AL PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ÁVILA, Y A LOS GRUPOS POLÍTICOS REPRESENTADOS EN DICHA DIPUTACIÓN. Plaza Corral de las Campanas, s/n. 05001 Ávila Propuesta de Proposición que presenta la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública en el Valle del Tiétar para ser debatida y aprobada en el Pleno Ordinario de la Diputación Provincial de Ávila a celebrar el 26 de abril de 2018 en defensa de una sanidad pública, profesional y de calidad en Castilla y León. Al amparo de lo dispuesto en el art. 97.2 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, la Plataforma somete a la consideración del Pleno de la Corporación Local la presente proposición.
JUSTIFICACIÓN La puesta en marcha del Sistema Sanitario Público supuso una importantísima mejora de la atención sanitaria a la población, además de un cambio de paradigma sobre lo que debía de ser un Sistema Sanitario y de la metodología de trabajo de los profesionales en este. Lo esencial de estas cuestiones aparece reflejado en la Ley General de Sanidad de 1986 y en las bases legislativas y normativas de la puesta en marcha de la Atención Primaria, 1985-1987, con una implicación esencial de las Comunidades Autónomas. En nuestro caso (Decreto 60/1985, de 20 de julio sobre organización funcional de las Zonas de Salud de Castilla y León y de normas para la puesta en marcha de los Equipos de Atención Primaria), la clave fue que el Sistema Sanitario Público era una gran oportunidad, no solo para la mejora de la atención sanitaria a la población, sino para la mejora de la sociedad en su conjunto y, sin ningún género de dudas, para la mejora de la formación de los trabajadores y trabajadoras del Sistema, tanto desde el punto de vista profesional, como desde el punto de vista de los valores ético-profesionales, imprescindibles entre la gente que se dedica al trabajo de la salud. Con la puesta en marcha del Sistema Sanitario Público se puso en marcha la atención primaria y con ella se construyeron los centros de salud y se articularon los Equipos de Atención Primaria (EAP), a través de los cuales se impulsó, muy especialmente en el caso de Castilla y León, una metodología de trabajo basada en un concepto de atención integral. Los programas de salud fueron una concreción de esto: se puso en marcha la formación continuada de los EAP y se impulsó la investigación en éstos ajustada a sus posibilidades, entre otras cosas. Se forjó realmente un espíritu de impulso a los EAP como elementos nucleares de ese empuje general al SNS y además se impulsó la participación comunitaria, con la puesta en marcha de los Consejos de Salud y los diagnósticos de salud de cada zona, que fue un ejercicio muy importante de acercamiento de los EAP a la realidad social y geográfica en la que tenían que desarrollar su trabajo. A nivel más general, el territorio se organizó en áreas de salud, con un hospital general de referencia en cada una de ellas. Los hospitales, a su vez, siguieron un proceso de reorganización y modernización. Por supuesto, los cargos a las Jefaturas de Servicio, como parece evidente que debe ser, se promocionaban en un concurso de méritos y no nombrados por los jefes políticos de turno, lo que garantizaba su autonomía profesional. En los hospitales se produjeron avances muy cualificados en la preocupación por la formación, no virtual, sino real, así como en la investigación y en el espíritu de colaboración con la atención primaria y viceversa.