Reliquias El Sacramental Olvidado
This downloaded edition is protected by U.S.Copyright Laws Š1999 Thomas J. Serafin
ICHRusa
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TABLA DE CONTENIDOS Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Definición Católica. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . Nuestra Legacía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Válido y Lícito. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . Santos Triunfos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sanaciones Milagrosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Reliquias Milagrosas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Guardianes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Padre sabe lo que es lo mejor . . . . . . . . . . . . . Objeciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La Santa Misa - El Altar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Canonización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Autenticación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Relicarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los Santos como Patrones . . . . . . . . . . . . . . . . . Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bendición para un relicario . . . . . . . . . . . . . . . . . Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pautas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oración de los Miembros de ICHR. . . . . . . . . . .
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INTRODUCCION Comencemos repasando la visión de una de las místicas más grandes de nuestros tiempos, la monja Agustina, Venerable Anne Catherine Emmerich. "La veneración que se le dá hoy en día a los santos y a sus reliquias, la ví simbolizada por una iglesia en ruinas donde las reliquias estaban tiradas por todos lados, abandonadas, llenas de polvo, y hasta con suciedad y tierra; pero aún así tenían luz, aún eran una bendición. La iglesia en sí estaba en un estado deplorable, así como las reliquias. Los fieles aún frecuentaban la iglesia pero se veían como sombras lúgubres; de vez en cuando se veía el resplandor y el brillo de un alma devota al entrar. Lo peor de todo(sic.) eran los sacerdotes, quienes ví envueltos en una nublina, incapaces de dar un paso hacia adelante. No hubiesen podido encontrar las puertas de la iglesia si no fuera por los rayos de luz que emanaban de las reliquias que aunque olvidadas les alumbraban. Entonces tuve una visión precisa del origen de las reliquias. Ví altares elevados sobre los restos de santos, altares que por la bendición de Dios luego se hicieron capillas e iglesias. Pero que ahora estaban en ruinas debido al abandono que se le había dado a los tesoros sagrados. Cuando todo estaba oscuro y en neblinas, ví relicarios que habían sido destrozados para hacer dinero, y cuyos contenidos se habían esparcido, y desecrado, lo cual eventualmente trajo más maldad que la compra y venta de ataudes. Las iglesias donde estos sacrilegios ocurrieron se han deteriorado y muchas de ellas hasta han desaparecido." Como pronto verán nosotros hemos perdido, o al menos, hechado a un lado uno de los tesoros más grandes de la Iglesia Católica, un sacramental apoyado por las Sagradas Escrituras, desde el Viejo Testamento. Según nos movemos a una era nueva en la historia de nuestra Iglesia, nos encontramos muy cercanos a perder la tradición de la veneración de reliquias, una tradición tan obviamente apoyada por la historia de la Iglesia y por los mismos santos que son los padres de nuestra fe.Nosotros, que somos la Iglesia estamos olvidando la fundación, nosotros que somos el cuerpo estamos aflojando los pilares y cincelando la Roca de nuestra salvación; la comunión de los santos, de los cuales San Pedro es un miembro y donde la Virgen María, Reina del Cielo y la tierra reina en todo su esplendor. Nuestro futuro exige que veneremos la reliquias de nuestros santos; según la Iglesia en su infancia, dijo sus primeras misas sobre las tumbas de Mártires, nosotros también debemos dar dignidad a nuestros intercesores divinos, nosotros los hijos no debemos olvidar a nuestros hermanos y hermanas que nos esperan en el Cielo. Primero Dios nos da las reliquias, permitiendo que se descubran, y entonces permitiendo que se trasladen. Según San Agustín dijo en un sermón a San Esteban: "Su cuerpo permaneció escondido por mucho tiempo. Se descubrió cuando Dios lo quiso. Ha traído luz a la tierra, ha hecho tales milagros." El descubrimiento de una reliquia, por lo tanto, es más que un acto piadoso de arqueología. A raíz del descubrimiento, traslado, e instalación de las reliquia está la presencia de la misericordia de Dios. Puede que la reliquia en sí no sea tan importante como el gesto invisible del perdón de Dios que la hizo disponible; por lo tanto su presencia en la comunidad es una prueba de que fue decretado por Dios merecer la presencia del santo. Las reliquias nos reafirman que, a menos que un santo cuya reliquia es preseverada y reverenciada en la tiera está vivo en el Cielo, éste no puede proteger y asistir a los que buscan de su ayuda. Por lo tanto, entonces es tonto asumir que la actitud de nuestros padres hacia los huesos de los Santos es cosa "antigua", o fuera de moda que no se puede tolerar en estos días. 3
El Obispo Anglicano Graham Leonard de Londres, quien ahora es un sacerdote Católico admitió que por muchos años el llevaba consigo una reliquia de San Felipe Neri. Padre Leonard Graham dijo, "este hueso es parte de un santo que vivió para Dios, no es algo que se ha de descartar; y lo debemos tratar con reverencia y respeto, y con gratitud; que un hombre que amaba a Dios caminó con este pedazo de hueso". Se ha sugerido que el culto a los santos es el resultado natural de los hombres quienes, como convertidos o como miembros de una iglesia siempre más secular, tenían la esperanza de que aumentando sus intercesores, podían encontrar un camino más fácil al Cielo que el camino estrecho que la primera comunidad Cristiana les había ofrecido. Se ha dicho que esta nueva devoción a los santos patrones, es "la expresión de piedad que hace ya mucho tiempo emprendió las demandas de santidad." Puede que sea posible que el cambio de tono sea por otras razones, razones más íntimas, con consequencias más profundas. Pues los promotores de esta nueva devoción son precisamente aquellos que tomaron sobre sí el peso agobiador que la santidad exige por el tipo de vida ascético. Estos hombres no eran el tipo de hombres que se permitían ser desilucionados por los miembros mediocres de su congregación; tampoco eran de carácter débil a creencias "supersticiosas". Los filósofos y oradores del pasado habían caído al olvido; la gente ni siquiera sabían el nombre de sus políticos y sus generales; pero todos conocían los nombres de los martires, mucho mejor que los de sus amigos. Ricos y pobres, fuertes y débiles, sofisticados y simples; crueles y gentiles; todos al igual en nuestro siglo 20 aún pueden clamar a la reliquia de un santo para pedir ayuda. DEFINICION CATOLICA Reliquias - la palabra incluye los cuerpos de los santos, fragmentos de sus cuerpos, artículos o porciones de artículos que hayan usado, tal como ropa, vestiduras, rosarios, y cosas así. La iglesia también venera las reliquias de Cristo y su Santísima Madre. Tal como los clavos, la lanza, o fragmentos de la Santísima Cruz, el cinturón, velo, etc., de la Santísima Virgen. La devoción a las reliquias fue solemnemente aprobada en el Concilio de Trento (sess. xxv. DC Invoc. Sanct.), y está apoyada por dos grandes principios de la fe Católica. Primero, la Iglesia da honor a los cuerpos de los muertos que duermen en Cristo. Nuestro Señor abrió las puertas del Reino de los Cielos, y nos dió la promesa y certeza de la resurección del cuerpo. Por lo tanto, los Cristianos han perdido el horror a los cuerpos de los muertos, un miedo característico de los no creyentes, y aún de los Judíos. Pero la Iglesia específicamente venera los cuerpos de los mártires y otros santos; porque mientras en la tierra, sus cuerpos eran templos del Espíritu Santo y eran miembros vivientes de Cristo. Sus almas ya están en el cielo, la resurección gloriosa que les espera es cosa segura, y por lo tanto la Iglesia anticipa gozosamente la gloria que Dios les dará a esos restos mortales en el último día. La Iglesia testifica la firmeza en la creencia de la resurección y su amor a las virtudes que exudieron de los santos. Pues estas no eran virtudes del alma solamente: eran virtudes propias del hombre entero, cuerpo y alma, que se esforzaron y sufrieron juntos. Las mismas razones por las cuales se nos hace posible creer en la resurección de los cuerpos, explican la veneración a las reliquias. Y es lo que han creído los Cristianos desde la infancia de la Iglesia. Los Cristianos reunieron los huesos de San Ignacio de Antioquía (año 107) y los pusieron en un manto de lino "como 4
tesoro de gran valor, dejado a la Santa Iglesia por la gracia que existía en el Mártir" (Act. Mart., 6). Cuando el cuerpo de Policarpo fue quemado en el año 167, los Cristianos desenterraron los huesos que pudieron encontrar y los trataron "como objetos más valiosos que piedras preciosas y más valiosos que el oro." Los Judíos sugirieron que los Cristianos adoraban a Policarpo, ignorantes de que los Crisitanos "nunca dejan a Cristo o adoran a otro" (Act. Mart., 17, 18). Cuando iban a decapitar a Cipriano en el año 258, los Cristianos pusieron mantos y paños alfrente de él para que éstos quedaran bañados con su sangre. (Act. Procons., 5). Así de tonta es la idea de que la devoción a reliquias vino a la Iglesia por influencia pagana después de la conversión de Constantino. Además de esto, los Católicos creen que Dios a veces se place en honrar las reliquias de los santos, haciéndolas instrumentos de sanación y otros milagros, y dándole también gracias espirituales a aquellos que las mantienen y les dan honor con un corazón puro. Usando esta norma, los Padres de la Iglesia (e.g. Cirilo de Jerusalem, "Catech." xviii, PG, xxxiii. 1036) recurrieron al Viejo Testamento, el cual relata la historia de la resurección de un cuerpo que fue tocado por los huesos de Eliseo (4 Reyes xiii. 21); y al Nuevo Testamento, el cual nos dice que los enfermos eran sanados por mantos que habían tocado a San Pablo (Hechos xix. 12; cf. v. 15). San Cirilo dice "Hay poder," (loc. cit.), "latente, aún en los cuerpos de los justos." No se necesita prueba de que después que terminaron las persecusiones de los paganos, los Cristianos buscaban y creían que se obtenían gracias mediante las reliquias de los santos. San Ambrosio, San Agustín, y de hecho, los Padres del siglo cuatro y cinco generalmente, testificaron esta creencia. Se puede encontrar una serie de pasajes en "De Incarnat," lib. xiv cap. 11. de Petavius. (También hay referencias a esto en "Development," ch. x. I, "Resurrection and Relics" por Newman). En todas las épocas ocurrieron abusos respecto a reliquias. En el año 1215, el canon 62 del Cuarto Concilio Laterano insertado en el "Corpus Juris," que prohibía que se vendieran reliquias, que se expusieran fuera de sus encasillados o relicarios, y prohibía la veneración pública de reliquias nuevas hasta que su autenticidad fuera comprobada por el Papa (Mansi, "Concil." tom. xxii. 1049-50; también refiérase a Fleury, "H.E." livr. lxxvii. 54). El Concilio de Trento (sess. xxv. De Invoc. Sanct.) renovó estas prohibiciones e hizo que se requiriera que los obispos decidieran la autenticidad de reliquias nuevas después de haber consultado cuidadosamente con teólogos o, si necesario, con los obispos de la provincia, organizados en concilio. Las reliquias usualmente se veneran en público siendo expuestas en sus relicarios, con luces o velas, en un altar. Casi siempre se usa incienso y se exponen durante la Misa Mayor. Son cargadas en procesión y se bendice a la gente con ellas. Se permite que las iglesias que tienen "insignis reliquiea" de un santo nombrado en la Martirología Romana, digan Misa especial y Oraciones de Oficio. (Refiérase a los decretos formulados en la parte frontal del Breviario y Misal; xiv, "DC Servorum Dei Beatif., etc." iv. Pt, II; Thuston en "Cath. Enc.")
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NUESTRA LEGACIA La autentificación histórica de reliquias no es simplemente acerca de pruebas o ciencia, es acerca de pasión y la evidencia de fé. La pasión que se tiene por las vidas y las leyendas (1) de los santos es la evidencia más importante de su validación. A través de la historia la veneración de reliquias ha sido una cadena de tradición que no se ha roto. La razón detrás de esta veneración es la misma hoy que hace miles de años. Aún si se dividen, las reliquias permanecen preciosos recuerdos, muestras de la santidad del cuerpo, los cuales resucitarán en gloria. (1)Refiérase al glosario para la definición hagiográfica Bíblica Podemos encontrar referencias fácilmente en el Viejo Testamento y en el Nuevo Testamento;las Sagradas Escrituras apoyan la virtud verdadera de las reliquias, la petición de darle honor y como aún el poder de una sombra valida la tradición de la veneración a los restos mortales (reliquias) de los santos. VIEJO TESTAMENTO II Reyes 2:14 "tomó el manto de Elías, que éste había dejado caer y, golpeando con él las aguas, dijo: ¿Dónde está ahora Yavé, el Dios de Elías?" Y en cuanto golpeó las aguas, se partieron éstas de un lado y del otro, pasando así Eliseo" II Reyes 13:21 "y sucedió que, mientras estaban unos sepultando a un muerto, vieron de pronto venir una de estas tropas, y arrojaron al muerto en el sepulcro de Eliseo y se fueron; y en cuanto el muerto llegó a tocar los huesos de Eliseo, resucitó y se puso en pie" En esto podemos ver cómo profetizaron los huesos de Eliseo: ofreciendo una prueba a la resurección futura, a la virtud de las reliquias, y a la influencia de los santos en el cielo, cuyas almas antes estaban unidas a sus cuerpos y quienes estaban llenos del Espíritu Santo. NUEVO TESTAMENTO Hechos 5:15 "hasta el punto de sacar a las calles los enfermos y ponerlos en los lechos y camillas, para que, llegando Pedro, siquiera su sombra los cubriese; y la muchedumbre concurría de las cuidades vecinas a Jerusalem, trayendo enfermos y atormentados por los espíritus impuros, y todos eran curados." San Ambrosio compara estos milagros forjados por la sombra de San Pedro, con los milagros obtenidos al tocar los paños, que habían tocado las reliquias de los santos. Si la apariencia vacía de una sombra insubstiancial posee el poder de dar salud, ¿cuanta más eficacia han de proporcionar las cadenas con las cuales fueron sujetados los mártires? San Agustín, dijo, de los milagros que los santos en el cielo hacen que: "Si la sombra de Pedro podía ofrecer ayuda a los afligidos, cuanto más ahora en la plenitud de su poder! Si
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los que rogaron humildemente se benefiaron de su brisa al pasar, cuanto más poderosa su gracia ahora que es permanente y contínua." (Serm. xxxix de sanctis) Hechos 19:12 "que hasta los pañuelos y delantales que habían tocado su cuerpo, aplicacos a los enfermos, hacían desaparecer de ellos las enfermedades y salir a los espíritus malignos." ¿Qué maravilla es, entonces, si Dios hace milagros mediante las reliquias de los mártires y santos, para testificar la santidad de Sus siervos, y para apoyar a aquellos que le dan el honor merecido, e imitan sus vidas? San Crisostom repite más de una vez que estas vestiduras resucitaron a los muertos, y que las sombras de los apóstoles sanaron malestares y triunfaron sobre la muerte. Tal vez el lector sin prejuicios puede observar en este verso alguna razón por la cual se debe prestar atención a las reliquias, o a cualquier cosa que pertenece a los santos. San Mateo 14:36 "suplicándole que les dejase tocar siquiera la orilla de su vestido, y todos los que la tocaban quedaban sanos." De esta manera se vindica la veneración que los Católicos le dan a las santas reliquias. No sólo había poder en las palabras de Jesús, sino también Sus vestiduras comunicaban virtud y poder. Tradicional Las reliquias no hubieran podido viajar tan lejos y tan rápido como viajaron, o con tanta autoridad indisputable, sino fuera por la red intensa y acaparadora de relaciones Romanas de final del siglo 4. Si esto no hubiera pasado, si el traslado de reliquias no hubiera sido una parte mayor de la piedad Cristiana, el paisaje espiritual del Cristianismo Mediterráneo hubiera sido muy diferente. Los santos hubieran permanecidos localizados en unas pocas areas privilegiadas, tal como la Tierra Santa, y las "cuidades de los santos", como Roma. En otros lugares, los santos hubieran quedado atados a la particularidad de las tumbas locales las cuales no gozaban de mucho prestigio fuera de su propia región. Casi desde el principio a la veneración de las reliquias la pregunta ha sido: ¿Se necesita el cuerpo entero de un santo para tener el valor completo de la reliquia? Obviamente la respuesta tiene que ser no, ya que hay mártires muy notables, tal como Ignacio y Policarpo, que sólo sobrevivieron en pedacitos. En el siglo 4 San Gregorio de Naziano declaró que aún una sóla gota de sangre de un santo o mártir era una reliquia tan eficaz como el cuerpo entero. Para fines del siglo 6, las tumbas de los santos que estaban en los cementerios a las afueras de la mayoría de las cuidades que antes emprendían el Imperio Occidente, se habían convertido en el centro de la vida eclesial de la región. Esto era porque se creía que el santo en el Cielo estaba "presente" en su tumba en la tierra. Muchas veces al reliquiario o mausoleo que contenía la tumba, o casi siempre, un fragmento de la reliquiase se le llamaba "el lugar":loca sanctorum. Era un lugar donde se creía que las leyes normales quedaban suspendidas. En las reliquias la anonimidad fría de los restos mortales aún poseían la plenitud de la persona amada. Como decía Gregorio de Nyssa, 7
"Aquellos que las contemplan abrazan, el cuerpo viviente de la flor ya florecida: todos los sentidos estan envueltos, los ojos, la boca, el oído, y lloran lágrimas de reverencia y pasión, ofreciendo a los mártires oraciones de intercesión como si éstos estubieran presente". Su presencia podía ser una amenazadora. Como escribió San Gerónimo: "cuando estoy enojado, o si he tenido malos pensamientos, o si alguna fantasía maligna ha disturbado mis sueños, no me atrevo a entrar a las capillas de los mártires, tiemblo en cuerpo y alma." Un hombre del siglo 6 le escribió a su director espiritual en Gaza: "Cuando estoy en un lugar donde sé que hay reliquias de los santos mártires, me obsesiono y me urge entrar y venerarlas. Cada vez que paso alfrente de ellas siento que debo bajar la cabeza." En el siglo 8, el Papa Pablo I (757-767) mudó más de 100 reliquias desde las catacumbas al interior de Roma. El Papado realzaba las reliquias, las reliquias realzaban el Papado. El Papa, en práctica le debía la mayoría de su autoridad al hecho de que el era el guardian del cuerpo de San Pedro. Esto hacía que los hombres vinieran a Roma y escucharan la voz de San Pedro mediante su Vicar en la tierra. La reliquia daba autenticidad al Papado. Carlos el Grande fomentó el significado social y legal de las reliquias, haciéndo parte de la práctica eclesial, que se usaran para hacer un juramentos. La práctica eclesial de jurar sobre una reliquia ya había sido establecida, y en 794 se consideró increíble que el Obispo Pedro de Verdum hiciera un juramento sin reliquias y sin los santos evangelios, sino sólo en la presencia de Dios" En el 803 Carlos hizo que esta práctica fuera la norma, ordenando que "todos los juramentos han de hacerce dentro de una iglesia o sobre una reliquia". El trono del emperador, en la capilla de Aachen, aún tiene compartimientos para insertar reliquias, simbolizando la perfecta combinación de la tradición Germánica y la Cristiana: se podía jurar dentro de una iglesia, y en el trono que contenía reliquias. La formula descrita para estos juramentos era, "Que te juzge Dios y el Santo a quien pertenecen estas reliquias," esta fue una formula que se hizo el juramento estándar para los sucesores de Carlos, siendo así usada por Carlos el Calvo en 853 y Louis el Segundo en 860. Los abogados de Occidente asumieron que cada juramento debía hacerse en la presencia de una reliquia. Desde el siglo 9 en adelante se decretó que era necesario poner la mano sobre (o al menos señalar hacia) un relicario. El que prestaba juramento declaraba, "Ante Dios y esta reliquia, yo..." Hay muchas historias de personas que al perjurar, luego caían muertos. En los escritos de San Agustín se ve la primera referencia de un juramento hecho en la presencia de una reliquia. El relata que la gente de Milano habían traído a la casa de un ladrón una reliquia de un santo para que el ladrón jurara frente a la reliquia que nunca más iba a robar. Durante el principio del siglo 11, había una tradición importante para recaudar fondos para la construcción de una iglesia, de llevar las reliquias de un santo a las comunidades mientras los cléricos contaban de los milagros que había hecho el santo y pedian que se les diera una donación. La historia de los santos más conocidos, proporcionaban buen material para sermones que impresionaban e inspiraban a los creyentes. Consideremos la consecuencia de la creencia que alentó el traslado de reliquias. Si las reliquias podian viajar, entonces la distancia entre el creyente y el lugar donde se encontraba el santo se podia fijar a una distacia física. Los que poseían los santos, en la forma de reliquias
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portables, podian mostrar su gratitud compartiendo estas cosas buenas con otros, y trayendo las reliquias de lugares donde antes sólo estaban disponibles exclusivamente. Histórico También podemos mirar el punto de vista histórico de las reliquias. Steven Runciman ha observado que "en toda la historia, las reliquias Cristianas nunca han recibido la atención debida". Los historiadores explican que, "las sospechas de autenticidad de las reliquias más eminentes, las ha hechado todas a un lado, olvidando que hasta las falsificaciones pueden tener valor histórico; y que solamente los teólogos las han notado, en relación a las mejoras que han causado en las virtudes y en el pensamiento Cristiano." La conclusión de Steven es que la negligencia a las reliquias es algo inmerecido, "Pues hay algunas que, no solamente aclaran la historia de sus tiempos, sino que han sido parte activa en el desarrollo de esa historia." Aunque su significado varían de lugar en lugar y de persona a persona, no hay ningún tipo de persona o grupos, fueran teólogos, reyes, o campesinos, para los cuales las reliquias no tenían gran importancia. Desde la Iglesia donde eran necesarias para los altares, las cortes de ley donde eran necesarias para hacer juramentos, al campo de batalla donde ayudaban a traer victoria al puño de la espada de Roland; las reliquias eran parte indispensable de la vida diaria, acceptadas incuestionablemente, de hecho, eran aceptadas como parte de la vida. En 1939 se comenzaron excavaciones en el "Sacre Grotto" (la cripta de San Pedro). Hasta ese tiempo nunca se había hecho una examinación sistemática. En 1941, los informes sobre las excavaciones en el Vaticano comenzaron a aparecer en periódicos Italianos, y durante los próximos 10 años varios informes se imprimieron alrededor del mundo. Durante las excavaciones se descubrió un relicario Vaticano de la era preConstantina (c.170). Esto nos dió por primera vez, una evidiencia arqueológica de la tradición, la residencia de San Pedro y su martírio en Roma, se pueden derivar a 100 años desde su muerte. Este evento, puramente científico, soporta la afirmación de la Iglesia Católica referente a la sucesión de los Obispos de Roma comenzando con San Pedro, y eso, por supuesto nos lleva directamente a Cristo. El "cuerpo" místico ha sido unido a la "Cabeza" mística.
VALIDO & LICITO Esta es la parte que más disfruto; las referencias a escrituras históricas, Concilios y enseñanzas Dogmáticas, incluídas y soportadas por el Magisterio. Yo recuerdo cuando se me dijo que lo que se necesitaba para ser un Católico práctico era ser obediente al Papa, creer en las Sagradas Escrituras, y seguir las enseñanzas del Magisterio. Yo estaba muy contento. "Que bueno" pensé, "no habrán areas grises, que sencillo!". Recuerden esto según leen. Algunas personas descuentan la tradición que ha construído a la Iglesia. Una de mis reflexiones favoritas es: Creemos lo que ustedes creyeron, adoramos lo que ustedes adoraron, si ustedes estaban bien entonces, estan bien ahora, si estan mal ahora, estaban mal entonces.
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Se requiere creer Lo siguiente está escrito en las Constituciones de los Santos Apóstoles (Sec. VI. xxx): "Y José que era casto abrazó a Jacob despues de morir en su cama; y Moises y Josué el hijo de Nun se llevaron las reliquias de José, y no lo consideraron una corrupción. De la misma manera, Obispos, y los demás, que sin tales observancias tocan a los muertos, no deben pensarse corruptos o contaminados. Ni deben aborrecer las reliquias de tales personas, pero eviten tales observancias, pues son tontas." Algunos obispos que se habían descarriado por el movimiento Iconoclasto, regresaron pidiendo que se les volviera a recibir en la Iglesia. El primero fue Basil de Ancyra. Parte del procedimiento legislativo eclesiástico era que aquellos que regresaban a la fe ortodoxa y a la Iglesia Católica, después de haber sido herejes, negaran su herejía y confesaran la fe ortodoxa. Como parte de esta profesión de fe Basil de Ancyra declaró, "y al recibir sus santas y honorables reliquias con todo honor, las saludé y las veneré con honor, teniendo la esperanza de compartir en su santidad." Teodoro, Obispo de Myra, leyó la misma confesión y fue recibido. El próximo Obispo, (Theodosius) quien pidió que se le recibiera en la fe leyó lo siguiente: "De la misma manera yo también venero, doy honor, y saludo las reliquias de los santos como aquellos que lucharon por Cristo y quienes han recibido gracia de El para la sanación de enfermedades y la expulsión de demonios, así cómo la Iglesia Cristiana los ha recibido de los santos apostoles y los Padres fundadores hasta el dia de hoy." Al final de la sesión y antes de firmar, se leyó lo siguiente: "Aquellos que se atreven a pensar o a enseñar de otra manera, o que como herejes malvados desprecian las tradiciones de la Iglesia para inventarse alguna novedad, o para rechazar algunas cosas que la Iglesia ha recibido (por ejemplo las reliquias de un mártir), o que malvadamente traman cualquier cosa subversiva a las tradiciones legítimas de la Igleisa Católica, si son obispos o cléricos, ordenamos que se destituyan; si son religiosos o laicos, que se les excluya de la comunión." Esta es una extracción que pertenece a un párafo referente a las reliquias, pero estoy seguro que es suficiente para entender el mensaje entero. Imaginen, los Obispos deseosos de renunciar a su comportamiento herético para regresar a la plenitud de la verdad y a la Iglesia que es Una Santa, Católica y Apostólica, tenían que profesar su creencia en las reliquias, bajo la amenaza de ser separados de comunión con los que creían. En 1563, durante la apertura de la sesión XXV del Concilio de Trento se discutió el tema de Reliquias e Imagenes Sagradas. Sólo voy a incluir aquí aquello que pertenece al tema que estamos investigando. "El Santo Sínodo ordena a todos los Obispos y a los que ocupan el puesto de maestros y administradores que en conjunto con la Igleisia Católica y Apostólica, recibida desde los primieros tiempos de la Cristiandad, y en consenso de opinión con los santos Padres y los decretos de los Santos Concilios; que todos se ocupen deligentemente de instruir a los fieles sobre la invocación e intercesión de los santos, la veneración de reliquias..." Concilio de Trento, 1545-1563 (#984) "Que los santos cuerpos de los Santos y de los Mártires y de otros que viven con Cristo y que vivían como "miembros de Cristo y templos del Espiritu Santo" (cf. I Cor.3:16, 6:19,; II Cor. 6:16), los cuales serán despertados por El a la vida eterna y glorificados han de ser venerados por los fieles, mediante los cuales los hombres reciben 10
muchos beneficios de Dios, para que los que afirman que no se le debe veneración y honora las reliquias de los santos y que estos y otros memoriales son honrados por los fieles sin ganancia espiritual, o que estos lugares dedicados al las memoria de los santos con el propósito de obtener su ayuda se visitan en vano; que todos estas cosas sean condenadas, tal como la Iglesia las ha condenado en el pasado y la condenará otra vez." (#985, ibid, enfasis añadido) Nos dieron un futuro Los Santos preservaron lo que se pudo de la civilización occidental durante siglos muy dificiles. Ellos solos proporcionaron el epicentro de devoción religiosa (algo que habían hecho todo el tiempo) y también, algo de igual importancia, dieron un sentido de identidad, modos de protección, y el sustento económico a instituciones religiosas que Europa conocería por siglos. Un mundo que miraba hacia los santos para obtener identidad, protección, y sustento económico era un mundo muy diferente al que depende de identidad nacional, y gobierno central. Los fieles creían que los cuerpos de los mártires, diferente a los héroes locales, no permanecerían muertos para siempre. Los primeros Cristianos tomaron la promesa de la resurección en serio y esperaban que en los últimos días, los cuerpos físicos de los mártires iban a ser llevados a sus dueños. La presencia terrenal de un cuerpo tan sagrado era una promesa o un depósito dejado como recuerdo físico de la salvación de los fieles. Los Cristianos creían que la proximidad física a estos cuerpos era beneficial, y que los que estaban enterrados cerca de la tumba de un santo serían resucitados con el santo en el día del juicio final. Siempre que era posible, los cuerpos de los mártires eran recobrados y enterrados apropiadamente, así como José de Arimatea hizo al obtener el cuerpo de Cristo. Richard Southern describe con precisión la posición de las reliquias en el mundo medieval: "Las reliquias eran el medio principal por el cual el poder supernatural estaba disponible para las necesidades de la vida ordinaria. Hombres ordinarios las podian ver y tocar, sin embargo no pertencían a este mundo transitorio sino a la eternidad." En el día del juicio final, los santos reclaman sus cuerpos para que estos sean parte integral del Reino de los Cielos. Entre todos los objetos de un mundo maligno, visible y poco inteligente, las reliquias son visibles y están llenas de beneficios. El autor de Libri insistió que no hay ningún tipo de igualdad entre reliquias e imagenes, ya que las reliquias compartiran en la resurección al final del mundo. En 1611, el Cardenal Bellarmine hizo ejecutor de su testamento al Cardinal Aldobrandini y esperaba el "no hubieran dificultades en efuectuarlo". Aunque su sobrino Clemente VIII tuviera problemas, el le dió como su legado "aquello que considero más querido, una cruz de madera llena de las más preciosas reliquias, cuyos nombres encontrarás en un escritorio pequeño cubierto de seda roja". Debemos apreciar nuestro pasado ¿Acaso se puede hacer más clara la legitimidad de los sagrados restos mortales? Sin embargo los hemos sacado de nuestros altares y lugares de veneración pública en nuestras Iglesias. ¿Es la falta de veneración paralela a la falta de devoción? ¿Caerán víctimas de esta misma traición la creencia en la Presencia Verdadera de Cristo en la
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Eucaristía y la posición visible del tabernáculo? ¿Estamos latigando a nuestro Señor otra vez, al abandonar el sacramental que nos ha dado para fortalecer nuestra fe? Las Santas Reliquias son recuerdos preciosos que nos ayudan a recordar a los Santos de Dios a quienes les pertenecen, a los Santos Mártires que derramaron su sangre en testimonio a la verdad de su fe, y cuyas benditas almas ahora disfrutan la visión de Dios quien algun día regresará para impartir a las reliquias la vida y gloria que los santos ahora poseen. Las tumbas de los santos, aunque sean las tumbas solemnes de los partriarcas Judíos en la Tierra Santa, o - tumbas en circulos Cristianos - - los fragmentos de cuerpos o aún objetos físicos que han tocado estos cuerpos, son lugares privilegiados donde se unieron los polos opuestos del Cielo y la Tierra. Toda comunidad tiene un pasado, tesoros, herencias - objetos de veneración profunda, la evidencia de sus origenes y su continuidad histórica. Los campos de batalla, tumbas y ruinas, joyas, armas de fuego, retratos, son credenciales que fomentan entusiamo. El estudiar la historia a luz de la verdad muestra que las personas seculares necesitan sus reliquias tanto como los que son religiosos. Lenin está tendido desde el día de su muerte, para que una procesión infinita de visitantes y personas locales lo miren. Las reliquias de Buddah han sobrevivido y han sido reverenciadas por más de 2500 años, debido a su valor espiritual.
SANTOS TRIUNFOS Las historias de los triunfos mediante las santas reliquias reflejan la fe de los hombres y mujeres santos, que durante su vida, y su martirio, no fueron vencidos por el mal. Dios ha escogido dejar restos visibles de estos santos, como recordatorio que el mal se puede conquistar por el poder del Salvador. De esta misma manera, estas reliquias visibles parecen haber sobrepasado los diseños del maligno. Esto parece indicar la inmensa importancia de las reliquias demostradas por nuestros padres Cristianos. En los tiempos de la persecusión, cuando los Cristianos muchas veces tenían que huir para salvar sus vidas, muchas veces rehusaban irse por no dejar atrás sus reliquias. Después de todo, estas reliquias les ofrecían la esperanza de que obtendrían la victoria sobre el dolor, la persecusión y la muerte. Recordatorios Poderosos San Agustín nos dice que el sabía de 70 milagros conectados con las reliquias de San Esteban. La función de una reliquia era definitivamente para sanar, pero las reliquias también tendían a sanar a aquellos deseosos de una vida mejor. En el siglo 6 el Papa Gregorio el Grande dijo explícitamente que los milagros se podían encontrar en las capillas de los santos martires, pero sólo para aquellos que buscaban con una alma pura. Desde los tiempos de San Agustín, hasta justo antes de la Reformación, una reliquia permanecía una sancción poderosa cuando se requería que una persona hiciera un juramento. El miedo de las consecuencias que podían ocurrir si se ofendía a un santo en el cielo después de haber jurado en sus restos mortales, mantenía hasta a los más poderosos, alejados de la posibilidad de romper con sus votos. 12
Mientras los huesos de San Esteban estaban siendo exhumados por Lucian, estos demostraron un poder increíble; se reportó en la información más temprana "que la tierra tembló", "y un aroma de perfume dulce que no se reconocía salió del lugar". Y del olor de ese perfume, se informa que (dicen que olía como el Jardín del Edén) "73 personas fueron sanadas." Cuando Moisés llevó a los Israelitas fuera de Egipto, se llevó con él los huesos del patriarca José. De acuerdo al Libro de Josué, "los huesos de José quienes los hijos de Israel trajeron de Egipto." La fundación de varias fraternidades en honor a las reliquias de San José y el hecho de que hay muchas oraciones a él, parecen testificar la existencia de sus reliquias. El 5 de septiembre, el día antes de la exhumación del cuerpo de Santa Teresita de Lisieux, ésta se le apreció a la Madre Superiora del Carmelo de Callipoli, en Italia, y le dijo que de ella sólo se encontrarían sus huesos, al mismo tiempo le permitió ver a la Madre Superiora algunas de las maravillas que haría luego. La Madre Superiora resumió su experiencia usando estas palabras: "Estos benditos restos mortales, harán muchos milagros, y serán como poderosas armas contra Satanás" El libro Begone Satan (Fuera Satanas) contiene un registro que muestra el poder de las reliquias durante un exorcismo que duró 23 días, en una mujer en Earling, Iowa, en el año 1928. Según el exorcismo continuaba se podía ver claramente que lo más que le dolía al diablo era la benedicción del Santísimo Sacramento. Era algo siempre insoportable para el. "Como escupió y vomitó. Se torció y bramó cuando se hizo la bendicción con la reliquia de la Santísima Cruz." Se portó terriblemente cuando el sacerdote se le acercó y le dijo las palabras prescritas: "Mira la madera de la cruz! Fuera de aquí poderes del infierno. El León de la Tribu de Judá conquistará". "Parecía decir "Deja eso, deja eso, no lo soporto. No soporto escucharlo" Y cuando el exorcista se le acercó con la reliquia de la Santísima Cruz escondida bajo su sotana, Satanás se puso como un maniático. "Fuera, fuera", aulló, "no lo soporto, esto es tortura, no lo soporto." Sin que San Theophilus, lo supiera, el sacerdote había mantenido una pequeña reliquia de Santa Teresa del Niño Jesús, en una píxide en la sacristía. Un día, para estar protegido, se puso esta reliquia en el bolsillo de su sotana y entró al convento donde estaba ocurriendo el exorcismo. Cuando el sacerdote entró al cuarto el demonio comenzó a gritar "Llévatela, llévate eso, llevate esa reliquia de la Pequeña flor, llevate esa giraldilla." El exorcista le dijo "Yo no tengo una reliquia de Santa Teresa". "Seguramente el que entró la tiene" contestó el demonio, señalando al sacerdote. A la misma vez el sacerdote se acercó con la reliquia. Para resistir, el demonio comenzó a escupir y a resistir. Desafortunadamente, las reliquias no están tan activas ahora como antes. Si antes le preguntabas a un hombre medieval que hacían las reliquias, éste hubiera dado una lista muy larga de las actividades que se lograban mediante una reliquia. Hubiera contestado que las reliquias son, para unir el cielo y la tierra visiblemente, para unir lo natural con lo supernatural, para unir esta vida con la eternidad; que repelan enemigos y defienden cuidades; sanan a enfermos; alivian gargantas enfermas y curan al ganado de todo tipo de enfermedad; aseguran una buena cosecha; dan fortaleza a la ley y promueven justicia, traen a los malos al arrepentimiento; fuerza a los hombres para que cumplan con sus juramentos y castiga a los que perjuran, dan prestigio a los que protegen sus santos huesos; se ocupan de los derechos de los pobres y de la Iglesia; nos recuerdan a todos que el poder viene del Salvador que es justo, y en cuyo nombre actuan; ungen a Reyes,
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promueven moralidad y hacen todo tipo de milagros piadosos. Hoy casi nunca se recurre al poder intercesor de las reliquias para cumplir con estos tipos de actividades. La Vida de Anne Catherine Emmerich (Vol. 2) "Fiesta de las Santas Reliquias, 1820" "Visité muchos sitios donde habían reliquias enterradas bajo edificios y olvidadas. Pasé por los celares, en fango y polvo, a una cripta de una iglesia vieja, sacristías, tumbas, y veneré las cosas Sagradas que habían allí, esparcidas y desconocidas. Ví como una vez habían brillado con luz, durante la benedicción, pero se dejaron de venerar al declinar la Iglesia. Las iglesias construídas sobre ellas estan oscuras y desoladas, los santos bajo ellas ya no son honorados. Ví que la veneración a los santos y a sus reliquias había disminuido de la misma manera en que habia disminuido la adoración al Santísimo Sacramento. En la Iglesia espiritual vi el valor y la eficacia de las santas reliquias que ahora son tan poco importantes en la tierra. " (ibid) "Los santos muchas veces vieron sus propias reliquias traídas por aquellos que vivieron después de ellos. Ví los discipulos de San Juan traer su cabeza y otras reliquias de él, a la Santísima Virgen." Hay una maravillosa conexión entre el cuerpo y el alma, la cual no cesa con la muerte; consecuentemente una alma bendita puede continuar su influencia sobre los fieles, mediante las partículas de sus restos mortales. Será muy fácil para los angeles, en el día final, separar los buenos de los malos, pues entonces todos será o luz u oscuridad. SANACIONES MILAGROSAS Según hice mi investigación sobre sanaciones milagrosas, para escribir este capítulo, descubrí numerosas historias de sanaciones que médicamente eran inexplicables. Quedé muy contento con toda la información que reuní referente a las sanaciones milagrosas mediante la intercesión de un santo o un bendito cuya reliquia estaba presente. Mientras más investigaba más me seguía acordando subconscientemente del cinicismo de los nocreyentes. Me dí cuenta que seguramente se me haría muy facil coleccionar un volumen entero de sanaciones milagrosas y aún así dejar espacio para dudas. Como dice el refrán: "para los que creen no hace falta explicación, para los que no creen ninguna explicación satisface". Tomando esto en cuenta escogí el segundo punto de vista. Voy a presentar la verdadera sanación milagrosa en la vida de un sacerdote Jesuíta, cuyo milagro elevó a quien entonces era el Bendito Claude La Colombiere, a la santidad. Antes de su muerte, a la 1:21 a.m. el 9 de agosto de 1997, Fr. John A. Houle,S.J., estaba caminando, respirando, un vivo ejemplo de la misericordia de Dios. Fr. Houle era el benefactor de una sanación milagrosa mediante la intercesión de Bendito Claude, mediante la presencia de la reliquia de Bendito Claude. Una semana antes de su muerte Fr. Houle me dió permiso verbal de volver a imprimir en este libro la historia de su sanación milagrosa; la cual primero fue relatada en su libro; Golden Anniversary of the Ordination to the Priesthood (Aniversario de Oro de la Ordenación Sacerdotal).
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EVENTOS QUE LLEVARON A LA SANACION MILAGROSA DEL PADRE JOHN HOULE, S.J. DECLARACION DEL PADRE HOULE'S A.M.D.G. Misioneros de California (California Missionaries) P. O. Box 3478, Los Angeles, CA. 90078-3478 La siguiente es una carta en papel con encabezado de los Misioneros de California, y fue dictada por Padre John A. Houle, S.J. al Padre Frank Parrish, S.J. el 8 de septiembre de 1990. El Padre John A. Houle, S.J. dictó la declaración referente a su condición de salud antes de ser sanado de fibrosis pulmonar. Noté que después del primero del año de 1990, me estaba poniendo más débil y que a veces necesitaba oxígeno. Ya durante el mes de febrero de 1990, tenía que tener una máscara de oxígeno todo el tiempo. Durante la segunda o tercera semana de febrero me estaba poniendo aún más débil y se me hacía difícil recordar detalles específicos de mi tratamiento. Me dijeron que durante este tiempo estaba tan débil que no podía participar en La Santa Misa. La única memoria que tenía durante ese tiempo era la víva memoria de que durante mi encarcelamiento en China me había preparado para la muerte. Recuerdo haberme ofrecido a Nuestro Padre Celestial y sentir mucha paz, estaba listo para morir. Después me dijeron que mis amigos y algunos de mis familiares me habían ido a visitar, pero no recuerdo que ellos hayan estado allí. Recuerdo haberle dicho a mi superior, durante ese tiempo, el Padre Parrish, que no quería recibir medios extraordinarios que me prolongaran la vida. Le dije esto antes del peligro final, antes de que se me fuera la memoria. No recuerdo haber sido bendecido por el Padre Parrish con una reliquia de Claude la Colombiere. No recuerdo que día fue después que comenzé a reconocer cosas a mi alrededor. No recuerdo cuando fue que me quitaron la máscara de oxígeno, pero entonces podía respirar bien. Desde ese día en adelante me comenzé a poner más fuerte y no requería oxígeno." (firmado) John A. Houle, S.J. (testigo) Francis J. Parrish, S.J. REGISTRO DEL PADRE PARRISH A.M.D.G. Colombiere House 5322 Franklin Avenue, Los Angeles, California 90027-1613 Las siguiente son las notas en el registro de 1990 del Padre Frank Parrish, S.J. referente a la sanación milagrosa del Padre John Houle, S.J. Jueves 22 de feb. de 1990 - Escribí en mi registro, "No queda esperanza para Padre Houle." Viernes 23 de feb. de 1990 - Bendecí a Padre Houle con una reliquia de primera clase de Claude la Colombiere y se la puse en el pecho. Le dije que el iba a estar bien.
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Hospital Santa Teresita - No esperan que Padre Houle sobreviva el fin de semana; lo más que le quedan son de 2 a 6 días. Se hicieron oraciones implorando la intercesión de Bl. Claude. Dr. Conrad (cardiólogo) y Dr. Luke (especialista en pulmones) le dieron una prognosis negativa. Está muriendo de fibrosis pulmonar, una enfermedad terminal. Tiene una máscara de oxígeno sobre su naríz y boca. Sábado 24 de feb. de 1990 - Los Promotores del Sagrado Corazón, El Apostolado de Oración del Monasterio de los Angeles, el grupo de oración Padre Pio, la gente del grupo Corazón de la Nación, el Hospital de San Juan de Dios, etc. pidieron la intercesión de Bl. Claude. Lunes, 26 de feb. 1990 - Padre Houle está en condición crítica. Una enfermera me dijo que si se sana será un milagro, y que estaría dispuesta a testificarlo así. La Hermana Maria Elia, O.C.D., quien en la actualidad está a cargo del trabajo pastoral en el Hospital Santa Teresita, y antes trabajaba en el departamento pulmonar, me dijo enfáticamente que si else sana es definitivamente un milagro, y que iría a Roma a testificarlo así. Martes 27 de feb. de 1990 - Se continuan las oraciones mediante la intercesión de Bl. Claude. Miércoles, 28 de feb. de 1990 - La cuñada de Padre Houle vino a la Casa Connolly, y dijo que Padre Houle estaba mucho mejor y que estaba sentado comiendo pizza. Continuan las oraciones. Como ella no es Católica no sabía lo que yo había hecho. Ella le dijo a Padre Houle que yo le había puesto algo en el pecho. Y le dijo que yo había dicho, "No te preocupes va a ocurrir un milagro y estarás bien." Jueves 1 de mar. de 1990 - Visité a Padre Houle en el hospital, y lo encontré sentado al lado de su cama comiéndose un almuerzo grande. Estaba cortando una manzana y comiéndosela. Está alerta y hablando claramente. La Hermana Maria Elia dijo que era un milagro, y testificará. Martes 6 de mar. de 1990 - Visité a Padre Houle en el hospital. Estaba bien y descansando, aún necesita oraciones. Miércoles 12 de mar. de 1990 - Padre Houle llamó desde Santa Teresita. La voz se le oía fuerte, y estaba comiendo y caminando. Miércoles 21 de mar. de 1990 - Visité a Padre Houle en el hospital, y lo encontré sentado, sin usar oxígeno, hablando bien y respirando bien, comiendose una tarta de carne picada, pastelillos, y espageti. Miércoles 9 de mayo de 1990 - Visité a Padre Houle en el hospital, se le fue la fibrosis pulmonar pero aún tiene dolor. Estaba caminando por el hospital, y caminó conmmigo a mi carro. Los reportes de los doctores y los rayos-X fueron enviados a Roma. INFORME DEL PADRE PARRISH Después de haber visto lo que pasó después de bendecir a Padre Houle con la reliquia de primera clase (un pedazo de hueso) de Bl. Claude la Colombiere, junto a las oraciones de muchas personas devotas, me parece que definitivamente es un milagro. 26 de junio y 5 de julio de 1990, escribí al Postulador General para la Causa del Bendito Claude en Roma, Padre Paul Molinari, S.J., referente a mi seguridad de que Dios había hecho un milagro mediante la intercesión de Bl. Claude La Colombiere. Con la ayuda de la Hermana Maria Elia, O.C.D., quien estaba a cargo del Departamento Pastoral del Centro Médico Santa Teresita, Duarte, CA., pude reunir todos los informes médicos 16
de los doctores que habían cuidado a Padre Houle durante su enfermedad, (fibrosis pulmonar terminal), los rayos-x de sus pulmones y la declaración de las personas que estaban orando para la sanación de Padre Houle mediante la interseción de Bl. Claude la Colombiere. El 18 de julio de 1990, Padre Paul Molinari contestó que todo parecía favorable para la canonización de Bl. Claude la Colombiere, y dijo que se había establecido un Tribunal Canónico en la Arquidiocesis de Los Angeles. El Arzobispo Rigali en Roma se puso en contacto con el Arzobispo de Los Angeles, el cual abarca cinco Regiones Pastorales, pues el Cardenal Roger Mahony, le instruyó que hiciera esto. El Arzobispo Mahony delegó al Obispo John Ward, D.D., J.C.L., de la Región Pastoral de Nuestra Señora de Los Angeles, para que fuera la cabeza del Tribunal establecido en su Oficina Regional en Los Angeles y en el Centro Médico de Santa Teresita. Las reuniones tribunales en el Centro Médico de Santa Teresita se hicieron para la conveniencia de los doctores que tenían que testificar. Además del Obispo Ward, el Tribunal consistía del padre Michael Carcerano, J.C.L. y la Hermana Ann Hennessy, C.S.J., quien fue la Notaria. Se llamaron a los testigos para que testificaran, inclusive los doctores, hermanas, y todos los que estaban orando por la intención de Padre Houle. A mí también me llamaron para testificar de la bendición que le dí a Padre Houle con la reliquia. Tuvimos que jurar sobre la Santa Biblia, que diríamos la verdad. Estos testimonios fueron enviados a Roma. Al poco tiempo nos llegó noticia por telefono y por fax, del Padre Molinari en Roma, diciendo que todo era favorable para la canonización de Bl. Claude La Colombiere. El Papa Juan Pablo II quería que se hiciera, pero todos los procedimientos se tenían que llevar a cabo con cuidado y mucha prudencia. Las deposiciones y las declaraciones de las personas envueltas tenían que ser examinadas por teólogos y Cardenales para asegurarse que todo estaba en perfecta conformidad con la doctrina de la Iglesia, y que la sanación realmente era un milagro que no se podía explicar por las ciencias médicas. Luego llegó una emocionante llamada telefónica y un fax desde Roma. Era el Padre Paul Molinari, Postulador General, diciendo que todo estaba en orden y el Santo Padre había aprobado el milagro. Se estableció que las ceremonias de canonización serían el 31 de mayo de 1992 a las 9:30 a.m. en la Catedral de San Pedro en Roma. Padre Houle y yo fuimos juntos para celebrar este evento tan maravilloso. Habían pasado más de dos años desde el 23 de febrero de 1990, el día que bendije a Padre Houle con la reliquia de Bl. Claude la Clombiere y personas estaban rezando por un milagro, al 31 de mayo de 1992. El momento más maravillos fue cuando el Papa Juan Pablo II declaró que el Fiel Servidor y Perfecto Amigo de Jesús se llamaría San Claude La Colombiere. Aprobación del Vaticano Con la ayuda del doctor de Fr. Houle, y de la Hermana Maria, O.C.D., quien era la directora de Santa Teresita durante ese tiempo, Padre Parrish preparó los detalles referentes a la enfermedad y sanación de Padre Houle, y envió todos los materiales a Roma para que fueran aprobados. El Cardenal Roger Mahony de Los Angeles designó al Obispo Auxiliar John Ward para que fuera el investigador en la Arquidiocesis de Los Angeles. Este es el primer paso para que el Vaticano pueda aprobar un milagro. El Obispo Ward dijo que lo más impresionante de la investigación era que la sanación de Padre Houle fue instantánea. 17
"Eso llega al corazón de cualquier milagro" dijo el Obispo. "Con nuestro Señor Jesus Cristo, los leprosos, y otros- siempre eran sanaciones instantáneas. Esta es la prueba que siempre buscamos al hacer investigaciones para declarar santidad." Después de varios meses de delicadas investigaciones, el milagro fue aprobado como el tercer y final milagro necesario para la canonización de Claude la Colombiere. El Santo Padre Juan Pablo II invitó a Padre Houle para que concelebrara con él durante la Misa de Canonización en la Basílica de San Pedro el 31 de mayo de 1992. Esta ocasión conmovió mucho a Padre Houle. El dijo que "Fue increíble estar allí y oir a este hombre, este Santo Padre, parado frente al altar diciendo, 'Yo soy Pedro, y en mi autoridad declaro este canon.' Es una cosa muy poderosa. Te toca muy profundamente. Para mí siempre es un misterio como es que hay personas que pueden disentir, y hablar mal de él, cuando él sólo es un regalo para nosotros." Durante la investigación, el doctor de Padre Houle, Dr. Gary Conrad, comentó que no había una explicación médica para la dramática recuperación del sacerdote. Padre Houle no tiene esos problemas explicando su sanación. "Yo estoy convencido, desde el momento en que ocurrió el milagro, que sucedió por el bienestar de las Hermanas (en Santa Teresita)," dijo Houle. "Fue para las Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús en Los Angeles. Como todas las ordenes religiosas, tienen sus problemas y tienen que vivir con ellos. Ellas han sido muy fieles a Jesús, tienen una base muy estable. Y creo que es muy pertinente que esto haya ocurrido aquí." La Hermana Maria Elia cree que la explicación de Padre Houle, acerca de las razones por las que él fue sanado, es una explicación muy bondadosa. Ella dice que el es un "hombre increíble, muy santo, el cual me siento privilegiada de conocer." Milagros de Santa Teresa Seis sanaciones fueron atribuídas a la intercesión de Santa Teresa las cuales se examinaron durante el proceso de su canonización. Aquí voy a explicar una de ellas porque tiene que ver con una reliquia. De los registros que se ofrecieron en Roma a la Congregación Sagrada de Riturales, dos de ellos fueron elegidos para ser escudriñados detalladamente. Sólo se requieren dos milagros, para tal causa, ya que tantas personas habían conocido personalmente a esta Sierva de Dios. Tienes que sanarme El primero de estos milagros tomó lugar en el año 1906, y favoreció a Charles Anne, un nativo de Lisieux, el cual tenía veintitres años. Mientras estudiaba para el sacerdocio en un seminario diocesano de Bayeux, sus pulmones fueron atacados por tuberculosis y se encontró cara a cara con la muerte. Sus amigos comenzaron a decir una novena a Nuestra Señora de Lourdes, mediante la intercesión de Santa Teresa. Esta novena no fue exitosa, pero el enfermo no se dió por vencido y comenzó otra novena, esta vez fue una novena a la Hermana Carmelita solamente, para que mediante su intercesión, su vocación sacerdotal fuera salvada. En el seminario Charles siempre había tenido la reputación de ser el defensor intrépido de la Pequeña Flor, y ahora se había enmendado a ella con una confianza inmovible en la promesa de la santa "Pasaré mi cielo haciendo bien en la tierra. 18
" Luego de una horrible hemorragia, que presagió la cercanía de su muerte, el clamó a su patrona: "Yo no vine aquí a morir! Vine a hacer el trabajo de Dios! Tienes que sanarme!" Y se quedó dormido, sujetando la reliquia de la santa que apareció misteriosamente en sus manos. Cuando se despertó estaba perfectamente sanado. Es interesante mencionar que durante ese tiempo el superior del seminario era el Padre Duboscq, S.S., quien antes era Profesor en el Seminario Supilciano en Paris. Luego Padre Duboscq ocupó el cargo de Promotor de la Fe durante el proceso de canonización de la Pequeña Flor. El 29 de abril de 1923, Padre Anne (2) y los religiosos envejecientes que lo cuidaron, ayudaron durante la ceremonia de Beatificación en la Basílica de San Pedro. (2) Durante su peregrinación a Roma, el le dijo la historia de este milagro al padre Tomás N. Taylor Otro caso de la intercesión de Santa Teresa de Liseux mediante una reliquia, es conocida como la historia de El Suicidio. La siguiente historia, fue enviada por el Padre Rubillon, S.J., al Carmelo de Lisieux, y relatada por el Padre Granier, S.J., de Rio de Janeiro. El Dr. Bento, un Católico devoto, había llamado a Padre Granier para que atendiera en un caso de intento de suicidio. Uno de los financieros más importantes de Rio de Janeiro, se vió al borde de la ruina, y enloquecido por los reproches de su mundana esposa, resolvió quitarse la vida. No tenía religión y ni siquiera había hecho la Primera Comunión. "Una tarde", me dijo, "Cogí mi revólver y me disparé dos balas en la cabeza. Sabía que alguien había ido a buscar ayuda al escuchar los disparo por que oí un ruido, pensé que cuando me encontraran aún vivo, me odiarían, al creer que no había tenido la valentía de matarme. Como no podía soportar este pensamiento, cogí mi revólver, me paré frente al espejo y disparé dos balazos más en la herida que tenía en mi cabeza. . ." "Al recobrar el conocimiento, estaba en el hospital de Sao Geraldo, donde la Providencia de Dios me estaba esperado. Estaba enojado con los doctores y las enfermenras y traté de evitar que le hicieran algo a mi herida. Pensaron que había perdido la razón, pero mi mente estaba perfectamente clara." Mientras tanto Dr. Bento vino. "Desgraciada criatura!" le dijo. "Qué haz hecho? El padre de una familia tratando de quitarse la vida! Yo se lo que a tí te pasa. A tí te hace falta religión. Voy a pedirle a un sacerdote que venga a verte, pues te hace falta confesarte". Yo no pude resistirle a este hombre, quien se había atrevido a decirme los que nunca antes nadie se había atrevido a decir. "Fue entonces que lo mandaron a buscar, Padre" "Cuando llegué me encontré con uno de sus familiares, tratando de prepararme para confesión. Estaba armada con una reliquia de Santa Teresa, a quien le tenía una ardiente devoción" "Entonces me dí cuenta que aún en esos breves momentos nuestra Santa ya había hecho un profundo cambio en su vida. No tuve ninguna dificultad. El camino al corazón de este pobre extraviado, estaba completamente abierto" "Hizo su confesión en una manera muy recta y con perfecta contrición; entonces, recibió su Primera Comunión con gran fervor"
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"Todo esto cogió muy poco tiempo. Cuando habíamos terminado, y los doctores habían regresado, se fijaron que el hombre estaba practicamente fuera de peligro. Mientras que sólo unos momentos antes le habían dado un par de horas de vida." "En la mañana le volví a traer la Santísima Comunión." "Me saludó con gran emoción: "Padre, sabe que me pasé la noche hablando con Santa Teresa del Niño Jesús?" Este hombre en agonía que no había cerrado los ojos en toda la noche, estaba más contento y en paz que nadie que había visto. "Ah! me dijo, "que felicidad es ser perdonado! Yo estoy completamente cambiado. Es cierto que sufro, pero me lo merezco. Que felíz estoy!" Era una cosa extraordinaria oir a un hombre hablar de lo feliz que estaba, teniendo tres balas en la cabeza (hasta el momento sólo habían podido sacar una), y era extraordinario oir a este hombre suicida hablar de tener una conversación con una Santa. Dr. Bento no lo podía creer. El insistió que la única cosa que podía explicar el estado actual del hombre quien se podría decir había sido llamado de entre los muertos, era que había ocurrido un milagro, un milagro físico y moral. Unos días más tarde, después que le habían sacado la segunda bala, el doctor dijo "Mi querido amigo, nunca habrá un caso como el tuyo. Te han quitado dos balas del cerebro, y el hecho de que no estas paralizado, ciego, o caído como víctima de una enfermendad peligrosa, es algo que no se puede creer." Se necesitaron dos operaciones más para extraer las últimas dos balas. Las operaciones fueron largas y dificultosas, pero el paciente insitió como penitencia por sus pecados, sufrirlas sin cloroformo, o cualquier otro tipo de anestesia. Nunca se sobresaltó o se quejó, al contrario, dijo algunas bromas para fortalecer al doctor. "Lleno de agradecimiento a la Santa, que le devolvió la salud del alma y del cuerpo, está bastante recobrado, y el único deseo que le queda es traer a su esposa a Dios" Sanaciones milagrosas mediante la intercesión de San Germaine Cousin de Pibrac (A.D. 1579-1601). Germaine Cousin era una pobre pastora de Pibrac, cerca de Toulouse. Era muy enfermiza, lo cual es algo muy interesante, ya que ella fue canonizada en el año 1854 por el Papa Pio IX., entre tanta gente, tal como no se ha visto mucho anteriormente. En Pibrac se dió Santísima Comunión a ocho mil personas, y cientas se tuvieron que ir sin recibir la Eucaristía. Al menos habían setenta mil personas en la pequeña villa de Pibrac, para dar honor a la pastorcilla, llenándola de besos, y mirando sus huesos. Los milagros, todos ocurridos en el siglo diesinueve, son los siguientes: (1) Un joven de Mauvesin, en la diocesis de Auch, llamado Dominic Gaute, había perdido la visión, consultó a los mejores oculistas, pero sólo recibió la seguridad de que no se podía hacer nada, pues la cegera provenía de lo que se llama "the drop serene." Su hermano le aconsejó que fueran a ver a Germaine Cousin (hacía ya doscientos años que había muerto), y ambos fueron a Pibrac. En Pibrac, los ojos de Dominic fueron envueltos con un paño el cual había tocado el cuerpo de la pastorcilla, al regresar, Dominic le dijo a su hermano que podía ver las velas de los barcos y los molinos dando vueltas. No dice si Dominic Gaute recobró la vista completamente, o si el milagro terminó con la historia de lo que le dijo a su hermano. 20
(2) Elizabeth Gay, de diesiocho años, había sido ciega por mucho tiempo, esta joven fue sanada en Pibrac, y vivió muchos años sin regresar a la condición de su enfermedad (3) Frances Ferriere, de Angoumer, nació ciega, pero recibió la vista al cubrir sus ojos con un paño que había tocado el cuerpo de Germaine. Durante este tiempo el milagro fue testificado por Mons. Le Castex, Cur‚ de Angoumer. (4) El 1 de agosto de 1839, un niño de diez meses, quien había nacido ciego, el hijo de Antony Nous, "patrón en el canal du Languedoc," quedó sanado completamente; mediante la intercesión de Germaine Cousin. El abad de Bourg, vicar-general, fue designado para investigar el caso, y su deposición está preservada en los archivos de Toulouse. (5) En 1845 las 116 monjas de Bon Pasteur en Bourg, quedaron reducidas a sus últimos recursos. La Hermana Maria del Sagrado Corazón, superior del convento, resolvió pedir la ayuda de Germaine Cousin, y puso una medalla de la pastorcilla en el diván de comida, donde dos de las hermanas habían sido escogidas para proporcionar cuarenta rollos de pan diario; pero en lugar de tener veinticuatro libras de harina tenían diesiseis. La harina solo duro tres dias, y solo quedaban ocho libras; pero estas ocho libras hicieron cuarenta rollos y la harina no disminuyó. Esto ocurrió una y otra vez. El pequeño envase de harina suplió para todo el convento día tras día, y siempre habia mas harina al terminar que cuando se comenzaron a hacer los rollos. El milagro trajo mucha atención y vinieron personas de todos los lugares para ver "con sus propios ojos, el pan que Dios les había dado. El mismo milagro sucedió dos veces más." RELIQUIAS MILAGROSAS Reliquias en posesión de San Gregorio el Grande que sangraron (A.D. 540-604). Una vez, ciertos ambasadores, le insistieron a Gregorio el Grande para que les diera reliquias para sus iglesia. El pontife cogió un pañuelo fino de lino y con éste tocó el cuerpo de algunos santos; entonces puso el pañuelo en una caja, la selló, y se la dió a los ambasadores. Como los ambasadores tenían curiosidad de ver lo que Gregorio les había dado, abrieron la caja y sacaron el pañuelo sin encontrar nada dentro de éste. Soprendidos, y sospechando que era una broma de mal gusto, regresaron al Papa con la caja y su contenido. San Gregorio abrió el pañuelo sobre al altar, se arrodilló, y oró a Dios para que le abriera los ojos a los ambasadores y que pudieran ver el valor del pañuelo que les había dado como reliquia. Entonces, sujetando el pañuelo frente a ellos, le dio un pinchazo con un cuchillo; del pinchazo salió una gran cantidad de sangre. Los ambasadores, confundidos, cogieron el pañuelo agradecidos y aceptaron el regalo como una reliquia de valor inestimable. John el diacono (siglo doce), Life of St. Gregory the Great (La Vida de San Gregorio el Grande, escrito por el como asignación especial del Papa Juan VIII.). La costumbre de enviar pañuelos y bendajes que se habian usado para tocar reliquias era una costumbre típica de los pontife de Roma. Cuando la emperatriz Constance, le pidió a Gregorio el Grande que le diera la cabeza de San Pablo, éste le dijo que no era usual tocar las reliquias a menos que fuera con gran reverenica, por lo tanto en lugar de
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reliquias la Iglesia se acostumbró a enviar pañuelos o bendajes que habían tocado la reliquia y Dios hacía milagros en virtud de éstas - Refiérase a las Cartas de San Gregorio. Maravillas debidas a las reliquias de San Ignacio de Loyola (A.D. 1491-1556). "En Sena los demonios no se atrevían a mirar su retrato, sino que bajaban las cabezas llenos de verguenza. En Malacia su retrato asustó al diablo. Su retrato en Madena, puesto cerca de una pared, asustó a una tropa de demonios expulsándolos de cuatro mujeres poseídas. El sólo pronunciar [de] su nombre en Roma, asustó a dos legiones de demonios. Un pedazo de su sotana, sanó a una mujer de locura. Un pedazo de cuero que usaba en su estómago curó la plaga. Un pedazo de su sombrero purgó a una monja de cien piedras del riñon al año. Un pedazo de su reliquia, cerrada dentro de una caja quemó al diablo, y lo hizo rugir a través de un cuarto. Un pedazo de su reliquia fue hechada al mar, y calmó las olas y tranquilizó los vientos. Pero lo que sobre pasa el resto es que su nombre, escrito en un pedazo de papel: sanó a alguien de un dolor de dientes, de dolores, de gota, de ciático, de lepra, de escurvis, y al ser puesto... sobre una mujer...angustiada... sin esperanza... le quitó el dolor, facilitó su parto y le recobró la vida." -S. Harsnet (luego Arzobispo de York) Las reliquias de San Isodoro sanó de fiebre a Felipe III (A.D. 1619). Felipe III había ido a Portugal en un viaje royal; pero al regresar a Madrid, fue apoderado por taberdillo, una fiebre de pestilencia, y se lo entregaron a los doctores. Con cada hora que pasaba, esperaban su muerte, al acercarse la hora extrema el pidió que se le trajeran las reliquias de San Ididoro. En cuanto se hizo esto, Felipe III comenzó a mejorar, y en un par de días su salud había sido restaurada. El rey hizo un gran esfuerzo para asegurarse que la canonización de San Isidoro se llevara a cabo, pero la muerte del Papa causó que se retrasara. Sin embargo, la ceremonia se celebró por el Papa Gregorio XV, durante el reino de Felipe IV, el 12 de marzo del año 1622, en la Iglesia de San Pedro en Roma, con una celebración sin igual - Actos de la Canonización. La sotana de San Pedro sana a un paralítico (siglo once) Cuando San Hugh, el abad de Clunny fue a la Iglesia de San Genevieve a celebrar Misa, le trajeron un paralítico llamado Roberto. San Hugh lo acostó sobre la sotana de San Pedro, una reliquia reservada con mucha religiosidad, y le dijo al hombre, "El Señor Jesucristo te ha sanado; levantate Roberto, y haz tu cama" Según habló, el hombre fue sanado, y dió gracias a San Pedro y al abad. LOS GUARDIANES Parece que durante cada época Dios escoge personas especiales para que sean guardianes de las Santas Reliquias. Aquí hay algunos ejemplos de actos heróicos por los cuales estas personas escogidas han tenido que pasar para poder mantener la dignidad de los restos del Templo del Espiritu Santo.
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Los actos de los Martires hablan constantemente de los esfuerzos que hicieron los fieles con tal de obtener sus reliquias. En esta ocación, como en tantas otras, estas historias nos llevan al tiempo de la Iglesia en su infancia. Otra vez, vemos una Lucina o Praxedes recogiendo los pedazos de los mártires de Cristo, y preservandolos para que los fieles los veneren. Las tiernas historias de una banda de devotos Católicos Españoles que rescataron los cuerpos de Dom Maurus Scott, O.S.B.,y su compañero, que estaban debajo de una montaña de cuerpos podridos; es una historia conocida; y la historia de la devoción de Margaret Roper, que rescató la cabeza de Thomas More de la estaca donde había sido puesta en el Puente de London, se compara con la piedad de Donna Luisa da Carvajal, la señora española que dedicó su vida a los martires de Cristo. Leemos como rescató sus santísimas reliquias en el medio de la noche, y como fue con sus compañeras en devota procesión, cuando las reliquias fueron recibidas en su casa. Doce de las compañeras con velos blancos y cargando velas en sus manos, se paraban en la entrada de la casa y veneraban el sagrado tesoro, iluminando y llenando de flores y ramas verdes el camino por donde pasaban los portadores, hasta la puerta del oratorio. Preservación y perseverancia Challoner (citando a De Marsys) nos relata la interesante manera en que el corazón del Venerable William Ward fue rescatado. ". . . Una persona de gran calidad, el Conde Egmond, escuchó a uno de sus sirvientes quien estaba presente durante el evento, que un santo sacerdote había sufrido martirio esa mañana, le preguntó al sirviente si había traído alguna reliquia del mártir, él le dijo que sí y se la dió (como dijo); el pañuelo que el santo había sacado de su bolsillo. El Conde, cogiéndolo con reverencia, lo besó; pero viendo que no tenía sangre, se lo devolvió al sirviente y le dijo que regresara al sitio de la ejecución y lo mojara en la sangre del santo, si podía encontrar alguna. El sirviente regresó al sitio de la ejecución y buscó diligentemente si había sangre, pero viendo que toda había sido limpiada por otros fieles católicos, buscó un palo y buscó en las cenizas donde las entrañas del santo habían sido quemadas, descubriendo un pedazo de carne, lo envolvió en el pañuelo sin tener tiempo de sacudir las cenizas por miedo que alguna persona maliciosa lo viera, lo demandara o se lo quitara." La historia entonces describe que el hombre se escapó y corrió temiendo por su vida, pues los enemigos le estaban persiguiendo a pie y a caballo. Resuelto a no perder la reliquia, la tiró en unos arbustos y siguió corriendo, recordando donde la había tirado para luego vernir a recogerla. "Y esto lo hizo con mucha destreza, sin dejar de correr, sólo pretendiendo que se había tropezado un poco, y haciendo ver que se había recobrado del tropezón, siguió corriendo, perseguido por los que corrían detrás de él tratando de engañarles y salvando la reliquia. En resumen este hombre corrió hasta las afueras de la cuidad, donde le alcanzaron." Por supuesto, fue arrestado, pero la influencia del ambasador fue suficiente para sacarlo de la cárcel rápidamente, y la próxima mañana encontró la reliquia donde la había dejado en el parque. Resultó ser el corazón del mártir, y se consideró milagroso que el pañuelo donde estaba envuelto no estaba quemado por los carbones calientes que tenía pegado, mientras el corazón permaneció sin ningún tipo de contaminación e incorrupto por quince
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días, cuando el Conde lo mandó a embalzamar, "no para preservarlo de la corrupción, que no parecía le iba a afectar, sino por reverencia a una reliquia de tanto valor." Durante el martirio del Venerable Edward Morgan, algo más fenómeno sucedió: "Los oficiales pideron a la gente que les dieran sus pañuelos para mojarlos en la sangre del mártir, y luego se los regresaron a sus dueños, y uno de ellos casi sacó el corazón entero del fuego." Desecración & Profanación Esto es muy diferente a la mayoría de las escenas en los martirios más tempranos, donde se hacía cada esfuerzo para evitar que la gente tomaran alguna reliquia, y donde aquellos que intentaban hacerlo eran detenidos y muchas veces enviados a la cárcel. Una vez más recordamos a los mártires de la Iglesia en su infancia, y los días penales de Inglaterra recuerdan esos días con gran fervor. Por lo tanto durante el martirio de Bendito Edmund Campion y sus compañeros, un joven guardó el dedo pulgar del mártir, el cual se lo dió a la Sociedad, y parece ser la reliquia de Gesú en Roma. En los últimos años ha sido dividido, y la mitad está con los Padres en la Provincia Inglesa. Pero, las precauciones de las autoridades para evitar este tipo de robo eran como norma muy exitosas. Siempre se recordará como todo lo que quedo manchado con la sangre de Maria Reina de los Escoceses fue quemado en el Gran Salón del Castillo de Fotheringay, justo después de ser ejecutada. La mayoría de las veces las cabezas de los mártires eran puestas en una estaca en el puente de Londres, o en las entradas a las cuidades donde habían sido martirizados; y cuando hacía falta espacio para más, se tiraban al río o en otros lugares inalcanzables. Así trataron las cabezas de los Priores Cartisianos, para hacer espacio para la cabeza del Bendito More y Fisher. La cabeza del Padre John Cornelius, S.J., antes de ser puesta sobre el pórtico del pueblo, fue usada como bola de balompié por una muchedumbre prejuiciosa en Dorchester. La cabeza de Venerable James Bird, un joven de diesiocho años fue puesta en el pórtico a la Cuidad de Winchester, donde su padre anciano, al pasar bajo ésta un día le pareció ver que la cabeza se inclinó en reverencia a él. Una de la reliquias más preciosas que aún permanece entre nosostros es la cabeza de Bendito Cuthbert Mayne, el protomártir del Seminario de Sacerdotes, que ahora está preservada en Lanherne. Aún se puede observar en el cráneo el hoyo cuadrado hecho por la estaca donde fue puesta y expuesta en el castillo de Launceston. Una triste historia relatada en los registros de York revela cómo una prisionera, Mrs. Hutton, y sus hijos, se metieron en problemas por rescatar las cabezas de dos mártires que estaban expuestas en estacas sobre la prisión donde estaban encarcelados. Los niños fueron interrogados en vano, y soportaron sus azotasos con una fortaleza que sobrepasaba sus años; mientras que la madre fue tirada a un calabozo subterráneo donde murió a los pocos días. Una historia relatada en las crónicas del Priorato de San Benito, en Colwich (entonces en París), muestra lo difícil que era preservar las reliquias: "El hombre empleado por los administradores para hacer la búsqueda dijo que el sabía cómo las monjas guardaban las cosas, él las sabía encontrar, pues su esposa le había enseñado. Por lo tanto tomó mucho tiempo abriendo alfileteros y finalmente encontró escondidas una gran cantidad de reliquias. Entonces entretenido con éstas las sacó cuidadosamente de sus encasillados y las puso en una ventana detrás de él, cerca de la 24
cual una monja se había parado para ver lo que el hacía, las otras monjas estaban vaciando los contenidos de sus gabetas y bolsas frente a el, quedó tan anonadado con la variedad de cosas puestas sobre el, que quedó casi cubierto por éstas. Y quedó tan entretenido que se olvidó de los tesoros que había asegurado en la ventana y no se le ocurrió volver a mirarlas y así fue que se salvaron estas reliquias." Los muertos no están verdaderamente muertos. En el caso de los justos; la capa física está muerta, mientras algunos permanecen incorruptibles, pero el alma siempre existe. Reside eternamente en la visión beatífica de Cristo Jesús, en un lugar dorado en el Cielo. Pero los pecadores se pasan su eternidad en lo que Bendita Angela Foligno llama, la casa del infierno. EL PADRE SABE LO QUE ES LO MEJOR He compilado las escrituras de tres Doctores de la Iglesia. Como nos han dicho desde pequeños, "el padre sabe lo que es lo mejor", vamos a depender de nuestros padres. Los padres de nuestra fe. El título de Padre se usa en una manera más general y en un sentido más restringido. En el sentido general denota a todos los escritores Cristianos de los primeros doce siglos quienes son reconocidos por concenso general como los testigos más enminentes y los maestros de la doctrina ortodoxa Católica de la Iglesia. En un sentido más estricto el título denota sólo a aquellos escritores cuya ortodoxia no es controvertible, cuyos trabajos son de excelencia y valor, y cuya santidad es inminente y generalmente reconocida. De estos les presento las escrituras de cada uno de lo siguientes santos en referencia a la necesidad de venerar reliquias; San Gregorio el Grande, San Ambrosio, San Damascus. Libro IV, Carta XXX. AConstantina Augusta. (A.D. 593-4) Gregorio a Constantina, mes de junio, Indiction 12. La Serenidad de su Piedad, conspicua por sello religioso y amor a la santidad, me ha encargado con su orden de enviarle la cabeza de San Pablo, o alguna parte de su cuerpo, para la Iglesia que se está construyendo en su honor en el palacio. Y, deseoso de recibir sus ordenes, mostrando así mi obediencia la cual puedo usar para provocar sus favores hacia mí, me siento muy acongojido de no poder, ni atreverme a hacer lo que me pide. Pues los cuerpos de los apóstoles San Pedro y San Pablo brillan con tantos milagros y terrores que no se puede ni orar cerca de ellos sin sufrir gran temor. En resumen, cuando my predecesor estaba deseoso de cambiar la plata que estaba sobre el cuerpo del Santo Apóstol Pedro, aunque estaba a una distancia de casi quince pies del cuerpo del Santo, se le apareció un signo espantoso. Mejor dicho, yo también quería amendar algo no muy lejos del sagrado cuerpo del Santo Apóstol San Pablo; siendo necesario escavar profundamente cerca de su sepultura, el superintendente de ese lugar encontró unos huesos, los cuales de seguro no tenían nada que ver con el mismo sepulcro; pero al tratar de levantarlos y transferirlos a otro lugar, ciertos signos espantosos aparecieron y murió repentinamente. Además de todo esto, cuando mi predecesor, que en paz descanse, quería de la misma manera hacer alguans mejoras no muy lejos del cuerpo del Mártir San Laurence, sin saber 25
donde descansaba su venerable cuerpo, se comenzaron a hacer excavaciones, y de repente su sepulcro fue descubierto; y los que estaban presentes y trabajando, monjes y sacristanes que vieron el cuerpo del mártir, el cual no se atrevieron a tocar, todos murieron diez días después del incidente, de los que vieron el santo cuerpo de este hombre justo, nadie sobrevivió. Más aún, que mi tranquila señora sepa que no es costumbre de los Romanos, cuando dan reliquias de los santos, presumir haber tocado cualquier parte del cuerpo, sino sólo se pone en la caja (pyxide) un manto (brandeum) , y se pone cerca de los sagrados cuerpos de los santos: y cuando se guarda se deposita con mucha reverencia en la Iglesia que se va a dedicar, y ocurren tantas cosas poderosas que se podría pensar que sus cuerpos han sido traídos a este lugar tan especial. Sucedió que durante el tiempo del Papa Leo, que descanse en paz, ciertos Griegos dudaron la costumbre descendiente de nuestro Padres de la Fe, y el Papa cortó el manto (brandeum), y del corte fluyó sangre. Pues en las partes Romanas y Occidentales es intolerable y sacrilegioso que nadie, por razón alguna quiera tocar los cuerpos de los santos; y si alguien presume de hacer esto, es cierto que este acto de temeridad no quedará sin ser castigado. Por esta razón nos sorprende la costumbre de los Griegos; que dicen que ellos cogen los huesos de los santos; y casi no lo podemos creer. Pues ciertos monjes Griegos que vinieron aquí hace como dos años desenterraron, en el silencio de la noche cerca de la Iglesia de San Pablo, cuerpos u hombres muertos que estaban en campo abierto, y pusieron esos cuerpos como parte de sus pocesiones para quedarse con éstos hasta el día que se fueron. Y, al ser capturados y examinados sobre la razón por la que hicieron esto, confesaron que iban a llevarse los huesos a Grecia para hacerlos pasar por reliquias de santos. Desde este momento, como dije, dudamos que realmente cogen los huesos de los santos, como dicen que hacen. Pero, ¿qué voy a decir de los cuerpos de los Santos Apóstoles cuando bien se sabe, que en el tiempo de su sufrimiento creyentes vinieron desde el Este a recobrar sus huesos, pues eran sus compatriotas? Y que fueron llevados hasta el segundo marcador de la cuidad donde fueron depositados en un sitio llamado las Catacumbas. Pero, cuando la muchedumbre vino a quitarlas de ese lugar, sucedió tal violencia de rayos y relámpagos que la muchedumbre atermorizada se dispersó y no presumieron intentar tal cosa otra vez. Y entonces los Romanos que por el amor y bondad del Señor fueron considerados dignos de hacer esto, fueron, cogieron los cuerpos y los pusieron en los lugares donde se encuentran ahora. ¿Quién entonces, mi señora, puede ser tan atrevido, que sabiendo estas cosas presume, no digo tocar los cuerpos, pero siquiera mirarlos? Tales ordenes dadas por usted, las cuales no puedo obedecer, no han sido, según he podido encontrar, su sugerencia; pero ciertos hombres han querido alborotar su piedad en mi contra, para quitarme el favor (Dios no lo permita) de su buena voluntad, y han encontrado un punto en que me puedo encontrar tan desobediente como usted. Pero confío en Dios Todo Poderos que su buena voluntad no esté siendo robada, y que siempre tenga con usted el poder de los Santos Apóstoles, quienes la aman con todo corazón y le ofrecen no su presencia física, sino su protección. Más aún, el pañuelo que ordenó se le enviara, está con el cuerpo y por lo tanto no nos podemos acercar a éste. Pero ya que no se puede dejar de cumplir un deseo tan religiosos de mi señora, me apuraré en transmitirle una porción de las cadenas de San Pedro, las mismas que el Apóstol tuvo en su cuello y en sus manos, de las cuales se han visto han 26
ocurrido muchos milagros; si las puedo separar limándolas. Porque, mientras muchos vienen frecuentemente a buscar bendiciones de estas mismas cadenas, esperando recibir un poco de las limaduras, un sacerdote que las lima, ve que en casos de algunos una limadura sale de las cadenas tan rapidamente que no se tardan en obtenerlas, pero en otros casos la lima se usa sobre las cadenas y no salen limaduras. Cartas de San Ambrosio: Carta XXII. (A.D.386) San Ambrosio le relató a su hermana en una carta acerca del descubriemto de los cuerpos de San Gervasius y San Protasius, y lo que el dijo a la gente en esta ocasión. Usando el Salmo xix. para predicar explicó alegóricamente que "los cielos" representan los Mártires y los Apóstoles, y el "día" es la confesión de éstos. Ellos fueron humillados por Dios, y luego resucitados otra vez. Entonces cuenta como se encontraron sus cuerpos, y el traslado a la Basilica. En otros sermones el habla de la alegría de los Católicos y la maldad de los Arianos quienes negaron que estos milagros ocurrieron, como hacían los Judíos, y muestra que su fe es bastante diferente a la de los mártires, y ya que los demonios reconecen la Trinidad, y ellos no, son peores que los mismos demonios. Para la dama, su hermana, más querida al Obispo Ambrosio, que sus mismos y ojos y su misma vida. 1. Ya que no quiere que dejes de saber lo que pasa aquí mientras estas ausente, debes saber que hemos encontrado algunos cuerpos de Mártires. Pues después de dedicar la Basilica, muchos, como en una voz me han hablado diciéndome "Consagra esto como hiciste con la Basilica Romana" y yo les contesté "Lo haré si encuentro reliquias de Mártires." Y al mismo tiempo un cierto ardor profético entró en mi corazón. 2. ¿Por qué debo usar muchas palabras? Dios nos ha favorecido, pues aún los cléricos tenían miedo de quien iba a sacar la tierra del lugar frente a la lápida de San Felix y San Nabor. Yo encontré los signos adecuados, y al traer a alguien en cuyas manos iban a descansar, el poder de los Santos Mártires se manifestó de tal manera que aún cuando estaba callado, uno quedaba consumido por este poder, tirado y postrado en el santo lugar de su sepultura. Encontramos dos hombres muy altos, como en los tiempos de antes. Los huesos eran preferctos, y había mucha sangre. Durante esos dos días vinieron muchas personas. En breve pusimos todo en orden, y según se acercaba la tarde en que iban a ser trasladados a la Basilica de Fausta, donde se estaba en vigilia, algunos recibieron la imposición de manos. Al siguiente día trasladamos las reliquias a la Basilica llamada Ambrosian. Durante el traslado un hombre que era ciego fue sanado. Yo le dije a las personas lo siguiente: 3. "Cuando considero la inmensidad de gente que hay aquí, en cantidad tan imprecedente, y los dones de gracia divina que han brillado a través de los Santos Mártires, debo confesar que me sentí muy poca cosa para esta tarea, y que no puedo expresar en palabras, pues apenas puedo concebir en mi mente, o creerlo con mis ojos. Pero cuando se comenzó a leer la Sagrada Escritura, el Espiritu Santo que habló en los profetas me perimitió decir algo digno de esta asamblea, y de sus expectaciones, y de los méritos de los Mártires. 4. "Cuando considero la inmensidad de gente que hay aquí, en cantidad tan imprecedente, y los dones de gracia divina que han brillado a través de los Santos 27
Mártires, debo confesar que me sentí muy poca cosa para esta tarea, y que no puedo expresar en palabras, pues apenas puedo concebir en mi mente, o creerlo con mis ojos. Pero cuando se comenzó a leer la Sagrada Escritura, el Espiritu Santo que habló en los profetas me perimitió decir algo digno de esta asamblea, y de sus expectaciones, y de los méritos de los Mártires. 5. Pablo era un cielo, cuando dijo "Nuestra conversación es en el cielo." Santiago y Juan eran cielos, y luego fueron llamados "hijos del trueno"; y Juan siendo un cielo vió la Palabra con Dios. El mismo Señor Jesús era un cielo de luz perpetua, cuando declaró la gloria de Dios, la gloria que ningún hombre ha visto. Y por lo tanto dijo: "Nadie ha visto a Dios excepto por el Hijo Unigénito, quien está en el Padre, el lo ha declarado." Si usted busca la obra de la mano de Dios, escuche a Job cuando dice: "El Espíritu de Dios me hizo." Y entonces fortalecidos contra las tentaciones del demonio, mantuvo sus pasos sin ofensa. Pero vamos a lo que sigue. 6. Se dice 'El día transmite el mensaje al día' miren los días verdaderos donde la oscuridad del anocher no interviene, miren los días llenos de vida y brillo eterno, que proclamaron la palabra de Dios, no en hablar, que pasa, sino en el interior del corazón, por constancia en confesión y perservarencia en su testimonio. 7. Otro Salmo que se leyó dice: "¿Quién es como Dios Nuestro Señor quien vive en lo alto, y observa las pequeñas cosas en el cielo y en la tierra?" El Señor verdaderamente observa las cosas pequeñas cuando El le reveló a Su Iglesia las reliquias de los Santos Mártires escondidas bajo terreno inconspicuo, cuyas almas están en el cielo, sus cuerpos en la tierra: "levantando a los pobres del suelo, y levantando a los necesitados del lodo," y ustedes ven como El los ha "puesto como príncipes para Su gente. "¿Quiénes somos nosotros para estimar como príncipes de la gente, si no los Santos Mártires?" entre ellos Protasius y Gervasius que por tanto tiempo eran desconocidos ahora enlistados, quienes han dado mártires a la Iglesia de Milano desprovista de mártires, hasta ahora, ahora la madre de muchos hijos se regocija en las distinciones e instantes de su propio sufrimiento. 8. Tampoco dejen que esto parezca una variación de la fe verdadera" "El día transmite el mensaje al día, alma a alma, vida a vida, resurección a resurección", y la noche a la noche pasa el conocimiento: "que es, carne a carne, ellos, o sea, aquellos cuya pasión ha mostrado todo el conocimiento verdadero de la fe. Estas noches son buenas, son brillantes, con estrellas": Pues así como las estrellas son diferentes en su brillo, también es la resurección de los muertos." 9. Pues con razón muchos llaman a esto la resurección de los Mártires. Yo no digo si han resucitado para ellos, para nosotros ciertamente los Mártires han resucitado. Ustedes saben- mejor dicho, ustedes han visto por ustedes mismos - que muchos han sido liberados de espiritus malignos, que muchos al tocar con sus manos las sotanas de los santos son liberados de sus enfermedades que tanto los oprimían; ustedes ven que los milagros de tiempos atrás son renovados, cuando, a través de la venida del Señor Jesús se derramó más grandemente gracia sobre la tierra, y que muchos son sanados como por la sombra de los santos cuerpos. Cuantos pañuelos se han pasado! Cuantos claman vestidos puestos sobre las santas reliquias y llenados de poder sanador! Todos están contentos de tocar, si quiera, un hilo, y quien lo toca queda sanado.
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10. Gracias a Tí, Señor Jesús, que en este tiempo haz levantado para nosotros los espiritus de los Santos Mártires, cuando la Iglesia más necesitaba su protección. Que todos sepan que tipo de campeones yo deseo, quienes puedan defender, pero no desean atacar. Estos son los que he ganado para ustedes, O gente santa, que puedan ayudar pero no herir. Estos son los defensores que deseo, así son los soldados que tengo, o sea, no soldados de este mundo, sino soldados de Cristo. Yo no temo enemistad o mala voluntad por ellos mientras más poderosa su protección más seguros estamos en ellos. Y yo deseo su protección para con aquellas personas que les guardan rencor. Que vengan entonces y vean mis asistentes. Yo no niego que estoy rodeado de tales armas: "Algunos confian en carros de batalla, y algunos en caballos, pero nosotros confiamos en el Nombre de Nuestro Señor Dios." 11. El la Sagrada Escritura se nos relata que Elisha, al ser rodeado por la armada de los Sirios, le dijo a su sirviente, quien tenía miedo, que no tuviera miedo; "pues" como el dijo, "los que estan con nosotros son más que los que están en nuestra contra"; y para probar esto, oró que los ojos de Gehazi se abrieran, y cuando se abrieron, el vió un número infinito de ángeles presentes. Y nosotros, aunque no los podemos ver, aún sentimos su presencia. Nuestros ojos estaban cerrados, mientras los santos estaban escondidos. El Señor abrió nuestros ojos, y vimos los asistentes que nos han protegido. Y así, como si Dios nos hubiera dicho a nosotros mientras temblabamos: "Mira que gran mártires te he dado", nuestros ojos se abrieron a la gloria de Dios, la cual pasa en la pasión de los Mártires, y está presente en su trabajo. Nosotros hemos escapado, hermanos, una carga pesada de verguenza; teníamos patrones y no lo sabíamos. Encontramos en esta cosa, en la que pareciamos sobrepasar a quienes han ido frente a nosotros. Ese conocimiento de los mártires quienes ellos perdieron, nosotros hemos ganado. 12. Las reliquias gloriosas han salido de sus lugares de sepultura innobles, los trofeos son mostrados debajo del cielo. La tumba está mojada con sangre. Las marcas del triunfo sangriento están presente, las reliquias son encontradas sin haber sido perturbadas, en orden, la cabeza separada del cuerpo. Hombres viejos ahora nos dicen que habían escuchado los nombres de estos mártires y habían leído sus títulos. La cuidad que había cargado mártires de otros lugares había perdido los suyos. Aunque esto es un regalo de Dios, no puedo negar el favor que el Señor Jesús ha permitido durante este tiempo de mi sacerdocio, y ya que no soy digno de ser mártir, he obtenido estos mártires para ustedes. 13. Que estas víctimas triumfantes sean traídas al lugar donde Cristo es la víctima. Pero El sobre el altar, Quien sufrió por todos; y ellos bajo el altar, quienes fueron redimidos por Su Pasión. Yo he destinado este lugar para mí, porque es digno que el sacerdote descanse donde puede ofrecer, pero le doy la porción de la mano derecha a estas víctimas santas; el lugar que se merecen por su martírio. Vamos entonces, a depositar las santas reliquias, y a ponerlas en un lugar digno de ser lugar de descanso, y vamos a celebrar el día entero con fiel devoción. 14. La gente llamó y demandó que el depósito de los mártires se retrasara hasta el Día del Señor, pero a la larga se acordó que debería suceder al día siguiente. El día siguiente volví a predicar a la gente acerca de esto. 15. Ayer, hablé del verso, "Day unto day uttereth speech," según mi habilidad me permitió; hoy me parece que la Sagrada Escritura no sólo profetizó en tiempos antiguos, pero también en el tiempo presente. Pues 29
cuando ví la santa celebración continuada día y noche, los oráculos de la canción del profeta han declarado que estos días, ayer y hoy, son días donde es oportuno decir: "El día transmite el mensaje al día"; y en estas noches es oportuno decir "y la noche a la noche pasa el conocimiento." ¿Pues que más han hablado ustedes con tantísima afección, si no la Palabra de Dios, y han probado tener el conocimiento de la fe? 16. Y aquellos que usualmente tienen algo en contra de esta solemnidad; y por su disposición envidiosa no pueden soportar esta solemnidad; nos odian a causa de esto, y en su locura van tan lejos como negar los méritos de los mártires, cuyas hazañas confiesan hasta los espiritus malignos. Pero no hay que sorprenderse de esto, ya que esta es la falta de fe de los no creyentes que hasta la confesión del diablo es más fácil de soportar. Pues el diablo dijo: "Jesús, Hijo del Dios viviente, por que haz venido a atormentarnos antes de tiempo? Y los Judíos al escuchar esto, ellos mismo negaron que El era el Hijo de Dios. Y entonces escucharon los demonios gritando, y confensando a los mártires que ya no podían soportar sus sufrimientos diciendo "Por que nos haz venido a atormentar tan severamente?" Y los Arianos dijeron: "Estos no son mártires, y no pueden atormentar al diablo, ni liberar a nadie; mientras los tormentos de los demonios lo probaron por sus propias palabras, y los beneficios de los mártires son declarados al restaurar los sanados, y la prueba de los liberados." 17. Ellos niegan que los ciegos recibieron la vista, pero no niegan que estan sanados. El dice: Yo no podía ver y ahora veo. El dice: Dejé de ser ciego, y lo prueba por el hecho. Ellos, niegan el beneficio, pero son incapaces de negar el hecho. El hombre se conoce: siempre que esté bien empleado en servicio público, su nombre es Severus, un carnicero de profesión. El había dejado su negocio cuando le cayó tal enfermedad. El llama, como evidencia, a las personas que generosamente lo soportaron; el concluye que ellos son capaces de afirmar la verdad de su visita quienes eran testigos de su ceguera. El declara que fue sanado cuando el tocó el ruedo de la sotana de los mártires, donde estaban cubiertas las santas reliquias. 18. ¿No es esto como lo que leímos en el Evangelio? Pues si alabamos el poder el mismo Autor en cada caso, ni es trabajo ni regalo, ya que El confiere un regalo en Sus trabajos, y trabaja Sus regalos. Pues lo que El le dió a otros para que hicieran, ésto efecta Su Nombre en el trabajo de otros. Pues leemos en el Evangelio, que los Judíos, cuando vieron el regalo de sanación en el hombre que era ciego, llamaron a sus padres para que testificaran, y preguntaron: "Como es que su hijo ve?" cuando el dijo "Yo era ciego y ahora veo". Y en este caso el hombre dijo: "Yo era ciego y ahora veo. Preguntale a otros si no me creen. La obstinancia de estos hombres era mas odiosa que la de los Judíos, puel los Judíos cuando dudaban, al menos le preguntaron a sus padres; los otros se preguntaban en secreto y lo negaban en público, incrédulos no por la obra hecha, si no dudosos del Autor. 19. Pero yo pregunto, que es lo que no creen; ¿Acaso dudan si alguien puede ser ayudado por los mártires? Esto es lo mismo que no creerle a Cristo, pues El mismo dijo: "Ustedes hará cosas más maravillosas que estas." ¿Cómo? Por los mártires, cuyos méritos por mucho tiempo han sido eficazes, cuyos cuerpos ya se han encontrado? Aquí yo pregunto, ¿tienen rencor contra mí, o contra los santos mártires? Si es contra mí, ¿yo he forjado milagros? ¿Por mis medios o en mi nombre? ¿Por qué entonces, me tiene un rencor que no me pertence? Si es en contra de los mártires (pues si no me tienen rencor a mí debe ser en contra de ellos), 30
entonces muestran que los mártires eran de otra fe que la que ellos creen. Porque de otra manera no tendrían sentimientos contra sus trabajos, juzgaron que ellos no tienen la fe que estaba en ellos, la fe establecida por la tradición de nuestros antecesores, quienes los demonios no pueden negar, pero los Arianos niegan. 21. Hoy hemos oído de los que han recibido la imposición de manos, que nadie puede estar salvado a menos que crean en el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo; que están muertos y enterrados si niegan al Espiritu Santo, y no creen en el poder todopoderoso de la Trinidad. El diablo esto lo confiesa, pero los Arianos lo rehusan. El diablo dice: Dejen que los que niegan a la Divinidad del Espiritu Santo sean tan atormentados, como fueron atormentados los mártires. 22. Yo no acepto el testimonio del diablo, pero su confesión. El diablo habló sin querer, siendo obligado y tormentado. Lo que la maldad suprime, la tortura extrae. El diablo se rinde a golpes, pero los Arianos aún no han aprendido a rendirse. Que grandes han sido sus sufrimientos, pero aún así, como el Faraón, se han endurecido por las calamidades. El diablo dijo, como está escrito: "Yo se quien tu eres. Tu eres el Hijo del Dios viviente. " Y los Judíos dijeron: "No sabemos quien miente." Los espiritus malignos hablaron hoy, ayer y durante la noche. Nosotros sabemos que ustedes son mártires. Y los Arianos dijeron Nosotros no sabemos, no vamos a entender, no vamos a creer. Los espiritus malignos le dicen a los mártires, Ustedes han venido a destruirnos. Los Arianos dicen, los tormentos de los demonios no son reales, si no ficticios y cuentos inventados. Yo he oido de muchas cosas inventadas, pero nunca nadie ha podido fingir que era un espiritu maligno. ¿Cuál es el significado de los tormentos que vemos en los que se le impusieron las manos? ¿Qué espacio hay para ser fraude? ¿Qué sospecha de pretención? 23. Pero yo no voy a usar la voz de los espiritus malignos para soportar a los mártires. Sus santos sufrimientos son probados por los beneficios que confieren. Estos tienen personas que los juzguen, más claramente dicho, aquellos que fueron sanados, que testificaron, que fueron liberados. Esa voz es mejor que la de los demonios, la solidez de aquellos que vinieron enfermos; mejor es la sangre que los envía, pues la sangre tiene una alta voz que llega del cielo a la tierra. Ustedes han leído como Dios dijo: "La voz de tu hermano me llora." Esta sangre llora por su color, la sangre llora con la voz de sus efectos, la sangre llora con el triunfo de su pasión. Hemos accedido a su pedido, y hemos retrasado hasta hoy el depósito de las reliquias que se suponía ocurriera ayer. Exposición de la Fe Ortodoxa, Libro 4, Capítulo XV., Juan de Damascos (c.740) Referente al honor que se le debe a los Santos y a sus restos mortales. A los santos se el debe dar honor como amigos de Cristo, como hijos y herederos de Dios: en las palabras de Juan el teólogo y evangelista, Tantos como le recibieron, a ellos les dió el poder de ser hijos de Dios. Cosa de que ya no son sirvientes, pero hijos: y si son hijos, también herederos, herederos de Dios y co-herederos con Cristo: y el Señor le dice a sus apóstoles en el Santo Evangelio, ustedes son mis amigos. Por lo tanto no los llamo sirvientes, porque los sirvientes no saben lo hace su amo. Y de seguro, si el Creador y Señor es Rey de Reyes y Señor de Señores, entonces su santos son señores y reyes. Pues Dios es el Dios, Señor y Rey de ellos. Dios le dijo a Moisés, Yo soy el Dios 31
de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Y Dios hizo a Moisés un dios para el Faraón. Yo digo señores y reyes, no en naturaleza, sino como señores y reyes de sus pasiones, y en perseverancia a la verdadera imagen de divinidad de acuerdo a como fueron hechos (pues a la imagen de un rey también se le llama rey), y estando unidos a Dios voluntariamente y recibiendolo morador interior y haciéndose por gracia mediante participación con El, lo que El es por naturaleza. De seguro, entonces, los adoradores y amigos y los hijos de Dios han de recibir honor. Pues el honor que se le muestra a nuestros mejores servidores es prueba de los buenos sentimientos hacia el Maestro que tienen en común. Estos se convierten en tesoros y habitaciones de Dios: Pues habitaré en ellos, dijo Dios, y caminaré en ellos, y seré su Dios. Las Sagradas Escrituras también dicen que las almas de los justos están en las manos de Dios, y que la muerte no los puede contener. Pues la muerte es el descanso de los santos, no su muerte. Pues trabajaron en esta vida y trabajarán hasta el final, la muerte de los Santos de Dios es preciosa en lo ojos de Dios. ¿Qué entonces es más precioso que estar en las manos de Dios? Dios es Vida y Luz, y aquellos que están en las manos de Dios están en la vida y la luz. Más aún que Dios vivía en sus cuerpos en manera espiritual, el Apóstol nos dice, "No saben Ustedes que sus cuerpos son los templos del Espíritu Santo que vive en ustedes?, y que Dios es Espiritu, y si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a ellos." Entonces es cierto que debemos ascribir honor a los templos vivos de Dios, los tabernáculos de Dios. Pues mientras vivian se pararon con confianza delante de Dios. Cristo que es el Maestro hizo que los restos de los santos fueran para nosotros fuentes de salvación, derramando de ellos bendiciones y abundancia de aceite fragante: que todos los crean. Pues si salió agua en el desierto de una roca, cuando Dios así lo quiso, y del hueso de la quijada de un burro para satisfacer la sed de Samson, ¿cómo es que no se van a creer que salga aceite fragante de los restos de los mártires? Para aquellos que creen en el poder de Dios y en el honor que El les da a sus Santos, esto es posible. De acuerdo a la ley, las personas que tocaban un muerto eran considerados impuros, pero estos no son muertos. Pues desde el momento en que El, quien es La Vida y el Autor de la Vida fue contado entre los muertos, nosotros no los llamamos muertos sino seres que duermen en la esperanza de la resurección y en la Fe que tienen en El. Pues si no fuera así ¿cómo es posible que un muerto obrara milagros? ¿Cómo, entonces, es que demonios son exorcisados de los poseidos, enfermedades disipadas, enfermos sanados, ciegos recobran la vista, los leprosos son purificados, las tentaciones y los problemas sobrepasados? y ¿cómo es que cada don que es bueno que viene del Padre de Luces viene a través de ellos a los que oran con fe? ¿Cuánto trabajo no pasarías tu en encontrar un patrón que te presentara a un rey mortal para poder hablar con él? ¿Entonces no son acaso estos dignos de honor, los patrones de nuestra raza entera, quienes interceden a Dios por nosostros? Si, verdaderamente debemos darle honor, edificando templos a Dios en sus nombres, dandole honor a sus memorias y deleitándonos espiritualmente en ellos, para la alegría de ellos sea nuestra alegría, y que en nuestro intentos de adoración no quedemos contrario a ellos y les ofendamos. Pues los que adoran a Dios se alegran en las cosas en que Dios es adorado, y los que llevan su escudo serán forjados en las cosas en las que Dios es forjado. En los Salmos e himnos y canciones espirituales, en arrepentimiento y en pena por los necesitados, en estas cosa 32
vamos, creyentes, a adorar a los santos, pues Dios es muy alabado en tales cosas. Vamos a levantar monumentos e imagenes visibles a ellos, y nosotros, vamos a convertirnos, imitando sus virtudes, monumentos e imagenes vivas de ellos. Vamos a darle honor a la que cargó a Dios, siendo verdaderamente la Madre de Dios. Vamos también a darle honor al profeta Juan como precursor y bautista, como apóstol y mártir. Pues entre ellos que nacieron de entre las mujeres, nadie se ha levantado como Juan el Bautista, como dijo el Señor, y vino a ser el primero en proclamar el Reino. Vamos a darle honor a los apóstoles como hermanos del Señor, quienes lo vieron cara a cara y ayudaron en Su pasión, pues a quien Dios conoció también predestinó para que fueran conformes a la imagen de Su Hijo, primero los apóstoles, segundo los profetas, tercero los pastores y maestros. Vamos también a darle honor a los mártires del Señor, escogidos de todas las clases, como soldados de Cristo quienes bebieron de Su copa y fueron bautizados con el bautismo de Su muerte que trae vida, para participar de Su pasión y su gloria: quien líder es Esteban, el primer diácono de Cristo y apóstol y el primer mártir. También vamos a darle honor a nuestros santos padres, los ascéticos llenos de Dios, cuya batalla fue más una batalla ardua de consciencia: vagabundeando, destituídos, aflijidos, atormentados; caminaron por los desiertos y en las montañas, y en las cuevas de la tierra, los cuales el mundo no merecía. Vamos a darle honor a los que fueron profetas antes de la gracia, los patriarcas y los hombres justos que anunciaron la venida del Señor. Vamos a repasar cuidadosamente la vida de estos hombres, y vamos a imitar su fe y su amor, su esperanza y su zelo y su manera de vivir, y su resistencia frente al sufrimiento, la paciencia que tuvieron hasta la sangre, para poder compartir con ellos las coronas de gloria.
OBJECIONES Existen objetores al culto de las reliquias desde el cuarto siglo. El sacerdote Riparius le había informado a San Gerónimo que un sacerdote perdido de Gaul del Sur, llamado Vigilantius, estaba predicando en contra de la veneración a las reliquias y a otras prácticas Cristianas. Estas fueron algunas de las palabras que San Gerónimo escribió en su respuesta a Riparius: ". . . referente al asunto del cual pides mi opinion es tal que no se puede hablar o escuchar sin profanidad. Me dices que Vigilanius otra vez abrió su sucia boca para derramar con sus palabras un torrente de sucio veneno en las reliquias de los Santos Mártires; y que nos llama idolatras quienes dan honor a los huesos de hombres muertos. Infeliz desgraciado! Todos los hombres Cristianos han de llorar por el ..." Respecto a la incredulidad a la autenticidad o reclamación de falsificaciones yo contesto que hay dinero y monedas en toda esfera que ha sido falsificada, aplicando a este ejemplo la lógica que usan aquellos que se oponen al culto de las reliquias, debemos concluir que nunca se ha emitido una moneda genuina. Excepto en lo que concierne a las reliquias Católicas, el veredicto general es que a menos que existan originales indudables, nunca se podría intentar una falsificación. Sería un hecho singular, y hasta incomprensible si no quedaran reliquias en la tierra del periodo de historia que absorbe el interés de cada generación, y que éstas han sido el 33
objeto más temprano y sujeto a sus investigaciones. Los grabados pre-históricos de la Era de Piedra, grabados con un pedernal en el hombro de algún venado, las hojas de los bosques que crecieron antes de que el sol brillara sobre la tierra, todas estas cosas son acceptadas sin vacilar. Hay muchos que no dudan la autenticidad de cráneo y armas de piedra de los hombres primitivos, cuyas imaginaciones no pueden captar la posibilidad que exista un objeto de los sesenta años que cubre la vida de Jesús Cristo y Su Santa Madre. Las Sagradas Reliquias son recuerdos preciosos cuya presencia nos inspira, éstas realzan la santidad del cuerpo humano y señalan hacia el día de la resurección, son parte integral y componente integro de nuestra fé. LA MISA - EL ALTAR El Santo Sacrificio como ofrenda en honor a los Santos. La Misa también se ofrece en honor a los Santos, como se muestra en el Ciclo Santoral. Esto implica un reconocimiento del hecho de la Santa Eucaristía como un Sacrificio y como Sacramento al que los Santos le deben las gracias que han recibido abundantemente de Dios; de hecho, nosotros honoramos a los Santos glorificando la obra que el Altisimo hizo en ellos. También es el acto de honor que le damos a los Santos cuando unimos su memoria con Nuestro Señor en el Altar, como se hace en el aniversario de su muerte y como se hace día a día en el Canon de la Misa. Como miembros del Cuerpo Místico de Cristo es justo que sean asociados con el sacrificio de su Cabeza, como lo son por el sufrimiento y frecuentemente por la muerte que padecieron mezclaron su sangre con la de la Victima Divina. Aqui vemos la explicación detrás de la práctica de la Iglesia en permitir que las reliquias de los santos, especialmente la de los Mártires, sea depositada en la piedra del altar (refiérase a la ilustración en la página 54) el mismo lugar donde se pone la Santísima Hostia. "Es toda la cuidad redimida" dice San Agustín "eso quiere decir la congregación y la compañía de los Santos, el sacrificio universal, ofrecido a Dios por el Sacerdote Mayor Quien se ofreció a sí mismo por nosotros en Su Pasión." La Santa Misa El honor más grande que le podemos dar a los Santos es ofreciendo a Dios, en su nombre, la Sangre de Jesús como un acto de adoración al Ser Supremo y como manera de darle gracias a El, mediante Jesús Cristo, por las muchas bendiciones que derramó sobre ellos. Los Santos, deseosos de glorificar a la Santísima Trinidad, nos agradecen que hagamos esto en su intención, pues esto añade a su felicidad. La eficacia de los méritos pasados y sus oraciones actuales aumenta cuando se ofrecen a Dios junto con los méritos y oraciones de Jesús, el Mediador Universal. Y esto es lo que sucede, sobretodo en sus días de fiesta, cuando la Misa es celebrada en su honor. "En la medida en que muchos están rogando por nosotros", la Colectiva para la fiesta de Todos los Santos le pide a Dios "conferir sobre nosotros, mediante Jesús Cristo, la plenitud de Su Misericordia la cual anhelamos." Dios también está más listo a acceptar la ofrenda de la Sangre de Jesús cuando ésta se hace, como decimos, mediante la intervención de Sus Santos. 34
En el calendario antiguo de la Iglesia se preservaba en algunos lugares la Fiesta de las Santas Reliquias, a discreción de la Diócesis en particular. Es interesante ver como la práctica de la veneración de las reliquias ha desaparecido poco a poco. En El Misal Diario con Oraciones de Vísperas para el Domingo y Festividades, por Dom Gaspar Lefebre, O.S.B., de la Abadía de San Andrés (1934), encontrarán que el 5 de noviembre es la Fiesta de las Santas Reliquias. Aquí hay algunas citas de la parte de Introducción y de la Santa Misa. Después de solemnizar la fiesta del Día de Todos los Santos y de las Santas Almas que han entrado al cielo, la Iglesia da honor en este día a las santas reliquias de los cuerpos que permanecen en la tierra hasta la gloriosa resurección, una promesa que veneramos en sus cenizas. Así como una virtud supernatural fue emitida en la sagrada Humanidad de Jesús y sanó a aquellos que se le acercaron (Evangelio) así también los santos que disfrutan de Dios en el cielo (Comunión, Gradual) pueden mediante sus reliquias (huesos) (Introit), cenizas, vestiduras, u otros objetos usados por ellos "hacer maravillas en la tierra", y como dice la Colectiva "exorcisan demonios, sanan a los enfermos, restauran la vista, limpian a los leprosos, alejan las tentaciones y dan dones que vienen del Padre de Luz." COLECTIVA. - O Señor, aumenta nuestra fe en la Resurección, Tu que obras maravillas en las reliquias de Tus Santos: haznos participantes de esa gloria inmortal, una promesa por la que veneramos sus cenizas. Mediante nuestro Señor. SECRETO. - Imploramos tu clemencia, O Señor, que intercediendo mediante los méritos de Tus Santos cuyas reliquias veneramos, este sacrificio que te ofrecemos sirva como expiación de nuestros pecados. Mediante nuestro Señor. DESPUES DE LA COMUNION. - Te rogamos que multipliques en nosotros Tu misericordia, O Señor, mediante los Sacramentos que recibimos: que así como nos regocijamos con piadosa devoción en la solemnidad a los santos cuyas reliquias veneramos, también podamos, por Tu infinita bondad regocijarnos en eterna fraternidad. Mediante nuestro Señor. El Misal Diario del Cuerpo Místico impreso en 1960 no hace referencia a la Fiesta de las Santas Reliquias el 5 de noviembre, pero tiene una oración para la Consagración del Altar que menciona las reliquias. ORACION. - O Dios, tu haz construído una morada enterna en la armada de tus santos. Que esta mansión crezca cada vez más fuerte en el cielo, para que siempre podamos ser ayudados por los méritos de los santos cuyas reliquias guardamos en este relicario con amor y reverencia. Mediante Nuestro Señor Jesús Cristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espiritu Santo, un sólo Dios por los siglos de los siglos. En una visión que la Venerable Catherine Emmerich tuvo, ella se dió cuenta que las reliquias de los altares que habían sido reconstruídos estaban mezcladas y dispersas. Ella dijo que, "ví que las grandes bendiciones difundidas alrededor de las reliquias eran retraídas cuando se les trataba con negligencia." La Hermana Anne cree que Dios quería que estas reliquias estuvieran esparcidas para que fueran vistas de manera supernatural por sus ojos, pues ella reconoce su valor.
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El Altar En el Canon VII del Concilio de Nicea II, en 787 A.D., se discutió el hecho de que, "en las iglesias consagradas sin depósitos de reliquias de Santos, el defecto debe ser mejorado." "Por lo tanto, decretamos que las reliquias deben ser ubicadas con el servicio apropiado, en cuantos sagrados templos han sido consagrados sin reliquias de Mártires. Y si se descubre que algún Obispo ha consagrado un templo sin santas reliquias, éste será destituido, como transgresor de las tradiciones eclesiásticas." Una vez más, una enseñanza dogmática muy poderosa. Ningún Cristiano está en libertad de rehusar asentir con cualquier dogma que la Iglesia propone. Hacer esto envuelve nada más y nada menos que un naufragio de fe, y ningún Católico puede acceptar la distinción entre "artículos de fe fundamentales y no-fundamentales." Es una materia de importancia fundamental, el acceptar todas las enseñanzas de la Iglesia. Ciertamente, un Católico no es obligado a saber explicitamente y en detalles todas las definiciones de la Iglesia - pero, si un Católic contradice o duda concientemente y deliberadamente la verdad de cualquiera de ellas, éste deja de ser Católico. Antes del siglo 5 los altares eran, la mayoría del tiempo, altares portables, San Gregorio el Grande PP.D., (540-604) hizo posible que se celebrara Misa sobre el cuerpo de San Pedro. San Gregorio de Tours (540-594) registró un pasaje del diácono Agiulf, referente a las prácticas de devociones que observó en la tumba de San Pedro. "San Pedro . . . está enterrado en el templo que antes se llamaba Vaticanum, el cual tiene cuatro líneas de columnas, es maravilloso verlas, son un total de noventaiseis. También tiene cuatro en el altar, haciéndolas un total de cien, sin contar las que cargan la bóveda sobre la tumba. La tumba está puesta en un sub altar y está puesta cuidadosamente aparte. Pero para las personas que desean orar, las puertas (cancelli) que llevan al lugar no están cerradas, y puede entrar al precinto sobre la tumba, y se abre una pequeña ventana (fenestella), is opened, y esta persona puede poner la cabeza dentro y pedir lo que necesita; y no hay retraso en la contestación a su oración, provisto que la oración es justa. Y si la persona desea llevar allí algun regalo sagrado, un pedazo de tela se pesa y se cuelga adentro; y entonces, velando y ayunando, la persona puede hacer urgente oración para que la virtud del Apóstol avance su petición. Y si su fe prevalece, entonces el pedazo de tela se levanta de la tumba, es una cosa maravillosa contar esto, y éste pedazo de tela queda tan inmerso con santa virtud que pesa mucho más de lo que pesaba antes; y así la persona sabe que además de esta señal de gracia, ha recibido una contestación favorable a su oración . . ." En San Pedro se comenzó, tan temprano como el siglo 5 y dentro del marco de la basílica, la relación íntima entre reliquia y altar. Antes de esto el objeto de veneración era contenido dentro de un relicario portable, y se ponía debajo del altar; y, como vemos en la Basílica de San Pedro, cuando la santa reliquia estaba fija, era el altar el que se movía. En los siglos 5 y 6 podemos encontrar un enfasis cada vez más creciente entre el altar y la reliquia, una asociación que tiene un profundo efecto en el desarrollo de la arquitectura de la Europa Occidental. Con la construcción del altar y del Confesio vemos claramente dentro de San Pedro, la primera multiplicación de altares secundarios que acompañaron
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el aumento de fragmentaciones y dispersión de santas reliquias a través del mundo Cristiano. "2. La tradición antigua de mantener las reliquias de los mártires y otros santos bajo un altar fijo ha de ser preservada de acuerdo a las normas dadas en los libros litúrgicos. "Este párrafo es notablemente diferente al párrafo correspondiente en el Código 1917. La previa legislación hablaba de un pequeño espacio (sepulcro) cortado dentro del altar o de la piedra del altar el cual contenía las reliquias de santos (usualmente muy pequeñas). (CIC 1198, 4). La Instrucción General de 1970 habla de mantener la práctica de sellar dentro del altar, o poner debajo del altar las reliquias de los santos." En el rito de Dedicación ya no se menciona el sellar las reliquias en el altar. El Código presente repite la legislación encontrada en el rito de Dedicación y declara que "las reliquias previstas para depósito deben ser de tal tamaño que se puedan reconocer como partes del cuerpo humano. Por lo tanto reliquias que son demasiadas pequeñas de uno o más santos no se pueden depositar." En esto consiste la dignidad de un altar: el altar es la mesa del Señor. No es entonces, los cuerpos de los mártires que hacen glorioso el altar; es el altar que hace el lugar de sepultura de los mártires un lugar glorioso. Sin embargo, como signo de respeto por los cuerpos de los mártires y otros santos, y como signo de que el sacrificio de los miembros tiene su fuente en el sacrificio de la Cabeza, es apropiado que los altares deben ser construídos sobre sus tumbas, o que sus reliquias deben ser puestas debajo del altar para que "las víctimas triunfantes puedan ocupar el lugar donde Cristo es la víctima: El, sin embargo, que sufrió por todos, en el altar; ellos, que han sido redimidos por Sus sufrimientos debajo del altar." Este arreglo parace recordar de cierta manera la visión espiritual del Apóstol Juan en el libro del Apocalipsis: "Yo ví debajo del altar las almas de todas las gentes que habían sido matadas por la palabra de Dios, por dar testimonio de ella". Aunque los santos son bien llamados, testigos de Cristo, el testimonio de sangre tiene un significado especial, el cual es dado completamente y perfectamente en sólo depósitar las reliquias de mártires bajo el altar." Un altar muy imporante y simbólico, artículo del Rito Bizantino, Católico u Ortodoxo, es el antimension, un pedazo rectangular de lino o seda, con dimensiones de 18 pulgadas (46 cm cuadrados) cuadradas. Tiene incrustadas (cosidas) reliquias de santos y es consagrado por un Obispo de Rito Bizantino durante una larga ceremonia durante la cual el Obispo unge las reliquias y el antimension con el aceite sagrado llamado Crisma Sagrado (Holy Myron). El antimension fue desarrollado en el Este durante las persecuciones Musulmanes e Iconoclastas de los siglos VII y IX. El antimension servía como un altar portable que era fácil de cargar y fácil de esconder, para reemplazar la piezas rompibles de piedra o madera que se usaban como altares portables hasta este tiempo. La palabra antimension se deriva de una combinación del prefijo Griego anti, que significa en lugar de y la palabra en Latin mensa, llevada al Griego y que significa "mesa", especialmente "mesa del altar". Por lo tanto, Antimensión significa "algo usado en lugar de un altar (fijo)."
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CANONIZACION Casi habían pasado mil años antes de que la Iglesia decretara que la palabra "santo" se le añadiera a un nombre. En el año 993, San Ulrich recibió el honor de ser el primer Santo Canonizado Papalmente, este fue la primera canonización oficial por el Santo Padre. Casi 200 años después, en Inglaterra, la Iglesia declaró santos a San Edward el Confesor y a San Tomas de Canterburry . Entonces, alrededor del año 1634, el Papa Urbano VIII, decidió, en una serie de decretos, que no se le debe dar honor a nadie que no haya sido beatificado por la Santa Sede, excepto por los Santos Mártires cuyos nombres nos han sido transmitidos a través de los siglos. Aún cuando el Papado finalmente tomó control sobre el proceso de canonización en la Iglesia de occidente (la primera vez que la Santa Sede inició y controló este proceso desde principo al final, fue en el caso de Gilbert de Sempringham, en 1202), las percepciones de santidad continuaron cambiando con las sucesivas generaciones de Papas. En el siglo 17, se redactaron nuevas reglas para canonización, insistiendo que todos los candidatos (excepto los mártires) tenían que haber hecho milagros después de sus muertes. En el mismo siglo, el Papa Clemente IX creó la "Sagrada Congregación para Indulgencias y Reliquias" como parte de un proceso de regulación similar al que una vez había sido un proceso espontáneo, y a veces una expresión anárquica de la vida eclesial. Desde entonces el Vaticano no ha abandonado el control. En el siglo 19, la Sagrada Congregación de Clemente IX fue suprimida, pero la Congregación de Ritos se encargó de las decisiones referente a reliquias. El Código de Ley Canónica de 1917 declara que los vicares generales locales no podían autenticar reliquias sin autorización especial del Vaticano, y se le ordenó a los ordinarios que prudentemente quitaran todas las reliquias cuya autenticidad era dudosa. El Concilio Vaticano Segundo juzgó acceptable darle honor y reverencia a las reliquias, pero sólo a las reliquias auténticas. Se puede encontrar una explicación autoritativa sobre el proceso de canonización en el libro, The Making of Saints (Haciendo Santos), por Michael Freze, S.F.O.. Yo les daré un resumen del proceso tradicional y los cambios modernos. Bajo el sistema antiguo, una causa exitosa requería la realización de las siguientes fases: 1. Fase Prejurídica 2. Fase Informativa 3. Juicio de Ortodoxia (Desde 1940 se requiere que los Siervos de Dios reciban un nihil obstat desde Roma.) 4. Fase Romana 5. Sección Histórica 6. Examinación del cuerpo 7. Proceso de los Milagros 8. Beatificación 9. Canonización
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La Iglesia Católica Romana ha usado este proceso durante los últimos 400 años. En 1983, el Papa Juan Pablo II publicó la Constitución Apostólica que oficialmente cambió el proceso. Primero, el Papa Juan Pablo II eliminó el proceso Ordinario y Apostólico y dió la responsabilidad de obtener evidencia a los Obispos locales. Segundo, eliminó la serie entera de dialectos legales entre los abogados de defensa y los Promotores de la Fe. Para ver un estudio profundo de las ventajas y desventajas del proceso de canonización puede referirse al libro que mencioné antes. LA AUTENTIFICACION Los papeles de autentificación se refiere a los documentos que muchas veces acompañan a una reliquia. En el documento hay una variedad de información importante y necesaria. En la parte superior del documento está el nombre de clérico eclesiástico que autenticó la reliquia como genuina, este puede ser el Postulador General de la orden religiosa cuyo logo aparece, o el Vicar General. Después está el cuerpo de la copia, usualmente está escrito en latin o italiano, el texto que aparece aquí es una traducción al español del texto en inglés. El propósito de este documento es declarar la autenticidad de la reliquia, permitiendo que sea venerada públicamente. "A todos y a cada uno que lea este documento. Nosotros, el Pro-Postulador de la Causa de (Beatificación y) Canonización de __________________ garantizamos y testificamos que hemos extraído, de las Reliquias auténticas que están preservadas, una partícula de _______{cuerpo} del mismo _________________ y la hemos puesto en un relicario _______ {redondo} cubierto por cristal, atado con un hilo de color rojo y sellado con el sello de nuestro oficio." Roma (Fecha) Firma [Sello] Este documento es una aclamación pública de la autenticidad de la reliquia, en la cual un clérico eclesiástico de alta posición puso su nombre. En las áreas en blanco está escrito, a máquina o a mano, el nombre y la abreviación de la causa de su santidad, y el estado de vida religiosa del individuo, así como cualquier distinción de honor que la Iglesia le haya otorgado póstumamente. También hay una descripción de la reliquia, (descrita abajo) y una descripción del relicario o envase donde se puso la reliquia. En la parte inferior de la autentificación está la fecha en que se decretó, el sello del oficio, el número de registro y la firma del autenticador. El propósito de este documento es declarar autenticidad para permitir veneración pública. Debajo de la cubierta posterior del relicario hay un sello de cera roja. La reliquia está puesta en el relicario por hilos rojos que están cruzados. Los hilos son enhebrados por las paredes del relicario, en lados opuestos y sellados con el sello de cera que lleva la insignia de la autoridad religiosa y las iniciales de la orden. Este sello y el proceso de sellar la reliquia, (hilos y sellos) no se deben romper, no importa la circumstancia. Pues éstos protegen la integridad y validez de la autentificación. Aún si los papeles se pierden y si el sello está intacto es difícil, casi imposible, generar nuevos papeles en Roma.
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En el proceso de tratar de identificar una reliquia, puede usar el documento que le acompaña para ver una explicación en Latin. Yo he compilado un glosario para proporcionarle definiciones de las palabras comunmente usadas: arca mortuaria - caja mortuaria, envase arca sepulerali - ataúd breviario - breviario coronse spinse D.N.J.C. - corona de espinas de Nuestro Señor Jesús Cristo [cravio] corporis - cuerpo de velo - del velo domini nostri jesu christi, D.N.J.C. - De Nuestro Señor Jesús Cristo domo - casa ex bireto - del sombrero ex capillus - del cabello ex carne - de la carne ex cineribus - de las cenizas ex corpore - del cuerpo ex crypta - de la cueva o grotto ex domo - de la casa ex ligneo pulvere, mixto pulveri corporis, quem residuum continebat prima capsa funeralis - de los restos de la madera, mezclado con cenizas del cuerpo, y residuo contenido en la primera caja [o sarcófago] ex manu sinistra - de la mano izquierda ex ossibus - de los huesos ex palio - de las vestiduras o manto ex pelle - de la piel ex petra - de la roca ex pluviali - capa [ sotana usada para Benedicción ] ex praecordis - del estómago o los intestinos ex praesepis - del lugar de nacimiento de Nuestro Señor Jesús Cristo ex stipite affixionis - posiblemente significa "del poste de flagelación" ex strato - de la cubierta [ cobertura o sábana ] ex tela serica quae tetigit cor - de la seda que tocó el corazón ex tunica - de la túnica ex veste - del vestido o ropa Ahora vamos a ver lo que significan las iniciales que se leen después del nombre del santo al cual pertenencen las reliquias: AP. - Apóstol C. - Confesor D. - Doctor de la Iglesia E. - Obispo EV. - Evangelista F. - Fundador de una Orden 40
Lev. - Diácono M. - Martir Poen. - Penitente PP. - Papa Reg. - Rey o Reina V. - Virgen Vid. - Viuda El próximo paso es para clarificar la clasificación de una reliquia. Hay tres clases de reliquias: 1era clase, 2nda clase, y 3era clase. [1era clase] Los cuerpos de las santas personas o alguna parte integral de su cuerpo como alguna extremidad, cenizas o huesos [2nda clase] Objetos que han estado en contacto físico con los Santos cuando estaban vivos y por tal razón han sido santificados (por ejemplo, los instrumentos de martirio, con los cuales han sido torturados, las cadenas que los ataron, la ropa que usó, los objetos que usó) [3ra clase] Pedazos de ropa tocada a una reliquia de 1era clase o 2nda clase. RELICARIOS A través de la historia, los relicarios han sido objetos de tremenda artesanía; hechos de oro y plata y adornado de piedras preciosas. Se han escrito muchos libros con el tema de reliquias y relicarios, en relación a los avances de artesanía y el desarrollo de la cultura Cristiana. No hay duda de que muchos de los objetos más apreciados por su perfección y elegancia han sido relicarios. Según se peleaban guerras y se ganaban o perdían batallas estos repositorios donde descansaban los restos mortales de nuestros santos, eran piezas importantes del botín. Desafortunadamente el envase era de más valor para los paganos, que lo que contenían. En estos días se hace más difícil obtener relicarios que reliquias. Esto es debido a que muchos de estos fueron derretidos para obtener las piedras preciosas. Las reliquias generalmente son preservadas en un encasillado pequeño, pero para veneración deben ser insertadas en un encasillado similar a un relicario Eucarístico. Ya que es dificil obtener relicarios como los que usaban los Católicos en el pasado, yo les presento estos diseños los cuales pueden ser hechos por cualquier carpintero ábil y se pueden hacer sin costar mucho. Historiador El primer diseño es una caja que usa un marco (que se puede comprar en una tienda), y una obra de arte perteneciente al santo. Desafortunadamente tiene que usar los tamaños y estilos disponibles. Lo importante es medir la profundidad del área de la parte trasera del vidrio a la parte trasera del marco. La profundidad es importante y debe ser de 3/4 de pulgada (1,9 cm) para que quepa una reliquia y haya suficiente espacio para pegar un refuerzo trasero al sello y cerrar el marco. Una vez escoge el marco y obtiene un pedazo de vidrio que le quepa; una pieza de cartón que quepa adentro, una pieza de marco de cartón que debe cortar con las mismas dimensiones que el marco trasero. Ponga el cartón 41
dentro del marco y traze la apertura frontal, esto le ayudará a colocar la obra de arte. Use un compás para dibujar un círculo donde quepa la reliquia y corte la apertura. Use adhesivo y pegue la imagen al carton, ahora corte una apertura para la reliquia a través de la obra de arte. Limpie el vidrio y póngalo en el marco; use una pistola de pega caliente para pegar las cuatro esquinas del vidrio, esto evitará que el vidrio se mueva. Ponga la reliquia en la apertura que había cortado y asegure la parte trasera del relicario al cartón con cinta adhesiva. Antes de terminar todo asegurese que todo está limpio. Inserte la obra de arte con la reliquia atada en el marco y use pega caliente para pegar los bordes. (No use la pega caliente en la parte trasera del relicario o causará que el relicario se encoja). Ponga pega caliente en la parte trasera del marco, asegure el cartón y séllelo. Devoto El próximo estilo es el estilo de cruz. Puede usar cualquier tipo de madera que quiera; yo usé madera de roble y aliso, pero usted puede usar madera más exótica, si lo prefiere. La cruz consiste de tres pedazos de madera; el tablón vertical, el horizontal y la base. Taladrado en el centro del transverso horizontal y vertical hay un hoyo de 1 pulgada (2,54 cm) de diámetro, 3/8 pulgada (0,95 cm) de profundidad, para poner la reliquia. Personalmente me gusta pensar que este hoyo representa el lugar donde los polos del Cielo y la tierra se encuentran, donde se encuentra el santo. Las medidas para esta cruz son las siguientes; tamaño total: 11 pulgadas (28 cm) de alto x 6 pulgadas (15,2 cm) de ancho; ancho de la cruz: una pulgada (2,54 cm), profundidad de la cruz: 7/8 de pulgada (2,22 cm) con un hoyo de 1 pulgada (2,54 cm). La base mide 5 pulgadas (12,7 cm) de ancho x 3 pulgadas (7,6 cm) de profundidad y 1 pulgada (2,54 cm) de espesor. Despues que se ensabla la cruz, suavize los bordes de la cruz y de la base. Pegue la cruz a la base con pega y un tornillo largo. Después de terminar la cruz, tiña la cruz, puede poner aplicados de metal para adornar la cruz, como yo hice. Puede comprar varios diseños en su tienda local de telas. Mártir El diseño final se parece a un ataúd, esto parece apropiado para la reliquia de un mártir. Una vez más, puede escoger una madera que le guste. Yo hice el mío con madera de roble y caoba de Honduras. Para piezas especiales usé madera de cerezo y madera de nuez Brasileña, estas maderas son muy bellas y sólo requieren una capa de aceite de linaza para pulir a perfección natural. En este caso creo que es mejor usar una madera liviana para poder pulirla mejor. El estilo consiste en dos piezas, una base y una cara frontal vertical. La cara frontal es de 7 pulgadas (17,8 cm) de alto x 3 pulgadas (7,6 cm) de ancho, el espesor de la madera de 3/4 de pulgada (1,9 cm) con un hoyo de 1 pulgada (2,54 cm) ya taladrado. La pieza es cortada para parecer un ataúd, todos los lados excepto la parte de abajo son suavizadas. La base es 3 pulgadas de ancho x 2 pulgadas de profundo y 3/4 pulgada de espesor, todos los lados son suavizados. En este caso yo conecté los dos pedazos con una clavija y pega de madera. Puede pulir o teñir la madera como usted lo desee. El paso final es pintar todos los bordes suavizados con pintura roja para mostrar que la reliquia pertenece a un mártir. Para adherir el relicario
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permanentemente al hoyo pre-taladrado use una pega que se llama clavos liquidos (liquid nail), para algo más temporario puede usar masilla, o goma (putty). CONCLUSION Para el creyente, los restos de los santo vuelven a realizar un gran misterio. Mediante las reliquias el mundo invisible se hace más cercano. Sus cuerpos, que fueron acogidos y santificados por el Espiritu Santo, a un grado asombroso, han sido venerados por los fieles quienes también buscan tal transformación y confian que en la devoción de este día, ellos y las reliquias han hecho más cercanos el paraíso. Las reliquias no son vistos como talismanes que hacen maravillas, primero que nada las reliquias son evidencia del mundo que no se ha visto, evidencia de los santos en el Cielo, evidencia de la continuidad de los Cristianos, pasado, presente y futuro, evidencia de los que el credo afirma como "la comunión de los santos". En una época tan escéptica, es inevitablemente difícil probar los credenciales de las reliquias que obran milagros. Nuestros modelos El escoger un santo o héroe, dice tanto de la persona como del objeto de su devoción. Según pasan los siglos, muchas, pero no todas, de las necesidades servidas por los santos y sus reliquias son necesidades sicológicas más que físicas, y varían mucho. Si quiere venerar las reliquias debe primero, rechazar la evidencia de sus sentidos e invertir la percepción normal de la realidad. Primero que nada, aquí tenemos un pedazo que pertenecía a un ser humano, el cual ahora, evidentemente no tiene vida, está apagado, muerto. Sin embargo se le pide que crea que este objeto no sólo representa la vida eterna sino de alguna manera misteriosa la conceden. Y como hemos visto, millones de hombres y mujeres han creído esto en el pasado y en muchas partes del mundo aún lo creen. Al estudiar la vida de los santos que vivieron antes de nosostros, todos verán que sus historias son emocionantes y extraordinarias porque nos recuerdan circumstancias comunes y ordinarias que vivimos diariamente, y estas similitudes nos animan y nos tocan el corazón. Leer la vida de los santos nos refrezca la memoria acerca de lo que sabemos, y que olvidamos fácilmente estas cosas son buenas recordarlas una y otra vez. Y aunque las tengamos guardadas en la memoria, necesitamos que nos recuerden de ellas para reavivar nuestra voluntad y nuestros deseos. El Papa Juan Pablo II (CL 16, 3.) dijo "Los Santos siempre han sido una fuente de renovación en los momentos más difíciles de la historia de la Iglesia". Quien puede olvidar las últimas palabras de San Dominico a sus hermanos "no lloren, pues les seré más útil después de mi muerte y les ayudaré entonces mas efectivamente de lo que le ayudé durante mi vida." Por los tanto, fijen su mirada en los santos; nuestros hermanos y hermanas quienes eran tan débiles como nosotros y nacieron en pecado como nosotros, llenos de pasiones y tentaciones e inclinaciones malignas, tal como todos nosotros. Es por esta razón que nuestra Madre la Iglesia nos muestra el ejemplo de los santos y celebra sus fiestas. Por esta razón es una gran ayuda leer y escuchar la vida de los santos, y es bueno considerar sus excelentes virtudes de heroísmo; pues es la intención de la Santa Madre Iglesia que al proponer los hechos heróicos de los santos, seamos así invitados a salir de nuestra vagancia espiritual. Y hay otra ventaja en estudiar sus vidas, nos desconsuela y nos 43
humilla considerar la pureza de la vida de estos santos, y como nosotros nos quedamos tan cortos al ver su ejemplo. Sin embargo recuerden que no es el lugar, ni la época lo que hace a un santo, pero la vida religiosa y de perfección. No consideremos el bien que hemos hecho, pero el bien que aún nos queda por hacer pues de nada nos vale haber empezado bien si no terminamos bien. Los santos entendían "Entender la Pasión requiere compasión activa, una compasión que no se puede expresar con palabras. Exige, no sólo el poder de una profunda afinidad, sino el sufrimiento verdadero por los nuestros; sólo sufriendo nosotros podemos comprender la Pasión, y lo que aparte de sus efectos, ha significado a aquellos que las han sufrido. Esa es al menos una de las razones por las cuales los santos siempre han valorizado el sufrimiento y han pedido sufrir. El Amor, real y objetivo, y la perspicacia e interpretación que han resultado del amor, son la única llave a la Pasión, ciertamente mucho más que el conocimiento; pues sólo el amor puede abrir nuestro ojos para poder conocerlo a El, quien lo sufrió todo y la razón por la que lo sufrió, lo que sepamos o no sobre El." (La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesús Cristo, Arzobispo Alban Goodier, S.J.) Terminaré con una visión de la Venerable Anne Catherine Emmerich en los años 1820 durante la fiesta de las Santas Reliquias. "Entonces vinieron las reliquias de los Apóstoles y los primeros Mártires seguidas por una banda de mártires, Papas, sacerdotes, confesores, hermitaños, virgenes, religiosas, etc. Estaban depositas al pie de la cruz, en envases costosos, ataudes adornados, torres, y capillas maravillosamente forjadas en metales preciosos. Una montaña de tesoros se levantó debajo de la cruz la cual ascendia gradualmente según la montaña aumentaba, y finalmente, descansaba sobre lo que se podría decir era un Calvario transfigurado. Las reliquias eran traídas por los que les habían dado honor y las exponian para que los fieles las veneraran; eran, la mayoría de las veces, personas de santa disposición cuyas propias reliquias ahora estan sujetas a benedición. Luego ví multitudes de personas muy bien vestidas amontonandose en las iglesias con signos de profunda veneración. Estaban vestidos con vestiduras de varias epocas; ví unos pocos vestidos como hoy en día. Habían gente que veneraban los santos y sus reliquias según deben venerarse, como miembros del Cuerpo de Jesús Cristo, como santos vasos de gracia divina mediante Jesús, en Jesús. Ví caer sobre ellos, como rocío celestial la influencia beneficiosa de esos santos, la prosperidad coronaba todos sus tareas. Me alegré al ver que aquí y allá se veían en estos días buenas almas (algunas que conozco) que aún honoran las reliquias con simplicidad." LOS SANTOS COMO PATRONES E INTERCESORES Cristo estableció "Patrones". El libro del Apocalipsis de San Juan el Apóstol; Capítulo 2, Versículo 26 (Ed. DouayRheims 1883): "Y al que vencerá, y mantenga mis trabajos hasta el final le daré poder sobre las naciones."* *Poder sobre las naciones. 44
Esto demuestra que los santos, que están con Cristo nuestro Señor en el Cielo, reciben poder del que reina sobre todas las naciones y provincias, como patrones; y vendrán con El al fin del mundo para haccer su voluntad contra los que no mantuvieron Sus mandamientos. Abogados: Genesius; Ivo; Tomás More Acción católica: Francisco de Asís Actores: Genesius; Vitus Acusados injustamente: Raymond Nonnatus Administradores de hospitales: Basil el Grande; Francis Xavier Cabrini Adolescentes: Aloysius Gonzaga Aduaneros: Mateo Agua (en contra): Cristobal Albañiles: Bárbara; Reinhold; Esteban Almaceneros: Miguel Almas en Purgatorio: Nicolás de Tolentino Amamantar: Giles Amados: Rafael; Valentino Amas de casa: Ana; Marta Animales domésticos: Antonio Animales salvajes: Blas Animales y pájaros: Francisco de Asís Animales (enfermos): Beuno Anestesiólogos: Rene Goupil Apendicitis: Elmo Apicultor: Ambrosio; Bernardo Apologistas: Justin Aprender: Ambrosio Armeros: Jorge; Laurence Arqueólogos: Gerónimo Arqueros: Sebastian Arquitectos: Bárbara; Tomás el Apóstol Arte: Caterina de Bolonia Artistas: Lucas Astronautas: José de Cupertino Astrónomos: Dominico Atletas: Sebastian Autores: Francis de Sales Aviadores: José de Cupertino; Teresa de Lisieux Bailarines: Vitus Bancos de sangre: Januarius Banqueros: Mateo Barberos: Cosmas y Damianno; Louis; Martin de Porres Batallas: Miguel el Arcángel Bautismos: Juan el Bautista 45
Bebes: Zeno de Verona Bibliotecarias: Gerónimo Bienes raíces: José Bomberos: Agata; Laurence, Florian Bordadoras: Clara de Asís Bosques: Giles Boticarios: Nicolás Brujería (en contra): Benito Buen tiempo: Agricola de Avignon Buen viaje: Cristobal Caballos: Giles; Hippolytus Calambres: Pancras Campesinos: Jorge; Isidoro el Campesino Canasteros: Antonio de Egipto Canonistas: Raymond de Penafort Cantantes: Cecilia; Gregorio Carniceros: Antonio; Hadrian; Lucas Carpinteros:José Catequistas: Carlos Borromeo; Robert Bellarmine; Viator Calamidades: Agricola de Avignon Castidad: Agnes; Tomás Aquinas Cazadores: Eustachius; Hubert; Bárbara Causas perdídas) sin esperanza): Judas Ceguera: Lucía Cerrajeros: Dunstan Cerveceros: Agustín; Lucas; Nicolás de Myra Ciegos: Odilia; Rafael Científicos: Albert el Grande Clericos: Gabriel Cirujanos: Cosmas y Damianno; Lucas Cocineros: Lawrence; Marta Colectores de impuesto: Mateo Colectores de sellos: Gabriel el Arcángel Colegios: Tomás Aquinas Comadronas: Raymond Nonnatus Comediantes: Vitus Constructores: Vincente Ferrer: Bárbara Contables: Mateo Contadores: Mateo Confesores: Alfonso Liguori; Juan Nepomucene Cosas perdídas: Antonio de Padua Cristaleros: Lucas Curtidores: Crispin y Crispinian; Simón
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Defensores: Ivo Dentistas: Apollonia Derechos nativos: Turibius Desamparados: Benito José Labre Desordenes del ceno: Agata Diácono: Laurence; Esteban Dietistas (hospital): Marta Diplómatas: Gabriel Directores fúnebres: José de Arimathea; Dismas Doctores: Cosmas & Damian: Lucas; Pantaleon; Rafael Dolor de dientes, o muelas: Apollonia Dolor de oido: Policarpo Doncellas: Caterina de Alexandria Dudosos: José Ebanista: Ana Ecologistas: Francisco de Asís Ecumenistas: Cyril & Methodius Editores: Juan Bosco Educación pública: Martín de Porres Embarazo: Ana Emigrantes: Francis Xavier Cabrini Encarcelamiento: Leonardo de Noblac En contra de la calumnia: Juan de Nepomuk En contra de la separación: Osmund En nombre a los que murieron recientemente: Gertrudis de Nivelles Encuadernador: Pedro Celestine Enfermedades de la niñez: Aldegonda Enfermedades de la piel: Marculf Enfermedades intestinales: Erasmos Enfermedades venéreas: Fiarce Enfermeras: Agata; Camilo de Lellis; Juan de Dios; Rafael Enfermos: Juan de Dios; Camilo de Lellis; Miguel Enfermos mentalmente: Dyfna Enlucidores: Bartolomeo Envenenamiento: Benito Epidemias: Roch Epilépticos: Dyfna; Vitus Eruditos: Brígida Errupciones volcánicas: Januarius; Agata Estenógrafos: Cassian; Genesius Esterilidad : Francis de Paola Esterilidad en mujeres: Giles Estudiantes: Caterina de Alexandria; Tomás Aquinas Escapar de los demonios: Margarita de Antioch Esclavitud: Pedro Claver 47
Escritores: Francis de Sales; Lucía Escuelas católicas: Tomás Aquinas Escultores: Claude Espadero: Mauricio Espeleologos: Benito Esposas: Mónica Esposos: Jorge Esquiadores: Bernardo Falso testimonio: Pancras Farmacistas: Cosmas y Damianno; Santiago el Grande Farmacistas(hospitales): Gemma Galgani Farmaceuticos: Cosmas y Damianno; Santiago el Menor Faroleros: Venerius Fiebre: Antonio de Florence Filósofos: Caterina de Alexandria; Justin Floristas: Rosa de Lima Floristeros: Teresa de Lisieux Fuerzas de seguridad: Miguel Fundadores: Bárbara Funerarios: Dismas Gansos: Martín de Tours Gargantas irritadas: Ignacio de Antioquia; Blas; Gertrudis de Nivelles; Phocas; Tryplon Gente inocente (acusados falsamente): Raymond Nonnatus Gobernantes: Ferdinando III de Castile Guardabosques: Juan Gualbert Guardias de seguridad: Mateo Guerra: Isabel de Portugal Hambre: Walburga Hambrientos: Antonio de Padua Hermanos laicos: Gerard Majella Hermanas laicas: Marta Hermitaños: Antonio; Giles Hemorragia: Lucía Hemorroides: Fiacre Hernia: Catald; Cosmas & Damian Herreros: Dunstan Hijos: Nicolás de Myra Hilanderos: Caterina de Alexandria Hospitales: Camilo de Lellis; Juan de Dios; Judas Tadeo Hoteleros: Amando; Julian el Hospitalero Huérfanos: Gerónimo Emiliani Huesos rotos: Stanislaus Kostka 48
Impresores: Agustín; Genesius; Juan de Dios Incapacitados físicamente: Giles Infantes: Nicolás de Tolentino Infecciones de la garganta: Lucía Infertilidad: Rita Ingenieros: Ferdinando III Insanidad: Giles Inundaciones: Florian Inválidos: Roch Jardineros: Adelard; Dorothy; Fiacre; Jinetes: Martín de Tours Jovencitas: Agnes Jóvenes: Aloysius Gonzaga; Gabriel Possenti; Juan Berchmans Joyeros: Eligio Justicia interracial: Martin de Porres Juristas: Juan Capistrano Justicia social: José La Iglesia: José Lancheros: Julian el Hospitalero Lecheros(as): Brígida Leones: Marcos Leprosos: Giles Lisiados: Giles Lluvia: Agricola de Avignon Locura: Osmund Longevidad: Pedro Madre: Mónica Maestros: Gregorio el Grande; Juan Bautista de la Salle Maestros escolares: Juan Bautista de la Salle Mal tiempor: Medard Magistrados: Ferdinando III de Castile Manejadores de taxi: Fiacre Manejadors: Francis de Roma Marineros: Brendan; Cristobal; Cuthbert; Elmo; Erasmus; Eulalia; PedroGonzales; Nicolás; Francis Maternidad: Santa Virgen María Matrimonios infelices: Wilgefortis de Paola; Miguel; Nicolás de Tolentine Mensajeros: Gabriel Mercaderso de jardines: Phocas Mesonero: Marta Metalistería: Eligio Miedo a las abispas: Friard Miedo a las culebras: Patricio 49
Miedo a los insectos: Gratus de Aosta Miedo a ratones/ratas: Gertrudis de Nivelles Migrañas: Gereon Mineros: Bárbara Misiones: Francis Xavier; Teresa de Lisieux; Leonardo de Port Maurice Místicos (teología mística): Juan de la Cruz Molineros: Arnulph; Víctor Monaguillos: John Berchmans Monjas: Santa Virgen María; Escolástica Monjes: Antonio; Benito Montañeros: Bernardo de Montjoux Mordidas de perro: Vitus Moribundos: Bárbara; José Motoristas: Cristobal; Francis de Roma Muerte repentina: Aldegonda; Bárbara Muerte santa: José Mujeres (en matrimonios infelices): Rita de Cascia Mujeres casadas: Mónica Mujeres embarazadas: Gerard Majella; Margarita; Raymond Nonnatus Mujeres esperando a dar a luz: Gerard Majella Mujeres que no pueden concebir: Antonio de Padua; Felicita Mujeres que desean hijos: Felicita Mujeres que dan a luz: Ana Músicos: Cecilia; Dunstan; Gregorio el Grande Nacimientos: Margarita de Antioch Naufragios: Antonio de Padua Navegantes: Adjutor; Elmo Negociantes: Homobonus Negros: Pedro Claver Niñas: Agnes Niñas escolares: Caterina; Ursula Niños: Nicolás Niños abandonados: Gerónimo Emiliani; Santos Inocentes Niños con convulsiones: Escolástica Niños de coro: Dominico Savio Niños enfermos: Beuno Niños escolares: Juan Bosco; Nicolás Niños Escuchas: Jorge Niños tartamudos: Notkar Balbulus Notarios: Lucas; Marcos Novias: Nicolás de Myra Obispos: Carlos Borromeo Obispos misioneros: Paul Ojos irritados: Agustín de Hippo 50
Oradores: Juan Chrysostom Orfebres: Dunstan; Anastasius Ovejas: Juan el Bautista Pacientes de corazón: Juan de Dios Padres de familia: José Palomas: David Pájaros: Gall Panaderos: Isabel de Hungría; Honoratus; Nicolás; Bridget de Sweden Papas: Peter; Gregorio el Grande Paralisados: Osmund Parejas comprometidas: Agnes Partos: Gerard Majella Parto saludable: Margarita de Antioch Pastores: Drogo Paternidad: Rita Patinadores: Lidwina Peligro de fuego: Florian Peluqueros: María Magdalena Penitentes: María Magdalena Perder llaves: Zita Peregrinos: Santiago Periodistas: Francis de Sales Perjuria: Pancras Perfumerías: Nicolás Personal de comunicación: Bernardine Personas de raza mixta: Martín de Porres Perros (saludables): Hubert Pescadores: Andrés Pestilenceia Cosmas & Damian Picadas de culebra: Pablo Picapedrero: Clemente Pillos: Dismas Pilotos: José de Cupertino Pintores: Lucas Plaga: Roch Plateros: Andronicus; Dunstan Pobres: Antonio de Padua; Lawrence Pobreza: Martin of Tours Poetas: Cecilia; David Policías: Miguel Pordioseros: Alexius; Giles Porteros: Cristobal Poseídos (por el demonio): Dyfna Predicadores: Caterina de Alexandria; Juan Chrysostom 51
Prensa Católica: Francis de Sales Prestamista: Nicolás de Myra Prevención de fuego:Bárbara; Caterina de Siena Primera Comunión: Tarsicio Prisioneros: Bárbara; Dismas Prisioneros de guerra: Leonard Prisioneros políticos: Maximilian Kolbe Prisiones: José Cafasso Problemas estomacáles: Wolfgang Problemas con los ojos: Herve'; Lucía Problemas matrimoniales: Rita Protección (contra muerte repentina): Bárbara Protección contra fuego: Caterina of Siena Prostitutas arrepentidas: María Magdalena; María de Egypt; Margarita de Cortona Protitutas en desesperación: Margarita de Cortona Publicadores: Juan el Apóstol Publicidad: Bernardine de Siena Puentes: Juan de Nepomuk Pureza física: Agnes Radiólogos: Miguel Rayos: Bárbara Reconciliación matrimonial: Teodoro de Sykeon Relaciones entre razas: Martin de Porres; Pedro Claver Relaciones públicas: Bernardine de Siena Relaciones públicas (para hospitales): Pablo Retiros: Ignacio Loyola Reumatismo: Santiago el Grande Reyes: Eduardo; Louis Robos (en contra) : Leonardo de Noblac Sacerdotes de parroquia: Juan Bautista Vianney Salutaciones: Valentino Sanación de dolor: Madron Sastres: Homobonus Secretarias: Genesius Seminaristas: Carlos Borromeo Sepultureros: Antonio Sequía: Catald Servicios de enfermería: Caterina de Siena; Isabel de Hungría Servidores del altar: Tarcisio Silencio: Juan de Nepomuk Sirvientas: Zita Sirvientes: Marta; Zita Situaciones desesperadas: Gregorio de Neo Caesarea; Judas; Rita de Cascia Situaciones difíciles: Eustacio 52
Sociedades caritativas: Vicente de Paul Sociedades y Congresos Eucarísticos: Pascha I Baylon Soldados: Mauricio; Jorge; Santiago el Grande; Hadrian; Ignacio Loyola; Juana Arco; Martín de Tours; Sebastian Solteras: Nicolás de Myra Sombrereros: Santiago el Menor; Severo de Ravenna Sonámbulos: Dyfna Sordo: Francis de Sales Sufrimiento por Angina: Swithbert Sufrimiento por disentería: Matrona Sufrimientos por dolores de cabeza: Teresa de Avila Sufrimientos por gota: Andrés Sufrimientos por piedras en los riñones: Benito Sufrimiento por sífilis: Fiacre; Jorge
de
Talabalteros: Crispin y Crispinian Técnicos médicos: Albert el Grande Tejedores: Anastasia; Anastasio; Pablo el Hermitaño Telecomunicaciones: Gabriel Televisión: Clara de Asís Tempestades: Cristobal Teólogos: Alfonso Liguori; Agustín Tertiarios: Isabel de Hungría; Louis Terremotos: Emygdius Terrores de la noche: Giles Tiempo frío: Sebald Tintoreros: Maurice y Lydia Tormentas (en contra): Vitus Trabajadores: José; Isidoro; Santiago; Juan Bosco Trabajadores con cuero: Crispin y Crispinian Trabajadores de radio: Gabriel Trabajadores de televisión: Gabriel Trabajadores manuales: José Trabajadores postales: Gabriel Trabajadores sociales: Louise de Marillac Tradiciones nativas: Mártires de Paraguay Universidades: Bl. Contardo Ferrini Universitarios: Tomás Aquinas Vendedores: Francisco de Asís; Nicolás de Myra Vendedor de libros: Juan de Dios Vendedores de vino: Amando Viajeros: Antonio de Padua; Cristobal; Nicolás de Myra; Rafael; Tres Reyes Magos(Gaspar, Melchor y Baltasar) 53
Viajeros aéreos: José de Cupertino Víctimas de cancer: Peregrino Lazios Vida contemplativa: María Magdalena Vigilantes: Pedro de Alcantara Virgenes: Santa Virgen María Vinicultores: Morand; Vincente Viudas: Paula Vocaciones: Alfonso Zapateros: Crispin y Crispinian
GLOSARIO AGNUS DEI: La figura de un cordero estampada en la cera que sobra de la vela de Pascuas, y la cual es bendecida solemnemente por el Papa el jueves después de Pascua durante el primer y el séptimo año de su Pontificado. El Papa Gregorio XIII proclamó en un documento oficial, que estaba prohibido, bajo pena de excomunicación, el pintar o dorar un Agnus Dei bendito por el Papa ANTIMENSION: Un altar simbólico muy importante del Rito Bizantino, Católico u Ortodoxo. Es una pieza de lino o de seda rectangular con dimensiones aproximadas de 18 pulgadas. Tiene reliquias de santos cosidas adentro y es consagrada por un Obispo de Rito Bizantino durante una ceremonia en el cual el Obispo unge las reliquias y el antimension con aceite sagrado llamado Crismas Sagrados. BEATIFICACION: Un paso en el proceso de canonización, el cual envuelve una declaración por el Papa que pronuncia que el candidato está disfrutando de la dicha celestial, y que se puede venerar localmente. CANONIZACION: Un acto definitivo y solemne por el cual el Papa admite que el candidato está en el calendario de los Santos CAPSULA: Diminutivo del Latin, 'capsa', 'cofre': receptáculo pequeño, casi siempre redondo apropiado para la preservación de reliquias delicadas como, polvo, gotas de aceite o agua, pequeños fragmentos de hueso, etc. CULTO: Veneración ( u honor ) a un santo, el cual se expresa en actos públicos, locales o universales y que han sido aprobados por el Papa CUSTODIAL: Envase usado para preservar objetos sagrados, por ejemplo reliquias.
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CUSTODIO [Ostensorium]: Un envase con lados transparentes de cristal o vidrio en el cual el Santísimo Sacramentos se expone para Benedicción, o el cual se puede usar para veneración de reliquias. DOCTORES de la IGLESIA: Santos cuyas escrituras sobre doctrina tienen autoridad especial, reconocida por el Papa FENESTELLA: La apertura directamente sobre la tumba, debajo de la loza. FERETRO: Del Griego 'pheretron', féretro: una capilla de relicarios en la forma de un sarcófago con un envase paralelepípedo montado sobre el techo con dos inclinaciones (techo de dos hastiales) en forma de catafalco. HAGIOGRAFIA: Del Latin, "lo que se ha escrito de los santos": el tipo y cuerpo de literatura y conocimiento basado en fuentes escritas y relacionadas a las vidas, sufrimientos y milagros de los santos. INVENCION: Del Latin 'invenire', descubrir, encontrar: el descubrimiento, accidental o deliberado, de la sepultura o lugar de sepultura (loculus o cubiculum) original de un santo, que eventualmente lleva a su veneración y posiblemente su traslado. LARARIUM: Una capilla doméstica. LEYENDA: Del Latín 'legenda', "algo que se debe leer". Originalmente una leyenda era la historia de un mártir u otro santo que se debía leer públicamente en el día de su fiesta. LOCULUS: Diminutivo de la palabra en Latín 'locus', lugar: se usa en referencia a un pequeño espacio cerrado en la tumba de un Cristiano, usualmente una tumba antigua, que se creía en la memoria colectiva, era la tumba de la santa persona, si no un mártir. MARTIR: Alguien que escogió la muerte por no renunciar a su fe MARTIROLOGIA: Una martirología es una lista o catálogo de mártires y otros santos, locales o generales. MARTYRIA: El edificio donde se albergan y se honoran objetos. MARTYRIUM: En Latin medieval, es un pequeño edificio funerario que marca la tumba de un mártir Cristiano. MARTYRUM: La mesa de ofrendas. MENSA: La parte plana de un altar que es el lugar de ofertorio y Sacramento de la Eucaristía. MENSA
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PADRES de la IGLESIA: Escritores y maestros del segundo siglo en adelante, cuyos trabajos son considerados tradicionalmente como dignos de respeto especial. PIEDRA DEL ALTAR: Altares y piedras del altar consagradas por el Obispo con ceremonias prescritas en el Pontifical. La parte más importante del rito consiste en la unción con el crisma, y la ubicación de las reliquias en el sepulcro o repositorio hecho en piedra del altar, que luego se sella. La consagración permanece hasta que la piedra del altar o el sello del altar se rompe. RELIQUIAS: Los restos mortales - o pertenencias - de un santo, los cuales son objeto de culto autorizado por el Papa SANTO CRUCIFIJO: La "Cruz Verdadera", la cruz donde Cristo fue crucificado. SANTO PATRON: Un patrón es alguien asignado mediante tradición venerable, o ha sido escogido por elección, como el intercesor especial con Dios y el advocado apropiado para una localidad en particular, y quien es honorado por los cléricos y los laicos con una observación religiosa especial. SANTO TITULAR: El santo en cuyo honor y bajo cuyo nombre se dedica a Dios un edificio, institución o Iglesia. SIMONIA:[Del nombre Simon Magnus: Hechos viii,18-24] Compra y venta de cosas sagradas. SUSCEPCION: En este contexto se refiere al acto ritual por el cual, con la ceremonia apropiada, un sacerdote entrega una reliquia. TECA: Se usa en referencia al relicario en el que está montado una reliquia. TERTIARIO: Una persona laica que pertenece a una orden religiosa, que vive una vida de santidad en comunidad en lugar de observar una estricta regla religiosa; miembro de una tercera orden. TRASLADO: Una operación canónica ritual y legal por la cual el cuerpo de un santo es quitado del lugar original de sepultura a un lugar - usualmente en, o cerca de una iglesia donde puede ser venerado más convenientemente por los fieles. VENERACION: Reverencia a una personal u objeto. VICARIO-GENERAL: El representante de un obispo o un asistente al obispo en aterias de ley y administración.
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Bendición de un Relicario ESPANOL Bendice, + O Señor, este reliquiario que contiene los sagrados restos de tus santos, y permite mediatne la intercesión de los santos que aquellos que veneran devotamente estas reliquias, obtengan perdón de sus pecados y protección contra toda adversidad. Mediante Nuestro Señor JesusCristo. Amen. LATIN Bene+dic, Domine, capsulam hanc Sanctorum tuorum Reliquiis condendis praeparatam; et praesta; ut, quicumque eas pro mentis affectu venerati fuerint, ipsis Sanctis tuis intercedentibus, omnium delictorum tuo semper muniantur auxilio. Per Christum Dominum nostrum. Amen. BIBLIOGRAFIA Bentley, James. Restless Bones, Constable & Co. Ltd., 1985 Brewer, E. Cobham,LL.D. A Dictionary of Miracles, J.B. Lippincott Co.1893 Brown, Peter. The Cult of the Saints, Univ. Chicago Press, 1982 Bulfinch. One Hundred Saints, Little, Brown & Co., 1993 Camm, Dom Bede, O.S.B., B.A. Oxon. Forgotten Shrines, MacDonald & Evans Canon Law Society Of America, The Code Of Canon Law, Paulist Press, 1985 Cruz, Joan Carroll. Relics, Our Sunday Visitor, 1984 Denzinger, Henry. The Sources Of Catholic Dogma, B. Herder Book Co.,1957 The Early Church Fathers, Segen Corporation. Freze S. F. O., Michael, The Making of Saints, Our Sunday Visitor, 1991 Gauthier, Marie-Madeleine. Highways Of The Faith, The Wellfleet Press,1986 Geary, Patrick J. Furta Sacra, Princetown Univ.Press, 1990 Hallam, Elizabeth. Saints, Simon & Schuster, 1994 Jesuit Fathers of St. Mary's College. The Church Teaches, Tan Publishers, 1973 McHugh (O.P.) & Callan (O.P.). Catechism of the Council of Trent for Parish Priests, Tan Publishers, 1982 Nicene & Post-Nicene Fathers, Charles Scribner's Sons Parente (St.D), Rev. Pascal P. Personal handwritten notes, 1952 Schmoger (C.SS.R.), Rev. Carl E. The Life of Anne Catherine Emmerich [vol.2], Tan Publishers, 1976 Schroeder (O.P.), Rev. H.J. Canons and Decrees of the Council of Trent, Tan Publishers, 1978 Sox, David. Relics and Shrines, George Allen & Unwin Ltd., 1985 Taylor,T.N. Soeur Therese of Lisieux, P.J. Kenedy & Sons, 1922 Taylor,T.N. St. Therese of Lisieux, P.J. Kenedy & Sons, 1927 Toynbee & Perkins. The Shrine of St. Peter, Pantheon Books, 1957
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Guías y Pautas Oficiales de ICHRusa para la Exhibición Pública de Reliquias En el espíritu y la letra de la ley hemos decidido establecer un conjunto de guías y pautas comunes a todos los miembros de la Crusada Internacional para las Santas Reliquias quienes exhiben reliquias para veneración pública/privada. El primer punto es considerar la veneración de los Santos aprobados por la Iglesia. Código de Ley Canónica, sección de Culto Público de Santos/Benditos, Canon 1187. - Veneración mediante culto público sólo es permitido a aquellos servidores de Dios listados en el catálogo de Santos o Benditos por la autoridad de la Iglesia. Esta declaración excluye aquellos que no han sido aprobados por Roma para veneración, inclusive reliquias perteneciente a personas de caracter santo que son "servidores de Dios", personas de caracter santo declarados "venerables", objetos de apariciones no aprobadas, visionarios, místicos, estigmatistas. El término "reliquia" se puede extender a los sirvientes de Dios y venerables para los cuales hay un proceso oficial. Es imperativo tener una atmósfera apropiada y santa; las reliquias que son veneradas son usualmente expuestas en sus encasillados (relicario-teca), sobre una mesa y con velas prendidas. (7) Si la veneración es en una iglesia genralmente el sacerdote usa incienso. ICHRusa no recomienda ni fomenta solicitaciones de donaciones de ningún tipo de dinero directamente relacionado con la veneración/exhibición pública o privada de reliquias. Esta acción se puede malentender o malinterpretar como simonía. (Esto excluye estipendios aprobados para el pastor de la iglesia) ICHRusa no vende, aprueba o condona la venta de reliquias, y hará todo en su poder para asegurarse que todos los Católicos cumplen con el Código de Ley Canónica. Canon 1190 - Está estrictamente prohibido venter sagradas reliquias. Canon 1171 - Cosas Sagradas destinadas para adoración divina mediante bendición o dedicación han de ser tratadas con reverencia y no ser usadas impropiamente o profanamente, aún si están bajo control de personas privadas. Canon 1376 - La persona que profana una cosa sagrada movible o inmovible a de ser castigado con una penalidad justa. Cuando usamos el término "comprar" nos referimos al uso coloquial de la palabra. Nosotros no podemos comprar reliquias. Una persona puede ofrecer una donación, para compensar la orden religiosa por el trabajo manual envuelto en en valor del relicario.En el caso de recobrar o salvar reliquias, la iglesia recomienda hacer esto. (8) (7) Se prefiere una vela de 51% cera de abeja, esta es la cantidad escogida para propósitos Litúrgicos, para uso en el Altar. Se prefiere una vela predominantemente de cera de abeja porque se considera fruto de la naturaleza, puro. (8) "(e) No es simonía ofrecer dinero para librarse de la pérdida de los Sacramentos, o de cualquier disturbio en la ejecución libre de los deberes religiosos, o para rescatar cosas sagradas antes de que sean profanadas." (Henry Davies, S.J., 'Moral and Pastoral Theology' (Teología Moral y Pastoral), Fifth edition, (Quinta edición), London, Sheed, and Ward, 1946, Vol II, p.39 [artículo en simonía].) 58
Oración diaria para los Soldados de la Ultima Crusada Santísima Trinida, Padre, Hijo y Espíritu Santo, permite que nosostros, tus humildes siervos, quienes damos honor, veneración, protección y restauración a Tus Santas Reliquias y a las de Tus Santos, podamos, obtener mediante su intercesión y oración, una gran abundancia de Tus favores, las cuales pedimos urgentemente durantes estas horas oscuras en que las fuerzas del mal intentan otra vez ganar sobre la Cristianidad, atacando los Sacramentos, Dogmas, Papado y Devociones a Tus Santos que le pertenecen a Tu Santa Iglesia. Permítenos recibir Tu Bendición Señor Jesus Cristo, Rey del Mundo entero. Y mediante Tu Divina Misericordia, muestranos tu Santo Rostro, herido y desfigurado, impreson en el Manto Sagrado y el Velo Sagrado, a la vez permitiendo que a través de Tu Santo Grial caigan sobre nosotros infinitas gotas de tu Santísima Sangre para que nos cubran como te cubrían tu Santa Túnica, sirviédonos de armadura Espiritual contra el enemigo. Permitenos, te pedimos, Señor nuestro recibir la poderosa protección de Tu Santísima Madre María, Reina de los Angeles, bajo cuyo Santo Manto nos refugiamos de los ataques del enemigo. Danos Humildad sincera y Castidad mediante la intercesión del San José y permitenos que mediante Santa Ana, podamos ser enriquecidos con la caballerosidad y nobleza necesaria para ser Soldados Espirituales en esta Ultima Crusada. Preparanos para la batalla con las armas espirituales de Tu Santo General San Miguel, Principe de la Armada Celestial, y vencedor de satanás, para que con nuestros esfuerzos humildes, el trabajo de la amada de la oscuridad pueda ser obstruida y que su veneno pueda ser purgado de la Iglesia Católica por tu Santa Lanza. Haznos apóstoles ardientes y Cruzadores para que podamos predicar valentosamente tu Santa Palabra a las naciones y propagar devoción y veneración verdadera a las Santas Reliquias de tus Campeones y Heroes, y así contribuir a la propagación de tu Reino Celestial aquí en la tierra. Danos Señor, la valentía de San Luis (Rey de Francia), Bendito Nuno Alvares Pereira, (último Soldado de la Mesa Redonda) y los muchos Hombres y Mujers Santos (Religiosos y Laicos) que participaron en las previas Crusadas, y en cuyo nombre también pedimos Tu ayuda. Que podamos, como ellos, cargar Tu Santa Corona de Espinas y ser fuertes, constantes y fieles, en medio de sufrimiento, persecución, profanación, sacrilegio e indiferencia, aún si serlo requiere nuestra muerte. Señor te rogamos que protejas de toda maldad a Tu Servidor, el Papa, sucesor de San Pedro, bajo cuya Santa Corona y en obediencia filial, emprendemos esta Santa Crusada para la Reparación de la Santísimo Corazón Eucarístico de Jesús y el Triumfante Inmaculado Corazón de María. Esperamos nos concedas, Señor, que después de ayudar a cargar Tu Santa Cruz, podamos otra vez victoriosamente levantarla como símbolo triumfante sobre el pecado y la muerte, según esperamos la venida de tu Glorioso Reino, la Resurección de los muertos, y la Comunión de los Santos, cuyas reliquias veneramos y protegemos vigilantemente. También te pedimos esto mediante los méritos de Tus Santos, para la conversión de los pecadores, y para procurar alivio y liberación a las pobres almas del 59
Purgatorio, te lo pedimos en Tu Santo Nombre y para Tu Gloria y Honor, ahora y simpre y por los siglos de los siglos. Amen. Credo de los Apóstoles, Padre Nuestro, Ave Maria. Gloria a Nuestra Señora Reina de los Angeles y de los Santos. Ruega por nosostros, San Miguel, defiéndenos.
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