Mente luminosa: El Camino de Buda por Kyabje Kalu Rinpoche

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S E G U N D A PA R T E - S E C C I Ó N C U A R TA

bajó las escaleras. “¿Como te encuentras?”, Preguntó. Naropa expresó su agonía, pero Tilopa le instó a vigilar su mente, lo curó y le dio una enseñanza. Otra vez, cuando estaban cerca de un enorme fuego, Tilopa dijo: “Para obedecer las órdenes del maestro, uno debe aprender a saltar al fuego”. En el mismo estado de ánimo que antes, Naropa saltó y se quemó, y Tilopa volvió a preguntar: “¿Como te encuentras?” De nuevo le dijo a Naropa que vigilara su mente, lo curó y le dio otra enseñanza. En otra ocasión, estaban viendo pasar una procesión matrimonial. Impresionado por la belleza de la novia, Tilopa expresó su deseo de tenerla como consorte y envió a Naropa a recogerla. Naropa fue golpeado casi hasta la muerte por los furiosos invitados, y cuando finalmente regresó a Tilopa, fue regañado por haberse ido tanto tiempo. En otra ocasión, Tilopa envió a Naropa a pedir comida, cosa que hizo. Muy satisfecho, Tilopa lo envió lejos para conseguir un poco más, pero la gente que le había dado la comida no quería darle más. Sin embargo, después de haber visto a su maestro tan feliz con lo que le había traído, Naropa procedió a robar un poco más, y fue capturado, golpeado y abandonado prácticamente muerto. Tilopa se acercó, le preguntó como se encontraba y le dijo una vez más que mirara su mente, y otra vez lo curó. En otro punto, tuvieron que cruzar un arroyo lleno de sanguijuelas. Tilopa le pidió a Naropa que hiciera un puente con su cuerpo para que no mojarse, pero era tan pesado que Naropa resbaló y Tilopa se salpicó con el agua. “¡Querías hacerme caer!” gritó Tilopa. Golpeó fuertemente a Naropa, y además Naropa fue completamente drenado de sangre por las sanguijuelas. Naropa fue sometido a doce pruebas mayores y doce menores. Después de éstas, un día Tilopa le pidió que trajera agua. Cuando Naropa regresó, Tilopa lo tomó por la nuca, cogió una de sus sandalias y lo golpeó con fuerza en la frente. Naropa se desmayó, y cuando se recupero había alcanzado la realización perfecta de Mahamudra. Ninguno de las pruebas de Naropa eran actividades habituales del Dharma, pero, siguiendo las instrucciones de su maestro, limpió los oscurecimientos en su mente, recibió su bendición, y por lo tanto alcanzó la realización final. En la relación con un lama, es importante observar y examinar nuestra propia mente, porque mientras la mente no está disciplinada, tiene la tendencia a ver sólo los defectos en los demás. En esa relación, debemos considerar que lo que vemos como incorrecto con el lama es simplemente una proyección de nuestra propia mente, nuestra propia negatividad. Como seres ordinarios, somos impulsados por muchas aflicciones. Siempre tendemos a percibir los defectos de los demás. Si 176 ← Contenido


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