HISTORIA DEL TIBIDABO DON BOSCO LLEGA A BARCELONA En el año 1881 los Salesianos entraron en España y gracias al Marqués de Casa Ulloa construyeron un colegio en Utrera. El año anterior, don Bosco que ya tenía en su cabeza una visión clara del gran bien que sus hijos iban a realizar en España, había dicho al futuro director de Utrera: —En Utrera no se hará más que preparar las armas para ocupar campos mucho más amplios. No pasará mucho tiempo, y una señora casada hoy en Barcelona, al quedarse viuda, nos invitará a ir a Barcelona, donde abriremos una casa y después se fundarán muchas más. La predicción empezó a cumplirse el año 1882, cuando doña Dorotea de Chopitea, al perder su marido, pensó en sufragar su alma abriendo un oratorio festivo y un hogar para la juventud abandonada y encomendárselo a los salesianos. Han transcurrido 24 años desde el sueño de las dos columnas. Estamos en el año 1886. La obra de don Bosco se ha consolidado entre grandes adversidades. Ya no es aquel joven sacerdote dinámico, emprendedor, tan amable que era capaz de convertir en amigos a los más acérrimos enemigos de la Iglesia. Don Bosco llega a Barcelona agotado por el trabajo y las enfermedades, pero con la fuerza de su fe, maravillará a todos los barceloneses. Ya hacía algunas semanas que los periódicos habían anunciado su llegada y habían dado informaciones sobre su persona y sus obras; cuando por fin se supo el día de su llegada, acudieron hasta de Madrid, de Sevilla y de otras capitales, nobles personajes e importantes representaciones del clero y del laicado para presentarle los saludos de bienvenida. Los barceloneses, ufanos de tener el honor de recibirlo en su ciudad, le dispensaron una recepción como se la hubieran tributado a un rey. Millares de personas del señorío y del pueblo se reunieron en la estación mezclados sin distinción. En lugar reservado y ordenadamente colocados, esperaban los presidentes de las acciones católicas y personalidades representantes del mundo científico, civil, político y religioso. Estaba el Gobernador en representación de la reina Cristina, regente de Alfonso XIII que aún no había nacido. El señor