Te invitamos a ser parte de “Todo es, lo que parece ser”, una exposición que reúne los universos visuales de Joe Gómez y Román de Castro en un diálogo profundo sobre la percepción, la memoria y la realidad. Desde la poética visual del oso de goma de Joe Gómez —ícono de la infancia resignificado— hasta la narrativa silenciosa de las sillas de Román de Castro, esta muestra nos propone mirar más allá de la superficie y redescubrir los objetos cotidianos como portadores de historias, emociones y símbolos.
Ambos artistas, desde lenguajes visuales distintos pero complementarios, nos invitan a mirar más allá de lo evidente, a descubrir la poética de lo simple y a repensar la naturaleza de los objetos que nos rodean. Todo es, lo que parece ser no es solo una afirmación, sino una provocación: ¿qué vemos cuando miramos? ¿Qué historias se esconden en lo que creemos conocer?
INAUGURACIÓN
Entrada libre 25 de abril
LATTE SESSION
Conoce a los artistas 26 de abril
MESA CROMÁTICA
by Antonia Tarditi
Comida y taller
Cupos limitados 30 de abril
BUILD YOUR GUMMY
Taller para niños 6 de mayo
SEE U NEXT TIME
Evento de cierre 8 de mayo
ABIERTO AL PÚBLICO
25 de abril - 8 de mayo
Calle 69 #6-20
Dirección General
Esteban Ricaurte Llorente
Dirección Ejecutiva, Coordinación y Curaduría
Laura Montañes Mondragón
Manuela Rodríguez Rodríguez
Project Management
Laura Tavera González
Desarrollo de Catálogo
Im-Pronta by The LAACC
Asistencia en Coordinación
Sofia Stocker Tobler
Fotografía
Sofía Sarmiento Arias
La exposición “Todo es, lo que parece ser” es un espacio de encuentro entre dos mundos visuales que dialogan en torno a la percepción y la realidad. Román de Castro y Joe Gómez nos invitan a cuestionar lo evidente, a mirar más allá de la superficie y a descubrir las narrativas poéticas que se esconde en los objetos que nos rodean. Sus obras nos recuerdan que la realidad es una construcción subjetiva, moldeado por la memoria, la experiencia y la emoción. Donde la simplicidad aparente de sus objetos representados, esconde una complejidad que invita a la reflexión y la contemplación.
“Todo es, lo que parece ser”. La aparente sencillez de esta declaración nos conduce a un mundo donde la percepción se multiplica y la realidad se manifiesta en numerosas dimensiones. Joe Gómez nos introduce en el proceso de resignificación del oso de goma, un ícono de la infancia que se desconstruye y resignifica a través del color y la forma. Su obra nos recuerda que la memoria es un territorio en constante evolución, donde los recuerdos se transforman y adaptan con el paso del tiempo.
Román de Castro por su parte, con su poética de la silla, nos invita a descubrir la carga narrativa de los objetos cotidianos. Para Román, cada silla es un testigo silencioso, un contenedor de historias y ausencias y finalmente un símbolo que trasciende su función utilitaria. Ambos artistas, desde sus lenguajes particulares, exploran la relación entre el objeto y su significado, entre la apariencia y la esencia.
En este espacio, la silla y el oso, símbolos de la cotidianidad, se transforman en portadores de significados profundos, cargados de resonancias emocionales y múltiples narrativas. “Todo es, lo que parece ser” es una invitación a explorar la memoria y la percepción, a descubrir la belleza en lo ordinario, a encontrar significados entre lo vivido en la infancia y la adultez y finalmente a cuestionar la naturaleza de la realidad individual y colectiva.
Cuando era chico pensaba que había empezado con el pie izquierdo por haber nacido de día, que nunca podría ser como quienes habían nacido de noche. No obstante, a pesar de pertenecer al equipo diurno, tenía lo suyo ser de la media tarde. Crecí en un barrio pequeño, cerca de Ciudad Satélite, llamado Santa Cruz del Monte.
Desde que tengo memoria, entiendo al mundo por medio de abecedarios y oraciones.
Después de intentar hacer cuento, novela y poesía, me di cuenta de que era mejor si solo dejaba la extensión a un lado y me enfocaba en hacer premisas de pequeñas situaciones en las que podría describir atmósferas más complejas por medio de frases sencillas. Escribir, escribir, escribir, sobre papeles y papeles y más papeles. Las letras siempre han pertenecido a la hoja, es su superficie por naturaleza. Mientras más dejaba que mi escritura se desarrollara en la zona de confort de su conductor blanco – fuera papel bond, novela o estucado – más desapercibidos pasarían esos escritos.
Tras algunos intentos de escribir encima de fotografías, con el afán de abandonar las hojas de papel, descubrí que mi trabajo se volvía repetitivo: uno solo puede fotografiar y registrar lo que está a su alcance, en el espacio donde está presente. ¿Qué pasaría si dibujara en donde quisiera estar? ¿Si pintara lo que quisiera tener a mi alcance?
Los objetos siempre me han fascinado, abandonados en el suelo, guardados en la famosa “caja de recuerdos” o simplemente empolvándose porque quizás un día sí los necesitemos para cumplirnos alguna función.
Escribir encima de objetos se volvió una constante bajo el siguiente argumento: el conductor del mensaje debe contribuir al discurso y a la intención del mismo.
ROMÁN DE CASTRO
Entre todos estos objetos y muebles, el que captó mi atención y obsesión desde el principio fueron las sillas.
Después de leer Entre el mueble y el inmueble (Entre una roca y un lugar sólido) del artista visual Jimmie Durham – en el cual declara que “las sillas son espías” (pg. 21) –caí en la presencia de la silla: están por todas partes.
Sentarse es una acción humana que hemos desarrollado gracias al objeto: pasamos de estar en cuclillas a necesitar un mueble para reposar sin estar completamente acostados.
Asimismo, siendo el único mueble desarrollado para el cuerpo humano, una silla vacía ya representa un discurso de ausencia. Si pusiéramos en una habitación a cinco niños pero existieran seis sillas, esa sexta ya nos está avisando que hace falta alguien, que alguien no llegó, que alguien ya se fue.
La silla cumplió el propósito que yo buscaba. El conductor puede ser tan actor del discurso como el mensaje mismo.
Por su lado, lo más importante que las sillas me atribuyeron, en el inicio de mi carrera como artista plástico, fue la simplicidad: como pintor inexperto y primerizo, poder trazar dos cuadrados y tres líneas para conformar un símbolo perfectamente entendible.
Hasta la fecha, utilizo a las sillas para trabajar mientras ellas me espían.
ROMÁN DE CASTRO
Las obras exploran el equilibrio entre la nostalgia de la infancia y la complejidad de la adultez. El oso es más que un simple ícono; es un símbolo de inocencia y memoria que se ha ido deconstruyendo para darle una nueva interpretación. Es importante ver cómo algo tan simple puede evolucionar con el tiempo, cambiando su significado según el contexto. Al deconstruir este ícono gráfico, se juega con el color, la forma y la estructura para ver cómo se transforma tanto la imagen y cómo lo percibimos de manera a lo largo del tiempo.
La experiencia de José Alejandro Gómez Soto (joegomez8) como fotógrafo ha moldeado su forma de entender la luz, el detalle y la com-posición, que lleva esa visión a su práctica pictórica. Los colores vibrantes y el diseño limpio, utilizando principios inspirados en la Bauhaus para crear obras que combinan precisión y emoción.
Es un constante ir y venir entre el caos y el orden—la diversión de la infancia frente al análisis de la adultez.
Actualmente, está llevando su trabajo más allá, explorando formatos más grandes e incluso la escultura.
Quiere crear piezas que la gente no solo observa, sino que también experimenta, inspirándose en movimientos artísticos como el op art, el pop art, la Bauhaus, el arte cinético. El objetivo es hacer arte que despierte la curiosidad y la alegría, mientras invita a reflexionar sobre las conexiones entre el pasado y el presente, la simplicidad y la complejidad.
Al final del día, su trabajo trata sobre la evolución; cómo las ideas, los recuerdos y las imágenes cambian con el tiempo. Al reinterpretar algo tan sencillo como un oso de goma, busca explorar esas transformaciones y crear algo que resuene a un nivel más profundo.
JOE GÓMEZ
JOE GÓMEZ
ROMÁN DE CASTRO
El Secreto, 2024
Mixta sobre lienzo
80 x 60 cm
Precio: $4.850.000
ROMÁN DE CASTRO
Quienes se fueron, 2024
Acrílico sobre lienzo
50 x 40 cm
Precio: $4.300.000
ROMÁN DE CASTRO
Los días buenos, 2024
Mixta sobre lienzo 95 x 75 cm
Precio: $5.900.000
ROMÁN DE CASTRO
Martini sucio, 2024
Mixta sobre tela 95 x 75 cm
Precio: $6.250.000
ROMÁN DE CASTRO
Hull, 2024
Mixta sobre lienzo
80 x 60 cm
Precio: $4.850.000
ROMÁN DE CASTRO
El veneno, 2024
Acrílico sobre lienzo
50 x 40 cm
Precio: $4.300.000
ROMÁN DE CASTRO
Precio: $3.500.000
Rociador, 2024
Acrílico sobre lienzo
45 x 35 cm
ROMÁN DE CASTRO
Volver a empezar, 2024
Acrílico sobre lienzo
45 x 35 cm
Precio: $3.500.000
ROMÁN DE CASTRO
Cruz de Mayo #3, 2024
Mixta sobre lienzo
150 x 110 cm
Precio: $15.500.000
Carrera 34, 2024
150 x 100 cm
ROMÁN DE CASTRO
Mixta sobre lienzo
Precio: $15.500.000
ROMÁN DE CASTRO
Ojalá sea de esto, 2025
Mixta sobre tela
120 x 150 cm
Precio: $15.500.000
ROMÁN DE CASTRO
Rehenes del tiempo, 2025
Mixta sobre tela
30 x 50 cm
Precio: $3.500.000
ROMÁN DE CASTRO
Una bonita desgracia, 2025
Mixta sobre tela
60 x 80 cm
Precio: $4.850.000
ROMÁN DE CASTRO
El servicio, 2024
Precio: $12.450.000
Acrílico sobre lienzo
110 x 95 cm
Cubilete, 2024
Mixta sobre tela 46 x 36 cm
Precio: $3.500.000
ROMÁN DE CASTRO
ROMÁN DE CASTRO
La vida se enfría, 2023
Mixta sobre lienzo
100 x 70 cm
Precio: $6.250.000
ROMÁN DE CASTRO
Tú de nosotros, 2024 Acrílico sobre lienzo
90 x 70 cm
Precio: $6.250.000
ROMÁN DE CASTRO
Ciertas soledades, 2024
Acrílico sobre lienzo 50 x 40 cm Precio: $4.300.000
ROMÁN DE CASTRO
Tanto filo, 2025
50 x 30 cm
Precio: $4.300.000
Mixta sobre tela
ROMÁN DE CASTRO
Exigiendo, 2023
Acrílico sobre tela
30 x 20 cm
Precio: $3.200.000
A pesar del tiempo, 2024
Mixta sobre tela
77 x 57 cm
Precio: $6.250.000
ROMÁN DE CASTRO
ROMÁN DE CASTRO
Lo que deseas, 2024
Acrílico sobre lienzo
30 x 30 cm
Precio: $3.400.000
ROMÁN DE CASTRO
Lo que no esperaba, 2024
Mixta sobre lienzo
77 x 57 cm
Precio: $6.250.000
ROMÁN DE CASTRO
Gracias por no dejarme ahí, 2024
Acrílico sobre lienzo 110 x 100 cm
Precio: $12.500.000
ROMÁN DE CASTRO
Precio: $12.500.000
Oxalá, 2024
Mixta sobre lienzo
110 x 100 cm
ROMÁN DE CASTRO
Quiero volver, 2024
Silla de madera intervenida por el artista
88 x 35 x 44 cm
Precio: $5.850.000
ROMÁN DE CASTRO
Me pregunto..., 2024
Silla metálica intervenida por el artista
78 x 43 x 53 cm
Precio: $5.850.000
JOE GÓMEZ
Hirst 4, 2024 (1/3)
Acrílico sobre MDF
61 x 51 cm
Precio: $3.000.000
JOE GÓMEZ
Hirst 5, 2024 (1/3)
Acrílico sobre MDF
61 x 51 cm
Precio: $3.000.000
JOE GÓMEZ
Hirst 7, 2024 (1/3)
Acrílico sobre MDF
61 x 51 cm
Precio: $3.000.000
JOE GÓMEZ
Hirst círculo, 2024 (1/3)
Acrílico sobre MDF Ø 40 cm
Precio: $2.300.000
JOE GÓMEZ
Hirst círculo, 2024 (1/3)
Acrílico sobre MDF Ø 40 cm
Precio: $2.300.000
JOE GÓMEZ
Hirst círculo, 2024 (1/3) Acrílico sobre MDF Ø 40 cm
Precio: $2.300.000
JOE GÓMEZ
Raya roja, 2025
Acrílico sobre MDF
95 x 76 cm
Precio: $5.000.000
Círculo amarillo, 2025 Acrílico sobre MDF 95 x 76 cm