Silva y Ortiz, María Teresa Alicia. Pruebas gráficas de la personalidad
B. El pueblo de Carlos Muñoz Espinalt ¿Cuál es la consigna para dibujar el pueblo? Se le entrega al sujeto una hoja tamaño carta en sentido horizontal, lápiz y goma. Se le pide que dibuje llana y espontáneamente un pueblo, sin preocuparse del posible valor artístico.
Conviene aplicarlo después de haber dibujado la casa. Si el sujeto hace un pueblo tradicional, entonces se completa la batería casa – pueblo, con una casa de la ciudad. Si la primera casa que hizo el sujeto fue de ciudad, se le pide la segunda de pueblo. Si la persona dibuja una ciudad, simboliza angustia clara y notoria, inmerso en problemas neuróticos, pues no ha atendido a una instrucción clara y sencilla.
¿Qué se debe considerar en el pueblo? Al pueblo se le debe considerar desde dos puntos de vista: 1) Vista del pueblo: se puede ver desde afuera o a lo lejos, o desde dentro sintiendo la agitación. Desde afuera: observación amplia, objetiva y global, capacidad de síntesis y de abstracción, crítico despierto, nostalgia, privilegiado, alejado, imparcial. Persona perfecta, con un completo dominio de sí misma. Visión panorámica. Desde dentro: meterse dentro de las cosas, formar parte de ellas, se deja influir, extravertida, vive intensamente; concreta y analítica: goza, sufre, carece de control, angustiada y torturada por los problemas; adaptable, inconstante.
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