Desde el Teatro Oficina Central de los Sueños hemos querido resaltar la vida y obra de un corazón valiente, el gesto permanente de un hacedor, que le ha dado a la ciudad, a su ciudad Medellín, un proyecto que en los momentos más difíciles venció el miedo a través de la alegría, el arte y la esperanza, me refiero a Barrio Comparsa. Durante más de cuarenta años de vida artística ha desarrollado un importante trabajo de conexión comunitaria, acompañando múltiples colectivos, desarrollando propuestas que le han permitido a cientos de jóvenes de esta ciudad romper el miedo y lograr objetivos inalcanzables a través del arte de los zancos, de las máscaras. Un hombre de estas cualidades que vive humildemente, es quien me enseña su Casa Museo de la Alegría, un lugar poblado de duendes creativos, una casa llena de rituales donde el símbolo es testimonio y provoca acción.