Siete meses después de la visita secreta, el 21 de febrero de 1972, el presidente Nixon llegó a Pekín en un crudo día de invierno. Fue un momento triunfal para el presidente, para el anticomunista empe- dernido que había visto una oportunidad geopolítica y la había aprovechado con audacia. A modo de símbolo de la fortaleza con la www.megustaleer.com (c) Random House Mondadori, S. A. 271 LA REANUDACIÓN DE LAS RELACIONES Nixon en China: la entrevista con Mao