Domus Aurea por Luis Rocha

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LUISROCHA

DORIS ,

,

ABREA


LWIS ROCHA: DOMUS

AUREA

SEGUNDA EDICION AUMENTADA Y CORREGIDA


ES PROPIEDAD - DERECHOS RESERVADOSt EOTORLAL Y DISTRIBUIDORA CULTURAL GENTROAMENGAIA

DEBIDAMENTE REGISTRADA.

RESERVADOS LOs DERECHOS DE PROPIEDAD LITERARIA DEL AUTOR, QUEDA HECHO EL DEPOSITO DE LEY.


Luis Rocha

DOMUS

AUREA

r


La casa limpia es Dios visto en su espejo.

No sientes tú mi amor más que en su altar que su

rostro

nos da en todo un

reflejo,

que vernos en la casa es ya rezar? JOSEP M. LOPEZ-PICO

(Traducción Angel)


DE REGRESO

Pues ya que comi de la manzana y tengo para siempre compañera no se trata de enContrar un modo de decirlo ni el más sencillo que es el más dificil aunque ciertamente cada cosa tiene su palabra su momento de ser dicha por el poeta de ser bien dicha y dar aquello de manera que nunca deje de ocurrir en eterno equilibrio sobre el tiempo y en este caso también sobre el amor como si un Adán y una Eva perdonados prepararan su regreso al Paraíso.


CANTO QUE MEJOR NO PUDO TERMINAR EL POETA

Vamos a buscar al indio, al indio nacido hoy que nació de hembra deEsparñia

y de algo mucho mayor. JOAQUÍN PASOS.

Por lo gue se uney no se desune. Por lo que prevalece y no desaparece. Por lo que se une y prevalece y nunca se desune ni desaparece.

Sobre todo por É. Y por sus manos en nuestras manos cuando caian. Porque también por las arras y más que por las arras

que una una hasta trece

caen por lo que no decae. Por las sortijas de oro

y más que por las sortijas y menos que por el oro

por el amor que nos vive y mata.

Despuésy ahora por este retablo. Por este misterio de lo que más aún une. De lo que más aún siempre es aún más:


Aquella quien cotidianamente deja caer todo el día y su afán de golpe sobre mi alma.

Mi alma, que es almohada de tu sueño. Gótica y rural figura como un horizonte

ahora curvada, doblegada, engrandecida por su inconmensurable posesión de buena esperanza. Y yo que antes quise hacer del poema un coral habitado de poetas y pastoresy una estrella. Sólo una. Pero llegó antes la esperanza. Porque la esperanza es buena. Yel coral se hizo una sola voz de niño. Un solo llanto. Un solo canto. Una sola estrella. Porque la esperanza es buerna

es muy buena la buena esperanza.

Luego todo fue sucediéndose, uniéndose, prevaleciéndonos en su largo llanto intermitente

que irrumpe desde el fondo de la noche, desde su cuna hasta mi canto.

Porque llegar y llorar todo es comenzar. Llanto que prevalece y no desaparece y que se prolonga en ese gesto extendiendo ahora sus minúsculos brazos hacia los dominios lácteos de Dios en la serena paz de hembra de la madre,

hembra pacificada, realizada, madre y después boca y senos

que se unen que me unen

que nos prevalecen y aún alcanzo a oir el etéreo Angel poeta

diciéndome revelándome que este niño es el mejor final de mi poema.


MESA Mesa de Dios o mar de poema ésta Dios de mesa e biciera ojalá poemas a mares en ésta mesa que es también de poemar.

La mesa. La maravillosa y dócil

única mesa de mi pequeño hogar en donde a duras penas ya, el amor alcanza, (aún cuando la casa fuera infinita) es minúscula aunque mayor que mi tierno hijo y de blanca y sumisa madera como mi mujer.

La solitaria, viejay fiel mesa

que nos ha vuelto a todos parte del muy telúrico árbol sacramental y anónimo que la engendrara como una gran hostia cuadrangular que todo lo abarca.

Porque esta mágica mesa es bruja y milagrosa mesa de bañar al niño llorar el niño planchar

cocinar

Comer y lo más extraordinario es que es plena y planamente feliz a pesar de sus múltiples e interminables oficios y el más noble de todos ellos

y de cuantos pudiere haber aún cuando el menos frecuente

que es el que, sobre mesa de poema, en estos momentos sobre ella oficio: Como escribiendo sobre un alma cuadrada poniendo alma sobre el alma de esta mesa porque esta bondadosa mesa es así y ahí se queda aguardando ser lo que siempre ha sido sin percatarse de su infinita importancia de ser

Poema de Mesa Mesa de Amor Misa de Mesa Mesa de Amar.



LAS PEQUEÑAS COSAS

Infimas en su grandeza viven o mueren las pequeñas cosas. Las cotidianas, habituales y perennes Las familiares cosas

por donde corre nuestra misma sangre. Nuestra innumerable familia de

hermanas, primas, hijas cosas siempre en sus lugares de siempre aguardando y luegoo antes la pequeňa mujer la gran madre el pequeño hijo el inexorable futuro. Pero las pequeñas cosas hablan felices y hablan de felicidad. pululan en hogareña algarabia, se

restriegany suenan metálicos azucarados villancicos de cocina Con su coro de pequeñas vOces:

una gaveta, el grifo, la olla que hierve las tazas, los tenedores, las cucharas y porras y la mujer tarareando algo o el niño balbuceando algo y toda la pequeńa casa es una gran canción de amor hecha de pequeñas cosas por el poeta.



EL ABRAZO

Aún no se acaba, Señor, ni se acabará mi amor. Aún no sé, ¡Oh, Eros! sólo presiento el calor. El cálido clamor del amor

que nos pierde y encuentra íngrimos antes del abrazo total: intimos soportando, sosteniendo, iluminando la noche como una llamarada en el lecho que llama y llama al amor para que aún y después no se acabe. Seamos pues fuertes como titanes, ofrendemos esta misa nupcial porque ésto nos ha sido dado para dejar de ser dos, para que como solitarios romanos en el circo mi sombra te oculte de los leones y tu voz que ya es mi voz diga lo mismo, el mismo canto mientras nos abraza,

nos quema, nos purifica el amor.



INICIO DE UN NUEVO DÍA

Ahora sólo contemplo tu rostro dormido y es tanto lo que somos el niño y yo tus hijos en este ígneo silencio del hogar que me siento padre y te veo hija. Ünicamente escucho las respiraciones y algun blanco ruido de sábanas.

Todo duerme. Todo ha pasado: La noche en que eternamente has sido sencilla, placentera, primitiva mujer, biblica hembra, Sarah, Martha, Raquel. Dentro de un momento iniciarás diligente y cotidiana la gran revolución del dia porque ya va amaneciendoy de lo pasado

sólo queda esta sensación auroral en que te veo tan madre que te olvido esposa. Cómo podria entonces yo no levantarme y cantar y hablar y escribir infatigablemente del amor.


CISNES DE RAPIÑA

e renuevanen mialmalosviejosamores insidiosamente con golpes a mi paz. Lazarillos recuerdos me inquietan y desperdician en obvias reflexiones. Sólo deseo estar y en lo que antes de que vinieran estaba.

Afloran, vivos, lugares, cartas, palabras con la fuerza maligna de lo que fue y que tanto y hace tanto amamos. Para qué fue todo ese amar. A qué tanto importunar. Estuvimos con ellas en. Dije y dijeron e hicimos. Por qué ahora llegan, se mezclan unas y otras como fantasmas O arañas y me aprisionan,

ne devoran esos cisnes de rapiña. Se acercan y en sus rostros la expresión aún grabada de aquellos que fueron los momentos más íntimos, Como si aún las amara o me amaran. Pues que no las olvidaría dije


cuando ellas afirmaron lo mismo y ahora llegan sus figuras desde lejos con el júbilo que da el quererse. Para qué. Pero vienen y yo me quedo inmóvil. Quiero quedarme inmóvil. Qué pasa. Sus voces otra vez penetrándome y se precipitan como tormenta las antiguas caricias revolviendo esa suciedad gris del tiempo dentro de la irremediable ternura de alcobas y de parques. Ahí el primer amor de límpidos paseos y furtivos besos en el cine hasta el postrero que en el frio lleva al tibio lecho. Y qué hacer de aquellos amaneceres con el inmediato añorar a la primera noia o de volver la mirada hacia el desnudo cuerpo. Pero ya no anhelante está sino cansada y adormecida para luego despertar y vernos ante el espejo. A qué. Entonces ese rostro mío en otra época


al reflejarse parece tener detrás mi sombra presente Para qué esa tormenta de tormentos sucesivamente haciendo su terrible entrada. Y cada una tiene SU música, su lugar, su tiemp0.

De qué sirve que el pasado pasado sea si regresan como orquestas y ciudades

a recordar que eran lindas y puras todas ellas.

La que se entregó alucinada diasy noches al amarnos y las que dieron cosas como nubes y

perfumes virginales. Pero todas juntas a qué vienen aliadas por el aparente olvido. Hasta la que no correspondió y sólo herirme supo sin saberlo 0 a sabiendas abrir la herida.

Y todo por amarlas, respirar, viajar incansablemente a la conquista pero ahora la victoria y la derrota son ya la misma cosa.

Cómo no recordarlas,

cansarme de tenerlas al acecho


e impedir que me devoren como un antiguo caballero vencedor de los dragones o apocaliptico romper desde su raíz la tela de las arañas mientras se alejan sumisas y definitivamente como una imposible bandada de cisnes cojos, desalados, tuertos y rapiñosos. Porque así toda la belleza y virtudes y tentaciones conque ha un instante llegaban azotando mi soledad se suman a los tan apacibles y benignos dones

como milagrosos bálsamos del cielo

de la que tanto amoy tengo por amar pues ya poco es el tiempo y sólo en ella y en mi vuelvo a estar y en lo que antes que vinieran estaba.


UNA PALABRA NUEVA

Estoy en la oficina mientras cae tenuemente esta niña luvia de Mayo. Fuera todo tiene un vestido nuevo cuando el viejo olor de la tierra sube húmedo hasta mí y algo telúrico me encanta y adormece. La tortuga estira lentamente su cuello hasta sacar de la pileta

su cabeza gratamente sorprendida. Los zanates brincan y se sacuden. El sol persiste en el atardecer

y la lluvia es como una frágil cortina radiante a través de la cual te veo afanada como siempre en el hogar sorprendida gratamente como la tortuga quitando rápidamente la ropa del patio y señalando y enseñando:

lluvia, luia, lluvia, a nuestro hijo esa nueva palabra.


AUNQUE COMO

HORDAS LLEGAN

ladie canta, corre o pregunta en la casa pues como hordas, plagas, inundaciones llegan las enfermedades porque siempre regresamos al buen polvo paciente que espera y aparecen las penurias en larga fila de hormigas. Aromas de ungüentos y pomadas fluyen de la cocina. De tanto lavar, barrer, cocinar, zurcir o planchar ya son sombras las manos que ahora acaricio y otra es la riquezay otra la pobreza después pero hoy es un niño como un lánguido quinqué parpadeante y lejano estremeciéndonos de tos y llanto temblando sin dejar dormir alma ni cuerpo porque ésta es una casa plagada de dragoncitos problemas y chayules gigantes pero de alguna manera, al fuego de hogar, Dios proveerá y si no provee, si es que no provee, éste seguirá siendo un hogar, un hogar en vela, en llama, feliz,

un hogar jodido pero contento un hogar más o menos pobre pero nada menos que un hogar.


H

VII


DE TORRE DE MARFIL

A TORRE DE BABEL

Se oye ya viene el pirata barbuchín curruco de la casa algarabía truena tempestad de risas Simbad el Terrestre con todos los vientos del mar rebota en la silla su pelota azul y roja dejando al momento interrumpido mi exilio pues no hay Torre de Marfil donde hay un niño y revientan los gritos de triunfo conque antes que con su carrera la persigue habitándolo todo de su ruido vida ruido erupción o avalancha de infantil alegría hechos naderias que en verdad son la felicidad porque pequeñas son entonces las cosas importantes que preocupan o llenan de un gozo asfixiante como cuando inventa las cOsas o les da un mejor nombre con eufóricos lenguajes orientales y latinos de Curruco Aladino Simbad Ali Babá.


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RESURRECCIÓN EN EL HOGAR

lay días perros, asesinos que duelen como llagas o cuchillos; llenos de patadas, cáscaras, zancadillas o de una excrementa lengua adiposa y viperina que me enrolla. Acechantes; de rostro receloso y deformado en los que no vale la pena ver el sol porque no hay sol que a uno lo desdiche. Sólo una náusea que flota y me desespera como las palabras vacias de un avaro o de un poeta envidioso corroido de soberbia.

Días tarántulos en que corro despavorido con sirena de ambulancia y malherido, para asi, lacerado, llegar a mi casa n donde mi mujer como un ángel silencioso parece haberme estado esperando para curarme mientras convalezco en su regazo contándome quehaceres (cantándome diria yo) futiles cosas que me dan risa como la última hazaña del niño quien, a propósito, a estas horas ya debe de estar dormido.


MI VIRGEN DE MERCEDES

Unamañana y desde entonces todas vi al despertar un rostro lleno de amor y era la virgen como siempre barriendo arreglando el día mientras más allá nuestro niño jugaba.

.,*


MÁQUINA DE COSER

asi todo el dia su música cotidiana tan hogar y hacedora con el sube y baja aguja cric, cric interpretado por los pies infatigables y el ojo atento de costurera llenando de vida la casa en continua sinfonía de camisas, faldas o pantalones y correrias y gritos del niño al medirse el vestidito

hasta mi regreso por la tarde a la santa cenita poesía quizá con Don José Coronel y luego la plática nocturna esperando las palabras y el cric, cric sinfónico que decrece y adormece al volvera su silencio quieta y dueña de casa la callada máquina de coser orquesta de mi mujer.


DOMUS AUREA

sta es la casa de oro. Esta es Domus Aurea o la casa del amor o la casa de los locos de amo Aquí hay un mar de amor, amor a mares o un mar de amar. Este es un hogar o un mar de fuego de amor Esta es mi casa. Nuestra casa. Este tierno es mi hijo. Aquella mujer es mi mujer. Yo soy sólo el hombre. Un hombre y lo demás es, todo lo demás, ellos, amor. Esta es The Golden House y yo soy el Presidente. Aquella es la Primera Dama y este niño el Primer Ministro o el Primogénito Ministro.

Esta es The Golden House y el mundo gira alrededor pero no hay siquiera un televisor ni Time ni Life y tampoco Pravda ni Itvetzia. Sólo hay tiempo y vida para amar y un niño

una mujer y un hombre.


An IAVAE


1

Esta segunda edición aumentada y

corregida de DOMUS AUREA se terminó de imprimir en la EDIT.

RECALDE de Managua, Nicaragua, el día 3 de Diciembre de 1969 bajo

el cuidado del Director de la Edi-

torial y Distribuidora Cultural Centroamericana, Ricardo Pasos Marciacq. Hizo los dibujos interiores, Leoncio Sáenz y la portada fue diagramada por Pablo Antonio Cuadra.

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E

D CULTURAL

CENTROAMERICANA

EDITORIALY DISTRIBUIDORACULTURALCENTROAMERICANA

APARTADO: 471

MANAGUA, NICARAGUA

CENTROAMERICA,


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