De “Eldorado” al Tercer Reich
prisioneros homosexuales murieron en los campos, tres cuartas partes de los cuales durante su primer año de internamiento, en comparación con el 41 por ciento de los prisioneros políticos y el 35 por ciento de los testigos de Jehovah45. Estas cifras son, sin duda, el resultado de una pluralidad de fenómenos, cada uno de los cuales ofrece una perspectiva de la experiencia de los hombres homosexuales en los campos de concentración: >> Los vigilantes tomaban a los internos homosexuales como objetos frecuentes de abuso físico y tortura. Como recordaría más tarde un prisionero de Dachau, “[Los prisioneros del triángulo rosa] eran particularmente objeto de abusos por las SS, humillados de las formas más degradantes, y castigados corporalmente a la mínima oportunidad.”46 >> Con frecuencia, los prisioneros homosexuales masculinos no representaban más del uno por ciento de la población total de cada campo, así que, en general, la creación de vínculos de ayuda mutua, el comercio en los mercados negros de los campos, y la ascensión a posiciones mejores en la jerarquía de los campos les resultaba imposible. Esta situación se veía exacerbada por el hecho de que los prisioneros del triángulo rosa estaban obligados a limitar sus contactos entre ellos y con prisioneros de fuera de su propio grupo, ya que el mínimo signo de amistad podría ser tomado como evidencia de su incapacidad para reformarse. En cambio, los delincuentes comunes y los prisioneros políticos –más numerosos, más experimentados con la vida de la prisión y con los sistemas ideológicos de solidaridad, y en general más capaces de asociarse entre ellos sin levantar sospechas– se desenvolvieron comparativamente mejor en los campos. >> Al menos en ciertos casos, los hombres homosexuales eran seleccionados para ser objetos de experimentos médicos con una frecuencia desproporcionada en relación con los otros prisioneros. Por ejemplo, Eugen Kogon, un prisionero político que trabajó como enfermero en Buchenwald de 1942 a 1945, señaló que las cobayas de los experimentos realizados en ese campo “eran generalmente convictos y homosexuales, junto con unos pocos prisioneros políticos de todas las 50
45 Véase Lautmann, “The Pink Triangle,” p. 147, y “Gay Prisoners,” p. 204.
46 Citado in Lautmann, “The Pink Triangle,” p. 147.