenos liberados” de lo digital. Se trata de otro campo a considerar desde la orilla académica; otro, igual de urgente. Finalmente, estas tres “explosiones” dan cuenta de un aumento paulatino –y sin vuel-

ta atrás– en cuanto a la informativización y la mercantilización de la vida cotidiana. Si por algo vale la pena volver e incidir una y otra vez sobre el paradigma social (el de las redes sociales, de la mano con la conectividad móvil y su aluvión de apps), es por el hecho de que en los últimos quince años ha sido el que permitió “normalizar” dicho ingreso indiscriminado del mercado en lo cotidiano. Al otorgarle un rol económico tan central a nuestra data, abrieron puertas al orden actual de cosas, lo que ocurrió casi de forma inadvertida. De allí que la labor sea analizar críticamente el impacto de las mutaciones actuales y buscar no ser superados nuevamente. O, al menos, no con tanta facilidad.

Notas 1 Desde hace varios años, se han llevado a cabo campañas de “concientización” y se han levantado alarmas desde fueros académicos (de especialistas, de educadores, etc.). Incluso, la cultura popular ha tenido un amplio surgimiento de contenido “crítico” en torno a los efectos digitales (libros, series, películas, entre otros). Sin embargo, la gente sigue, mayoritariamente, arrojándose al vacío del no-lugar digital de sus soportes, algo que ni siquiera han podido frenar escándalos globales de tenor político y hasta penal (como el de Cambridge Analytica o la manipulación de campañas políticas, por ejemplo). 2 Al respecto, los inéditos niveles de acceso a la información, característicos de nuestra sociedad, disminuyen su valor-como-objeto (su “informatibilidad”). Ello, derivado de colocar a la saturación y a la velocidad como las características centrales de este régimen informacional (cfr. Pacheco Benites, 2018). En tal sentido, la obra de los filósofos franceses Jean Baudrillard y Paul Virilio resultan referenciales para dar cuenta de la consolidación de dichas dinámicas en el entorno mediático, desde hace décadas. 3 En tal sentido, resultan referentes importantes los trabajos realizados por la antropóloga argentina Paula Sibilia (cfr. 2008) y la aproximación del sociólogo polaco Zygmunt Bauman (cfr. 2007). 4 Cabría sumar el posterior streaming, como plataforma y forma de consumo determinante, sobre todo para los productos culturales. 5 Hace pocos años se acuñó el acrónimo GAFA, precisamente para referir a las cuatro compañías más gran-

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y Haidt, 2018), así como el hecho de que pareciéramos asistir a una “propagación” de problemas emocionales y psicológicos entre generaciones más jóvenes (cualquier profesor universitario podría atestiguarlo), remitiría a preguntarnos por el rol de este paradigma social del Internet en dicha constitución de “subjetividades frágiles”. Pensemos, si no, en lo que recientemente se ha dado en llamar como sadfishing: esa búsqueda de atención que se lleva a cabo en redes, a partir de buscar causar lástima o pena con el contenido colgado en redes. 9 Es quizá demasiado entusiasta creer que hallaremos las fórmulas acertadas del media education en el uso de las redes sociales como plataforma o en alguna metodología iluminada que las introduzca, lo transmedia o cualquier otra forma contemporánea de elaboración del discurso. Quizá, pues, todo eso de “insertar las TIC en el aula” o ver en los MOOC una salida viable, no sean más que otro manotazo de ahogado.

Referencias Francisco Toquica. Ice, ice, baby. Bolsa de hielo y ojos y nariz de muñeco. 2007

10 des que tienen en su poder la “subjetividad digital” del planeta (Google, Amazon, Facebook y Apple). 6 La discusión en torno a las “cámaras de eco” en el contexto de las redes sociales, así como la noción de “filtros de burbuja” (propuestos por los autores norteamericanos Cass Sunstein (cfr. 2001 y 2017) y Eli Pariser (cfr. 2017), respectivamente), dan cuenta de esta problemática. Asimismo, los sonados escándalos con respecto al mal empleo de datos de los usuarios, en aras de la manipulación de los públicos y el detrimento de procesos políticos. 7 Todo el entusiasmo derivado de las TIC como herramientas educativas, así como de las posibles transformaciones metodológicas en materia de soportes en la educación ha supuesto un siempre abundante campo de investigación y producción académica en los últimos años. Este, principalmente orientado desde una mirada que busca el registro cuanti-cualitativo de experiencias (en la que se incluyen desde aplicativas en el aula hasta índices de accesos a la tecnología, e incluso las implicancias del e-learning o del aprendizaje en MOOC –acrónimo en inglés de Massive Online Open Courses). 8 Hay una amplia discusión sobre el efecto de nuestro contexto económico sobre la salud mental. Sin embargo, la idea de la fragilidad emocional como norma, sobre en todo en generaciones más jóvenes (cfr. Lukianoff

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Bauman, Z. (2007). Vida de consumo, México, FCE. Deleuze, G. (2006). “Post-scriptum a las sociedades de control”, en: Conversaciones, Valencia, Editorial Pre-Textos. Hardt, N y Negri, A. (2004). Multitud: guerra y democracia en era del Imperio, Buenos Aires, Debate. Lukianoff, G. y Haidt, J. (2018). The Coddling of the American Mind, Nueva York, Penguin. Pacheco Benites, A. (2018). Mutaciones de nuestro régimen informacional, Lima, UCAL. Pariser, E. (2017). El filtro burbuja, Madrid, Taurus. Sibilia, P. (2008). La intimidad como espectáculo, México, FCE. Sunstein, C. (2001). Echo Chambers, New Jersey, Princenton University Press. ______ (2017). #Republic. Divided democracy in the age of social media, New Jersey, Princenton University Press.

Alberto Pacheco Benites es profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Ciencias y Artes de Latinoamérica (UCAL) y autor del libro Mutaciones de nuestro régimen informacional (2018). Magíster en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Licenciado en Comunicación Social por la Universidad de Lima.


Las redes sociales en línea: un instrumento para construir experiencias que dignifiquen la condición humana María Eugenia Villa Sepúlveda

[…] quien de palabras tenga experiencia sabe que de ellas se debe esperar todo. José Saramago, La balsa de piedra, p. 241

Por sus acontecimientos las conoceréis

El 23 de junio del año 2016, el planeta presen-

ció un inusitado acontecimiento: una mayoría de la ciudadanía del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en el contexto de un referéndum, sufragó a favor de que este Estado saliera de la Unión Europea. Uno de los aspectos que hacían inusitado este acontecimiento es que, después de que la Troika había amenazado vilmente a las poblaciones de Grecia con un “Grexit”, la ciudadanía del Reino Unido había optado voluntariamente por el brexit.1 Con esta opción se cuestionaba la tendencia contemporánea de las asociaciones estatales: unirse en asociaciones supraestatales que amplifican la dominación que ejerce cada estado sobre sus poblaciones. A cambio los estados le van cediendo a los supraestados su soberanía. El referéndum acerca del brexit fue un acontecimiento en el que el gobierno le consultó a la ciudadanía si quería que el Estado británico saliera de la Unión Europea o si quería que permaneciera en ella. Mediante esta consulta, que tuvo una participación del 72 % de la ciudadanía, la salida del Reino Unido de la Unión Europea se impuso con un 51,9 % de los votos

emitidos. Con esta votación, parecía sellarse la salida del Estado británico del supraestado que representa la Unión Europea. Esto, después de que había hecho parte de ella, con muchos vaivenes, por más de cuarenta años.1 De esta forma, el referéndum acerca del brexit permite conocer los caracteres de quienes se han asociado en el estado británico y los de las poblaciones que gobierna.

Salir o quedarse… he ahí el dilema El referéndum acerca del brexit lo ocasionaron dos situaciones, una superficial y otra profunda. La superficial, esta consulta fue una de las promesas que el primer ministro David Cameron le hizo a la ciudadanía para lograr su reelección en 2015; la profunda fue que Cameron buscaba darle fin a una contienda política en torno a la conveniencia o inconveniencia de la permanencia del Estado en la Unión Europea. Esta contienda, a su vez, se corresponde con un fenómeno político que se podría nominar como neoliberalismo populista. De tal modo que la realización de un referéndum con relación al brexit ha sido uno de sus efectos en el Reino Unido. El neoliberalismo populista es un fenómeno político que se ha configurado en diversos Estados del planeta desde finales de 2007 cuando se desató una crisis económica capitalista en Estados Unidos de América y en Europa. Esta crisis fue provocada por las élites globales con la finalidad de quitarles a las clases trabajado2020 | Febrero

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ras los derechos logrados desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se configuraron varios estados de bienestar en Europa y cuando se concretaron algunas características de este tipo de estado en Estados Unidos de América (Hobsbawm, 1995).

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El neoliberalismo populista consiste en que quienes contienden en el campo político siguiendo los principios de la ideología política neoliberal tratan de ocultar los desastres sociales y ambientales que la concreción de esta ideología ocasiona con un discurso en el que endosan la culpa de estos desastres a factores ajenos al neoliberalismo. Con frecuencia culpan a personas y a instituciones extranjeras. Para esto utilizan lemas simples que prescriban y proscriban el sentido de las acciones de cada persona. De esta manera, quienes se guían por el neoliberalismo populista logran conformar los gobiernos de los Estados para monopolizar los bienes que han creado en conjunto las sociedades que gobiernan. Una vez instalados en el gobierno, su mecanismo de ocultamiento no cesa. Siguen culpando de los desastres sociales y ambientales desatados por el neoliberalismo personas e instituciones extranjeras. Con esto se mantienen en el gobierno y provocan que las poblaciones se confronten entre sí recurriendo a los diversos grados de la coacción que terminan en la violencia. Es así como quienes se guían por el neoliberalismo populista permanecen en las sedes de gobierno observando cómo las personas que gobiernan se destrozan unas a otras, y destruyen, a su vez, a las organizaciones políticas que les confrontan. El prototipo de los gobiernos neoliberales populistas es el que preside Donald Trump en Estados Unidos de América. Un gobernante, con un cuestionable pasado profesional, que se caracteriza por sus crueles tratos a las personas que migran a este país, especialmente a las niñas y a los niños, que ha desconocido, de manera tosca, instituciones supranacionales como las Naciones Unidas y que ha profundizado Febrero | 2020

las fracturas sociales del país que gobierna con discursos vulgares que caen y recaen en un lema simple: “Make América great again”. De esta forma, la realización del referéndum acerca del brexit se llevó a cabo, en esencia, por la intención de algunas organizaciones de neoliberales populistas de conformar, mediante su victoria electoral, el gobierno del Estado británico. Las más visibles de estas son el Partido de la Independencia del Reino Unido -UKIP, liderado por Nigel Farage, y el Partido Conservador y Unionista del Reino Unido conducido por un típico neoliberal populista, Boris Johnson. Un político con un mediocre pasado profesional que mediante sus burdos discursos contra las personas migrantes y contra la Unión Europea ha conseguido que en el Reino Unido las personas se confronten en torno a la conveniencia o inconveniencia de que el Estado británico haga parte de la Unión Europea. Una confrontación que por lo menos ya se cobró una víctima que hacía parte del partido político que más rivaliza con el partido de Johnson: El partido Laborista. Esta víctima fue la joven y notable parlamentaria, Jo Cox, quien murió después de que un hombre le disparara y la apuñalara a la salida de un acto de campaña. Mientras la asesinaba, se le oyó gritar a este hombre el nombre y el lema de la campaña de uno de los partidos políticos de ideología fascista a favor del brexit: “¡Britain first!”.

Si un ordenamiento social no es democrático, da lo mismo salir que quedarse Mi reflexión relativa a la realización del referéndum acerca del brexit es que la pertenencia de un estado a un supraestado sería conveniente para la dignificación de la condición humana si este supraestado fuese gobernado de manera democrática para garantizar el reconocimiento de las diversas poblaciones y la redistribución


equitativa de los bienes que estas poblaciones, en conjunto, crean (Santos, 2018). Aplicando esta reflexión a la salida o permanencia del Estado británico en el supraestado europeo, se puede afirmar que la dignidad de las poblaciones que gobierna el Estado británico no la puede garantizar un supraestado como la Unión Europea. La razón de esto es que este supraestado, actualmente, es gobernado por algunas empresas privadas capitalistas globalizadas que tienen como finalidad monopolizar los bienes que crean las poblaciones europeas. El medio que utilizan estas empresas es la reificación de las diversas poblaciones europeas y, por ende, su desconocimiento como poblaciones sujetas de la política que, por esto, gozan de la capacidad de participar directamente en el gobierno de sus sociedades (Honneth, 2007). Participación que es el sentido de los gobiernos democráticos, porque la democracia es directa, o no es democracia (Bobbio, 2009). Para democratizar la Unión Europea y, de este modo, garantizar el reconocimiento de las poblaciones gobernadas por los Estados que la conforman y la redistribución de los recursos que estas poblaciones crean, Yanis Varoufakis viene liderando un movimiento europeo de ciudadanas y ciudadanos que han denominado DIEM25. Esta es una forma de organización política de las poblaciones para dignificar la condición humana a través de procesos de democratización de los distintos gobiernos de las sociedades.2 Varoufakis fue Ministro de Finanzas de Grecia en el marco del gobierno liderado por el Primer Ministro Alexis Tsipras de la coalición de izquierda SYRIZA. Renunció a su cargo debido a que no aceptó las condiciones que la Unión Europea le impuso a Grecia para resolver los problemas generados por la crisis económica capitalista provocada, a finales de 2007, por las élites globales.

13 Francisco Toquica. El fin justifica los memes. 2013

“La culpa la tuvo el tubo” El resultado del referéndum acerca del brexit fue la salida del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de la Unión Europea. Como puede verse al darle una mirada a la prensa de fines de junio de 2016, el resultado de este referéndum ocasionó distintas polémicas en el campo político planetario. Estas polémicas son insustanciales porque las poblaciones que gobierna cada estado del planeta deben ser soberanas. Por tanto, sus decisiones deben ser respetadas. Sin embargo, una de estas polémicas se torna trascendente porque, al parecer, el resultado del referéndum acerca del brexit no obedece a que la mayoría de la ciudadanía considere que la Unión Europea es un supraestado autoritario como, por ejemplo, lo consideran quienes integran el DIEM25. El 2020 | Febrero


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resultado de este referéndum parece haberse debido a que algunas organizaciones políticas de derecha comunicaron a las poblaciones del Reino Unido, de forma sistemática y focalizada, informaciones falsas sobre la relación entre el Estado británico y el supraestado europeo. Tal información falsa es lo que se conoce como fake news. Los medios que más utilizaron para comunicar estas informaciones falsas fueron algunas redes sociales en línea como Facebook, Instagram, WhatsApp, Telegram, Twitter y YouTube. En este esfuerzo comunicativo llamó bastante la atención un autobús, pintado de rojo, que circuló por muchos sitios del país con un gran letrero en el que se podía leer una de las principales informaciones falsas que difundieron quienes estaban a favor del brexit: que el Reino Unido enviaba 350 millones de libras esterlinas semanales a la Unión Europea. El reporte de la tesorería británica fue que, para ese momento, la contribución del Reino Unido a la Unión Europea era de 156 millones de libras esterlinas a la semana (Postico, 2017). Las fotografías de este autobús tuvieron gran difusión en distintos medios de comunicación y en las redes sociales en línea. Parece que influyeron de forma definitiva en el resultado del referéndum. Por tanto, si una buena parte de la información que se le suministró a la ciudadanía para que decidiera el sentido de su voto, en el contexto del referéndum, fue falsa, la decisión que tome el gobierno no tiene que coincidir con el resultado de esta consulta. Por esto se ha manifestado, tanto en el Reino Unido como en otros Estados del planeta, que resulta forzoso que se realice un nuevo referéndum acerca del brexit en el que las poblaciones cuenten con información veraz acerca de las relaciones entre el Estado británico y el supraestado europeo. Con respecto a este engaño, se ha señalado la responsabilidad de Cambridge Analytica, una empresa británica especializada en influenciar, y quizá determinar, procesos electorales en el planeta. Entre ellos, el que llevó en 2016 Febrero | 2020

a la presidencia de Estados Unidos de América a Donald Trump. Con respecto al referéndum acerca del brexit, la empresa Cambridge Analytica usó parte de la información que ingresaron miles de personas en alguna de las redes sociales en línea para definir y clasificar los caracteres de estas personas. A partir de esta definición y clasificación difundió de manera sistemática y focalizada informaciones falsas acerca de la relación del Reino Unido con la Unión Europea. La idea de definir y clasificar los caracteres de las personas para influenciar y, muy posiblemente, determinar las decisiones que construyen, fue del canadiense Christopher Wylie. Un homoerótico, vegano, que se tiñe el cabello de colores psicodélicos y que fundó la empresa Cambridge Analytica. Con Slavoj Žižek, se puede afirmar que es una paradoja que quienes se ubican a la derecha del campo político y que guían sus acciones utilizando la ideología política neoliberal de un modo populista dependan de nuevas tecnologías físicas y cognitivas “para mantener su atractivo provinciano” (2018). Deben tener un miedo atroz a perder sus privilegios y a empobrecerse, de igual manera que han hecho empobrecer a millones de personas en el mundo, para utilizar en su beneficio a quienes deberían rechazar para mantener coherencia con sus principios. La imagen que debe aflorar en su mente cuando sienten miedo de ocupar el lugar de la subordinación o de perder la cantidad obscena de bienes de los que se han apropiado debe ser la famélica familia real de Oudh. Una familia que perdió sus privilegios y se empobreció cuando dejó de hacer parte de la élite que había formado un estado monárquico y que terminó sobreviviendo en las ruinas de un palacio en Nueva Delhi entre los sucios residuos y los tristes rescoldos de los bienes que se habían apropiado a lo largo de varios siglos (Barry, 2019).


Al parecer, Wylie puso al servicio de las organizaciones políticas de derecha que le contrataron, un método psicométrico que le permitió interpretar una gran cantidad de información que obtuvo de alguna de las empresas que gestionan redes sociales en línea. Este método fue diseñado por Michal Kosinski, un doctor en Psicología de la Universidad de Cambridge. Permite definir y clasificar el carácter de las personas. Además, posibilita definir Francisco Toquica. A todo el mundo le gusta la basura. Cerámica. Dimensiones Variables. 2019 sus circunstancias y sus relaciones y predecir sus comportamientos. Las interpretaciones desarrolladas por Wylie partieron de la información Si se trata de repartir culpas… que consigna cada persona de manera cotila culpa no es del instrumento, diana, voluntaria y desprevenida en las redes es de los pensamientos sociales en línea gestionadas por las empresas con las que, este canadiense, tuvo tratos (GrasDel resultado del referéndum acerca del brexit segger y Krogerus, 2017). se ha culpado a las redes sociales en línea. Lo La forma en la que Dominic Cummings, director de una de las campañas a favor del brexit, con el apoyo de la empresa Cambridge Analytica, influenció y determinó las decisiones que construyó una gran parte de la ciudadanía en el contexto del referéndum acerca del brexit, así como las características del neoliberalismo populista se ilustran, de manera óptima, en la película dirigida por Toby Haynes, Brexit: the uncivil war. En una escena, por ejemplo, Benedict Cumberbatch interpreta a un Cummings que apenas se conmueve ante la enconada confrontación de discursos sobre el brexit que se expresó de forma cruenta en el asesinato de Cox. Otro ejemplo es la escena en la que una mujer, que participa en un grupo focal organizado por la campaña contra el brexit del Partido Laborista, se quiebra, con un llanto rabioso, en el instante en que manifiesta, a pesar de ella, que no entiende la razón por la que se está empobreciendo si dos de sus condiciones sociales son las de “blanca” y “ciudadana”.

mismo ha sucedido con otros acontecimientos similares. Sin embargo, es un error culpar a una herramienta del uso que las personas hagan de ella. Por esto, debido a que las redes sociales en línea son herramientas que, como cualquiera de ellas, requieren que quienes las utilizan aprendan a usarlas, es trascendental que en los diferentes procesos educativos se enseñe a las personas a utilizarlas. Para ello es indispensable enseñar a las personas a reflexionar con el referente de aquellos valores que dignifiquen la condición humana. Como el resultado de los procesos de reflexión es la construcción de experiencias que pueden cualificar las acciones humanas, las redes sociales en línea se configuran como instrumentos para construir experiencias que dignifiquen la condición humana (Larrosa, 2006). Los procesos de reflexión tienen como fundamento los procesos análisis o crítica que, a su vez, se fundamentan en los procesos de descripción o de especificación de las situaciones 2020 | Febrero

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sociales en las que devienen las personas. Esto significa que quienes educan deben enseñar a describir o especificar; a analizar o criticar lo descrito y a reflexionar acerca de lo analizado. Por esto, no se requiere adicionar ninguna tarea extraordinaria a quienes educan cuando se trata de enseñanzas referentes al uso de las redes sociales en línea. El fundamento de la utilización de estas redes es la enseñanza de la construcción de experiencias que dignifiquen la condición humana. Lo que le servirá al estudiantado tanto a usar una red social en línea para relacionarse de manera virtual con otras personas; como a utilizar cualquier otra herramienta para relacionarse de manera real con otras personas.

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De esta forma, se puede concluir que las redes sociales en línea son instrumentos que, como todos los útiles de los que se sirven las personas, requieren que quienes los utilizan aprendan a servirse de ellos. La razón de esto es que mediante estos instrumentos se pueden crear, capturar, emitir y recibir disimiles informaciones que, una vez que han sido comprendidas por las personas, constituyen los conocimientos, los saberes y, en general, las experiencias que prescriben y proscriben el sentido de las acciones que las personas realizan en la vida cotidiana. Por esto, en los procesos educativos debe enseñarse a las personas a construir experiencias que dignifiquen la condición humana. Una manera de hacerlo es enseñar a las personas a describir, analizar y reflexionar fundamentándose en valores que pueden hacer más digna la vida humana en este planeta. De esta manera es posible que en nuestras sociedades no imperen personas que, guiadas por el neoliberalismo populista, escamoteen la posibilidad de que en nuestras sociedades se construyan decisiones de manera democrática que dignifiquen la condición humana.

Notas 1 La palabra “Grexit” corresponde a una abreviatura de los términos Greece y exit. Del mismo modo, la palabra brexit corresponde a los términos Britain y exit. Febrero | 2020

2 El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte se adhirió a la Unión Europea el 1 de junio de 1973. Fue uno de los primeros estados que hizo parte de esta asociación supraestatal. 3 Al respecto, se puede consultar el sitio de DIEM25 en la dirección https://diem25.org/main-es/.

Referencias Barry, E. (2019). El príncipe de la jungla de Nueva Delhi, recuperado de https://www.nytimes.com/ es/2019/12/12/espanol/mundo/principe-nuevadelhi.html?auth=link-dismiss-google1tap. Bobbio, N. (2009). “Democracia: los fundamentos”, en Bovero, M. (ed.), Teoría general de la política, Madrid, Trotta, pp. 401-417. Grassegger, H. y Krogerus, M. (2017). The data that turned the world upside down: how Cambridge Analytica used your Facebook data to help the Donald Trump campaign in the 2016 election, recuperado de https:// www.vice.com/en_us/article/mg9vvn/how-ourlikes-helped-trump-win. Hobsbawm, E. (1995). Historia del siglo xx: 1914-1991, Barcelona, Crítica. Honneth, A. (2007). Reificación: un estudio en la teoría del reconocimiento, Buenos Aires, Katz. Larrosa, J. (2006). “Sobre la experiencia”, Revista Educación y Pedagogía, 18, Medellín, Universidad de Antioquia, pp. 43-67. Postico, D. (2017). La gran mentira del ‘brexit’: Londres no pagaba a Bruselas ni la mitad de los 350 millones semanales que decía la campaña del brexit, recuperado de https://cadenaser.com/ser/2017/08/08/internacional/1502205699_216243.html Santos, B. de S. (2018). Izquierdas del mundo, ¡uníos!, Barcelona, Icaria. Žižek, S. (2018). Sujetos felizmente manipulados, no gracias, recuperado de https://www.pagina12.com. ar/108642-sujetos-felizmente-manipulados-nogracias.

María Eugenia Villa Sepúlveda es Doctora en Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, integrante del Grupo de Investigación Comprender de la Universidad de Antioquia y del Grupo de Trabajo Académico Educar para la Polis del Grupo Comprender. Correo electrónico: eugenia.villa@udea.edu.co.


Influencia de los medios en las votaciones Comportamiento electoral: ¿por qué y cómo votamos? Diógenes Elí Casas Samper

En la actualidad, aún continuamos

refiriéndonos a teorías desarrolladas hace más de cincuenta años para explicar fenómenos electorales contemporáneos; tal vez, por este motivo es tan complejo pretender explicar casos como la votación en el Brexit, la elección de Donald Trump en Estados Unidos y la de Andrés Manuel López Obrador en México, o el triunfo del voto al “No” en el plebiscito refrendario de los acuerdos de paz en Colombia, por citar algunos ejemplos.

El siglo pasado, con la consolidación de la democracia electoral y el sufragio universal en buena parte de los países desarrollados, se dio lugar al surgimiento de escuelas de pensamiento que buscan explicaciones al comportamiento de los electores. Estas escuelas nacieron enfrentadas, pues encontraron causales, no sólo diferentes sino también con determinantes opuestos: mientras unas veían estructuras (regionales, sociales, de clase o religiosas) como fuentes de explicación, otras buscaron en el individuo y su racionalidad, y otras más en determinantes psicológicos o políticos individuales la explicación del comportamiento electoral. Estas tres escuelas o paradigmas se conocen como: el modelo sociológico, el modelo racional o económico y el modelo socio-psicológico. El modelo sociológico tiene sus raíces en los estudios sobre el comportamiento electoral llevados a cabo en Estados Unidos en la década de 1940 mediante encuestas y se identifica con

Caín Press. Lo que odia. 2019

los planteamientos de la Escuela de Columbia. Su supuesto teórico consiste en que el elector es un ser social que forma tanto sus opiniones como sus opciones políticas partiendo de las relaciones sociales; es decir, el contacto y las conversaciones con sus congéneres. Por lo tanto, la estructura social es condicionante de la formación y pertenencia a grupos o comunidades sociales. Los modelos racionales o económicos enfatizan en la explicación individual, como lo hace el modelo psicológico, pero resalta el papel del comportamiento racional de los actores. Dentro de este paradigma se encuentran los postulados de Anthony Downs en su texto An Economic Theory of Democracy (1957). Como supuesto base de este último modelo se tiene que la racionalidad utilitarista del ciudadano, es decir la maximización de sus beneficios personales o sociales, pesa o es determinante en las orientaciones electorales por encima de 2020 | Febrero

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sus identidades partidarias o su pertenencia a determinados grupos sociales; por lo tanto, se espera que la decisión del ciudadano se sustente en la percepción que tiene respecto de los candidatos contendientes en una elección a partir tanto de la evaluación de su desempeño en el pasado, como del beneficio que pueda representar la elección de alguno de ellos en la perspectiva de obtener beneficios de promesas futuras.

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El modelo socio-psicológico se conoce en la literatura como el enfoque de la Escuela de Michigan centrado en el conjunto de disposiciones y actitudes que los individuos tienen respecto del sistema político, las cuales sirven como elementos de juicio a la hora de la toma de decisiones de voto. Es decir, dicho enfoque privilegia las explicaciones individuales y el efecto que puedan tener las actitudes de los ciudadanos sobre la participación electoral. La Escuela de Míchigan resalta la importancia del sociólogo estadounidense Albert Angus Campbell y otros (Campbell, Converse, Miller, y Stokes, 1960), quienes buscaron, al contrario de la escuela sociológica, dar cuenta del proceso de toma de decisiones por parte del elector a través de un “embudo de causalidad” (funnel of causality). En este embudo se encuentran en el punto de mayor amplitud las variables estructurales, sociales, económicas y políticas, las cuales configuran los cimientos para las relaciones entre los individuos y los grupos partidarios; por otro lado, en el punto más estrecho del embudo, se encuentran las características específicas y relativas a una elección determinada, tales como la coyuntura económica o política y la configuración de las candidaturas. En el anterior orden de ideas, el vínculo que permite la unión de ambos puntos del embudo se establece debido a que las actitudes desarrolladas por parte de los individuos hacia los candidatos, temas o problemas del debate político, y con preeminencia hacia los partidos, no le dan relevancia mayor a las variables Febrero | 2020

que tiene en cuenta, por ejemplo, la Escuela de Chicago tales como el medio social o familiar, las identidades de clase, religión o grupo étnico y sobrepone a estas la variable identidad partidaria o militancia partidaria (Haak, 2010). En el caso de América Latina se ha utilizado dicha referencia teórica, pero no solamente con militancia partidaria, en buena medida por la debilidad de las estructuras partidarias, sino incluso también con cierto comportamiento tradicional vinculado a un líder carismático o caudillo, concepto que es entendido en la literatura como la preferencia o adhesión del votante hacia líderes carismáticos o fuertes. Dicha preferencia se ve acompañada, en la mayoría de los casos, de fracturas en el aparato estatal y ascenso de movimientos de masas con líderes carismáticos (Castro, 2007).

El “líder” y la “política 2.0” como factor de decisión y explicación de voto Como lo señala Arthur Schlesinger (1988), la democracia, especialmente en América Latina, ha recurrido “de buena gana” en la praxis a aquello que rechazaba teóricamente y es así que puede entenderse cómo el carácter del líder se impone en los hechos electorales (siendo ejemplos el caso de Hugo Chávez en Venezuela o Donald Trump en Estados Unidos) ante las corrientes teóricas clásicas y llegando a desembocar en lo que algunos autores han calificado como populismo y/o neopopulismo o el fenómeno de caudillos. Según Manuel Justel (1992), el triunfo electoral que puedan tener los partidos políticos parece comenzar a depender de manera creciente de la imagen pública que tengan sus líderes o candidatos. Dicho fenómeno resulta ser impulsado por diferentes tipos de tendencias, las cuales han mostrado una importante evolución respecto de la pérdida de efectividad


19 Francisco Toquica. Guayabo negro. Acrílico sobre lienzo. 2013

de los factores “estructurales” (escuela sociológica) como determinantes en las elecciones. Toda vez que dichos factores, entre ellos la clase social y la religión se muestran debilitados de manera creciente junto con las tramas y los recursos organizativos que solían cimentar la estructura de los partidos políticos.

los ciudadanos y sus candidatos por medio de la virtualidad, especialmente en la llamada “política 2.0” con plataformas como Facebook y Twitter, prescindiendo así de intermediarios y estructuras partidarias para que el votante pueda ejercer una relación recíproca con los diferentes líderes políticos y candidatos.

Por otro lado, de manera consecuente a la ya mencionada pérdida de relevancia de los factores sociológicos como determinantes del voto, se evidencia una creciente ola de la capacidad de movilización política en nuevos escenarios, gracias al amplio desarrollo de los medios de comunicación.

El impacto de la tecnología sobre los electores es notable; casos contemporáneos como los escándalos de Facebook con Cambridge Analytica, las “fake news” o los bots en Twitter han sido pruebas evidentes respecto del amplio poder que poseen grandes corporaciones que, gracias a la recolección de datos de los usuarios, logran utilizar precisas estrategias de marketing político para identificar potenciales electores vulnerables para beneficiar sus campañas.

A lo anterior puede sumarse que, en la actualidad, la adopción de tecnologías de la información permite interacciones directas entre

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Así las cosas, confluyen en el modelo sociopsicológico del comportamiento electoral dos fenómenos contemporáneos: la política 2.0 y el líder como factor de decisión del voto, siendo también prioritario asumir que nunca antes en la historia de la humanidad los votantes habían podido tener interacciones directas, inmediatas y en vivo con sus candidatos, lo que supone la necesidad de abordar los estudios sobre votación desde una nueva mirada que sea acorde con la época contemporánea de “lo digital”.

Referencias

Caín Press. La vida. 2019

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El votante se convierte entonces en un cliente potencial a los ojos del marketing, en el cual sofisticados algoritmos analizan al potencial elector con el objetivo de encontrar el momento, lugar y plataforma que más se adecúe a su perfil que es estudiado en busca de marcadores o patrones de vulnerabilidad para persuadirlo de una determinada agenda electoral por medio de las interacciones digitales previamente mencionadas. Este fenómeno se da, en gran medida, gracias a la potente recolección de datos de millones de usuarios por parte de múltiples empresas que hacen uso de aplicaciones digitales y, en su mayoría, sin informar al usuario de cómo están siendo utilizados sus datos. Lo anterior puede servir como fuente de explicación para casos contemporáneos de elecciones, si se suman además los estudios referentes al voto emocional y la preponderancia que tiene el líder dentro de dichos estudios, bien sea desde las neurociencias, especialmente con la “neuropolítica” (Rúas, Puentes y Dapena (2014) o desde los estudios de psicología política (González y Darias, 1998).

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Campbell, A., Converse, Ph., Miller, W., y Stokes, D. (1960). The American voter, Nueva York, John Wiley & Sons, Inc. Castro, P. (2007). “El caudillismo en América Latina, ayer y hoy”, en: Política y Cultura, México, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, n. °. 27, pp. 9-29. Downs, A. (1957). An Economic Theory of Democracy, Nueva York, Harper. González, M. y Darias, M. (1998). “Predicción de la conducta de voto. Personalidad y factores sociopolíticos”, en: Psicología Política, España, Universidad de Valencia, nº 17, pp. 45-78. Haak, D. S. (2010). “Los enfoques teóricos del comportamiento electoral”, Perú, Pontificia Universidad Católica del Perú. Rúas, J., Puentes Rivera, I., y Dapena González, B. (2014). “Neuropolítica, Facebook y Twitter: r-evolución en la observación y medición de los parlamentarios en las redes sociales”, en: Actas del VI Congreso Internacional Latina de Comunicación Social, España, Universidad de La Laguna. Justel, M. (1992). El líder como factor de decisión y explicación de voto, Madrid, Universidad Complutense de Madrid. Schlesinger, A. (1988). “Democracia y liderazgo”, en: Facetas, n. ° 79, 1, Washington, pp. 20-25.

Diógenes Elí Casas Samper es Magíster en Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Querétaro y candidato a Doctor en la Queensland University of Technology de Australia.


La granja rusa de trolls

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Adaptación del corto de la serie de la CBS The Good Fight. © CBS The Good Fight Short disponible en Youtube: https://youtu.be/EC8KRd0sDGs

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PROGRAMACIÓN

FEBRERO/2020 académica viernes

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7:00 a. m. - 8:00 a. m. Cátedra Abierta “Dolor trigeminal: diagnóstico y tratamiento” Conferencista doctor Raúl Jiménez Gómez Bloque 31, Auditorio principal Facultad de Odontología, tercer piso Organiza: Facultad de Odontología

jueves

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2:00 p. m. Conversatorio: “Arte y proceso”, contribución académica de la exposición Fortuna. Diálogos. Extracción, economía y cultura Museo Universitario Organiza: MUUA

Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Escuela de Idiomas

martes 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: The phantom of the opera, Andrew Lloyd Webber’s, Estados Unidos, 2004, 143’ Sala de cine Edificio San Ignacio 6:30 p. m. // Cinema Solaz Ciclo: Y volver, volver… volver Película: La eternidad y un día, Theodoros Angelopoulos, Grecia, 1998, 130’ Atrás del Bloque 12 Organiza: Pánico Colectivo

miércoles

escénicas jueves

13

6:00 p. m. Babel, hasta que la muerte nos separe. Organizan: Extensión Cultural y Compañía Kakatua Violeta

cine y video lunes 4:00 p. m. // Grupo de estudios fílmicos Ciclo: Gente rara Película: The Straight Story, David Lynch, Estados Unidos, 1999, 112’

3

4

12:30 p. m. // Cineísmo Cineclub Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217)

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: Fame, Alan Parker, Estados Unidos, 1980, 130’ Sala de cine Edificio San Ignacio 6:00 p. m. // Cine-Foro: ‘En Construcción’ Ciclo: Lgbti+ Película: Carol, Todd Haynes, Reino Unido, 2015, 118’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Instituto de Filosofía

viernes

5

4:00 p. m. // Utopía Latinoamericana Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Cero en conducta, Jean Vigo, Francia, 1933, 42’ Sala de cine Edificio San Ignacio

jueves

Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

6

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Existencias ordinarias: Claire Denis Película: J’ai pas sommeil (I can’t sleep) Claire Denis, Francia, 1994, 110’

7

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: Las penas con pan, son menos Película: El hombre que sabía demasiado Alfred Hitchcock, Estados Unidos, 1956, 120’ Sala de Cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Ver y Leer Ciclo: Cine literario 2020 Película: Lolita, Stanley Kubrick, Estados Unidos, 1962, 153’, basada en la novela del escritor ruso Vladimir Nabokov. Auditorio de la planta baja de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz Organiza: Sistema de Bibliotecas 4:00 p. m. // Cineclub Cine Maestro Ciclo: Cine de la distopía Película: Metrópolis, Fritz Lang, Alemania 1927, 153’ Auditorio 10-206 Organiza: Centro de documentación Facultad de Educación 4:00 p. m. // Cineclub Ciencias Exactas

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Ciclo: Kubrick Película: El resplandor, Stanley Kubrick, Reino Unido, Estados Unidos, 1980, 144’ Auditorio Gustavo Loaiza (4-212) Organiza: Facultad de Ciencias Exactas y Naturales 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Les anarchistes, Elie Wajeman, Francia, 2015, 101’ Sala de cine Edificio San Ignacio

lunes

10

4:00 p. m. // Grupo de estudios fílmicos Ciclo: Gente rara Película: Madeinusa, Claudia Llosa, Perú, 2007, 100’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Escuela de Idiomas

martes

11

jueves

13

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Existencias ordinarias: Claire Denis Película: S’en fout la mort (A quién le importa la muerte) Claire Denis, Francia, 1990, 90’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: The blue brothers, John Landis, Estados Unidos, 1980, 132’ Sala de cine Edificio San Ignacio

viernes

14

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: Copying Beethoven, Agnieszka Holland, Estados Unidos, 2006, 104’ Sala de cine Edificio San Ignacio

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: Las penas con pan, son menos Película: Una pastelería en Tokio, Naomi Kawase, Japón, 2015, 113’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

6:30 p. m. // Cinema Solaz Ciclo: “Y volver, volver… volver” Película: Reminiscencias de un viaje a Lituania, Jonas Mekas, Reino Unido, 1972, 88’ Atrás del Bloque 12 Organiza: Pánico Colectivo

4:00 p. m. // Cineclub Cine Maestro Ciclo: Cine de la distopía Película: Fahrenheit 451, François Truffaut, 1966, Reino Unido, 108’ Auditorio 10-206 Organiza: Centro de documentación Facultad de Educación

miércoles

12

12:30 p. m. // Cineísmo Cineclub Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217)

4:00 p. m. // Utopía Latinoamericana Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217)

26

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: La sombra de la ley, Dani de la Torre, España, 2018, 126’ Sala de cine Edificio San Ignacio

4:00 p. m. // Cineclub Ciencias Exactas Ciclo: Kubrick Película: Nacido para matar, Stanley Kubrick, Estados Unidos, 1987, 116’ Auditorio Gustavo Loaiza (4-212) Organiza: Facultad de Ciencias Exactas y Naturales

4:00 p. m. // Ver y Leer Ciclo: Cine literario 2020 Película: La edad de la inocencia, Martin Scorsese, Estados Unidos, 1993, 138’, basada en la novela de Edith Warthon, Estados Unidos. Auditorio de la planta baja de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz Organiza: Sistema de Bibliotecas 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Tierra y libertad, Ken Loach, Reino Unido, 1995, 110’ Sala de cine Edificio San Ignacio

lunes

17

4:00 p. m. // Grupo de estudios fílmicos Ciclo: Gente rara Película: Tony Manero, Pablo Larraín, Chile, 2008, 98’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Escuela de Idiomas

martes

18

4:00 p. m. // Utopía Latinoamericana Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217)

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: The fabulous baker boys, Steve Kloves, Estados Unidos, 1989, 113’ Sala de cine Edificio San Ignacio 6:30 p. m. // Cinema Solaz Ciclo: Y volver, volver… volver Película: Naturaleza muerta, Jia Zhang Ke, China, 2006, 108’ Atrás del Bloque 12 Organiza: Pánico Colectivo

miércoles

19

12:30 p. m. // Cineísmo Cineclub


Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Libertarias, Vicente Aranda, España, 1996, 124’ Sala de cine Ed. San Ignacio

jueves

20

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Existencias ordinarias: Claire Denis Película: White material (Una mujer en África) Claire Denis, Francia, 2009, 105’ Sala de Cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 6:00 p. m. // Cine-Foro: ‘En Construcción’ Ciclo: Lgbti+ Película: Viva, Paddy Breathnach, Irlanda, 2015, 100’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Instituto de Filosofía

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: Young man with a horn, Michael Curtiz, Estados Unidos, 1950, 112’ Sala de cine Edificio San Ignacio

viernes

21

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: Las penas con pan, son menos Película: El festín de Babette, Gabriel Axel, Dinamarca, 1987, 102’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Cineclub Ciencias Exactas Ciclo: Kubrick Película: Senderos de gloria,

Stanley Kubrick, Estados Unidos, 1957, 88’ Auditorio Gustavo Loaiza (4-212) Organiza: Facultad de Ciencias Exactas y Naturales 4:00 p. m. // Ver y Leer Ciclo: Cine literario 2020 Película: Muerte en Venecia, Luchino Visconti, Italia, 1971, 127’, basada en la novela de Thomas Mann, Alemania. Auditorio de la planta baja de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz Organiza: Sistema de Bibliotecas 4:00 p. m. // Cineclub Cine Maestro Ciclo: Cine de la distopía Película: Soylent Green, Richard Fleischer, 1973, Estados Unidos, 97’ Auditorio 10-206 Organiza: Centro de documentación Facultad de Educación 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Was tun, wenn’s brennt? Gregor Schnitzler, Alemania, 2001, 101’ Sala de cine Edificio San Ignacio

lunes

24

4:00 p. m. // Grupo de estudios fílmicos Ciclo: Gente rara Película: I, Tonya, Craig Gillespie, Estados Unidos, 2018, 119’ Sala de Cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Escuela de Idiomas

martes

25

Película: Parábola del retorno, Juan David Soto, Colombia, 2016, 41’ Atrás del Bloque 12 Organiza: Pánico Colectivo

miércoles

26

12:30 p. m. // Cineísmo Cineclub Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) 4:00 p. m. // Utopía Latinoamericana Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) 6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Vivir la utopía, Juan A. Gamero, España, 1997, 94’ Sala de cine Edificio San Ignacio

jueves

27

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Existencias ordinarias: Claire Denis Película: Beau travail (Buen trabajo) Claire Denis, Francia, 1999, 90’ Sala de Cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: Mr. Holland’s opus, Stephen Herek, USA 1995, 142’ Sala de cine Edificio San Ignacio

viernes

28

6:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Cine musical Película: Beyond the sea, Kevin Spacey, Estados Unidos, 2004, 121’ Sala de cine Edificio San Ignacio

4:00 p. m. // Cineclub Cine Maestro Ciclo: Cine de la distopía Película: Logan’s Run, Michael Anderson, 1976, Estados Unidos, 120’ Auditorio 10-206 Organiza: Centro de documentación Facultad de Educación

6:30 p. m. // Cinema Solaz Ciclo: Y volver, volver… volver

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: Las penas con pan, son menos

27


exposiciones

música

Película: Food, Inc. Robert Kenner, Estados Unidos, 2008, 94’ Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

viernes

4:00 p. m. // Cineclub Ciencias Exactas Ciclo: Kubrick Película: La naranja mecánica, Stanley Kubrick, Reino Unido, Estados Unidos, 1971, 136’ Auditorio Gustavo Loaiza (4-212) Organiza: Facultad de Ciencias Exactas y Naturales 4:00 p. m. // Ver y Leer Ciclo: Cine literario 2020 Película: Doctor Zhivago, David Lean, Inglaterra, 1965, 197’, basada en la novela de Boris Pasternak, Rusia. Auditorio de la planta baja de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz Organiza: Sistema de Bibliotecas 4:00 p. m. // Cineclub Tardes en el Paraninfo Ciclo: Gimme tha power: anarquía Película: Park Yeol, Lee Joon-ik, Corea del Sur, 2017, 129’ Sala de cine Edificio San Ignacio

7

5:00 p. m. Luis Antonio Calvo: Escenas pintorescas de Colombia. Orquesta EnPúa Coro La cantoría, Trío Picaporte., Lezlye Berrío, solistas, invitados especiales. Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo

viernes

14

6:00 p. m. Rock en tu idioma. Tributo a Soda Stéreo, Caifanes, Prisioneros, Andrés Calamaro, Maná, entre otros. Banda: Los del Atiko. Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo

danza sábado

Todo el mes Lunes a sábado, 8:00 a. m. a 5:00 p. m. «Entre manchas y montañas» Biblioteca de la Ciudadela Robledo, El muro del artista Ciudadela Robledo 8:00 a. m. a 6:00 p. m. y sábados de 9:00 a. m. a 4:00 p. m Fortuna. Diálogos. Extracción, economía y cultura. Información del arte, la cultura y la ciencia sobre la relación de la humanidad con la minería en el contexto colombiano Museo Universitario MUUA

viernes

7

9:00 a. m. a 3:00 p. m. La canasta de la U: Mercado agroecológico

15

2:00 p. m. Aladino, una historia danzada. Espectáculo de la Academia de Danza María Isabel Ángel. Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo

viernes

21

9:00 a. m. a 3:00 p. m. La canasta de la U: Mercado agroecológico Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo, Epopeya de café Organiza: Extensión Cultural

¡para disfrutar en el muua! sábado

1

10:00 a. m. Tallernautas. Ciclo temático “Clasificando especies”. Día de pesca. 11: 30 a. m. Títeres en escena: Arte y Fantasía en la Vida de Canito

sábado

8

10:30 a. m. Tallernautas. Ciclo temático “Clasificando especies”. Ranas saltarinas 11:30 a. m. MUUAcción. Astronomía y cuerpo

28

sábado

15

10:30 a. m. Tallernautas. Ciclo temático “Clasificando especies”. Aves a volar 11:30 a. m. MUUAcción. Experimentación de la evolución en el cuerpo

sábado

22

10:30 a. m. Tallernautas. Ciclo temático “Clasificando especies”. Serpiente articulada 11: 30 a. m. Títeres en escena: I.E universo infantil

sábado

29

10:30 a. m. Tallernautas Ciclo temático “Clasificando especies”. Crea tu propio mamífero 11:30 a. m. MUUAcción. Experimentación de la evolución en el cuerpo




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