Edición 2015
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Jueves, 03 De Septiembre
Cuestión de voluntad Y el mundo pasa y sus deseos pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1ra de Juan 2:17
A
ese poder intrínseco de decidir por uno mismo se le llama voluntad. Si tu voluntad se inclina siempre al mal, a acariciar pecados, tus acciones afectarán tu bienestar y posiblemente a los demás. ¨Cristo está pronto para libertarnos del pecado, pero no fuerza la voluntad; y si por la persistencia en el pecado la voluntad misma se inclina enteramente al mal y no deseamos ser libres, si no queremos aceptar su gracia, ¿qué más puede hacer? ¨ Camino a Cristo Pág. 30. En contraste con el pensamiento de algunos eruditos, el gobierno de Dios no está fundado en una sumisión ciega y en una reglamentación irracional como el enemigo de las almas quiere hacerlo parecer. Seguir a Cristo es una decisión personal, individual, integra. Es una cuestión fundamental. La lucha más grande que puede tener el hombre es contra sí mismo. Esto se traduce en que tú eliges lo que quieres. Así procede la benevolencia divina mezclada con el libre albedrio. Es por eso que el seguidor de Cristo debe rendir su voluntad a Él para que dirija sus acciones. No te obliga, no te fuerza, ni te presiona, te invita a depositar tu voluntad en sus manos. Si no estás en sus manos ¿qué más puede hacer? Que el Señor te bendiga y te guarde. Entrégale tu voluntad hoy. Dile al Señor que dirija tu querer y tu hacer, por su buena voluntad. Santa Méndez 246 Deboxional 2015