CAPITULO I I
UN LAZO EHOVA amonestó a su pueblo típico con respecto a los lazos que los demonios les pondrían, y al mismo tiempo les indicó la vía de escape al lugar de seguridad. Proverbios 29: 25 es un texto muy apropiado al tratar sobre este asunto: "El temor del hombre trae un lazo; más el que confía en Jehová será puesto en alto." Con mayor fuerza la anterior amonestación aplica en el tiempo actual a los que han pactado hacer la voluntad de Dios. Habiendo sido arrojados del cielo a la tierra, y sabiendo que el conflicto final rápidamente se aproxima, todos los demonios bajo la dirección de Satanás, su príncipe, desesperadamente se esfuerzan por entrampar a los consagrados y hundirlos en la destrucción. (Apocalipsis 12: 7-12) Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, las Escrituras suministran abundante información concerniente a la influencia y poder de los demonios sobre las criaturas humanas. Los numerosos y sutiles medios empleados para entrampar a los hombres son revelados por las Escrituras, que fueron dadas al hombre de Dios a fin de que estuviera plenamente equipado para servirle en justicia. Solamente los que aman a Jehová Dios y le sirven en espíritu y en verdad darán oído a esa amonestación; por consiguiente, para beneficio de ellos se publican estas verdades.
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