La ocurrencia de desastres naturales de manera recurrente durante los últimos
años, ha generado distintos niveles de preocupación en los diferentes estratos de
la comunidad internacional. Los países de la región están cada vez más interesados
en fomentar una cultura de prevención, incidencia política, sensibilización y el
fortalecimiento de las capacidades locales en mecanismos de Reducción de Riesgo
de Desastres, volcando sus esfuerzos a mitigar los impactos adversos de desastres,
reducir la vulnerabilidad social, medio ambiental y económica sobre los medios de
vida de la poblaciones vulnerables.