Domingo, 13 de enero de 2019
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Suplemento semanal de la revista The ShowRoom Mag
AUSTRALIA, LA ARCHIENEMIGA DEL PLÁSTICO La batalla contra la invasión del plástico requiere de soluciones drásticas. Venimos de un 2018 en el que la mejor palabra del año, según la Fundéu BBVA, ha sido “microplástico” y en el que la famosa isla de basura del océano Pacífico ha triplicado el tamaño de Francia. Entre tantas noticias con connotaciones negativas, que parece que nos avisan de que la contaminación plástica ya ha ganado la guerra que nosotros mismos hemos creado, un país abre el camino a la esperanza: Australia. Este país ha conseguido un hito que debe marcar un importante precedente: la Asociación Nacional de Minoristas de Australia (NRA) ha revelado que el consumo total de bolsas de plástico en el estado ha disminuido un 80% desde el verano pasado. Lo curioso del caso es que esto no se debe a una medida del gobierno australiano, sino que fue una iniciativa de los dos grandes supermercados nacionales, a los que siguieron posteriormente pequeños comercios. En lugar de ofrecer a los clientes bolsas de un solo uso, a partir de julio de 2018, Coles y
Woolworths comenzaron a venderles solo bolsas reutilizables. De este modo, el público dejaría de desechar plástico cada vez que va a hacer la compra a estos establecimientos. Esta decisión por parte de las dos empresas coincidió con la creación de una prohibición en el estado australiano de Queensland. Dicha medida establecía que no se podían dar a los clientes bolsas de plástico de usar y tirar en el territorio. También hay otros estados dentro del país que han impuesto esta ley y se espera que otros se sumen, hasta que en la totalidad de Australia quede prohibido el uso de tal producto. Gracias a los dos supermercados nacionales, los comercios minoristas y estados como Queensland se ha producido un espectacular ahorro de 1.500 millones de bolsas. Desde luego, se trata de un dato que invita al optimismo en un panorama medioambiental tan dantesco. De esta forma, Australia se posiciona como una referencia de cara a combatir la contaminación plástica. Este parece
ser también el camino a seguir por parte de Europa, aunque todavía habrá que esperar unos años: la Unión Europea ha establecido que a partir de 2021 los artículos de plástico de un solo uso, como cubiertos, platos, bastoncillos o pajitas, serán prohibidos en los Estados miembros. Es un acuerdo provisional adoptado entre el Parlamento y el Consejo Europeo, conscientes de que más del 80% de los desechos marinos son plásticos. No obstante, dicho acuerdo no hace alusión a las bolsas. El margen de actuación contra esta problemática cada vez es más limitado, por lo que no es de extrañar que estén surgiendo ahora numerosas iniciativas y medidas en países de todas partes del mundo. Esperemos que en la próxima década las bolsas de plástico queden prohibidas en todos los estados y otros artículos de este material sean sustituidos por alternativas no contaminantes. Realmente, no nos queda otra opción.