ECOS DEL GRITO
Duneska Nohemy Serra Sierrra Honduras Confesiones de una aurora (en la aurora…) Confieso tenerte desde el vientre de mi madre. Confieso buscarte desde el primer segundo que le arranqué al planeta, en cada verso, en cada ombligo, en cada estigma, y sobre todo en estos huecos de inmortalidad donde solo puede habitar una mariposa y la indulgencia de tus labios. Confieso amarte y –solo por eso– Opto por el mundo de tus prismas y desafíos. Voy en busca del verdadero rostro que habita en el espejo.
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