Equipajes perdidos

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Equipajes perdidos

Mayte Sรกnchez Sempere



Equipajes perdidos Mayte Sรกnchez Sempere


Esta obra es propiedad de Mayte SĂĄnchez Sempere y se encuentra bajo una licencia Creative Commons con las siguientes condiciones: Se permiten copias y distribuciĂłn. No se permite el uso comercial. No se permiten trabajos derivados. Se debe reconocer la autorĂ­a.

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Equipajes perdidos ¿Dónde hay que reclamar cuando te encuentras sin mudas de esperanza al levantarte, sin calcetines limpios de andar nuevos caminos? - Disculpe señorita, ¿no ha visto mi maleta, una pequeña en la que cabe todo? - Rellene un formulario y, si aparece, un mensajero la llevará a su casa. - Y, mientras tanto, ¿cómo salgo a la calle, si estoy desnuda de sueños y futuros?

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Primer día de escuela Sucedió que llegaste sin que hubiese en el cielo signos que advirtiesen que el mundo iba a cambiar, arriba, abajo, pies a cabeza, llegaste y ya no hubo otro horizonte ni otro anhelo ni nada que hubiera que buscar en el futuro, nada que rescatar de otros naufragios. Sucedió que llegué quizá unos años tarde o solo cuando me necesitaste, llegué y soñaste que estaba en tu horizonte, que buscarías solo mi piel en tu futuro y dejarías de hundirte en tu naufragio. Sucedió que llegamos a escribir juntos

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nuestra tabla periódica de los elementos, química formulada y física aplicada a conciencia, dos cuerpos que se atraen y se disuelven, violentas reacciones previsibles, soñamos en voz alta un amor que de pronto fue demasiado grande para estas libertades tan pequeñas y vencieron el miedo y la prudencia, todo aquello que aprendimos cuando el primer día de escuela alguien nos dijo "niño estate quieto atiende y no hagas tonterías".

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Sandalias de dedo Será, quizá, porque los pasos más seguros que he dado en mi vida fue desnuda, hundida mi risa al fondo de tu pecho, abrochadas tus ganas a mi ombligo, tus brazos sosteniendo mi equilibrio y mis helados pies sobre los tuyos, veinte dedos besándose, planta y empeine, tú mi suela, mis sandalias de dedo, como en un vals girando, salvándome del frío suelo de mármol, el ruido, las astillas, las luces de color de la Gran Vía, el mundo con su lluvia y sus traiciones... será, digo, por eso que cada vez que vuelves por un rato

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solo deseo abrazarte y subirme de nuevo a tus inciertos pasos.

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Amor y lluvia "Esa lluvia con sed que somos todos hasta que alguien nos bebe" Fernando Beltrán Calmaste tú mi sed y yo la tuya, bebí de ti igual que bebe un náufrago agua salada hasta volverse loco, bebiste tú de mi este agua dulce que te inundó y te ahogó en su curso apasionado, bebimos de un amor inabarcable, esa copa profunda, sabia, antigua, pozo eterno, aljibe que se llena, más cuanto más se bebe, amor al cabo... ¿qué más decir, que no haya sido dicho, qué más llover que no haya sido amado?

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Nuestro propio ritual para el "si, quiero" "¿Te casarás conmigo?" "Por el rito que quieras." Escogí el rito de la montaña rusa, el vértigo de permitirte que me sueltes, el miedo del ascenso inevitable, la gravedad, lágrima que se precipita, el vacío, el grito, nauseas y adrenalina, la caída o casi, el paisaje celeste, el suelo que se viene, escalofríos, las bufandas que vuelan, gafas en el bolsillo, los nudillos blancos de estas manos garfio, sudor, terror, risa nerviosa, inmersión en apnea entre raíles...

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lo importante es quererse y nos queremos, tras cada viaje aĂşn pĂĄlidos, con miedo, nos hundimos al fondo de un abrazo y sacamos dos tiques para empezar de nuevo.

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Tu rima se me escapa Es solo, amor, que tu rima se me escapa y busco el diccionario de ideas afines a ver si, al fin, encuentro tu mirada, principio, inicio, comienzo, alfa, tus ojos. Tus manos de alfarero en mi cintura, el barro del creador seco en tus suelas, la que soy hoy por obra de tus besos, la que ser茅 por obra de tus pasos. Promesa, esperanza, levadura, cemento que se fragua, la pr贸xima marea, solsticios y equinoccios recurrentes, espiral infinita, la fe que deposito en tu sistema solar inquebrantable.

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Todo tiene, al menos, dos explicaciones... para lo nuestro escojo la segunda, la del esp铆ritu alegre, efervescente que derram贸 su humor sobre nosotros. A mi tu rima, de nuevo se me escapa y a ti, amor, se te escapa el motivo.

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Contracorriente ¡Qué ardua tarea la de la contracorriente! Única forma de beber la vida sin que se nos escape, tan solo abrir la boca y dejar que nos penetre, aferrar la baranda oxidada del tobogán en que otros se deslizan y emprender la ascensión, los pies resbalan tres veces cada paso y es más fácil ceder, dormir el músculo, acallar la conciencia y acabar, como todos, riendo tontamente con el culo en la arena. ¡Qué ardua tarea la del amor correcto! No el conveniente, no el acostumbrado, amor salmón, amor contracorriente.

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Soy profeta a favor de un amor sin tiempo Llegará el día en que tú y yo juntos engendraremos vida, carne de nuestra carne. Nuestras cenizas se fundirán en humus que alimente a mil generaciones, abrazados al vientre de la tierra, juntos al fin, eternos para siempre, seremos uno... pero no quisiera tener que esperar tanto.

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Amor Quizá parezca a los ojos de quien mira que me dejo morir con cuentagotas, pero no es cierto, vivo la vida a océanos bebiendo el horizonte, hundida hasta las cejas, eso si, en tu pantano. Dicen que el amor también se acaba, hasta el eterno, hasta el de para siempre y no lo dudo es solo que todavía no terminé de amarte, que aún me queda todo, herido, si, herido y dolorido, sangrante, temblón, lleno de miedo... pero todo al fin: amor con nombre, con firma, amor en el que ondea tu bandera, amor patria, hogar, cuartel de invierno, amor fuente tal vez inagotable,

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amor ilusión, amor verde esperanza, amor poema, canción, amor pijama, amor tango, amor con agujetas, amor que duele y que nunca se cansa, amor, amor, amor de para siempre cuando siempre lo es todo, espacio, tiempo... amor consciente, ni ciego ni rosado, amor cangrejo, amor rosa, amor espina, amor bailable, cantable y hasta recortable, amor hormiga, hormigón, amor armado, amor que mientras dure será tuyo y cuando se termine será verso, póstumo quizá, amor de parca.

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Tanto miedo Todo el fervor, la pasión, mi ansia de aire mueren cada noche en mi cama vacía y cada madrugada ensayo desnuda ante el espejo nuevas contorsiones como en un kama-sutra solitario, buscando la postura que encaje en los huecos de tu vida y le grito al miedo, a Dios, a las arañas, suplico que también hoy estés vivo, te envío por paloma mensajera las pocas fuerzas que han sobrevivido al terror de perderte para siempre y el resto del día con los bolsillos vacíos de poemas, con la pluma apoyada en la curva de tus hombros, desando el camino a la cordura y cruzo sin mirar las vías muertas de los trenes fantasma que tú, aún, no has tomado.

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Cientos de amantes Desde que solo duermo con mis libros he aprendido a apreciar las caricias de los versos furtivos bajo las mantas.

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Los pétalos de Margarita ¿Para qué deshojar más margaritas si ya sé la respuesta? Me quiere. Pero no cambia nada, cada mañana llueve y el rocío me cubre cada noche, la alegría de pétalos impares se diluye en los días infinitos, palomas, antenas, autobuses con todos los cristales empañados, aceras que resbalan, hojas muertas, jardines careados, flores tardías, arroyos, barro, setas, vuelve el frío y el paisaje de todos los otoños

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se aferra a mi ventana, toca la rama muerta los cristales y se ríe, desnuda de cuidado... Vaya, seguimos solas... ¿no habíamos quedado en que te quiere? ¡Qué sabrás tú, hija estúpida del árbol de lo que ocurre en las almas más mortales? Mira la margarita, ella lo jura una y mil veces... me quiere, es un hecho. Cae la noche en medio de la tarde y mis caricias son para Margarita que desde un vaso, tullida, me sonríe.

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Nido de piedra HabrĂĄs comprobado, amor, que lo cierto es lo primero que falla, que los planes trazados al dedillo se quedan cortos cuando la vida ataca y los regalos absurdos, imposibles, son los mejores por ser inesperados... y ahora quieres vivir como las aves y se te olvida que al fondo de una cueva quisimos una vez ser libres juntos y todavĂ­a no lo hemos intentado. Te invito a vivir bajo mi puente, desatado el amor,

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roto cualquier contrato, solos tĂş y yo en un nido de piedra.

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La culpa es de la Plaza de Santa Ana Hay que amar mucho para no amar de menos, para bajarse las bragas del sentido común que ata y amarra pies inquietos, espanta sueños y enmarca orlas y títulos. Me descompuse, reloj bicentenario, en catalinas robadas al olvido, en muelles saltarines oxidados, en carillones, péndulos y tornillos. Te regalé mi esfera atigrada, un arañazo a las 2:45, siete de siete, acróbatas borrachos, olvidamos la red, reímos como niños. Hay que amar mucho para no amar de menos,

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para esperarte al borde del abismo.

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Epitafio esculpido en una ola Si llega el día en que no hallas mi hombro o buscas y no encuentras tu hueco entre mis muslos, si llega a suceder que desgañitas tu miedo con mi nombre y no acudo, si giras la cabeza y en tus huellas faltan las mías besando tus talones, búscame, amor, cenizas aventadas, disuelta en el mar (nunca en un nicho).

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Por un verso... ¡yo no sé que te diera por un verso! "Perdona que no siga este poema" Javier Cánaves Perdona que no escriba este poema pero es que, así, desnuda, tengo frío, despojada del calor de sus espinas, llamando al olvido por su nombre, gritando lo que antes nunca dije, tengo el frío incrustado entre los ojos y tu tibio adolescente cosquilleo en la planta del hemisferio izquierdo.

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Laberintos Tengo un laberinto en la garganta y allí perdidos cientos de minotauros, veinte palabras que buscan la salida, quizá un verso que vuela tras tu risa. Tengo un laberinto en cada paso y allí olvidadas mis huellas en tu orilla, cientos de atajos, algún que otro camino, mis botas viejas y el barro en los tobillos. Tengo un laberinto en la mirada y allí las sombras del fondo de un abismo, legañas secas, lágrimas oceánicas, patas de gallo, el rimmel siempre corrido.

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Tengo un laberinto pero no tengo mapas... - Siempre a la izquierda - ยกSi fuera tan sencillo...!

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Las palabras se las lleva el viento Que solo son palabras no me sirve como razĂłn para desnudar cielos, palabras somos todos, nombres, verbos, acentos, aire, mentiras y cansancios, verdades reducidas a cenizas, heroicas batallas que repetimos mil veces con finales distintos segĂşn sea la audiencia, palabras nuevas con sĂ­labas usadas, parlamento aprendido en pupitres callejeros, escudos de vocales, armaduras, palabras, nombres, palabras, mil palabras... y al final los labios que se tocan.

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Agua En lo profundo la arista del abismo y en ese cóncavo, negro, oscuro seno, acallado el rumor, muerto de miedo fluye aún el río, sin ola, sin reflejo, sin pez o sin espina, sin luz y sin cangrejo, suspende en su corriente partículas de nada, excava, araña, acaricia, arrastra el polvo... y el devenir furioso de los días hace hondo al abismo y más fértil al delta.

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A vueltas con las fresas Es un fresal lo que me crece dentro, vértebra oscura, nudosa, enmarañada, arbusto espina, matojo, enredadera, savia tan poco sabia como selva ignorante, pasión, poema, ácida fresa verde que te ofrecí apenas germinada, fresas maduras las yemas de los dedos, fresas brillantes los labios, las miradas, fresas eternas, fresas recién nacidas, fresas sin fin fuera de temporada.

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Dudas de Penélope ¿Cómo es posible que tras incontables noches siga anhelando aquella dormida entre tus sueños, y aún despierte con tu olor anegando los poros, las orillas, las sábanas, el sexo...? y me duele tu piel que ya no está en la mía, me quema, me escuece, desollada esperanza, mi voz errada no puede pronunciarte sin que se ahogue, se inunde, se quiebre, se desplome... ¿Por qué no puedo olvidar, tapar la herida, vivir como si nunca hubieras existido? Sólo le encuentro una explicación, pero estoy deseando que alguien me demuestre que me equivoco...

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Lombriz de tierra Lombriz de tierra, la boca llena de estiercol, humus, suelo, me pliego y repliego sobre mi misma en un eterno nudo de caracola. Es mi espiral de ausencia subterrĂĄnea, siempre adelante mis pies tras esas huellas que del futuro hicieron un pasado y del pasado un dolor insoportable. Y topo ciego excavo, me penetro, crezco como raĂ­z en tierra abandonada, siempre adelante horado el duro suelo y en lo profundo siempre encuentro agua.

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Vaciando la bañera Aparente Coriolis sin cambio de hemisferio el remolino gira entre mis pies descalzos y aquel miedo infantil de ser tragada transmuta en esperanza la espuma caracola... al fondo está el océano y yo ya estoy desnuda, Venus de Botticeli (o de Botero) dispuesta a renacer del sumidero... van por delante los restos del naufragio, células muertas y cabellos rebeldes, el polvo de los días y el sudor de las noches, sueños pringosos pegados a los dedos en un vertiginoso giro hipnótico... espera, leviatán, al otro lado

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en el futuro líquido que disuelve los días, espera a que pase, asco y vergüenza, mis huesos y mi piel por las cloacas que desaguan en algún horizonte.

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Enero en alta mar Baja la niebla fría húmeda densa silencio que me hiela las encías, aprieto los dientes por morderme la lengua y no gritarle al eco de mi llanto que la ausencia es un pez y no tiene memoria, me devora los ojos como a cualquier ahogado y no veo razón ni entiendo otras luces que las de tu horizonte en que sueñan mis barcos.

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Después del Titanic No sé cómo explicarte a ti que nunca entiendes la orilla que se esconde tras el inmenso océano, ni cómo hacerte ver que quise un lago para nadar en aguas con peces de colores... No sé cómo mostrarte la ternura de aquel arroyo en su breve recorrido, o la sed que calma esa fuente de aguas saladas hermanas de mis lágrimas. No sé cómo explicaros a ti a ti a todos que ya me ahogué y el resto son naufragios minúsculos en un vaso de vino.

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Consejo final "Enciende los ojos y apaga la boca." Clara de Marcos. Enciende los ojos antes de que se fundan los plomos, las bombillas, enciende miradas de las que arden y queman, todo al tiempo, enciende sentidos, Atlántidas, zoológicos, enciende pasiones, incendia tu árbol seco, enciende ojos, los tuyos, los míos, los de ellos y apaga la boca hasta que seas verso.

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Índice Equipajes perdidos ............................................................................... 5 Primer día de escuela ........................................................................... 6 Sandalias de dedo................................................................................. 8 Amor y lluvia ....................................................................................... 10 Nuestro propio ritual para el "si, quiero" ........................................... 11 Tu rima se me escapa ......................................................................... 13 Contracorriente .................................................................................. 15 Soy profeta a favor de un amor sin tiempo........................................ 16 Amor ................................................................................................... 17 Tanto miedo ....................................................................................... 19 Cientos de amantes ............................................................................ 20 Los pétalos de Margarita .................................................................... 21 Nido de piedra .................................................................................... 23 La culpa es de la Plaza de Santa Ana .................................................. 25 Epitafio esculpido en una ola ............................................................. 27 Por un verso... ¡yo no sé que te diera por un verso! .......................... 28 Laberintos ........................................................................................... 29 Las palabras se las lleva el viento ....................................................... 31 Agua .................................................................................................... 32 A vueltas con las fresas....................................................................... 33 Dudas de Penélope ............................................................................. 34 Lombriz de tierra ................................................................................ 35 Vaciando la bañera ............................................................................. 36 Enero en alta mar ............................................................................... 38 Después del Titanic............................................................................. 39 Consejo final ....................................................................................... 40

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