DOCUMENTO SOBRE POLÍTICAS N.º 01/2013
MÁS ALLÁ DEL 2015: UN ROL PARA LA GOBERNABILIDAD Nuestro mundo alcanzará próximamente una nueva instancia fundamental para el desarrollo: la llegada del 2015. Esta fecha señala, a la vez, el final y el comienzo de un camino hacia un mundo mejor para todos. El año 2015 constituye un punto de inflexión para el desarrollo, y el rol de la gobernabilidad en esta meta.
El año 2015 será el último plazo de los compromisos sobre desarrollo asumidos inicialmente en el 2000 por los líderes mundiales en el ámbito de las Naciones Unidas (ONU): los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Estos objetivos incluyen compromisos fundamentales en distintos ámbitos, desde la educación primaria universal hasta la consolidación de los lazos de asociación globales en materia de comercio, asistencia y endeudamiento. El 2015 también marcará el comienzo de nuevas oportunidades. Ofrece una posibilidad única para examinar los principales factores que hayan permitido conseguir avances en términos de desarrollo e integrar estos elementos como nuevos objetivos. Transparency International considera que la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción deben ser reconocidas como factores claves que permiten eliminar la pobreza. Ambas son además una condición indispensable para posibilitar un desarrollo sostenible y equitativo, y un elemento central de los nuevos compromisos globales que se formulen en el futuro. Ahora que el mundo pone su mirada en un horizonte más allá del 2015, Transparency International insta a la ONU y a los gobiernos de sus estados miembros a formular un objetivo sobre gobernabilidad abierta, participativa y con rendición de cuentas. Este objetivo dimana del reconocimiento de los derechos humanos y los principios de transparencia, rendición de cuentas, integridad y participación ciudadana. Se trata de un objetivo que se aplica a todos los países y que aún no ha sido alcanzado plenamente por ninguno. También deben plantearse metas graduales e intermedias en materia de gobernabilidad que tengan incidencia en todos los demás objetivos. La integración de principios sobre gobernabilidad en todos los compromisos relativos a desarrollo supone el reconocimiento del carácter multidimensional de la gobernabilidad y su contribución fundamental a los adelantos en distintos sectores: desde educación y agua, hasta el medioambiente y los recursos naturales. Del mismo modo, el proceso para la elección y el monitoreo de los objetivos consensuados debe distinguirse por su transparencia, rendición de cuentas, integridad y compromiso ciudadano. Estos objetivos sobre gobernabilidad resultan cruciales para establecer el sistema de gobernabilidad mundial del cual depende una asociación global verdaderamente equitativa entre todos los actores interesados. Por ejemplo, a fin de efectuar un seguimiento efectivo de los avances conseguidos en la implementación de los compromisos, debe existir información transparente, oportuna y comprensible que resulte accesible para todos. Al incorporar la gobernabilidad como un aspecto central de los nuevos compromisos globales, posibilitaremos que, a partir de 2015, nuestro mundo se distinga por un desarrollo sostenible, equitativo y basado en el respeto de los derechos.