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calle
sábado 19 de septiembre de 2015
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En 1871 se empezó a publicar
Almanaque Rojas Hermanos es un universo de lunas y estrellas Entre sus precursores está el artista plástico Arístides Rojas y el compromiso familiar que no ha caducado
D
esde épocas remotas los almanaques o calendarios han sido consultados por eruditos y profanos. La influencia de los astros en las acciones cotidianas, el santoral del día o una efeméride, son datos que a lo largo de la historia han robustecido las diversas áreas del conocimiento humano. El calendario Maya tuvo gran influencia dentro de esta civilización, el Gregoriano es el oficialmente usado en occidente y el Almanaque Mundial goza de gran prestigio en muchos países.
Su gran tamaño de 60 x 40 y el encabezado con letras rojas lo hacen único. ¿Cuándo es conveniente cortar el cabello? ¿Qué se festeja hoy? ¿Cuántos eclipses habrá durante el año? ¿Hay luna llena este mes? Las respuestas a éstas y otras interrogantes se podrán hallar en el Almanaque Rojas. También registra: temperatura media, presión atmosférica, precipitación media, velocidad de los vientos y nubosidad. Estos datos son útiles, para quienes realicen actividades navieras. También los agricultores tienen en él, una importante fuente de información.
Deme mi almanaque por favor…
Era una tradición
En Venezuela, durante la época decembrina o en los primeros meses de cada año, es usual adquirir el calendario de los venideros 365 días. Conocer los feriados y saber qué día cae nuestro cumpleaños, son dos razones por las cuales el venezolano tiene uno en casa o en el bolsillo. Antes los solían obsequiar en establecimientos comerciales por la fidelidad del cliente al mismo. Ese es el caso del Almanaque Rojas Hermanos (ARH), que por más de una centuria ha formado parte del acervo histórico.
Zodiaco y nombres para todos
En el año 1871 se publicó el primer ejemplar. Los hermanos Rojas dirigieron las ediciones desde 1875 a 1882. En 1905, la familia Carranza Rojas, adquiere en la ciudad de Caracas el derecho exclusivo para publicarlo y venderlo. ARH, se imprime en la sede del diario El Impulso, en Barquisimeto y se distribuye desde Caracas para todo el país. Quienes suelen transitar por el casco histórico de la capital, entre enero y febrero, seguramente en algún momento, se habrán topado con un vendedor que exclama, en pregón de venta: “¡Eeeel Almanaque Rojas!”
Derbys López, presidente de la Fundación Historia Ecoturismo y Ambiente (Fundhea) expresa que ha consultado en el Almanaque, los ciclos lunares y, con base en esta información organiza los campamentos con sus grupos. La señora María González, oriunda de Valera, estado Trujillo, y habitante de la Pastora en la ciudad de Caracas, dijo que su papá compraba el almanaque “porque era una tradición llamar a los niños según el santo del día.” Así pues, que de allí provienen los nombres: Pancracio, Anatolia, Terencio, Nicomedia, entre otros.
El Rojas de ayer y hoy
Internet es la panacea del siglo 21 y, aunque son plausibles las ventajas de este medio, es pertinente señalar que los elementos de la cultura popular deben librar una férrea batalla para subsistir ante la vorágine comunicacional de la era 2.0. En este sentido, Elizabeth De Pinto, empleada de la hemeroteca de la Biblioteca Nacional señala: “hubo un tiempo en que los usuarios preguntaban mucho por el Almanaque, pero con el internet el flujo fue
bajando.” No obstante todavía están disponibles en la sala de microfilm, algunos ejemplares. La red, ha sido aprovechada por los redactores del Almanaque Rojas en los últimos años para actualizar o incorporar fechas que tienen trascendencia social. Las celebraciones como el Día Internacional contra la Homofobia, o
de la Trata de Mujeres, hubiesen sido inimaginables en la sociedad caraqueña del siglo 19. Arturo Rivero considera que el Almanaque Rojas “era el Google del siglo 19 y se convirtió en la forma más barata y efectiva de llevar conocimiento que fuera útil a un país, donde sólo estaba en manos de quien podía pagarlo.”