Silva y Ortiz, María Teresa Alicia. Familiograma y genograma
Conclusiones Para el común de las personas, realizar un familiograma o un genograma puede resultar una interesante actividad para realizar en familia y estrechar aún más los lazos, junto con aprender de la historia y lo que tengan que decir los miembros de más edad de su “clan”. Tanto el familiograma como el genograma deben ser elaborados por el orientador. Se le puede permitir participar al orientado pero es del primero la responsabilidad de hacerlo con el mayor cuidado posible, pues su uso es con fines profesionales. Si se está atendiendo a la familia completa, a todos se les puede aplicar: pareja, hijos, abuelos, otros familiares. Se pueden aprovechar documentos sobre la familia también. Se debe precisar quiénes participaron y cuándo lo hicieron en la parte inferior derecha de la hoja. El genograma se puede ir haciendo en varias sesiones, dedicándole no más de 10 minutos. Tómese en cuenta que el tiempo es muy precisado y debe aprovecharse al máximo. El familiograma y el genograma son como un mapa de la familia para el orientador, para conocer el tipo de familia con la que está trabajando y su ciclo vital, su estructura, separaciones, divorcios, patrones de conducta, salud, expectativas, éxitos y fracasos, en fin, una amplia gama de datos bien organizados. En suma, los instrumentos de atención a la familia encaminados a evaluar la estructura y las funciones de la familia, como el familiograma, el genograma, el APGAR familiar y el ecograma familiar permiten identificar en qué medida ésta está cumpliendo con sus funciones básicas, y cuál es el rol que puede estar jugando en el proceso salud-enfermedad.
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