El automóvil es un bien de uso cotidiano para el desarrollo de nuestras actividades. No es raro que nos veamos en la situación de tener que acudir a un taller para reparar averías, hacerle una puesta a punto, realizar una revisión, arreglar pequeños golpes,…
No obstante, se estima que la afluencia a los talleres ha descendido en estos años de crisis. A veces, por ahorrarnos unos euros, acudimos a alguna persona conocida para hacernos un “apaño” y esto nos puede salir caro, si no se trata de un taller que tiene todas la garantías.
Y no sólo hablamos en términos de pérdida de derechos y garantías que la ley nos ofrece, sino en descenso de seguridad vial.
No tengas dudas. Debes evitar las chapuzas