EL ItEINO D E UN NUEVO MUNDO
271
y Hechos 2 : 2 4 , NM) Ahora Satanás y sus demonios son arrojados al abismo de completa inactividad parecida a la muerte, por mil años. "Después de estas cosas es menester que sea soltado por un corto tiempo más." —Apocalipsis 20: 3, NM. 7 Cuando incitó al rey de Babilonia para que demoliera a Jerusalén en 607 a. de J.C. Satanás el Diablo había llegado a ser como el "resplandeciente, hijo de la aurora", en su organización celestial y terrenal. Había ensalzado su trono sobre las estrellas reales del linaje gobernante del rey David, y estaba sentado en el monte de asamblea de la congregación donde los israelitas adoraban a Jehová. Había traído reproche sobre el nombre de Jehová y parecía ser en ese entonces un rival del Dios Altísimo. Pero en 1914 d. de J.C. Satanás, el rey de la Babilonia Mayor, trató de completar su subida a ese puesto rival esforzándose por derribar al Heredero Permanente del pacto para el Reino, la Simiente estrellada de David, tratando también de tragarse el reino de Dios. (Números 2 4 : 1 7 ) Fracasó y fué arrojado a la tierra. Locamente airado y desesperado, trata de retener la tierra como su última fortaleza en contra de la "estrella resplandeciente de la mañana", el Rey Jesucristo. Pero sin primeramente matar a Satanás el Diablo, este poderoso Rey lo ata a él y a sus demonios, reduciéndolos a un estado impotente y luego los arroja al abismo de inacción parecida a la muerte bajo un sello que ninguna otra criatura puede romper para librarlo. Entonces es cuando el cántico de vituperio contra Satanás el Diablo, el inicuo rey de la Babilonia Mayor, alcanza el máximo de su crescendo: 7. ¿Desde qué altura de su subida ambiciosa cae entonces Satanás? ¿Hasta qué profundidad es derribado, y mediante qué acto?