Por eso queríamos aprovechar este espacio. Para homenajear a Julia. Para incitar a los profesores a que se «maestricen». A que enseñen a sus alumnos, pero también que les motiven. Si a todos los profesores les brillaran los ojos como le brillan a Julia cuando habla con uno de sus alumnos, esto sería otra cosa. Todo comenzó con una carta inesperada… Va por ti, Maestra Introducción