EN DEFENSA DE LA EDUCACION PUBLICA
El 1 de enero de 2016, en una fiesta ilegal en Melchor Romero garantizada por la impunidad de un grupo de empresarios inescrupulosos y funcionarios del municipio platense, murió nuestra compañera Emilia Uscamayta Curi. Emilia tenía 28 años y estaba por cursar su último año en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Se había acercado a militar a la Masetti luego de profundas discusiones y de haber presenciado en Bolivia, el proyecto encabezado por Evo Morales. Con su militancia buscó sintetizar su lucha por los Pueblos Originarios y el feminismo. Desde aquel día acompañamos en la lucha por justicia a su familia. Ella no murió en un accidente, sino que fue víctima del negocio de la noche, de un Estado que se ausenta cuando necesitamos protección y solo aparece con los gases de la represión.
Los cuatro organizadores de la fiesta fueron Carlos Bellone (dueño de la quinta); Santiago Piedrabuena (quien ya tenía una
condena a prisión por tenencia ilegal de armas de fuego); Gastón Haramboure (condenado por el asesinato de Juan Maldonado a la salida del boliche Alcatraz de Berisso en 2009); y Raúl “El Peque” García (amigo y socio de los funcionarios de Cambiemos, este año detenido por estar implicado en redes de trata). Exigimos que se impute a cada funcionario municipal que por acción u omisión garantizó la impunidad que se llevó a Emilia: Sebastián Martinez Pass (titular de la Policia Local); Roberto Di Grazzia (Sec. de Convivencia y Control Ciudadano); Gerardo Gioglio (ex Director de Nocturnidad); Juan Manuel Martinez Garmendia (Sub-Secretario de Gobierno); Néstor Galarraga (Secretario de Inspecciones); Walter Etchevest (Tránsito); Emanuel Reyes (Control y Fiscalización) y Julio Garro, intendente de La Plata. Nos falta Emilia en las aulas, en las calles, en la mesa, en cada lucha y en cada espacio. No bajamos las banderas de ¡Justicia por Emilia Uscamayta Curi! y seguimos día a día en la huella que nos dejó.