[Trad. de Carlos García Gual, Antología de la poesía lírica griega (siglos VII-IV a. C.), Madrid, Alianza, 1980] ¡Ah, hijo, qué angustia tengo! Pero tú dormitas, duermes como niño de pecho, dentro de este incómodo cajón de madera de clavos de bronce que destellan en la noche, tumbado en medio de la tiniebla azul oscuro.